Quizá por mi experiencia como ingeniero especializado en el vehículo de competición y por mi condición de piloto (de espíritu, nunca tuve dinero para suplir la falta de talento en la pista a base de talonario), me duela especialmente la desaparición de Dan Gurney este pasado lunes, a los 86 años de edad (13-abril-1931 a 15-enero-2018).
Dan Gurney, Nassau 1960
Puede que a muchos de vosotros no os suene; yo lo conocí buceando entre libros sobre aerodinámica de competición, pero os garantizo que su historia es de las que merecen ser contadas una y otra vez. Piloto icónico, propietario de su propio equipo de carreras, ingeniero y constructor de coches, Dan fue una de las mayores figuras del automovilismo mundial de la época moderna del motorsport.
El piloto
Quizá una de las mayores hazañas por las que será recordado fuera su victoria en las 24 horas de Le Mans de 1967 seguida de otra victoria, esta vez en el GP de Bélgica de Fórmula 1 (a los mandos de un coche construido por él mismo) solo una semana después de ganar Le Mans. Nada mal; aunque para ser honestos, hay mucho, mucho más detrás del nombre de Dan Gurney.
Ganar las 24 horas de Le Mans…
…y repetir victoria una semana después en el GP de F1 Bélgica de 1967 con tu propio coche
Solía decir Mario Andretti que si Dan hubiera corrido para Ferrari o Lotus hubiera sido varias veces Campeón del Mundo de F1, pero es que, simplemente, él no era así. A él no le bastaba con ganar: el siempre quiso algo diferente, hacerlo en su propio coche, con sus propios motores, con sus propias ideas revolucionarias. Quería ganar a su manera.
A pesar de no haber conseguido ningún título de campeón del mundo de F1 o de Indy, no se puede decir que no fuera precisamente un piloto rápido; en su dilatada carrera tomó la salida en 312 pruebas, consiguiendo 42 pole positions, terminar en el primer cajón del podio en 51 ocasiones y otras 47 entre los 3 primeros. Su palmarés incluye 7 victorias en F1, 7 victorias en la Indy, 2 segundos puestos en las prestigiosas 500 Millas de Indianápolis (una con su propio coche, un Eagle-Ford), 5 victorias absolutas en Sport Prototipos (incluyendo citas como los 1000 Km de Nürburgring o las ya mencionadas 24 horas de Le Mans del 67, con un Ford GT-40, por delante de los Ferrari 330 P4) y 5 victorias no absolutas pero sí en su categoría en la Targa Florio ’61 y ’64, las 12H de Sebring ’62, las 24H Le Mans ’64 y Goodwood ’64.
Gurney volando bajo en el GP de Nürburgring en 1966
Se le recordará también por haber sido el primer piloto en la historia en haber ganado una carrera de F1, una de Indy y una de la NASCAR, algo que sólo han conseguido pilotos de la talla de el propio Andretti o de Juan Plablo Montoya. Pero sobre todo, se le recordará por haber inventado el «spray» del champagne junto a su compañero de equipo y leyenda A.J Foyt en el podio de Le Mans en 1967.
Un símbolo: el primero en descorchar el champagne en»modo spray»
Como decíamos, fue un pionero en muchas cosas. Por ejemplo, también fue el primer piloto en usar casco integral en la F1 y, gracias no solo a que era un excelente piloto, sino a sus conocimientos técnicos como ingeniero, fue capaz de ayudar tanto en el desarrollo de los coches que conducía que llevó por primera vez hasta la victoria a tres equipos de F1 que nunca antes habían ganado (Porsche, Brabham y su propio equipo, Eagle).
Primera Victoria de Gurney en la F1 (Rouen, France. 25th June 1964.Dan Gurney (Brabham BT7-Climax) 1st position, podium, portrait. World Copyright: LAT Photographic. Ref: 19840.)
