Observad con detenimiento este vídeo:

Se ve bien el 458 Speciale, ¿verdad? Se puede apreciar con detalle cómo funcionan las trampillas delanteras y el difusor dinámico trasero. Se ven primeros planos de los aditamentos aerodinámicos al final de los estribos mientras el coche rueda con intensidad en pista, para que podamos deleitarnos con la melodía de su V8. Se luce mucho el coche en espectaculares planos derrapando en curva y atravesando preciosos paisajes de montaña. Bien, pues estos vídeos tan elaborados y aparentes no serían posibles sin una herramienta adecuada:

Esto de acoplar una cámara a un coche para conseguir planos mucho más dinámicos y envolventes no es nada nuevo, ya lo hizo Claude Lelouch cuando rodó la maravillosa «C’etait un rendez-vous», como también hizo Lee H. Katzin, utilizando el propio casco que vestía Steve McQueen como soporte de una de las cámaras con las que se rodó la también magnífica «Le Mans»:

En un momento dado se empezaron a utilizar pick-ups modificadas con una caja reforzada para soportar todo el equipo cinematográfico, o incluso con una plataforma en la que subir el coche sobre el que se rodaría la escena, sobre todo primeros planos de los actores conduciendo. Pero estos pesados vehículos de trabajo ofrecían poco dinamismo para las escenas más exigentes. Hasta que a alguien se le ocurrió combinar un soporte de cámara giroestabilizado con un pequeño brazo de grúa teledirigido, dando a luz a lo que se conoce como el «Brazo ruso«. Este invento, acoplado a un vehículo que cumpliese ciertas premisas, supuso una revolución en el sector, que ahora disponía de una herramienta mucho más elaborada para conseguir el plano perfecto. De entre dichas premisas, estas serían las más representativas:

• El vehículo debería contar con un techo muy robusto y lo más plano posible, para poder acoplarle el brazo ruso con ciertas garantías.
• Los voladizos no deberían ser muy prominentes, para que con el brazo más o menos centrado en el techo y la cámara en su posición más baja no hubiese interferencias, el brazo debería poder girar por todo el perímetro del vehículo.
• Debería haber espacio para el personal técnico, hasta 6 personas podrían ser necesarias para la grabación, todas ellas interconectadas con un sistema de radio interno:

– Un conductor, hábil y experimentado para poder circular a grandes velocidades y a centímetros de distancia del vehículo objetivo.

– Una o dos personas sólamente para manejar el brazo y el soporte de la cámara, las posibilidades de regulación que ofrecen son inmensas.

– Técnicos de sonido y vídeo.

– Incluso el director debería poder ir dentro del vehículo, organizando la orquesta.

• Ese conductor necesitaría un potente motor que le permita ágiles movimientos, una caja de cambios que le facilite el trabajo, y unos buenos frenos modulables para poder igualar la velocidad entre vehículos con precisión.

De entre todas las posibilidades que ofrece el mercado, parece que la industria cinematográfica está de acuerdo en que los grandes SUVs son los vehículos perfectos para desempeñar esta tarea, preferiblemente con suspensión neumática para mayor estabilidad de imagen. El Porsche Cayenne, el VW Touareg y el Mercedes ML son los reyes del cotarro:

Algunos clientes deciden no externalizar, como es el caso de Volvo, y se fabrican sus propios coches cámara para rodar los anuncios de sus productos. A partir de dos  XC60, y con la ayuda de Caresto, engendraron un estudio de grabación que se sostiene sobre seis ruedas:

Los de Volvo, siempre marcando la diferencia

Todos ellos son recubiertos con un vinilo negro mate y «camuflados» para interferir lo menos posible en la imagen final. Se oscurecen los faros y pilotos para evitar reflejos y se montan amplias faldillas para no lanzar partículas. Todas estas adaptaciones y modificaciones son en gran parte de carácter artesanal, por lo que los vehículos van evolucionando según necesidades.

Como hemos dicho antes, los SUVs cumplen sobradamente con las tareas de coche cámara, pero a la hora de la verdad, cuando el malo de la película toma un atajo y el terreno se complica, empiezan las carencias: ruedas de bajo perfil, suspensiones de recorridos insuficientes, etc. Para no quedarse atrás, es necesario cambiar de vehículo. El Ford F-150 SVT Raptor, con sus suspensiones de largo recorrido y su cabina independiente del chasis de largueros, aislada por silentblocks, cumple con su cometido sin distorsionar la imagen:

http://vimeo.com/48464165

La variedad de empresas que disponen de estos vehículos comienza a ser cada vez mayor, y los tipos de vehículos que emplean cada vez más variopintos:

Nosotros ya sabemos cuál escogeríamos para grabar

La próxima vez que veáis un vídeo o un anuncio sobre un coche antiguo, o volváis a repasar las persecuciones de vuestras películas favoritas, tendréis que reconocer el mérito del equipo productor: los medios ahora son muchísimo más avanzados, aunque el fin sea el mismo: perseguir sueños.

Extra lap

En Top Gear hacen buen uso de los coches cámara para conseguir esos planos tan espectaculares:

Y para la película de Need for Speed también están usando algún coche cámara muy interesante: