Julio de Santiago, adiós a un amigo

Fue ese gran poeta que canta, Alberto Cortez, quien dijo.

“Cuando un amigo se va, deja un espacio vacío que no lo puede llenar ni siquiera la llegada de otro amigo”.

Efectivamente, los que somos amigos de los coches hemos perdido a un amigo irremplazable, pues es muy difícil encontrar a alguien como Julio de Santiago, a alguien que haya tenido – y aprovechado – la oportunidad de conocer y conducir tantos y tan diversos coches de todo tipo, y es también difícil encontrar a alguien que lo relatara de modo tan inteligible y real.

El corazón le falló a Julio demasiado pronto, ya abuelo pero sin llegar a los 70, y a mí no me extrañó que le fallara su miocardio, pues Julio era corazón en un enorme porcentaje y, además, usaba mucho de él, como hacen las personas que quieren.

Yo, que lo conocí y lo trate, nunca podré agradecerle bastante que, con Fausto Saavedra, me llevara  a la Fundación Cultural del RACE, y a su casa y a su mesa (Julio era muy espléndido y muy afectuoso).

Yo nunca olvidaré sus anécdotas, sus reflexiones y sus sentencias sobre automóviles, pues eran las de un profesor impartiendo docencia, de la que me aproveché cuanto quise.

En fin, dicen “que todos los coches van al Cielo” (yo así lo creo) y por tal motivo me sonrío, me sonrío porque el bueno de Julio seguramente no sabe bien por dónde empezar, no obstante yo lo buscaría en el sitio de los americanos.

 Jackie Ickx con un grande: Julio de Santiago.

Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.

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16 comentarios en “Julio de Santiago, adiós a un amigo”

  • Staff

    delarosa

    19 de junio de 2012 a las 22:58

    Tenía mucho que decir también sobre Julio, aunque no con una relación como la de Ramón, así que le pedí a él que fuera el que escribiera este artículo (idea suya, todo sea dicho).

    A mí me llevó, cuando era solamente un crío, a la fundación del RACE con él y Antonio Scott, me subió a «mi» primer Porsche (suyo, en realidad, un 964 Carrera 4 rojo que conducía en aquella época), me dio mi primera vuelta al Jarama y me enseñó a adorar a Ferrari y a un buen puñado de italianos.

    Me abrió las puertas a una afición que sólo podía conocer a través de las revistas y le debo que me abriera los ojos a este maravilloso mundo.

    Gracias.

  • Tocino

    20 de junio de 2012 a las 12:12

    D.E.P

  • AYM

    20 de junio de 2012 a las 13:43

    Cuando lo he leído no he podido evitar entristecerme, yo sólo «conozco» a este gran hombre por la gran revista «coches clásicos», aún recuerdo el primer ejemplar que me compré de esta revista cuando tenía 15 años y de la huella que ha dejado en mí, de sus grandes artículos y pruebas, un hombre que sólo leyendo un artículo suyo derrochaba sabiduría y experiencia.
    En fin aunque sólo lo conozca por la revista este hombre cambió mi manera de ver el automovilismo y con sus opiniones, experiencia y sabiduría me metió en la cultura del automóvil, he disfrutado con cada revista leída, he vivido cada prueba como si estuviera montado en esos espléndidos coches, y todo gracias a este gran señor.
    Sólo por eso puedo decir que este hombre es grande, si señor, muy grande.

  • Angel Martín

    20 de junio de 2012 a las 16:14

    Que grande es el mundo de la automoción, hay tantos genios que es imposible conocer la mitad de las figuras que dan forma a nuestro querido planeta motriz. Desgraciadamente no conocía a este hombre y se ha ido antes de que me diera tiempo a valorarle en vida. Pero no me cabe la menor duda de que tras informarme y leer cualquier cosa referente a su trabajo, sentiré la necesidad de disfrutar y alabar su obra, y elogiar por lo menos lo que siempre quedará con nosotros; su espíritu.

    Descanse en paz, Julio de Santiago.

  • Julia

    20 de junio de 2012 a las 22:23

    Yo me llamo Julia, cuando estaba naciendo, los médicos dijeron que las cosas iban a ir mál, la hermana de mi madre (la tia Carmen), le llamó para buscar una solución y la encontró. Le dijo «tú tranquila que todo irá bien» y así fue.

    Gracias a él también somos más apasionados de los coches (aunque no tenga carnet), y hemos tenido muchos privilegios como disfrutar todos los primos del «culo pollo» y disfrutar de sus carreras locas.

    Los coches eran su gran pasión, me lo imagino con su porche entrando en las puertas del cielo donde podrá descansar en paz.

    Tu sobrina Julia

  • Iván Vicario Martín

    20 de junio de 2012 a las 22:30

    Se nos ha ido el ‘Profe’. Gracias por todo lo que me enseñaste, de mundo del automóvil y de la misma vida. Hasta siempre AMIGO. Nunca te olvidaremos. D.E.P

  • Enrique Espinós

    20 de junio de 2012 a las 23:01

    Entiendo que son cosas que pasan… y, como se dice, ley de vida, etc, etc… y todas las convenciones que queramos; aún así, y pese a no tener una relación demasiado estrecha con él, yo le había tomado mucho aprecio a Julio. Y, por eso, agradezco doblemente tus palabras, Ramón.

    Gracias. Descansa en paz, Julio.