No mucho antes de eso (1955), la carrera de Dan empezaba a los mandos de un complicado pero rápido Arciero Special con motor Maserati, donde sus resultados llamaron la atención del importador de Ferrari en EEUU Luigi Chinetti, quien lo contrató para compartir coche con el gentleman driver Bruce Kessler en un 250 Testa Rossa. Tras los buenos resultados obtenidos, pasó a disputar su primera carrera de F1 con la escudería Reims (1959) y posteriormente ese mismo año 4 carreras con Ferrari (con quien no se entendió en absoluto dada la filosofía de trabajo de los italianos), cambiándose después a BRM, donde sufrió el que probablemente sea uno de los capítulos más oscuros de su vida: un accidente en el circuito de Zaandvort en 1960 en el que, tras un fallo mecánico en sus frenos, falleció un espectador de corta edad.
Momento del accidente de Dan Gurney en Zaandvort (1960)
Durante todo este tiempo, aunque sin dejar de pilotar, Dan siempre tuvo en la cabeza la idea de construir un coche hecho en Estados Unidos, por estadounidenses, que fuera capaz de batir a los coches europeos en su propio terreno, por eso, junto a Carroll Shelby, cuyos coches ya había conducido alternando victorias en diferentes categorías, fundaron en el año 1965 la escudería AAR (All American Racers).
El ingeniero
AAR se centraba en el diseño y producción de vehículos de carreras, tanto de F1 (bajo la denominación Gran Prix) como para la Indy (bajo la denominación Indy Eagles). La primera victoria de un coche fabricado por AAR llegó tan sólo un año después de comenzar su andadura industrial (en el año 1966). Tras eso, los coches de AAR se popularizaron a ambos lados del Océano Atlántico y fueron muchos los pilotos que los condujeron, entre ellos Jochen Rindt, Bruce McLaren, Denny Hulme, Ritchie Ginther, Lodovico Scarfiotti, James Hunt, Swede Savage, Bobby Unser… Desde sus comienzos, la intención de AAR fue la de producir coches de carreras para su propio equipo, pero también para vender como carreras clientes a otros equipos. De esta forma, el primer gran hito llegó tan sólo 2 años después (en 1968) cuando Bobby Unser se proclamó Campeón de la USAC National Championship y ganó las «Indy 500» con un Eagle privado.
Gurney en las instalaciones de AAR
A partir de ese momento, All Amercian Racers se convertía en uno de los diseñadores y fabricantes de coches de carreras más reputados del mundo. Tan sólo dos años después (en 1970) y tras 15 años de carreras al máximo nivel, Dan Gurney cuelga el casco y los guantes de conducir para dedicarse en cuerpo y alma a AAR. Ese mismo año compraría la otra mitad de la empresa a Carroll Shelby para proseguir con un proyecto que durante las siguientes 3 décadas vería pasar por los mandos de sus coches a 66 pilotos de renombre internacional, ganaría 8 campeonatos de EEUU y conseguiría 78 victorias y 83 pole positions en diferentes carreras y modalidades tales como las «Indy 500 (1975)» las 24 Horas de Daytona Classic (1993), la Indy o la Formula Ford por citar algunas. En total, 158 coches de carreras salieron de las instalaciones de AAR.
Toyota Celica IMSA GTO de 1986 fabricado por AAR
Dan junto al coche de la CART que llevaría J. Fangio II. Atención al morro del coche, cómo no, pintado con la habitual aguila (Eagle) de los coches de Gurney. Foto de 1996
Quizá tengamos la impresión de que en casa de los Gurney todo se hacía de forma artesanal e intuitiva, como en los viejos tiempos (recordemos que había nacido en 1931), sin embargo, como ya hemos visto, Dan fue todo un visionario y hasta su jubilación en el año 2002 (posteriormente su hijo asumió los mandos de la empresa) apostaron siempre por la tecnología como base para el progreso y la velocidad. Especialmente en las técnicas de fabricación de chasis en aluminio y carbono, diseño CAD y túnel del viento, en unas instalaciones con 5 edificios y en las que han llegado a trabajar hasta 140 empleados.
