Quizá resurrección no sea la palabra más adecuada. No estaba “muerto”, aunque es cierto que nadie daba un duro por él. Tampoco la palabra tuning es muy acertada. A pesar de que va a haber muchos cambios, es una palabra que nunca me ha gustado en exceso; ni antes, ni ahora. Dejémoslo, quizá, en reencuentro. 

Reencuentro con la agradable sensación de control (o descontrol) que te permiten tener, que te otorgan, los coches que ya tienen unos años encima.

Quizá algunos no comprendan cómo se puede cambiar uno de los mejores tracción delantera deportivos de todos los tiempos (sí, el Clio Sport F1 Team sale –¿para siempre?- del garaje de 8000vueltas) para dejar hueco  a una berlina, más o menos burguesa, de hace 20 años. La respuesta es muy simple: propulsión.

Si sigues sin entenderlo, sólo se me ocurren dos posibles razones:

1. No has experimentado la sensación de ir un buen puñado de metros “de lado”.

2. Aún no has llegado a la fase de enfermedad terminal en la que nos encontramos algunos miembros de 8000vueltas, en la que sólo buscamos cacharros viejos y con un buen tropel de caballos para divertirnos (como nuestro querido Delarosa, que guarda con celosa discrección un deportivo ochentero en el garaje, ¿a qué esperará para contarlo en 8000vueltas?).

Quizá todo tenga que ver con recuperar esa parte de los coches que se perdió con tanto limpia parabrisas automático, con tanto sensor “estropealo-todo” y con tanto cambio robotizado doble embrague.

Si hoy hablamos de alguien que conduce una berlina alemana, gasolina –importante-, de propulsión y con cerca de 200 cv, ya podemos empezar a dirigirnos a esa persona, cuanto menos, con curiosidad. También es cierto que si te dice que el coche en cuestión tiene 20 años pierdes toda esperanza, pero ¿y si la cosa no acabara ahí?

Pongamos que un día te levantas y decides que lo que te hace falta es un vehículo que no tire, sino que empuje. Te vas al ordenador, miras tu cartilla del banco y fijas la cantidad de dinero que estás dispuesto a “invertir” en tu nuevo juguete.

El primer paso es buscar en casa (primos, tíos, conocidos…); descartada esta opción, sólo queda el azaroso mundo de Internet. Si quieres no llevarte disgustos ni perder tiempo ni dinero, hay que tener varias cosas bastante claras:

(NDLR: yo soy más de Autoscout, pero bueno)

• Kilometraje contenido y, a poder ser, con libro de revisiones o facturas de las operaciones de mantenimiento.
• Estado de conservación bueno.
• Si es posible, único dueño. Él podrá contarte qué clase de vida ha llevado el coche. Además, conocer al dueño original puede darte mucha información de cómo está el coche sólo por cómo se expresa, cómo conduce…
• Sin golpes.
• Estado original. Quizá esto sea algo más personal; pero si veo un coche “modificado”, algo en mi interior me dice: NO.
• Que esté en precio: por muy bueno que parezca, no merece la pena pagar más de lo que vale, hay muchos peces en el mar.
• Por supuesto, PRUÉBALO -pruébalo de verdad-, zúrrale, frena duro. Sí, el dueño pondrá cara de póquer; pero si no eres un salvaje, aguantará. Él quiere vender el coche y tú necesitas saber si “todo está en su sitio”. Un rodamiento mal, frenos alabeados, un motor que “ratea” o no corre…
• Siempre se puede bajar algo. Regatea

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En mi caso, el elegido fue un BMW E36 325i 4 puertas de 1991: 2.5 litros repartidos en 6 cilindros en línea, 192 cv. No hubo duda alguna. Uno de los diseños más atemporales unido a la tecnología y calidad de fabricación alemana de los noventa.

Una berlina que hace 20 años aceleraba en menos 8 segundos hasta 100 km/h y que rozaba los 235 km/h de velocidad punta era algo más que digno, incluso ahora puedes podrías arrancarle la cabeza a la mayoría de los coches que encuentras en la carretera. Las ventas de estos modelos fueron bastante decentes, así que no es difícil encontrar unidades en buen estado (y otras cuantas en desguaces, ideales para conseguir repuesto si hiciera falta).

El porqué de un 4 puertas es cuestión de calidad/precio. Los 4 puertas, por norma general, están mejor conservados, siguen teniendo una línea atractiva a pesar de los años y, sobre todo, están “tirados de precio” respecto a los coupé, cuya cotización es más alta.

Además, hasta 1993 no se introdujo la distribución variable VANOS en los motores M50 de BMW y, por tanto, a pesar de perder casi medio segundo en aceleración respecto a unidades posteriores se gana un buen puñado de Km en fiabilidad. En el caso de este proyecto, el coche procedía de Barcelona: 136000 km, todas las revisiones al día, siempre en garaje y un único dueño.

Como “peros” se le puede achacar que su propietario, un hombre mayor, usaba tan poco el coche que el último tramo del escape está “muerto” y que –cosas de la edad– al salir del garaje le había cogido afición a rozar el lado derecho contra una columna. Si el artículo acabara aquí, entendería perfectamente que decidieras no volver a leer 8000vueltas.com, pero mencionaré un par de detalles que quizá mantengan unas líneas más tu atención.
Sobre la base E36 se fabricó uno de los mejores BMW M3 de toda la historia; tanto en versión 286 cv como en 321, ya con la caja de 6 velocidades, incluyendo la especial M3 GT de 300 cv.

Sobre la base del 320i E36 se concibió uno de los mejores coches de carreras de la marca, el 320 STW del ADAC.

En Alemania la generación E36 es una de las bases más populares para preparaciones. Además, un nada despreciable número de unidades salían de fábrica con diferencial de deslizamiento limitado de discos tarado al 25% -no en el nuestro, pero todo se andará-.

Por eso, si te digo que a parte de un 325i con 20 años, también tengo en el garaje:

 

• 4 llantas M Double Spoke II en 7,5 x 17 con ruedas 225/45/R17.
• 4 Amortiguadores Bilstein B8 Sprint.
• 4 Muelles Eibach Pro-Kit – 30 mm.
• Todo el set de silentblocks PowerFlex para suspensión.
• Barra de torretas delantera y trasera Ultra Racing.
• Frenos Brembo Sport + Pastilla Brembo Sport + Latiguillos metálico Goodrige.
• Volante de desplazado de piel vuelta.
• Toda la tornillería, copelas, juntas, bump stops… nuevo y mucho, mucho cariño al montar cada parte.

Quizá empieces a ver las verdaderas intenciones de este lobo con piel de cordero.

Lee la 2ª parte:

BMW 325i. Lobo con piel de cordero.

Y la 3ª parte:

BMW 325i, en busca de la perfección

Extra Lap

Algo de pornografía.