Me sorprendió mucho en su momento saber que en el Salón de Ginebra de marzo de 1999 se había presentado un deportivo cuyo motor de 2 litros ofrecía 240 cv, lo que significaba una potencia récord en el mundo de los coches de serie: ¡120 cv por litro de cilindrada!, pero mi sorpresa se aminoró cuando vi que se trataba de un Honda, del nuevo Honda S 2000 cabriolet.
Mi asombro fue menor cuando recordé que en el Salón de París de 1966, el entonces primer fabricante mundial de motos, una firma que había comenzado su actividad en el devastado Japón de 1945, Honda, había presentado su Honda S 800, cuyo 4 cilindros de 791 cc daba 70 cv din a 8000 rpm, justo en los días en los que la mayor parte de los conductores españoles disponían de los 32 cv sae que ofrecían los 767 cc de sus Seat 600 D.
Más aún, el catálogo de presentación de esa maravilla que fue el Honda S 2000 proponía el siguiente eslogan: “La tradición se perpetúa” y, lo que es más, ofrecía una ilustración que mostraba al reconocido ancestro del S 2000, a un S 800, concretamente un cabriolet amarillo, de modo que no cupiera duda sobre quién había iniciado tal tradición de coches deportivos de rendimiento más que asombroso.
La prensa especializada de aquellos días se sorprendió tanto como yo -luego lo leeremos- y con grata estupefacción procedió a analizar sobre el terreno el primer producto llegado a Europa de ese acreditado fabricante de motos que construía automóviles desde 1962.
El Honda S 800 era el resultado de la evolución del primitivo Honda S 360, un asombroso y minúsculo cabriolet de sólo 2,99 metros de longitud, que el principal fabricante de motos del mundo y campeón ese año de las categorías de 125, 250 y 350 cc presentaba en el Salón de Tokio, salón inaugurado el 25 de octubre de 1962. Dicho Honda S 360 estaba motorizado por un 4 cilindros de aleación ligera con dos árboles de levas en cabeza, motor que cubicando 354 cc daba 33 cv a 9000 rpm, o sea casi 100 cv por litro de cilindrada.
En octubre de 1963 el S 360 pasó a ser S 500, ahora motorizado con un motor algo mayor, un motor de 531 cc que entregaba 44 cv a 8500 rpm, motor que desde marzo de 1964 cubicó 606 cc. Con una diferente calandra y parachoques el S 500 dio vida al Honda S 600, al cual acompañó por vez primera una versión cupé, lo que ocurriría desde febrero de 1965, año éste en el cual el Honda de Richie Ginther ganaba el GP de México, primera de las victorias de Honda en F 1.
En el Salón de París de octubre de 1966 hizo su debut europeo nuestro Honda S 800, presentado en Japón en enero de ese año y mostrando una nueva calandra y un capó abultado, pues su motorización era más voluminosa que las anteriores.
En ese 1966, en el Salón de Tokio, Honda ampliaba su gama con su mini, el Honda N, en versión 360 y 600, pero eso es otra historia, no menos interesante.
Volviendo al S 800, hay que decir que su mayor carrera comercial europea fue en Francia (en España no se matriculó ningún Honda hasta que en Madrid se matricularon 4 en el año 1969).
Hay que añadir que durante su vida comercial no hubo modificaciones de envergadura en el S 800, siendo las únicas reseñables las que corresponden a la versión berlinetta -cuya fabricación cesó en febrero de 1968- y a la versión cabriolet, que duró hasta mayo de 1970. Se trata de muy leves alteraciones, exceptuadas las luces laterales delanteras y traseras aparecidas desde mayo de 1968. El total de unidades fabricadas del Honda S 800 desde 1966 a 1970 es de 11.389.
En noviembre de 1968 se dio a conocer el Honda S más asombroso, el S 800 Racing, un cabriolet con hardtop, llantas de magnesio, caja de 5 velocidades y carente de parachoques, modelo dedicado a la competición y modelo cuyo motor de 791 cc ofrecía ¡130 cv por litro!, o sea 103 cv a 8500 rpm.
Con todo, en 1967, año de comercialización del Honda S 800, su rendimiento de 88,5 cv por litro de cilindrada era algo absolutamente excepcional, su más poderosa carta de presentación, pues el Ferrari más eficiente de la época, el 275 GTB/4, daba 91,2 cv por litro y nuestro amigo el Porsche 911 S sacaba 160 cv din en 1967 de su boxer de 1991 cc, o sea 80,3 cv por litro de cilindrada.
Honda presentaba en Francia a su S 800 como cabriolet o como cupé, llamado berlinetta, ésta, según su fabricante, “ideal para el médico o el empresario para quien el tiempo, la facilidad de maniobra y de aparcamiento son vitales”. Sus eslóganes de lanzamiento eran en verdad verosímiles y rezaban así:
“El acontecimiento automovilístico de 1967”
“Es fantástico, es Honda”
Honda expresaba de este modo su opinión sobre su producto y en su catálogo de presentación describía a su S 800 destacando sus principales cualidades, lo que hacía de este modo:
“78 cv a 8000 rpm igual a 160 km/h”… y más, según algunas pruebas de prensa.
“4 velocidades sincronizadas”… en efecto, incluso 5 de modo opcional.
“frenos poderosos”… ¡para nada!
“estabilidad”… cierto y verdad.
“manejo”… ¡a tope!, su radio de giro era de 4,3 metros.
“equipo excepcional”… entonces quizás sí: volante de madera, cuentarrevoluciones, limpia de 2 velocidades, calefacción, retrovisor exterior izquierdo, antirrobo.
Las características del S 800 eran éstas:
Motor delantero de 4 cilindros en línea, inclinado a 45 grados, con doble árbol de levas en cabeza, y culata y bloque de aleación ligera con cigüeñal sobre rodamientos de rodillos, cubicando 791 cc y dando 78 cv sae a 8000 rpm (70 cv din), con un par de 6,7 kgm a 6000 rpm y una relación de compresión de 9,5:1. Cuatro carburadores horizontales.
Caja de cambios de 4 velocidades sincronizadas, que podían ser 5 opcionalmente.
Suspensión delantera por barras de torsión y trasera de eje rígido.
Dirección de cremallera.
Frenos delanteros de disco y traseros de tambor, sin servo.
Ruedas radiales de 145 x 13.
Largo de 3,335 y 1,400 m de ancho, con una altura de 1,195 metros.
Chasis caja autoportante.
Peso de 700 kg en versión cabriolet y de 720 en forma cupé, denominada berlinetta.
La prensa de la época, dicho en términos actuales, “alucinó” con el Honda S 800.
Por ejemplo, L’Automobile resumió su prueba en enero de 1967 con estas palabras: “mejor de lo que dicen”. A frase tan expresiva añadía otras como éstas, bien ciertas: “una nueva civilización del automóvil”, “una gran lección por su mecánica potente y afinada fruto de la experiencia en la competición”. Todavía más, en junio de 1967 sintetizaba así su opinión sobre el S 800, en este caso sobre un cabriolet que había arrasado en una prueba comparativa con su competencia europea de entonces por precio y potencia, que eran el bello Fiat 850 spyder, el burgués Peugeot 204 cabriolet y el eficiente Triumph Spitfire MK III. Decía, pues, L’Automobile: “Para nosotros el motor del Honda es más que mecánica, es magia. Este motor asociado a una caja de cambios dócil, a un manejo y a una estabilidad de muy buena factura hacen de este coche el número uno de los juguetes automóviles. Un juguete extraordinario al que solamente su frenado y su suspensión no le permiten ser un coche maravilloso”.
En suma, L’Automobile señalaba las siguientes virtudes en el S 800:
Potencia al litro única en el mundo en un coche de serie.
Motor de rendimiento brillante.
Caja de cambios muy bien sincronizada.
Buenos asientos.
Buena dirección.
Estabilidad acorde a sus prestaciones.
Buen acabado.
En la misma revista había también recriminaciones, pero menos, para el S 800 y éstas eran las siguientes:
Suspensión seca.
Visibilidad discutible.
