Jaguar XK 120, el coche más rápido del mundo

Me gusta el cine clásico en general, pues las películas suelen ser más que buenas, la blasfemia nunca irrumpe en el lenguaje, la intimidad de los protagonistas es tratada con respeto y, además, ofrece la oportunidad de disfrutar de la visión de nuestros amigos los coches viviendo su verdadera época, sin que nos desorienten algunos ambientadores actuales con presencias automovilísticas anacrónicas.

Muchas de esas películas inolvidables basaron su trama en un coche, como en el caso de “Cara de Ángel” (Otto Preminger, 1952), donde un sorprendido Robert Mitchum se enamora de una malvada cara de ángel, Jean Simmons, fascinado, entre otras cosas, por su automóvil, cuya presencia y prestaciones le atraen muy especialmente, como corresponde tratándose de un roadster Jaguar XK 120.

La línea excepcional del Jaguar no sólo cautivó a un aficionado como el enfermero al que encarnaba Mitchum, sino también a muy famosos astros en la vida real como Gary Cooper y Clark Gable, especialmente entendidos en automóviles y ambos antiguos dueños de Duesenberg, lo que es demostración de que los más cultivados amantes de los automóviles valoraban muy positivamente al Jaguar XK 120.

Clark Gable y Sir William Lyons con un KX 120 Roadster en 1952

Realmente, el Jaguar XK 120 fue el fruto de una casualidad y, también, de una ocasión que había que aprovechar. A falta de nada mejor para el Salón de Londres de 1948, Jaguar hubiese tenido que acudir con su ya conocida berlina de lujo, el MK V, pues de su futura primera berlina de lujo de posguerra, el MK VII, carente entonces de carrocería definitiva, solo existía su excelente motor; sin embargo, ese motor fue apresuradamente vestido para tal circunstancia con unas líneas deportivas, bellas y elegantes -con reminiscencias de los Alfa Romeo de Touring, de los BMW 328 y de los Talbot de Figoni-, cuya estética sobresaliente le hizo un icono y cuyas prestaciones le equiparaban a las de un Bugati 57 S.

Resultó pues que el 27 de octubre de 1948 Londres inauguraba su salón del automóvil (1), que no se celebraba desde 1938, en el que Inglaterra -entonces el segundo fabricante mundial y el primer exportador del mundo- presentaba novedades como el Alvis Fourteen, el Aston Martin 2 l, el Austin A 70, el Hillman Minx, los Moris Minor, Oxford y Six o el Singer SM 1500. Novedades todas eclipsadas por una bellísima carrocería de aluminio en tono dorado, que vestía un excelente motor, la carrocería emblemática del primer Jaguar XK 120, al que algunos describieron como un apresurado y genial bricolaje.

Jaguar XK 120 roadster con carrocería de aluminio

Motor Mundial en su número de octubre de 1948 lo ilustraba con una foto y lo describía en estos términos:

“Un coche especial para deportistas de buen gusto y gran afición. El Jaguar Super (no decía ni XK ni 120…), atractivo sin  par de la Exposición, que ha sido destinado a la exportación para USA”

Tal fue su éxito que, a los tres días de su presentación en el Earl Court, ya había registrado 200 pedidos, lo que no dejó dudas sobre su viabilidad.

Anuncio de época del KX 120 para el mercado americano («llantas de radios y ruedas con perfil blanco opcionales»)

Al efecto, la revista The Autocar del 29 de octubre de 1948 publicaba un anuncio en el que se veía el perfil lateral de un XK acompañado de este texto:

“Jaguar Super Sport tipo XK con motor de 2 l o 3 ½ con doble árbol de levas en cabeza… Jaguar presenta un notable y nuevo modelo super sport con especificaciones fuera de serie y fenomenales prestaciones conocido como tipo XK… El XK se expone en nuestro stand nº 146 de Earl Court”

El Jaguar XK 120 empezó su carrera comercial entregado con cuentagotas y dedicado a la exportación, ya que la búsqueda de divisas era prioritaria, ofreciéndose, para colmo, a un precio cualitativamente muy ajustado. De hecho éste se cifraba, en el mercado suizo de 1949, en 20.800 francos suizos (2), precio similar al de un Jaguar MK V, al de una berlina Riley 2.5 o al de un Packard Six, en un mercado donde el coche más caro era un Rolls Royce Silver Wraith, que costaba 75.000 francos suizos, y donde el más barato, un Fiat Topolino, valía 4.800, vendiéndose en 5.500 un Renault 4 cv.

Renault 4CV, por algo más de un cuarto del precio de un XK 120 en la Suiza de la época

En aquellos días no había competidores deportivos para medirse con un XK.

