En términos vulgares y profanos un automóvil clásico es un coche antiguo, llegando incluso en ocasiones a establecer su condición de clásico en relación directa a la antigüedad del vehículo en cuestión.
Sin embargo, el diccionario de la Lengua Española de la Real Academia define como clásico “la obra que se tiene por digna de imitación en cualquier arte”, o “lo que es principal o notable en algún concepto”, o también “lo que no se aparta de lo tradicional, de las reglas establecidas por la costumbre y el uso”.
Esto NO es un Jaguar E
Así pues, lo primero que ha de excluir la adjetivación de un automóvil como clásico ha de ser su carácter de antigüedad y lo primero que deberá incluir habrá de ser precisamente eso, carácter o “conjunto de cualidades y circunstancias propias de una cosa que la distinguen”, tal y como es definido ese término en el referido diccionario.
Todo lo anterior nos lleva a considerar -de la mano de las palabras- que un automóvil clásico es un coche dotado de carácter, con tanto carácter que ello le hace ser imitado, o bien respetado, por cuanto tiene de notable.
Esto SÍ es un Audi quattro
Sólo la acepción de clásico en lo que se refiere a “no apartarse de lo tradicional” podría justificar la consideración de la antigüedad a la hora de establecer un clásico. Ahora bien, como la antigüedad es un número y no hay nada más indiscutible que una cifra, un año lo más alejado posible de la actualidad pasaría a convertirse de esa manera en un fácil referente para etiquetar un automóvil como clásico; por ello, a la hora de catalogar un automóvil como clásico ha de importar más, mucho más que la única referencia a lo tradicional, lo que de principal, notable o digno de imitación pueda entrañar ese automóvil.
Cierto es, sin embargo, que a la hora de la verdad –y a efectos prácticos y legales- lo que va a prevalecer es lo que la Administración entiende como automóvil clásico, cosa que se explicita en el Real Decreto 1247/1995 del 14 de julio. En dicho decreto, en su artículo 1, se expresan las tres distintas condiciones que permiten configurar a un automóvil como clásico -denominado por la Administración vehículo histórico- y que son las que siguen:
- Una antigüedad superior a los 25 años desde su fecha de fabricación
- Su inclusión en el Inventario General de bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, o su declaración como bien de interés cultural por haber pertenecido a una personalidad relevante, o por haber intervenido en algún acontecimiento trascendente
- La singularidad, escasez u otras circunstancias que le hagan merecer acogerse al régimen de los vehículos históricos.
Después de los requisitos anteriores, es evidente que cualquier automóvil con una antigüedad superior a 25 años es legalmente un clásico sin exclusión alguna de marca, modelo o versión.
Efectivamente, nos encontramos ante otro coche clásico
Volviendo a lo expuesto anteriormente, los argumentos más arriba expresados requieren matices y explicaciones, pues hay que acordar qué es, en efecto, aquello que le confiere carácter a un automóvil. Para ello podrían ser válidos los seis considerandos que la revista Auto Rétro establece en su no 40 y que son los que siguen:
- El reconocimiento público o su imagen de marca. Ello es algo que trasciende a lo razonable, como lo objetiva el hecho de que generalmente un Ferrari sea valorado por el aficionado por encima de un Maserati, siendo ambos veloces, elegantes y potentes deportivos con motores rebosantes de caballos y carrocerías con rango de esculturas de museo, sucediendo algo similar con los aficionados a los opulentos automóviles americanos de gama alta, quienes suelen considerar a un Cadillac por encima de un Lincoln y a éste sobre un Imperial, cuando los tres son lujosos, caros y potentes automóviles americanos.
- El carácter histórico, entendido éste como el desempeño de un papel significativo de todas o de alguna de las unidades del modelo en cuestión. Así es que el Ford Y de 1935 que fue del General Franco tendrá más valor que cualquier otro Ford Y -especialmente para un admirador del anterior Jefe del Estado-, de la misma manera que la malhadada leyenda de fracaso que rodea a los desgraciados Edsel puede ser un valor añadido para estos vistosos coches americanos que desde 1957 hasta 1959 y como modelos 58, 59 y 60, supusieron el mayor fracaso económico del segundo fabricante de USA. Por supuesto que entre nosotros un Eucort, marca española que fabricó de 1947 a 1951 (…si es que queda alguno de ellos), tendría el valor añadido e importante de representar un intento fallido de automóvil de turismo de dos tiempos y tracción delantera, de gestación, diseño y construcción española.