Frenos duros e ineficaces.
Posición de conducción incómoda.
Accesibilidad difícil.
L’Autojournal coincidía en su excelente opinión sobre el Honda S 800 al que definía como “la bomba japonesa”. Su probador, André Costa, lo describía como “una bella lección de lo que la competición puede aportar a la producción en serie y lo consideraba como un coche para jóvenes de espíritu y de cuerpo… con una buena comuna vertebral y gusto por la conducción”.
Las virtudes del S 800 se referían en esta revista a su estabilidad, a su caja de cambios muy manejable, a sus excelentes prestaciones a la altura, por ejemplo, de las de un Ford 20 M TS (una berlina de 4 puertas movida por un V 6 de 1998 cc y 90 cv, algo así como el Ford Mondeo 2.5 de 220 cv de hoy día), a su dirección suave, a su bonita silueta, a su equipo correcto y a su adecuado precio de venta de 11.200 francos franceses en versión cabriolet, lo que le situaba muy bien ante competidores suyos -todos inferiores en prestaciones y carisma- como el Fiat 850 cabriolet vendido en 10.800 francos, el Renault Caravelle 1100 S tarifado en 11.500, o el Triumph Spitfire MK III que costaba 11.900.
http://www.flickr.com/photos/jk1971/4447801383/in/set-72157611218123904/
Los defectos señalados en L’Autojournal eran su suspensión terriblemente dura, sus asientos igualmente duros y de respaldo fijo, sus deficientes frenos en ciudad, su dirección poco reversible, su difícil acceso y la escasa capacidad de su depósito de combustible de sólo 30 litros.
Otra revista francesa, Europe Auto, consideraba al Honda S 800 como un automóvil de línea italo-inglesa, bien equipado, con una dirección muy bien adaptada a la conducción deportiva, unos frenos muy duros, un motor verdaderamente deportivo, una caja de cambios muy bien escalonada, una estabilidad satisfactoria y unas prestaciones excepcionales.
Tales prestaciones eran éstas:
Un consumo que oscilaba entre los 7,1 litros cada 100 km y los 10,1 a velocidades medias entre los 66 y los 149 km/h.
163,72 km/h de velocidad máxima y una aceleración desde parado de 17, 2 segundos para hacer los 400 m y de 35,8 para alcanzar el km.
El S800 precedido de un S600
Más aún, en esa revista sometían a los coches probados a una vuelta al circuito de Monthlery, de 9’100 km, y cronometraban el tiempo empleado, tiempo que fue de 5 minutos y 8 segundos en el S 800. Tal tiempo fue superior al de coetáneos suyos, como el Peugeot 404, el Renault 16 o el Volkswagen escarabajo 1500, y fue similar al de otros acreditados turismos como el Mini Cooper 1300 S, el Volvo 144 S, el Ford Capri 1700 o el Peugeot 504.
La prensa inglesa tampoco dejaba de admirarse del S 800 y así Motor decía de él que era como una notable pieza de ingeniería. Por su parte, la revista decana del automóvil mundial, Autocar, señalaba lo siguiente a propósito del S 800: “se acabaron los días de las copias japonesas, ahora habrá que empezar a copiarlos”. Ello era una premonición acertada en aquellos días, pues en 1966 Japón era el séptimo fabricante mundial de automóviles y desde 1980 se convertiría progresiva e implacablemente en el primer fabricante del mundo.
Por si interesa la opinión de la prensa especializada sobre su fiabilidad, cabe traer a colación la opinión de Rétroviseur, revista que la considera actualmente más que satisfactoria, previniendo, eso sí, de que una mecánica tan afilada exige un mantenimiento adecuado, con todas las precauciones que su uso impone. Añade esa revista el especial cuidado que merece su cadena de distribución, así como el sincronismo de sus cuatro carburadores. Acaba Rétroviseur admitiendo que el S 800 no es especialmente sensible a la corrosión.
Bibliografía
Las características generales del Honda S 800 están tomadas de sus catálogos para el mercado francés.
