Cuando escribo procuro ser muy objetivo y raramente cuento nada que sea totalmente mío, pues suelo recurrir a las opiniones de los profesionales que saben más que yo. Sin embargo, esta vez, como se trata de hablar de uno de los monumentos de la historia del automóvil, voy a empezar escribiendo con el corazón y con los recuerdos, aunque hacerlo así sea muy peligroso pues lo que resulta son memorias, no historia.
Era a finales de 1955, yo iba a cumplir 7 años y mi afición al automóvil hacía que mi juguete favorito fuera una revista de coches; pues bien, esa revista concreta a la que me refiero era Motor Mundial, que mi padre, que la coleccionaba, había traído de Lugo, revista en cuyas página del n. 135 describían al nuevo Citroen.
Vi la revista y no guardé ningún recuerdo en especial del tiburón, si bien sus líneas me parecieron dignas de un platillo volante (de hecho, en aquellos días para encontrar una carrocería de semejante modernismo no quedaba más que el recurso a algún prototipo como los BAT de Bertone o el Gilda de Ghia).
Llegó el verano, el verano de 1956, y yo me dediqué a una de mis actividades favoritas: ver rodar los coches por delante de mi casa. Entonces ocurrió que uno de los coches que pasó fue una especie de nave espacial, un veloz DS verde con el techo crema, que me dejó estupefacto ante sus formas tan ultramodernas.
Recuerdo que entré en casa corriendo para decirle a mi padre que había visto un DS y recuerdo también que le dije que parecía que le iban a caer las ruedas traseras, cuya posición me pareció muy retrasada.
A lo largo de aquel verano y de otros veranos siguieron pasando “tiburones” por delante de mi casa y, lo que es más, en los alrededores de la playa de mi pueblo, la playa de Los Castros (a 2 km de la Playa de las Catedrales ), allí aparcaban los coches de los turistas y allí comencé a ver “tiburones” de todos los colores, empecé a distinguir los chevrones plateados de los ID de los dorados de los DS y también me pasé ratos esperando a que un tiburón se pusiera en marcha para ver “como se levantaba y como se sentaba”, pero a mí los que me gustaban eran los Mercedes, siempre los Mercedes, con el 300 SL a la cabeza y también los Seat 1400 y, por supuesto, los americanos con muy especial simpatía hacia los Cadillac.
Pasó el tiempo, mi afición a los coches se mantuvo creciente, pero seguían sin entusiasmarme los “tiburones”. Comencé a releer mis revistas y comenzaron a venderse revistas de coches clásicos, como la primera que vi, el número de noviembre de 1976 de Classic Cars, revista que compré en la Puerta del Sol justo un atardecer que iba a ver Equus y, luego, a cenar en Lhardy, donde la leí tomando consomé y roast beef con huevo hilado ( evidentemente iba sólo ). Así fue como comencé a apreciar a los coches clásicos estudiados en su contexto histórico, lo que me llevó inevitablemente a apreciar y valorar a los tiburones hasta el extremo de que llegué a comprar un DS 23 IE en 1985 impulsado por mi admiración a todo lo que fuera Citroen. (¡Cómo no admirar y respetar al fabricante de los Traction, los 2 cv, los DS y los SM!).
Pero ya basta de memorias y voy a la historia.
Citroen presentaba a su DS en su primer catálogo del año 1955 -ilustrado con fotos del amplio y cómodo interior del DS, en donde destacaba su original volante monobrazo, y adornado con un DS verde primavera y otro amarillo champagne ambos con ruedas de banda blanca- con estas palabras, rigurosamente ciertas:
“Citroen DS 19, una espaciosa berlina de 4 puertas, el más confortable coche de sport, fácil conducción y manejo” (cierto, pero de coche de sport, poco).
“Algunas de sus características, esenciales para la seguridad y el confort a cualquier velocidad, aparecen por primera vez en la historia del automóvil” (es mucho decir pero es rotunda y absolutamente verdad).
“Enteramente diferente de cualquier otro coche” (certísimo).
“Citroen presenta hoy el nuevo estilo de mañana” (idem y el autor de semejante escultura era justamente un escultor, Flaminio Bertone).
“El coche más seguro del mundo” (por fuerte que suene, completamente verdad en aquellas fechas).
En dicho catálogo figuraban las características del DS 19 de 1955, que eran éstas:
Motor delantero longitudinal de 4 cilindros con válvulas en cabeza de 1911 cc desarrollando 75 cv a 4500 rpm.