- Las series limitadas, que confieren un especial carácter al automóvil más corriente. Así por ejemplo, y refiriéndonos al Seat 1400 –que no es un coche corriente en ningún sentido–, es evidente la mayor valoración que merecerá un cabriolet diseñado por el carrocero Serra y construido de modo artesanal, respecto a un fatigado 1400 A que -con un diesel Barreiros para colmo- hubiese sido taxi por ejemplo en Barcelona o en Ribadeo. Del mismo modo, si nos referimos al que podría haber sido el coche más importante y señero de la historia del automóvil, el Citroen DS 19, es indiscutible que la versión Pallas de acabado lujoso se cotiza más que un simple DS (un DS es todo menos simple), como también lo es que la discreta limusina DS 19 Prestige retocada por el carrocero Chapron supere en precio al elegante DS 21 Pallas.
- El tipo de carrocería es otro de los factores a considerar según Auto-Rétro. Nadie ignora que es más cotizado un Mercedes 280 SE Cupé de 1969 que una berlina 280 SE del mismo año, y todos saben que la versión cabriolet de dicho 280 SE es el modelo más cotizado de la gama. En general, un cabriolet cotiza más que un cupé y éste rebasa a un sedán, al que sólo una furgoneta de carrocería especial podría superar.
- El estado de conservación lo más conforme posible a su estado original ha de ser igualmente un importante dato a considerar. Han de evitarse pinturas que no se correspondan con los tonos de origen, piezas no originales, adornos anacrónicos, mejoras improcedentes o accesorios incongruentes, exponentes todos de un pecado demasiado frecuente en los automóviles clásicos: las “sobrerestauraciones” que resultan tan indigeribles como platos condimentados en exceso y que “enmascaran los sabores originales”. El kilometraje tampoco es ajeno a una valoración mayor o menor, pues, por ejemplo, al lado de un Seat 1500 que fue taxi de gran turismo existe ese 1400 A que hizo 30.000 km en 58 años, ya que su dueño sólo lo sacaba los domingos para ir a misa, visitar a la familia y dar un paseo (se han dado casos así). Al fin y al cabo el automóvil clásico, salvo puntualísimas excepciones, es siempre un coche usado en el que la conservación y el kilometraje no pueden dejar de influir.
- La antigüedad del modelo en cuestión es también elemento a considerar. Por supuesto, no es lo mismo uno de los primeros Renault Dauphine fabricados en Valladolid en septiembre de 1958 que otro Dauphine que datase por ejemplo de enero del año 1963. Sin embargo, nadie escogería un Dion Bouton de 1894 por delante de un Duesenberg J de 1929 o antes que un Pegaso Z de 1955 o que un Aston Martín DB 4 Zagato de 1961; al efecto los entendidos valorarán más al automóvil de 1929 porque es el que más carácter posee, carácter que podría resultar todavía mayor si resultase ser precisamente la unidad carrozada por Hubbard and Darrin y que fue propiedad de Alfonso XIII, automóvil que el Rey prefirió a un Bugatti Royale y en el cual habría de partir al exilio.
Otro tópico que acompaña al automóvil clásico es el de su elevado valor.
Ello es inexacto, ya que afirmar tal cosa sería como decir que todas las esculturas son caras porque la cotización del Pensador de Rodin es astronómica y la de la Venus de Milo es casi incuantificable.
Por lo tanto, cuando de automóviles clásicos hablemos, habremos de olvidar referentes legendarios como lo es un Ferrari GTO, un Duesenberg SJ o un Bugatti Royale, y habremos de pensar más generalmente en automóviles con carácter, que hayan aportado algo técnico, artístico o sociológico a la historia de la automoción.
Así pues, tendremos que pensar por ejemplo en la maravilla técnica que era un Citroen DS 23 de inyección del año 1975 o en la estética atractiva de un Dodge 3700 GT de 1972, sin olvidar el gran significado sociológico de un Seat 600 D de 1963. Sin embargo, todo tiene su precio, su valor, y los automóviles clásicos no se sustraen a ello.
Es obvio que la afición por los automóviles históricos no es reciente. El primer club específicamente dedicado al automóvil antiguo data de 1930 y era el Veteran Car Club de Inglaterra e Irlanda, ubicándose inicialmente estos clubs en países desarrollados donde por fortuna el automóvil era más común y su presencia más continuada.
En España nuestro RACE fue el pionero en sacar los coches viejos a la calle, cosa que hizo hace ahora 61 años con motivo de sus Bodas de Oro, paseando por Madrid una representativa serie de automóviles de principios del siglo pasado y también del XIX.
