«Partiendo de que llegábamos a Mónaco el sábado a primera hora de la noche, por supuesto sin entradas ni pases ni acreditaciones convenía empezar a moverse para no perdernos el Gran Premio del día siguiente. Que mejor sitio que el Casino para empezar a relacionarnos con la tribu monegasca. Aunque esa es otra historia que contaré en el próximo post.»
Pues bien, nada más salir de la estación aterricé mágicamente en la curva de la Sainte Devote. Soy un tío sencillo, y estos eventos simplemente me vienen grandes. Me puse nervioso, y mi corazón palpitaba más rápido de lo normal. Soñaba con un día así y llegó casi inesperadamente. Enseguida nos dimos cuenta de que el Casino de Mónaco iba a ser visitado en otra ocasión, que la magia de Mónaco se encontraba, al menos durante esa noche, en la carretera. En una carretera que llevaba al puerto.
Panorámica del pantalán más fiestero de la noche.
Como nuestro objetivo primario era el Casino, nos encontrábamos equipados con una indumentaria a la altura de las circunstancias (léase camisa) y al menos nos dejaba cierto margen de movimiento en aquella jungla de trajes y chaquetas acompañados de shorts y tacones. La compañía femenina completaba nuestra equipación en la dura misión de asaltar las fiestas en los barcos. Misión Imposible. Vayamos pues, a los barcos.
Las fiestas, en la lejanía aún, dejaban intuir que la noche se haría larga.
Este algo tenía que me gustó… aunque no fuera la fiesta que llevaba.
El puerto de Mónaco en un momento mágico, desde la grada O
VER EN GRANDE!!
Zapatos prohibidos dentro
Había muchos barcos, pero este era el bueno!!
Pues dicho y hecho, finalmente tirando de lista de VIPs algún compañero pudo entrar sin mayores problemas. Es relativamente fácil entrar en estas fiestas, eso sí, escoltado por 2 o 3 señoritas que den crédito a tu actuación. Llegas a la puerta, señalas tu nombre sobre la lista, lo pronuncias con la boca llena Mr. farfarfar (en inglés, claro) y arrasas con todo lo que pueda ser ingerido. Procura descalzarte, no fumar dentro del barco y no responder a preguntas complicadas y la noche y el alcohol hará el resto. En un rato estarás plenamente integrado. Cuando digo que el Vini Vidi Vici era el barco bueno es porque era EL BUENO. No sé que fue lo que me convenció, si el estilo del barco, la música o si la cantidad de buenas mozas que bailaban en su interior.
En vista de la dispersión del grupo decidimos conocer el Principado durante las horas nocturnas, lo que nos llevó a algún otro barco, donde, ahora sí, pudimos disfrutar de una fiesta privada al estilo Monegasco. Corrió el champán y durante un rato fuimos millonarios. Pero lo que si hice fue fotografiar una parte del circuito de noche, que no deja de ser interesante.
Comencemos por la St. Devote (Sí, el puente ese de pago, Zona A1)
Los mejores asientos de Mónaco esperando ser ocupados
Tribunas K y unas vistas aún mejores en el edificio de atrás
Otra vista de la Zona K, observad lo cerca que están de St. Devote
Mas zona K, me encanta esta curva
Definitivamente tiene algo, aunque el mejor sitio para verla es un barco que alquila plazas
En la tele los pianos no parecen tan grandes, son enormes!!!
No exagero, son grandes de verdad!!
Son los de la última chicane, antes de la Rascasse
Pues antes de la Rascasse nos quedamos, porque ahí se acabó nuestra vuelta al circuito. No estábamos cansados, ni mucho menos, aunque ya se empezara a intuir que pronto amanecería. Aún nos quedaba por conocer a mucha gente y ver un poco más de la movida monegasca del sábado de GP. Sino porque aparte de los barcos había otra fiesta que era la referencia. La fiesta la de la curva de la Rascasse.
Fiestorro para gente guapa, y todos lo demás, ahí acabamos!
No os suena el DJ?? A mi tampoco, pero me dio igual…
El caso es que la fiesta de La Rascasse era también un sarao bastante bien montado, con su música, su DJ residente, sus chicas guapas y tal y cual, por lo que no hubo que lamentar otros destinos. De todos modos muchos barcos cerraban sus fiestas a las 2 AM, hora intempestiva para cerrar cualquier cosa ya que, en realidad, nuestra fiesta estaba empezando.
Ah, y también había coches, pero lo había olvidado. Dadas las preciosas mujeres, los impactantes barcos, los amontonados zapatos, las infranqueables pasarelas (no tan infranqueables, jeje) y la soberbia noche que pasamos, casi, casi, ni me acordaba, pero ahí están los coches del sábado noche:
El señor monegasco con su prometido coche rojo
Clase a raudales en pleno atasco
1000CV de puro espectáculo, en la medida de lo posible.
E55 AMG cargado con 4 preciosas señoritas
Techart, conocido ya por todos, aparcado en el mismo sitio todo el finde.
Un Aston, más clase es difícil tenerla. Salvo con un Brithish Race Green…
Quién se trae su Honda NSX desde la otra punta del mundo? Yo lo haría…
Maybach y Ferrari enfrentados, yo no tengo dudas.
Y por supuesto, antes de irme, no pude evitar pararme para hacer esta foto:
La iglesia que da nombre a la primera curva del circuito (si llamamos recta a lo otro)
Doy por concluida nuestro relato por tierras Monegascas. Hasta el año que viene…¿?
Typhoon
1 de junio de 2007 a las 16:24ya veo que lo pasasteis muy bien, que visteis unos barcos increibles, unos coches de infarto, os habeis corrido una juerga como dios manda por la patilla, lo cual dais fe con las fotos que hay, pero donde estan las fotos de los pibones que habeis visto, jajajajaja
En fin, me alegro mucho de que hayas podido disfrutar de ese GP tan especial de esa manera tan especial.
S@lu2
ALEJANDRO TELLEZ C
28 de mayo de 2009 a las 16:23SALUDO DESDE COLOMBIA
SIMPLEMENTE MARAVILLOSOS EL GLAMOUR… EL CLIMA… EL AMBIENTE QUE SE VIVE EN MONACO….
SALUDO
ALEJANDRO T.
XAVIH
2 de junio de 2009 a las 14:48lASTIMA QUE EN TU REPORTAJE FOTOGRAFICO NO INCLUYAS OTRO TIPO DE CURVAS, JEJE TU YA ME ENTIENDES.