Prueba Porsche 997 GT2, desatando a la bestia

El GT2 es un coche que intimida. Sería el primer coche de la lista si tuviera que elegir uno cualquiera para impresionar a alguien por su forma de correr. Además, su historia da miedo. ¿Qué ocasiona todo esto cuando te pones a los mandos? Pues es imposible esconderlo. Tienes mucho respeto. Tanto que hasta, en cierta manera, se podría llamar miedo.

Sus 680Nm, 530cV y 1440kg en reserva son, por sensaciones, imbatibles para sus competidores, una combinación explosiva. Puede que estos 680Nm lleguen de forma más suave con los turbos de geometría variable, pero hablar de suavidad con tanta fuerza no tiene demasiado sentido. El empuje es intimidante hasta el punto que da vértigo pero, a pesar de todo, nos atrevemos y nos subimos de nuevo al GT2.

Si tuviera que calificar a este coche con adjetivos los primeros serían: bruto, rudo, animal y peligroso. Justo las iniciales del ruido que va provocando de camino a nuestro destino, de nuevo repetimos la misma carretera de curvas: ¡BRAAAPP! Pasar por un túnel y esperar a que los turbos soplen a 1,4 bar, traen a nuestros oídos un sonido de competición que me recuerda a Le Mans. Parece que vayamos a fondo en un coche de carreras por la recta de Hunaudières y encima las prestaciones acompañan.

¿Por qué volvemos? Porque vamos a saborearlo mejor y vamos a descubrir más del GT2, ya que haremos pasadas hasta hartarnos. Por la noche hay menos ruido, más frío, con la oscuridad la experiencia de velocidad va a ser inolvidable. De entrada empezamos con un puerto largo y muy rápido, todo en subida. Puede ser la sensación de que no haya absolutamente nadie y que estar rodeado de árboles nos recuerde a esa mítica subida de Nurburgring tras pasar por Adenauer, pero la verdad es que empezamos muy enganchados, vamos realmente rápido. Parece que vayamos saltando de curva en curva y nuestro coche escoba ya no sabemos si ha apagado las luces o simplemente no está ahí. El GT2 es un misil.

Hay que tenerlo claro: el GT2 es un coche difícil si quieres conducir rápido, porque su motor tiene una fuerza anormal y por las particularidades que tiene un 911. Lo primero que me llamó la atención al subirme el GT2 fue la rapidez del tren delantero. Sus reacciones tienen ese toque mágico de 911 GT que hace parezca grapado al suelo, con una gran comunicación al volante de todo lo que está pasando. Aunque he de reconocer que en la primera curva que hice noté una ligera inestabilidad, aquí la temperatura de los neumáticos también influye.

Esa confianza en el eje delantero hace que en curvas a velocidad sostenida no sean ningún problema, incluso a alta velocidad, donde cosas como la entrada frontal de aire para dar más agarre al eje delantero cuentan. Y, menos aún, las que empiezas con el freno ligeramente presionado. En cambio el eje predominante en este coche es el trasero y, si en curvas rápidas, lo giras con decisión más de lo debido lo que empieza a mandar son los 325mm de las ruedas traseras. El GT2 puede ser muy sobrevirador si te descuidas. Ahora bien, si en las curvas incluyes la variable de que tu pedal esté en el pie derecho ya puedes cambiar el chip: aquí la bestia empieza a desatarse.

El GT2 es claramente sobrevirador y, siempre que pises el acelerador, tienes que tener las cosas muy claras. El control de estabilidad te deja jugar mucho, hasta el punto de que el primero que corta el sobreviraje eres tú y no él: parece que te esté llamando miedoso a la cara. La bestia enseña los dientes, plantarle cara exige mucha concentración y mucho coraje, por no decir otra cosa. En el límite las cosas son complicadas: entra mucha fuerza de golpe y también de golpe se rompe el límite de adherencia. Lo ves venir pero el momento para decidir entre seguir acelerando o soltar es complicado. El agarre de los Michelin Pilot Sport Cup es magnífico, pero provoca reacciones bruscas si en el momento del sobreviraje se suelta el acelerador. Siempre siempre es buena idea dejar un 10% apretado, a pesar de que la cabeza te diga otra cosa.

A la salida de las curvas del puerto intuimos con facilidad en que momento va a deslizar la trasera y sabemos que los neumáticos nos van a enganchar a la mínima que les demos un respiro, pero el desafío es constante. El control de tracción sólo aparece con las irregularidades y en las paellas cerradas. Su entrada es mucho más clara que el control de estabilidad pero, aún así, la diversión con todos los controles puestos está asegurada: aseguran diversión y apagan un peligro que nunca desaparece.