En 1953 eran modernos y exóticos, ahora son clásicos
Confeccionar hoy día la lista de los automóviles clásicos más reconocidos como clásicos puede ser la historia interminable o bien convertirse en una discusión bizantina.
Para obviar ambos inconvenientes, aun a riesgo de que queden fuera algunos de nuestros clásicos más queridos (por ejemplo un Jaguar MK II, un Seat 600 o un Lamborghini Miura), hemos recurrido a la publicación de la lista de los 26 finalistas al título de Coche del Siglo XX que confeccionaron con sus votos 135 periodistas de todo el mundo, lista que reprodujo la Guía del Motor del diario Marca en mayo de 1999 así como el n. 642 de L’Automobile, y lista que sirvió para la votación que distinguió al Ford T como Coche del Siglo.
Los componentes de esa lista, ordenados alfabéticamente y representando lo más glorioso del siglo largo de historia del automóvil, son los siguientes:
- Alfa Romeo Giulietta Sprint, fabricado entre 1954 y 1965. Se le podía definir como una de las carrocerías más bellas de la historia o como la obra maestra de Bertone, que ofrecía, para colmo, unas prestaciones verdaderamente deportivas.
- Audi Quattro, fabricado entre 1980 y 1991 y posiblemente la obra más cualificada de quien fue el patrono del grupo Volkswagen: Ferdinand Piech. Intentó elevar la seguridad a su máximo nivel e inició la popularización, aún lejana, de la tracción a las 4 ruedas.
- Austin Seven, un utilitario fabricado entre 1922 y 1939 que intentó la nobilísima acción de motorizar al mayor número posible de personas. Su sencilla mecánica fue el origen del American Bantam, del francés Rosengart y del BMW Dixi.
- BMW 328, fabricado entre 1936 y 1940. Era un deportivo potente y hermoso cuya línea muchos han visto reproducida en el Jaguar XK 120.
- Bugatti T 35, fabricado entre 1924 y 1931. Un coche muy fácil de definir: el más representativo de los Bugatti, que -dicho sea muy libremente- venían a ser los Ferrari de antes de la Guerra. En otras palabras, quizás el deportivo más carismático de su tiempo.
- Citröen 2 cv, fabricado entre 1948 y 1990, coche al que se le puede considerar como la expresión de la inteligencia aplicada al automóvil concebido de modo minimalista.
- Citröen DS 19, fabricado entre 1955 y 1975. Valga decir que quien esto escribe no recuerda automóvil alguno cuya presencia le haya impactado tanto. En otras palabras, la inteligencia aplicada al automóvil sin restricción alguna. Dicho de otro modo, y disintiendo humilde y respetuosamente del resultado de la votación a la que concurrieron los 26 coches citados y en la que quedó en tercer lugar: el automóvil del Siglo.
- Citröen Traction, fabricado entre 1934 y 1957 en versiones 7, 11 y 15. Nadie lo discute como uno de los mejores turismos de su época. Con su tracción delantera que le permitía llegar antes y mejor era conocido en Francia como “La reina de la carretera”, siendo allí del género femenino el sustantivo coche. Tampoco se suele disentir en atribuir a este automóvil la popularización de la tracción delantera.
- Chevrolet Corvette, fabricado desde 1953. Representa el papel de genuino automóvil deportivo USA, siempre dotado de hermosas carrocerías.
- Ferrari 250 GT berlinetta, fabricado entre 1958 y 1964 y probablemente el más caracterizado Ferrari. Dicho de otro modo: prestaciones y estética deportiva a tope.
- Fiat 500 Topolino, fabricado entre 1936 y 1955, también con la nobilísima pretensión de motorizar al mayor número posible de gente. El antecesor de nuestro querido Fiat-Seat 600.
- Ford Mustang, fabricado desde 1964 y otro de los iconos representativos de lo que es un automóvil deportivo en USA.
- Ford T –no injustamente elegido Coche del Siglo–: el automóvil que más contribuyó a la motorización popular, o incluso el automóvil que inauguró el concepto de la fabricación en cadena, o también el automóvil primero en estar al alcance de los trabajadores, o bien el automóvil que representaba más del 50% del parque mundial cuando se dejó de fabricar en mayo de 1927 (finalizaba el año 1926 con un parque mundial de automóviles cifrado en 27.566.989 unidades de las que 15.007.034 eran Ford T, cosa que nunca más se había visto ni que probablemente se volverá a ver).