Tracción delantera.
Caja de cambios de 4 velocidades, con la primera sin sincronizar asistida hidráulicamente y embrague automático.
Frenos de disco delanteros y de tambor traseros asistidos hidráulicamente ( el primer coche del mundo que los ofrecía en serie ).
Dirección de cremallera con asistencia hidráulica.
Suspensión de 4 ruedas independientes con sistema hidroneumático que permite variar la altura del chasis sobre el suelo.
Dimensiones 4,80 m de largo, 1,79 de ancho y 1,47 de alto. Peso de 1195 kg
Motor Mundial decía en su aludido nº 135 de noviembre de 1955: “En el 42 Salón de París, inaugurado el jueves 6 de octubre, la gran novedad corresponde a Citroen con su modelo DS 19”. Añadía, “Citroen, la nota sensacional”, para continuar afirmando que la bomba del Salón había sido el DS, lo que era una sorpresa después de muchos años de una gran quietud que a algunos se les antojaba enervante, surgiendo ahora sorprendentemente, y como por escotillón, un nuevo modelo revolucionario ( la prensa especializada llevaba años pidiendo un nuevo Citroen Traction pues los 11 y 15 comenzaban a acusar su edad y, además, su supremacía en la carretera comenzaba a contestarse).
En esa misma revista y páginas después se describe específicamente al DS 19 con estas palabras: “Diferente a los clásicos 11 cv y 15 cv, lleva suspensión, dirección, embrague y cambio de velocidades de diseño de última creación”, de modo que cualquier parecido con sus antecesores sería mera coincidencia.
Más aún, continúa Motor Mundial, el DS conserva la tracción delantera que hizo famosos a sus antecesores para la seguridad y estabilidad de marcha; el dispositivo de frenos es completamente nuevo, consiste en un freno principal de disco en las ruedas delanteras y tambores en las traseras, asistidos hidráulicamente; el pedal de embrague ha desaparecido, actuando hidráulicamente sobre las 4 velocidades accionadas a gusto del conductor; la dirección es servoasistida y la suspensión oleoneumática ( una primicia mundial ), que se puede reglar desde el panel de instrumentos; el confort, con cómodos asientos abatibles dotados de apoyabrazos central trasero, al igual que el espacio, han sido cuidados en especial; el motor de 1911 cc, el de los viejos traction, lleva culata de aluminio, cámaras hemisféricas y carburador de doble cuerpo, dando así 75 cv. Motor Mundial no olvidaba resaltar que Citroen había juzgado conveniente situar a los pilotos en un sitio donde todo el mundo los viese, a la altura del techo.
A su vez STA (la revista de la Sociedad de Técnicos Automoción dirigida por Wifredo Ricart, el creador del Pegaso Z) consideraba al DS la bomba del Salón de París. Resaltaba el misterio de su desarrollo, la curiosidad enorme con que había sido recibido y también que Citroen había presentado con éxito algo realmente funcional ( las líneas exteriores e interiores del DS contrastaban con las de los coches de su época, todos siguiendo más o menos las pautas estilísticas USA).
Por su parte la prensa francesa, como L’Automobile, seguía expectante la gestación y la presentación del que se anunciaba como un automóvil revolucionario para sustituir a otro automóvil revolucionario que llevaba en el mercado desde 1934, el Traction 7, 11 y 15.
Tras su presentación en el Salón de París, donde el primer día su fabricante registró 12.000 pedidos, L’Automobile escribe “Citroen coloca a Francia a la vanguardia de la técnica” (y no exageraban nada, nada), pues el DS responde a una síntesis de elementos conocidos que en conjunto son una revolución, ya que la central hidráulica simplifica la tarea del conductor hasta el extremo de afirmar esta revista que el DS tendría reflejos como un organismo viviente dado el grado de automatización obtenido en sus funciones, lo que situaría al DS en el mercado con 10 años de avance sobre la competencia.
Versión con los faros carenados
En posterior prueba del DS, esta publicación – cuyo probador demasiado confiado y olvidando las leyes de la física, accidentó el DS que probaba – señala la suavidad de su motor, la facilidad de uso de su palanca de cambios colocada en lugar poco usual, la contundencia de sus frenos cuyo pedal hay que saber pisar y dosificar, al igual que la excelencia de su suspensión, tanto por lo que se refiere a su confort como a su estabilidad en cualquier circunstancia.