Los datos relativos a la evolución de los Honda S proceden de Toutes les voitures du monde des années 60 de René Bellu, del nº 30 de Gazoline y del nº 129 de Rétroviseur, revista de la que se tomaron también las apreciaciones sobre la fiabilidad del S 800.
Las pruebas aludidas se refieren a las publicadas en los nos 1 de Europe Auto, 249 y 254 de L’Automobile y 421 de L’Autojournal, reproducida ésta en el nº 426 de Autopista.
Los datos sobre las prestaciones de sus coetáneos están sacados del Numéro Catalogue 1967 de la Revue Automobile Suisse.
Foto-bibliografía:
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
nachetetm
4 de junio de 2010 a las 16:13Un coche precioso, y muy desconocido. La verdad es que es un caramelo para poseer como clásico, aunque debe ser bastante difícil de encontrar.
Excelente artículo, D. Ramón.
neich_clarke
4 de junio de 2010 a las 21:23muy bonito coche y como dice mi tocayo desconocido al menos para mí, gracias por ampliar nuestra cultura jeje, la verdad que tanto el artículo, como las fotos y el coche en sí me han supuesto una alegría, solo hacer un apunte, el record que comentáis del salón de Ginebra de 1999 de 120 cv/litro se refiere es para coches atmosféricos verdad? porque con turbo y de serie creo que para el 99 el evo V o VI ya sacaban esos 280 «declarados» que supondrían 140 cv/litro. un saludo y buen fin de semana para todos!!
PIÑA
5 de junio de 2010 a las 14:56Precioso el S800. Aqui en España hay un par de ellos (al menos que sepa de su existencia), y me parece un coche PRECIOSO, y si lo veis con alguien dentro, especialmente si es grande, el coche se ve ridiculamente pequeño.
Un saludo!
Petrosexuales
5 de junio de 2010 a las 23:33Da gusto leer artículos tan extensos y bien preparados sobre un modelo tan exótico. Yo al menos desconocía su existencia, y es absolutamente precioso. Toda una joya de coche y con todo un lujo de motor, ¡100cv por litro de cilindrada!
sergiomadrid
7 de junio de 2010 a las 09:47me encantan este tipo de reportajes…!!!
solo160cv
7 de junio de 2010 a las 11:28Excelente! Una prueba a bordo habría sido el colofón! que por aquí hay alguno bien guardado!
ramón roca maseda
7 de junio de 2010 a las 15:25Me alegro de que haya gustado el Honda S 800.
Para mí fue el principio de mi admiración por un país avanzadísimo en lo social, cultural, económico, sanitario ( tienen la menor mortalidad infantil del mundo y una de las mayores esperanzas de vida al nacer) y en lo tecnológico.
Naturalmente, el 2000 era un motor sinrurbo.
En cuanto a probar ahora un S 800, me encantaría pero quizás me defraudase pues yo creo que lo histórico fuera de su contexto exacto pierde forzosamente, aun relativizando los hechos. Es por eso que soy tan amante de las revistas de LA época y le doy tanta importancia a lo escrito, a lo experimentado en SU momento, en su circunstancia real.
drunken_clam
7 de junio de 2010 a las 21:10Muy buen artículo, una búsqueda muy bien hecha.
PIÑA
7 de junio de 2010 a las 21:42@ Ramón Roca Maseda
¿Me puede decir donde conseguir revistas de la época? Ya sea online, en papel…
Gracias y excelente artículo ¡y muy bien documentado!
ramón roca maseda
7 de junio de 2010 a las 22:31Piña, tengo 61 años y llevo comprando revistas desde los 10, y antes mi padre compraba Motor Mundial.
Tengo unas 17.000 (tengo una casa en la aldea donde nací….)y estoy suscrito a L’Autojournal, Le Moniteur, etc y eso que Correos no es lo que era.
Piña, si tienes interés en la prueba o en información de algún coche en especial, mándame tu dirección y te la envio con mucho gusto.
En París te puedo dar alguna dirección donde podrás encontrar revistas.
PIÑA
8 de junio de 2010 a las 14:30Ramón, la verdad es que si me interesa algun que otro articulo. ¿Hay alguna forma de contactar con usted por privado? Gracias y un saludo!