- Jaguar E, fabricado entre 1961 y 1975. En pocas palabras, el XK de los 60, y en otros términos: un vehículo extraordinariamente bello, una escultura digna de cualquier prestigioso museo.
- Jaguar XK 120, fabricado entre 1948 y 1954. Su estética es una de las expresiones más logradas de lo que se entiende por un deportivo, pero con unas prestaciones que no eran fácilmente explotables, todo lo cual le confirió un indiscutible carácter “macho”.
- Jeep, fabricado desde 1941. Fue el coche que ayudó a ganar una guerra abriendo caminos donde no había carreteras, y luego en la paz se ganó el respeto y el cariño de todos porque con él –y con sus muchos hijos- el automóvil puede llevar más lejos que cualquier camino.
- Mercedes SSK, fabricado entre 1928 y 1934. Una especie de walkiria wagneriana o un deportivo sumamente superlativo y potente de antes de la Guerra.
- Mercedes 300 SL, fabricado entre 1954 y 1957. Uno de los más caracterizados automóviles del Siglo, con sus alas de gaviota, su silueta inimitable y su palmarés deportivo. Dicho de otro modo, la objetivación de que la Alemania vencida de la Segunda Guerra Mundial conservaba mejorada su capacidad industrial y creativa.
- Mini, fabricado desde 1959 hasta el año 2001. Otra expresión de la inteligencia aplicada a la concepción de un automóvil; tal es así que probablemente se trate del automóvil más influyente de todos los tiempos, puesto que la mayoría de los coches de hoy usan su concepto: tracción delantera, motor transversal y máximo aprovechamiento del espacio, y eso que ninguno se acerca a sus sólo 3,05 metros de largo con lo que ello implica de manejabilidad. Quedó segundo, tras el Ford T.
- NSU Ro 80, fabricado entre 1967 y 1977. Pretendió este coche popularizar un nuevo concepto de motor, el rotativo de Wankel, cosa que no consiguió.
- Porsche 911, fabricado desde 1963. Un clásico de nacimiento, inimitable y posiblemente insustituible.
- Range Rover o el todo terreno domesticado con todo confort para tranquilidad de usuarios que valoraban por encima de todo la seguridad pasiva entre maderas y cueros, cosa que pudieron disfrutar desde 1970, si bien es cierto en sus comienzos el lujo no era tanto.
- Renault Espace, fabricado desde 1984. Otra demostración de la inteligencia aplicada al automóvil, esta vez utilizada fundamentalmente en el mejor aprovechamiento del espacio, y prueba también al mismo tiempo de lo inteligente que fue Renault al aceptar un prototipo desarrollado por Matra.
- Rolls Royce Silver Ghost, fabricado de 1906 a 1925. “El mejor coche del mundo” comenzó a cimentarse su fama con este modelo que, sencillamente, era un coche tan bien construido que no se averiaba, cosa excepcional en aquellos años, hasta el punto de elevar a su marca al mundo de lo legendario.
- Volkswagen escarabajo o “el coche más fabricado de todos los tiempos”, lo que no es del todo cierto. Concretamente su fabricación cesó en México el 30 de julio de 2003 totalizando la cifra de 21.529.464 unidades, pero esta abultada cifra habría de ser superada por su sucesor, el Golf, con más de 22 millones de unidades fabricadas el 22 de diciembre de 2002, quedando también lejana esta cifra de la de los Toyota Corolla fabricados desde 1966: más de 40 millones. En otras palabras, un coche robusto y sencillo, capaz de motorizar sin problemas a millones de personas por todo el mundo. “Hijo de Hitler” y paradójicamente adorado por los “progres”, su interés es mayoritariamente sociológico.
- Volkswagen Golf, fabricado desde 1974. Podría considerarse el escarabajo de nuestro tiempo, siendo además el protagonista de dos importantes hazañas: popularizó el diésel con el GTD y reanimó al automovilismo deportivo con los GTI.
Bibliografía
La doy por mencionada a lo largo de este escrito, pero reitero la referencia al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, a la revista francesa Autoretro, a L’Automobile y Marca.
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
@TurboCult
28 de octubre de 2014 a las 10:01Haciendo honor a la manida expresión «lo bueno si breve dos veces bueno», sólo quiero dejar dos comentarios de lo más escuetos.
1) Un bonito artículo que sabe a poco y que incluso, entre lineas, te da un poco de culturilla general más allá de los «youngtimer».
2) Para el que no haya caido, la imagen del porsche 901 de color verse es un modelo «die cast»… vamos, un coche a escala, concretamente en 1/18 y de la exclusiva e infinitamente detallista marca alemana CMC, pura dulzura.