Toyota Eagle MkIII de 1993. 17 victorias consecutivas y el título de pilotos y constructores en ’92 y ’93
Como muestra de su potencial, dejaremos a continuación una pequeña lista de los coches más relevantes fabricados por All American Racers:
4 Formula 1 Eagles
106 Indy Eagles
20 Formula 5000 Eagles
13 IMSA GTP Eagles
13 Formula Ford Eagles
2 Trans-Am Plymouth Barracudas
3 IMSA GTU Toyota Celicas
3 IMSA GTO Toyata Celicas
2 Can-Am McLEagles
1 Lola Can-Am
1 Delta Wing
Efectivamente, has leído bien: el Delta Wing de 2012, uno de los coches más innovadores de los últimos años (en realidad no recuerdo nada de semejante calibre anterior a él), y en el que nuestro querido amigo Lucas Ordoñez ha tenido la oportunidad de pilotar (puedes leer una completa entrevista aquí) , es -cómo no- obra de AAR y del legado de Dan Gurney.
El coche nº 158 de AAR: todo un Delta Wing
Lucas con el prototipo Delta Wing
Pero Dan Gurney nos deja mucho más, porque además de ser un visionario, también fue un amante de la velocidad y las sensaciones. Así, entre algunos de sus diseños no podían faltar las motos, encontrando cosas tan extravagantes como la AAR Alligator (cocodrilo); un proyecto que no sabemos muy bien cómo catalogar, si como una «chopper» deportiva o una deportiva ultra baja, al más puro estilo «chopper». Marketing no le faltó en su época, pues muchos pilotos profesionales tuvieron la oportunidad de subirse a ella y, no sabemos si por amistad o porque la moto realmente era buena, pero las críticas eran unánimes: era una maravilla de conducir.
El gran Eddie Lawson posando con la Alligator
Un poco de acción sobre 2 ruedas
Una de las patentes más innovadoras que llevó a cabo el propio Dan, fue el desarrollo de un motor que el mismo denominó como «Moment Cancelling” 4-Stroke Engine. Un propulsor de 1.800 cc, bicilíndrico, pensado para ser instalado en motos que, dada su configuración de cigüeñal y ejes contrarrotantes sería más eficiente, silencioso, rápido y con menos vibraciones que cualquier otro motor diseñado hasta la fecha de características similares. Su puesta en marcha estaba planeada precisamente para diciembre de 2017/enero de 2018. Desgraciadamente, será un proyecto que Dan ya no verá terminado.
Patente del motor Moment Cancelling” 4-Stroke Engine de Dan Gurney
Aunque la verdadera contribución de Dan Gurney al mundo del automóvil de competición fue el Flap Gurney. Inventado por él mismo en 1971, el Flap Gurney no es más que una pequeña lámina puesta a 90º respecto del alerón al que acompaña y que desvía el flujo de aire que pasa por él incrementando la carga aerodinámica sin apenas generar resistencia al avance.
Gurney hablando con Unser en la Indy 500
La historia de cómo se comenzó a utilizar el flap en competición es, como suele ser en estos casos, un buena anécdota: en un test en el Phoenix International Raceway con el nuevo Eagle que pilotaría Bobby Unser para la temporada de 1971, las cosas no estaban saliendo como a ellos les hubiera gustado: el coche era lento y todo el mundo era consciente de ello.
El último día de los tres de pruebas programados y tras decenas de cambios de set up, mientras Unser y Gunrney hablaban sobre los problemas del coche, Dan recordó algunos estudios aerodinámicos con pequeños spoilers con los que equipos de carreras de los años 50 habían experimentado para mejorar la aerodinámica. En los 50 los spoilers no se utilizaban con el fin de mejorar los tiempos por vuelta sino para estabilizar y evitar la sustentación de la zaga del coche que, a altas velocidades, podía ser mortal. Así, Dan ordenó a sus mecánicos fabricar y montar esta pequeña modificación que hoy en día lleva su nombre: el Flap Gurney. En menos de una hora, un perfil en L de aluminio fue fijado al borde de salida de la alerón del monoplaza.
Flap Gurney del Eagle de Unser
Una vez en pista, los tiempos seguían sin salir, lo que suponía que Dan y su intuición habían fracasado en hacer un coche ganador. Pero tras unas cuantas vueltas, al volver Unser a boxes, éste habló discretamente con Gurney y le anunció que el nuevo flap era sensacional. La trasera del coche disponía de tanto agarre que el coche era ahora subvirador, siendo esa la causa de que los tiempos por vuelta no mejoraran. Tan sólo era necesario compensar el monoplaza añadiendo carga aerodinámica a la parte delantera para tener un coche ganador.