Lo cierto era que toda la oferta similar se reducía a un Ferrari 166 sport con sus 95 cv, al precio de 38.000 francos suizos, o a desfasados GT como un raro Allard 4 l por 23.000, un avejentado Delahaye 135 M tarifado en 26.800, o un menos potente Bristol 400 por 29.500 fs; a ellos se sumaba el icónico y carísimo Cisitalia Sport, cuyos 60 cv ascendían a 31.000 francos suizos, o un extraño Frazer Nash Fast Tourer de 37.000, sin olvidar un anticuado Alfa Romeo 6 C 2500 SS de 48.000.

En aquel año de 1949 otro anuncio publicado en la revista The Autocar el 10 de junio, volvía a hacer honor a la verdad. Dicho anuncio rezaba así:

“Jaguar de nuevo hace historia… la mayor velocidad medida a un coche fabricado en serie…132.6 mph… medida el 30 de mayo de 1949 en Jabbeke por el Real Automóvil Club de Bélgica”.

Como demuestran los datos, el Jaguar XK 120 comenzó su inesperada y justamente recordada carrera comercial como un coche aparte, bellísimo, muy rápido y ofrecido a un precio más que adecuado, todo lo cual le hizo un éxito, le convirtió en un icono y lo elevó a la categoría más alta entre los automóviles.

La prensa del motor fue portavoz de sus excelencias.

Seis cilindros en línea y 160 cv

La revista Motor probaba en octubre uno de los tres ejemplares fabricados en 1949 (3), sintetizando su experiencia en estas palabras:

”Un dócil y confortable automóvil con fenomenales aceleraciones para superar las 120 mph”.

Esta revista cronometraba al XK a 124,6 mph, calificándolo como el coche de posguerra más rápido que habían probado. No obstante, discutían el título de super sport que le atribuía su fabricante por poco apropiado, toda vez que sus prestaciones no conllevaban una pérdida de confort, ni su control requería grandes cualidades de conducción, calificándolo incluso de dócil en su manejo.

A ello añadían que era un fuera de serie por su excelencia, confort y prestaciones, lo cual se acrecentaba visto su contenido precio, que le situaba prácticamente sin rivales.

También en 1949 Phil Hill -campeón del mundo de F 1 en 1961- disfrutó de un Jaguar XK 120, disponible para su exportación a USA. (4)

En su recuerdo, Hill destacaba la sensación que causaba en cualquier lugar donde apareciera su XK 120, suscitando invariablemente gente interesada y admirada a su alrededor. Añade que era ligeramente subvirador, que su suspensión era una curiosa mezcla de suavidad y de dureza, que sus frenos no eran suficientes, ya que se calentaban en exceso, y que su acabado no era excelente, sentenciándolo, en su conjunto, como imbatible en su relación calidad precio.

Señalaba además Hill que su versión favorita era el roadster, alababa la mayor comodidad del cupé y criticaba el descapotable, pesado, cuya capota resultaría complicada en su manejo.

La revista The Autocar también probaba un XK 120 (5) en abril de 1950.

Comienza el relato de sus impresiones coincidiendo con sus colegas de la revista Motor en que el XK  no era un coche de carreras, por más que fuese un coche verdaderamente rápido como atestiguan sus récord de velocidad. Añaden que es un automóvil veloz y suave, con cualidades de berlina confortable con el que  se pueden realizar fácilmente muy rápidas etapas, llevándoles todo ello a la conclusión, ya repetida, de que es un coche que da mucho por su precio, lo que le erige en una oferta sin especial competencia.

Aquí en España Motor Mundial (6) también se ocupaba del XK, al que definía como “un coche de turismo dócil y confortable con extraordinaria velocidad”. Añadían -basándose en la aludida prueba de la revista Motor- que por su elasticidad, aceleraciones y potencia, su funcionamiento estaba por encima de lo normal.

Como -en la perspectiva de 1951- no se le apreciaban deficiencias ni en sus frenos ni en su dirección, cabía afirmar que se trataba de un éxito técnico, máxime dado su precio, siendo calificado de triunfador en conjunto y pronosticándole una brillante carrera.

Recordaban igualmente sus récords velocísticos, comenzando por las 132,6 mph que alcanzó en Jabbeke en 1949, siguiendo por su primero y segundo puesto en Silverstone ese año, su victoria en Palm Beach en 1950, su Copa Alpina ese mismo año, su victoria en Queensland y otra vez en Silverstone, así como en el Tourist Trophy Race, al igual que los ocho record batidos en Montlhery en el verano de 1951, entre ellos 10.000 km recorridos en 57 horas y 54 minutos, a una velocidad media de 169 km/h, victorias todas que lo señalaban como un brillantísimo coche de muy altas prestaciones, sin olvidar su triunfo en Le Mans de 1953, obtenido, al igual que en 1951, por un Jaguar XK 120 C, muy favorecido por la novedad de sus frenos de disco.

Otra opinión muy fundada en referencia los XK es la de André Costa (7), el hombre que probó con notable rigor toda clase de automóviles para L’Autojournal.