Si piensas que el mejor 911 es el GT3, porque tiene el chasis mejor puesto a punto, es sinceramente porque no has probado el GT2. Puede que los Sport Cup sean mejores que los Pirelli PZero Corsa que llevé en el GT3, pero el concepto global de chasis me pareció más fuerte en el GT2. Todo lo bueno del chasis del GT3 lo tienes en el GT2. Puede que la denominación «GT2» nos lleve subconscientemente a la palabra locura pero lo cierto es que tiene un chasis espectacular. La altura, convergencia, caídas y barras estabilizadoras de ambos ejes son ajustables. Tampoco tienes peso adicional comparado con el GT atmosférico… el problema está en el motor. Sí, puede que el chasis del GT3 sobresalga más en el GT3, pero eso no ocurre en el GT2 por la sombra de su motor. Simplemente, esa es la razón.

¿Sabéis lo mejor de todo? Que todavía no he hablado de lo más impresionante del chasis. Me temo que lo más llamativo son los frenos. ¡Espectacular! Toda la brutalidad de la aceleración se convierte en nobleza. Comparado con un 997 Turbo, este GT2 no hunde el morro ni la mitad en las frenadas, y la dosificación en caliente está a años de diferencia. El autoblocante está tarado un 40% en retención y no hubo ni una sola frenada en la que el GT2 nos hiciera un extraño, nos quedamos rendidos ante ellos.

De aquella noche no me puedo quitar una cosa de la cabeza. Es indescriptible ir exigiendo todo al motor del GT2, con las ventanillas a la mitad, un sonido de competición rebotando en la montaña y árboles que te rodean. Curva larga a derechas, sostienes el pedal del acelerador, el sonido baja considerablemente y empieza a notarse un ligero gruñido de los neumáticos durante décimas. La curva se abre y confías en que llevar el acelerador a fondo no va a ser ningún problema. Efectivamente no lo es, y de nuevo el ruido del motor turbo te sorprende, estás eufórico. El eje delantero no flota pero va luchando con lo antinatural del empuje y va rebotando en el suelo. Eso lo notas sobre todo porque las luces largas no están fijas a lo lejos, suben y bajan a lo loco.

Enseguida aparece la siguiente curva a la vista al poco de engranar 4º, pero te arrepientes de haberlo hecho, porque al fondo hay un ligero cambio de trayectoria a la izquierda seguido de una curva cerrada a la derecha, y eso significa frenar en dos fases. Lo que no hace que no me olvide de toda esta secuencia, es sonido en todo ese momento. Aceleración máxima, aceleración mantenida, de nuevo estruendo al acelerar con el sonido hueco del motor en los cambios de marcha, pero sobre todo, ese sonido al frenar a fondo, con el motor desapareciendo y el ruido especial de las pastillas torturando los discos cerámicos con la noche de fondo… eso deja huella.

Se está haciendo tarde y en el GT2 seguimos muy a gusto. Es un coche en el que te sientes muy especial. A pesar de que la pierna izquierda esté empezando a hartarse del embrague cuando no estás conduciendo fuerte, el esfuerzo recompensa, porque ante todo, el GT2 es un coche en el que la mecánica se nota mucho. Es admirable como es capaz de transmitir todas esas fuerzas y a la vez ser mínimamente civilizado. A los mandos es lo más cercano a la competición que he probado. Son tantas sensaciones…

Me ha encantado el modo en que Porsche deja sentir la bestia que el GT2 puede ser si te lo propones. Según algunos está fuera de medida, según otros, este es sin duda el mejor 911 de la historia. ¿Según 8000vueltas? Esto es lo mejor que hemos probado.


Si aun no lo has hecho leete la primera parte:

Prueba Porsche 997 GT2, inevitablemente rápido

Y puedes ver todas las fotos en nuestro Flickr…

…mientras esperas la 3ª parte, que llegará pronto.

Extra Lap

Definitivamente tenemos que empezar a hacer pruebas en vídeo ya!

https://www.youtube.com/watch?v=8JWvsnxLvv4

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16 comentarios en “Prueba Porsche 997 GT2, desatando a la bestia”

  • bery

    7 de mayo de 2009 a las 23:45

    Jo, no hay parte 3?? Hoy dormire como un bebe, parece que estaba sintiendo lo mismo en esas carreteras de montaña!! Muy buen post, ya es un clasico!!

    Pues si, es lo unico que os falta, un pequeño video vuestro y ya seria de matricula!

    Un saludo, y a ver con que nos sorprendeis, pero superar esto sera muy dificil.

  • MeDa

    8 de mayo de 2009 a las 01:49

    Juan, por dios! Cambia en el Flickr la descripción de la pagina principal de las fotos del GT2.