En definitiva, nos ha dejado uno de los grandes del mundo del motor. Necesitaríamos hacer una segunda y tercera parte de este artículo sólo para poder arañar la superficie de lo que un hombre con Dan Gurney significó para el motorsport. No obstante, sirva este pequeño capítulo como homenaje a su carrera deportiva y a toda una vida ligada al mundo del motor.
Al menos, lo recordaremos cada vez que en un Trackday de 8000vueltas veamos un buen deportivo con un pequeño flap Gurney.
Descansa en Paz, Dan Gurney.
Bibliografía
Artículo de la Revista Racer (1) Dan Gurney, 1931-2018
Artículo de la Revista Racer (2) All American Treasure
Página oficial de All American Racers (Muy recomendable)
Deivid Torrepower
19 de enero de 2018 a las 12:22Pero bueno!!
Desde ayer que lleva este artículo y nadie ha comentado?!?!?
Me parece una ofensa, casi un insulto, al mundo del motor el no deshacerse con elogios del legado Gurney.
Soy muy, muy pero que muy fan de esta gente tan particular, ¡con tantas inquietudes! Tan seguros en sí mismo que con lograr una sola victoria ya le vale para volver a superarse, pero no sumando títulos, si no con objetivos diferentes.
Por cierto, de entre los la era de los F1 tipo «Puro» el Eagle es el que me resulta mas bonito.
Gracias por el artículo!!
9000 rpm
19 de enero de 2018 a las 13:34Había leído algo sobre Gurney pero no conocía tantos detalles. Ha tenido una vida de ensueño para un petrolhead con montones de experiencias y éxitos en distintas facetas y épocas. Un grande del automovilismo
alberto
19 de enero de 2018 a las 15:01Estupendo artículo, enhorabuena!
Ocanero
21 de enero de 2018 a las 18:04Estupenda entrada!
Lo único malo es que me deja con ganas de mucho más… jajaja
En la era de la ultra especialización, ver a un personaje capaz de diseñar y correr (y ganar) en sus propios coches es un gustazo.
Saludos
Lasheras
22 de enero de 2018 a las 10:49Gracias por los comentarios. Dan no era alguien a quien le hubiera gustado pasar desapercibido…. ;)
Saludos a todos
indeciso
22 de enero de 2018 a las 14:12Qué época tan grande.
Storm
22 de enero de 2018 a las 17:28Qué bueno! Muchas gracias.
Olecram
1 de febrero de 2018 a las 18:54Impresionante artículo y hermoso homenaje a Dan Gurney, el siempre ha sido uno de los personajes del MotorSport más admirados por mi, su legado es inmenso.
Otro artilugio que lleva su nombre aparte del flap Gurney, es la burbuja Gurney, que tuvieron que instalar en el Ford GT40 debido a su altura.
Muchas gracias por el artículo Lasheras.
Y descansa en paz Dan.
Alvaro
30 de mayo de 2018 a las 23:28Excelente artículo!…Si efectivamente, algunos lo conocemos un poco más por su faceta de ingeniero, añado como curiosidad q en la época de BMW-Williams F1, con un equipo lleno de muchos ingenieros jóvenes, y poca «experiencia», en el GP de Monaco los pilotos Montoya y RSchumacher , los primeros entrenamientos libres no van bien, y el equipo técnico no lograba descifrar lo q pasaba, entiendo q Frank Williams y él, eran muy amigos, lo llama y lo hace estar para el sábado en la clasificación, se q mejoraron mucho….lo q no sé, si ese año fue el que gano Montoya o Ralf hace podium…
Disculpen pero no encuentro el anuario de f1, donde lo leí…
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arribi
21 de noviembre de 2018 a las 14:59Interesantísimo artículo sobre un grande del que apenas conocía detalles.
Como enamorado de los coches y de la ingeniería que soy, me saco el casco en su nombre.
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