XK 120 roadster en el Circuito de Silverstone en 1951

Este periodista definía al XK 120 en estos términos: “El azar hace bien las cosas”, aludiendo a la casual presentación en el Salón de Londres de 1948 de un Jaguar deportivo a falta de un Jaguar lujoso, aún no concretado, del que existía su motor pero faltaba su carrocería. Añadía que este roadster de largo capó, cuyo embrague y caja de cambios eran recios, que frenaba lo justo y cuya parte delantera “navegaba” a más de 150 km/h, era, con todo, una maravilla.

Versión cupé de 1951

Las características generales del Jaguar XK 120 son estas: (8)

  • Motor de seis cilindros en línea de 3.442 cc, bloque de fundición, culata de aleación, dos árboles de levas en cabeza y dos carburadores SU, dando 160 cv a 5.200 rpm.
  • Caja de cuatro velocidades, con primera no sincronizada.
  • Suspensión delantera independiente con dobles triángulos, barras de torsión, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora. Trasera de eje rígido con resortes semielípticos.
  • Dirección de circulación de bolas.
  • Cuatro frenos de tambor.
  • Medidas de 4,407 m de largo, de ancho 1,575 m y 1.334 m de alto. Peso de 1.324 kg.

A lo largo de su vida comercial, el XK registró los siguientes hitos, tras su presentación en octubre de 1948 como roadster:

En marzo de 1950 comenzó a fabricarse su carrocería con acero, de la que se construyeron hasta septiembre de 1954 exactamente 7.612 unidades, sustituyendo a las 243 iniciales construidas en aluminio desde julio de 1949.

En julio de 1951 apareció su versión cupé, con cuadro de mandos de madera y cristales descendentes, construida en 2.678 unidades desde marzo de 1951 hasta septiembre de 1954.

Desde marzo de 1953 hasta septiembre de 1954 se fabricaron 1.765 unidades de su versión descapotable.

En octubre de 1954 le sustituyó el XK 140, tras 12.298 XK 120 fabricados.

El Jaguar XK 120, que vivió un enorme éxito de público y de crítica en USA, fue allí objeto de una encuesta realizada entre sus dueños. (9)

En dicha encuesta, el 78% de sus propietarios lo calificaban como excelente, como bueno el 19 % y como regular el 3 %, no tildándolo de mediocre ninguno de sus poseedores.

Con tal motivo, Floyd Clymer lo prueba durante unos 900 km, le mide una velocidad máxima de 195 km/h y cuantifica su consumo en un litro cada 5,5 km a 120 km/h.

Considera al XK 120 estable, de manejo agradable y capaz de excelentes prestaciones, pero le censura sus frenos que se calientan, su ventilación y las filtraciones que sufre su habitáculo, mal protegido de la intemperie.

Añade que no se parece nada al típico coche USA y que su mejor rendimiento se obtiene a 4.000 rpm, no entre 2.000 y 2.500 como en los “haigas”. Señala que va muy bien a 160 km/h, no se queja de la potencia de sus frenos y recomienda cambiar de marcha a 50, 100 y 135 km/h. Agrega que asientos, frenos y embrague son duros y que la protección de su carrocería en ciudad es escasa, para concluir afirmando que ofrece lo que no aporta ningún coche americano: aceleraciones, estabilidad y placer de conducción.

En cuanto a sus poseedores americanos, alababan su rendimiento, su estabilidad, su comportamiento, su estilo y su motor, pero reprobaban sus filtraciones, la escasa eficiencia de sus servicios oficiales, sus frenos, la calidad de sus bujías y su tendencia al calentamiento en ciudad.

El 81% de sus dueños americanos lo volvería a comprar, un 70% disponía de otro coche más y sólo un 27% obviaba quejas de su servicio oficial. Igualmente, sus dueños daban sus notas más altas a su motor, a sus aceleraciones y a su manejo, por encima de su estética, con las peores calificaciones para su capota de difícil manejo y para su confort general.

Como final, cabe recordar que L’Autojournal publicó en noviembre de 1954 lo que llamaron el primer festival del coche de sport, de 127 a 217 km/h, festival en el que medían en el circuito de Montlhery las prestaciones de un plantel que iba desde el Peugeot 203 Constantin al Pegaso Z 103, Aston Martin DB 2.4 y Jaguar XK 120, pasando por coches como el Moretti 750, el Denzel 1300, el Arnolt Bristol, el Alfa Romeo 1900 Ti, el DB Panhard o el Austin Healey 100 (10). Naturalmente, los 217 km/h del coche más rápido eran los atribuidos a nuestro Pegaso Z 103.