    «–> Prueva <– del Porsche 911 997 GT2 realizada por 8000vueltas.com en Madrid»

    La prueba genial, sin duda, no soy muy dado a postear aquí, pero leeo todos y cada uno de vuestros posts, ya que como yo, compartís ese amor incondicional a Porsche! :).

    Un Saludo!

  • Juanako

    8 de mayo de 2009 a las 02:39

    De la prueba me quedo con estas palabras: bruto, rudo, animal y peligroso.

    Lo del vídeo hubiera sido ya la guinda del pastel.

    Entonces, ¿lo mejor que habéis probado? Si que tiene que ser especial este coche si.
    Lo que más me ha chocado como quien dice, es que yo por ejemplo tenía la idea de las ayudas eléctronicas como algo muy intrusivo y a veces incómodo, y por lo que veo Porsche en este coche ha dado algo más de cancha al piloto en ese aspecto.

    Un Saludo

  • FINCH

    8 de mayo de 2009 a las 02:49

    …bueno, lo mejor lo mejor de 8000vueltas mmm, digamos que esta muy alto en el listón…

    Además, lo mejor siempre esta por probar…

  • Staff

    delarosa

    8 de mayo de 2009 a las 11:11

    @MeDa
    Me temo que la b y la v están demasiado cerca en el teclado. Lo cambiamos en un rato.
    Gracias.

  • RatON

    8 de mayo de 2009 a las 11:52

    Pufff, os leo y me da miedo: nieve, noche, 530cv y tracción trasera, y lo del coche escoba me da más miedo aún por lo que implica.
    Eso sí, tiene que ser impresionante escuchar ese motor en mitad de la noche.

  • Juanako

    8 de mayo de 2009 a las 14:07

    @FINCH
    ¿Lo mejor con permiso del Veyron no? jeje

    Un Saludo

  • pablo rasta

    8 de mayo de 2009 a las 18:00

    Yo tampoco suelo hacer muchos comentarios pero tambien sigue de cerca cada uno de los nuevos e increibles articulos que aqui se difenden para nosotros, los amantes del motor.

    Lo unico que queria deciros es que ya era un incondional de porsche pero despues de este articulo «sublime»,me reafirmo en ello.

  • Iván

    9 de mayo de 2009 a las 21:27

    Genial artículo. Quién pudiera tener el dinero y el tiempo para conducir una de estas máquinas de la pasión y la emoción Porsche…

    Seguid deleitándonos, sobre todo si es con Porsches :).

  • Guti

    9 de mayo de 2009 a las 22:14

    Felicidades por el artículo, aunque no haya habido video.
    La forma en la que está escrito, me ha transmitido perfectamente las sensaciones… Ha sido como si yo mismo lo estuviera pilotando por esa carretara de montaña.
    En cuanto a lo de rudo y animal, lo es más que un Ferrari Challenge?

  • sr20de

    11 de mayo de 2009 a las 22:12

    muchas paginas hablan de coches pero pocas consiguen engancharte tanto y transmitir tan bien las sensaciones como vosotros. lo malo es la envidia que dais al resto de mortales jajaja
    seguid asi fenomenos!!

  • Juan Lasheras

    11 de mayo de 2009 a las 22:30

    Jamás podré olvidar el momento en que en medio de la noche, en silencio y a oscuras, esperando tu turno, conseguías oir el bramido del motor curva tras curva a km de distancia. Un sonido inolvidable. Sin duda legendario. El nº 1 en mi lista de coches de ensueño… y que frenos….

    salu2

  • Autor Staff

    Juan

    11 de mayo de 2009 a las 23:45

    @Juan Lasheras

    Todavía recuerdo aquella frase «Oye, ¿esto frena mucho no? ¿te estás dejando algo verdad?»

    Saludos

  • Carlos

    12 de mayo de 2009 a las 00:32

    El GT2 me recuerda a un rodeo, donde el PSM hace que el jinete no caiga al suelo, pero que si el jinete cabrea al toro no va a parar de recibir sacudidas.

    Ese sonido en mitad de la nada era aterrador.

  • Prueba 911 GT2, epílogo e índice. - 8000vueltas.com

    14 de mayo de 2009 a las 08:53

    […] Prueba Porsche 997 GT2, desatando a la bestia  14 Carlos, Juan, Juan Lasheras, sr20de, Guti, Iván, pablo rasta, Juanako […] […]

  • jordi

    21 de mayo de 2010 a las 19:26

    Simplemente impresionante, autentico, estaba buscando información sobre el GT-2 por posible adquisición de segunda mano y como es una pasta larga, primero y antes de calentarme más queria leer los comentarios de la red, mejor me estuviera mirando el diario deportivo, porque después de este artículo ya no tengo dudas…….sólo las económicas y sin duda mientras leía parecia que estuviera conduciendo por ese puerto….FENOMENAL, os felicito

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