  • Juan

    21 de junio de 2012 a las 09:43

    Recuerdo mi última conversación con Julio. Fue en el Circuito de Navarra, justo donde hemos estrenado nuestros Trackdays 8000vueltas.

    Se acercó para preguntarme por nuestro artículo del MP4-12C y para felicitarnos por nuestro punto de vista y análisis, puesto que le llamaba la atención cómo lo habíamos encarado.

    D.E.P.

  • Javier Hernández

    21 de junio de 2012 a las 12:07

    Son muchas las vivencias que tuve con Julio y ahora que falta me doy cuenta que fueron pocas, especialmente en los últimos tiempos de su enfermedad.
    Lo conocí a través de unos amigos comunes por nuestra afición a Porsche y quedabamos algunos fines de semana para dar unas vueltas y «tomar un vermuth» como decía él.
    Yo creía que sabía algo de coches hasta que lo conocí. Cualquier coche que descubría y que me ponía a investigar sobre el mismo, por muy raro que fuese, se lo comentaba a Julio y al momento, si no lo había conducido, que serían los mínimos, empezaba una disertación sobre el mismo que me dejaba boquiabierto. Sabía sobre todo y condujo casi todo, creo que lo único que le faltó y que deseaba era su queridos «Dusi».
    Y que decir de su humor, siempre con una sonrisa en la cara y con sus anecdotas automovilisticas que te partias de risa.
    Pude colobarar en su revista escribiendo algunos artículos y también algunos de mis coches aparecieron en la misma llenándome de orgullo y así aprendiendo un poco más de ese mundillo.
    Gracias Julio por todo lo que me enseñaste, gracias por tu amistad, gracias por ser así,…………. y si como dicen por aquí los coches van al cielo imagino que estarás ocupadísimo, vete probando y ya nos contarás.
    Adiós.

  • bielas chiquitin

    22 de junio de 2012 a las 00:45

    Nació y vivió para los coches, disfrutaba aprendiendo y conduciendo todo tipo de coches en las distintas carreteras que llegaban y llegan a casi a cada lugar de España, en especial Logroño. Digamos que si no hubieran existido los coches D.Julio jamás hubiese nacido jejeje. Consiguió vivir de lo que más le gustaba, logrando lo que hoy en día casi nadie consigue: trabajar de lo que uno gusta, quiere, admira y disfruta.
    Siempre que le llamabas estaba conduciendo o en algo relacionado con los coches (reuniones,quedadas,»charlas»….).
    Nunca olvidaré aquellos circuitos de arena donde en vez de coches corrían chapas junto al Mansilla, donde dialogábamos de nuestras cosas y me aconsejabas desde tu humildad de cómo se debía afrontar la vida, que a veces no es tan fácil. Tampoco olvidaré tus enfados al volante quejándote de la conducción «temeraria» del resto de los conductores o tu inagotable sentido del humor que no desapareció ni siquiera en los últimos momentos de tu vida sabiendo que tu salud era precaria.
    Te vamos a echar de menos Papa.

    Ójala puedas leer esto y sentirte orgulloso de nosotros leyendo esta despedida que en vida no te pudimos dar.

    http://www.youtube.com/watch?v=ljrFQyE1hAg

  • kekis

    26 de junio de 2012 a las 13:33

    Por lo que comentáis, debió ser una gran persona. Que descanse en paz.

  • jmr

    4 de julio de 2012 a las 23:49

    Hola,
    Siento tambien la perdida de este gran aficionado. Recuerdo conocerle en la primera Feria de clasicos de Valencia, haya por el 92 y se le veia que sabia de coches un «huevo». Yo entonces era un crio casi. En mas ocasiones he coincidido con el y siempre con una sonrisa y dando a conocer su sabiduria….
    Espero que haya subido al cielo en un americano……
    Un saludo
    jmr

  • Angelo

    9 de julio de 2012 a las 23:04

    Julio ya no está. Y es una putada enorme. No sé a quien consultar un montón de cosas sobre los automóviles … y sobre la vida.

    Tu recuerdo desde Logroño, donde nos dejaste para siempre.

    Pena.

    Ángelo.

  • Juan Antonio de la Rica

    25 de diciembre de 2012 a las 03:37

    Me acabo de enterar de la muerte de Julio y aunque hace mas de 20 años que no le veia, me ha dado una enorme pena. mis recuerdos de Julio son teniendo yo 5, 6 años a lo sumo, llendo de viaje con el y con mis padres, o a concentraciones de clasicos. No se porque, porque realmente mis recuerdos de el son muy vanos, pero le tenia muchisimo cariño; y siento mucho no haberme acercado algun dia a la revista a decirle eso, que no tenia muy claor el motivo, pero le tenia muchisimo cariño.

    hay que hacer y decir las cosas cuando todavia se puede. un saludo Julio, estes donde estes.

  • Le Mans Classic, la aventura desde dentro – 8000vueltas.com

    30 de agosto de 2016 a las 10:28

    […] de Coches Clásicos, para quien escribo y hago fotos desde que me fichó el bueno de Julio de Santiago, quien por desgracia ya no está con nosotros y desde que Iván Vicario se hizo cargo […]

  • Mariano Maroto

    27 de abril de 2018 a las 15:11

    Tuve la suerte de tenerlo como amigo , una gran persona D.E.P

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