Ramón A.
9 de junio de 2010 a las 10:43Estupendo reportaje!
Me encantan este tipo de deportivos clásicos «pequeños pero matones». Había visto este coche por primera vez en un ejemplar de Classic Cars en el que analizaban el MG Midget, el Austin Healey Sprite y el Frogeye, y en el que el Honda aparecía mencionado -de refilón- como competidor de la época. Pero nunca se me ocurrió buscar más información al respecto de este coche, y ahora veo que no les tiene nada que envidiar a los anteriores…
Cualquiera de los cuatro sería más que bienvenido a mi garaje!
ramón roca maseda
12 de junio de 2010 a las 21:41Piña, visto que no consigo contactar contigo puedes escribirme tú a ramonrocamaseda arroba hotmail . com
Hasta cuando quieras.
Sergio Gonzalez
14 de junio de 2010 a las 13:13Yo ya me di una vuelta en uno, y pude escuchar bastantes desde fuera, incluso un S600.
Aqui quedan unas fotos de una quedada en Portugal :
http://www.flickr.com/photos/sergiogon/sets/72157623715761082/
Saludos!
Honda NSX, - 8000vueltas.com
23 de noviembre de 2010 a las 22:57[…] como el anti-Ferrari, destacando su tracción trasera, una excepción en Honda únicamente vista en los legendarios S 500-600 y 800, cuyo espíritu asumía a lo […]
miatasevilla
29 de abril de 2011 a las 23:54Van pasando los años, y cada vez los clásicos me gustan más, quizás los coches de ahora van siendo cada vez más electrodomésticos, incapaces de generar sensaciones al conducir.
Anónimo
4 de diciembre de 2011 a las 01:00[…] […]
jose
28 de enero de 2012 a las 05:00En 1974 tuve la oportunidad de subirme a un s800 en Lima Peru, convertible color amarillo, que era del padre de un compañero de secundaria, y realmente hasta el dia de hoy no he sentido esa sensacion tan brutal de aceleracion y sonido de altas rpm como en ese auto…inclusive una noche hicimos una competencia con un chrysler , no recuerdo bien el modelo, pero si recuerdo claramente que era tambien amarillo y en el cofre se leia el legendario emblema «HEMI», pues creanlo o no , en los primeros 150 metros estabamos por delante de esa bestia…claro, al llegar mas o menos a 150 nos alcanzo y nos paso…al rato , el mas sorprendido era el dueño del «HEMI», estaba super sorprendido de que ese «autito»le ganara a su bestia, y hubo que complacerlo dejandolo manejar el s800, hubo hasta preguntas relacionadas con la posible venta del mismo….jamas olvidare esos momentos.
Jose Arza
Caracas-Venezuela
DAMAS
19 de mayo de 2012 a las 03:11EU SOU PROPRIETARIO DE UM S800S RACING COMPLETO VINDO DE MOÇAMBIQUE VIA AFRICA DO SUL SENDO MEU A CERCA 35 ANOS E ESTOU NESTE MOMENTO A FAZER UM RESTAURO E PINTURA COMPLETA E A MONTAR UM RAPOR MAIS COMPRIDO NA CAIXA DE 5 VELOCIDADES PARA MAIOR CONFORTO NA ESTRADA POIS NAO E FACIL VIAJAR A 6000 ROTAÇOES A120 KILOMETROS OLHEM SO TENHO A DIZER BEM DESTE FANTASTICO INVENTO DO SR SHOSHIRO HONDA UM GRANDE INVENTOR DE QUEM EU SOU UM GRANDE ADEPTO DAS SUAS IDEIAS
javier
13 de octubre de 2013 a las 17:54Hola. Comentar q en españa tiene q haber mas pues yo poseo 2 uno en fase de preparacion para carreras y otro d calle
Datsun 240 Z, japón se pone serio – 8000vueltas.com
5 de febrero de 2015 a las 03:15[…] lo hago cada vez que evoco algún coche japonés, como en el caso del asombroso Honda S 800 o del bellísimo -técnica y estéticamente- Toyota 2000 […]