Un saludo.
delarosa
28 de octubre de 2014 a las 11:22@ @TurboCult
Efectivamente, el 901 no es un modelo auténtico. Se mteieron varios huevos de pascua en las fotos para no caer en las más típicas pero no esperaba que os dierais cuenta tan rápido.
Si nos ponemos a rebuscar… el Audi Quattro es una ilustración, el Aston Martín DB 4 Zagato es una recreación 3D, el Ferrari 250 GT es un Lusso (cuyo propietario, también retratado en la foto, fue Steve McQueen) y el Mustang no es la versión normal sino un fastback de la película Bullit (también por medio Steve McQueen).
También se buscó un Mercedes 300SL que retratara sus éxitos en competición, en el DS y el MINI destacamos su componente tecnológico y el Escarabajo es un split original, como no podía ser de otro modo ya que es el clásico entre los clásicos.
El automóvil de la primera foto, aunque ya se avisa, no es un Jaguar E Type: es un Eagle.
¡Buen ojo!
Gspi
28 de octubre de 2014 a las 13:02Interesante artículo, pero no estoy de acuerdo en poner en duda la cantidad de Beetle fabricados ya que entre su primer año de fabricación y el último todavía mantienen similitudes entre sí, algo que no ocurre con los citados Golf y Corolla.
Gapi
28 de octubre de 2014 a las 18:34Entiendo el criterio utilizado para realizar la comparación entre unidades vendidas, pero no me parece un criterio acertado ya que el único lazo de unión entre las diversas generaciones es el nombre del modelo.
Creo que puede verse más como un acto de marketing de cada marca por poder decir que su modelo es el más vendido de la historia, a pesar de lo poco que une a las diferentes generaciones.
La verdad es que es un tema que daría para debatir bastante, ¿consideramos iguales un mismo modelo independiente de que cambie totalmente en cada generación?, tomemos como ejemplo el Golf. Es cierto que de cara al diseño cambia relativamente poco entre generaciones, pero internamente nada comparte con antepasados cuando se aplican nuevos motores, chasis, etc. En cambio tenemos por ejemplo al Beetle, modelo que se ha mantenido a lo largo de los años; con actualizaciones claro; pero siendo más fiel a la generación inicial.
Las marcas continuarán aumentando las cifras de ventas de un modelo generación tras generación, pero según el criterio expuesto no creo que sean comparables con las cifras de ventas de antaño. Por ello, creo que será muy difícil que los modelos nuevos alcancen las cifras de ventas del pasado, debido a que se tiende a acortar la vida útil de una generación cada vez más.
Un saludo de un fiel seguidor de la web aunque no comente apenas.
arribi
28 de octubre de 2014 a las 19:23Espectacular artículo para presentarlos coche espectaculares.
Coincido al 100% con la definición de clásico que se da en el artículo (creo que todos coincidiremos), por eso creo que hay coches que son clásicos nada más «nacer» (como el serie 1M coupé) y otros no los serán a no ser que «vivan» muchísimos años (como el Orion que tenemos en casa y que se fabricó a finales del 92).
PD: La foto del E-Type es preciosa. Hay otras del mismo coche en el mismo lugar (Peabble Beach, si no me equivoco) y me hacen babear, de hecho las «compartí» por twitter con mis seguidores.
PD2: Creo que el Jaguar F-Type se debió parecer más al Eagle (o sea, al E-type) que al coche que finalmente sacaron, coche que, aunque bello, no llega, ni se acerca, a la belleza del original.
Erik Campo
28 de octubre de 2014 a las 20:41Fotos muy bien escogidas. Me encanta el Audi Quattro y el NSU, que tenía una línea muy avanzada para su tiempo.
ramón
28 de octubre de 2014 a las 23:18Turbo cukt, gracias por tu amable comentario. Lo mismo te digo, Erik Campo.
Gspi y Gapi, yo creo que las dinastías, en general, ofrecen personajes con parecidos más o menos marcados pues el genotipo se ve condicionado por el fenotipo imperante, de modo que aun dentro de un linaje caben diferencias.
En cuanto a ti, Arribi, otra vez gracias por tus parabienes.
Oscar, aprovecho para que se sepa que yo suelo enviar la letra, sin la imagen, y que tú sueles escoger ilustraciones que siempre me sorprenden gratamente.
Pablo
4 de noviembre de 2014 a las 15:02Considerais que el Honda S2000 alcanzará el título de clásico?