Pegaso Z103 de 1956

Al XK 120, de brillante motor, estabilidad mediana, frenos insuficientes y suspensión blanda, le cronometraron cifras superiores a las del Aston Martin DB 2.4, concretamente 198,5 km/h de velocidad máxima, los 400 m desde parado en 17 1/5 segundos y el km en 32 2/5.

En resumen, un excelente coche de turismo de altas prestaciones, o bien un coche con las prestaciones de un deportivo, pero sin su comportamiento; en suma, una veloz escultura: ¡un absoluto icono!

Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.

Bibliografía

  1. Motor Mundial, nº 52 de octubre de 1948 y el nº 11 de 1978 de Classic Cars se refieren a dicho Salón de Londres de 1948.
  2. Revue Automobile Suisse. Numéro Catalogue 1949 aporta los precios del XK 120 y de sus competidores más próximos, que si lo estaban en precio no lo estaban en prestaciones.
  3. Motor road tests of 1950 cars se ocupa de la prueba de un XK 120.
  4. Automobiles Classiques, nº 94 es la revista que relata la experiencia muy feliz del campeón del mundo de F 1 de 1961 en relación con el XK 120.
  5. The Autocar Road Tests 1951 también publica la prueba del XK 120.
  6. Motor Mundial nº 81 de mayo de 1951 se ocupa del XK 120, aportando trozos traducidos de la aludida prueba de Motor.
  7. Le Moniteur Automobile nº 1000 recoge la opinión de André Costa en referencia al XK 120, del que habla como de uno de los coches que más le impactaron en su vida profesional como probador de automóviles.
  8. Classic Sports Cars, nº 29, así como los nos 11, 124 y 172 de Autoretro, o el nº 344 de Rétroviseur, que cifra en 12.061 las unidades producidas, aportan datos referidos a las características y a la evolución del XK 120.
  9. Mecánica Popular de marzo de 1955 recoge la aludida encuesta y la prueba de Clymer.
  10. L’Autojournal nº 113 de 1 de noviembre de 1954 es la revista que publica las prestaciones del XK 120.

Añado que “haiga”, según el Diccionario de Uso del Español de María Moliner, es un término que se refiere a “automóvil de aspecto muy lujoso”.

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9 comentarios en “Jaguar XK 120, el coche más rápido del mundo”

  • nachetetm

    23 de mayo de 2018 a las 20:55

    Definitivamente, uno de mis coches favoritos. Siempre soñé con tener uno (creo que ya lo he comentado anteriormente por aquí), aunque no me importaría que fuera alguno de sus sucesores, que no son el original pero sí tienen la misma estética y están más evolucionados.
    Y creo que merece una mención su motor, el XK6, uno de los seis cilindros quizá más relevantes de la historia, en producción más de cuarenta años y ganador de LeMans en tres ocasiones consecutivas. El XK120 fue el primer modelo que lo montó y ya por eso sería relevante.

  • ramon

    23 de mayo de 2018 a las 21:21

    Nachete, gracias por tu comentario y gracias por las precisiones que añades -y asumo- que lo enriquecen.

  • Novero

    23 de mayo de 2018 a las 23:15

    Muy interesante el artículo, siempre es de agradecer aprender cosas nuevas sobre nuestro apasionado mundo. Como sugerencia, y ya que últimamente recuerdo varios artículos históricos en este blog, sería muy interesante un artículo sobre la historia del Cobra, las distintas versiones, fabricantes que ha habido…
    Muchas gracias y gas!

  • ToniExup

    24 de mayo de 2018 a las 22:50

    Precioso el coche, no lo conocía.
    Documentado e interesante como siempre, en tu línea Ramón.

    Un saludo y quedo a la espera del siguiente elegido.

  • Ramón

    26 de mayo de 2018 a las 02:08

    Gracias, Novero y Tony. Seguiremos evocando viejas glorias que son iconos de referencia.

  • quim

    26 de mayo de 2018 a las 12:46

    Muy buen reportaje. Una grata sorpresa reencontrarme con este modelo. Cuando era adolescente un día vi uno aparcado en una tranquila y so!eada calle. No lo había visto nunca ni sabía qué modelo era. Pero quedé fascinado por su estética, un equilibrio perfecto entre elegancia y deportividad, distinción y discreción. Estuve como 15 minutos admirándolo. Me quedé con su denominación y decidí que a partir de entonces sería uno de mis coches predilectos para siempre. Y 30 años después lo sigue siendo.

  • Ramón

    29 de mayo de 2018 a las 00:09

    Quim, sabes elegir.
    Gracias por tus palabras.

  • Luis Aldegunde

    31 de mayo de 2018 a las 09:48

    El y yo somos del mismo año

  • ramón

    16 de junio de 2018 a las 16:52

    Luis, disfrutas de un buen coetáneo.
    Yo no llegue a este mundo hasta el 10 de enero de 1949, por lo que puedo decir que soy algo más joven que el XK, pero he de admitir que nadie envejece como él.

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