A su vez L´AutoJournal -revista que protagonizó un muy sonado contencioso con Citroen en aquella época a causa del espionaje al que sometió a los prototipos del DS- probaba al DS 19.
Dicha prueba concluía con una rotunda frase de satisfacción, no sin advertir sobre la dificultad de mantener a un coche tan ultramoderno y complejo y la de asimilar sus revolucionarias características, así como que el motor no era consonante con la excelencia del resto de tan sofisticada mecánica.
Más en concreto, L´Auto-Journal, destacaba lo siguiente:
Prestaciones satisfactorias (144 km/h de velocidad máxima, ¡estamos en 1955! )), consumo razonable (11,75 litros cada 100 km a 120 km/h) y motor elástico, así como bastante silencioso pero con escasa potencia a bajo régimen.
Caja de velocidades manejable, pero embrague automático lento de reacciones y segunda y tercera largas.
Muy buen frenado, pero pedal de difícil dosificación.
Muy buena estabilidad.
Muy buena suspensión.
Dirección dulce y precisa con radio de giro reducido.
Carrocería estanca al agua pero no al polvo y con algunos fallos de acabado.
Muy buena habitabilidad, especialmente para 4 personas.
Muy buena visibilidad.
Climatización eficaz.
Maletero amplio, desembarazado de la rueda de repuesto colocada delante del motor, éste de difícil accesibilidad
Por su parte los ingleses en la revista Motor definían así al DS: “el coche más sofisticado jamás fabricado en Europa, el coche más confortable jamás fabricado en el mundo”.
La revista más antigua del Mundo, Autocar, lo admiraba igualmente, no sin dejar de resaltar sus enormes cualidades de confort y de manejo, aun reconociendo división de opiniones sobre sus frenos de delicada dosificación y remarcando la gran complicación técnica que su diseño implicaba.
Finalmente, y para juzgar objetivamente al DS en el mercado automovilístico de sus días primeros, cabe recordar para situarse en la época, cuáles fueron los automóviles más notables presentados en 1955 -el año en el cual Volkswagen fabricó su escarabajo 1 millón y Mercedes se retiró de la competición tras el desgraciado accidente en las 24 de le Mans del Mercedes 300 SLR de Lavegh- e imaginárselos al lado del DS.
Los coetáneos del DS 19 fueron los siguientes:
El Fiat 600, la sensación del Salón de Ginebra de marzo de 1955.
En abril Peugeot sacó un coche para competir, para intentar competir, con el futuro DS. Era el 403, al que dieron el relevo en ese empeño el 404 en 1960 y el 504 en 1968, año en el cual el DS seguía triunfando y luego el 604 era el nuevo alto de gama de Peugeot en 1975 cuando se retiraba en triunfo el DS.
También en abril Rolls Royce presentó su majestuoso Silver Cloud y Bentley su modelo S, gemelo del Rolls.
En el salón de Turín de abril de 1955, Alfa Romeo sorprendió con una especie de Golf GTI, el muy vivaz Alfa Romeo Giulietta, que duró hasta 1965, cuya bellísima versión cupé, de Bertone, ya era conocida.
En el Salón de París de octubre de 1955, junto con el DS, hubo una novedad española, el efímero Pegaso Z 103.
En el Salón de Londres de octubre de 1955 Jaguar exhibió una exquisita y muy carismática berlina deportiva, el elegantísimo Jaguar MK I 2.4, que duró como MK II hasta 1969. También en ese Salón MG presentó un popular deportivo, el antecesor del MG B de 1962, el MG A 1500.
Cabe consultar finalmente la Revue Automobile Suisse en su numero catalogue de 1956 y allí se ve que por precio y prestaciones, sus oponentes eran éstos a principios de 1956:
Borgward Isabella, una especie de BMW serie 3 actual.
Fiat 1900 A, similar a un Seat 1400 A, pero algo más potente.
SIMCA Regence, un pacífico V8 con una bella carrocería de estilo americano.
Humber Hawk, una espaciosa y muy tranquila berlina inglesa con aires yanquis.
Mercedes 180, el más barato de los Mercedes entonces, un coche redondo aunque inframotorizado.
Renault Fregate Grand Pavois, una especie de Renault Latitude.
Rover 60, un coche típicamente inglés con el motor del Land Rover.
Wolseley 6-90, otro coche inglés, muy usado en Scotland Yard, con un motor de 6 cilindros y 96 cv
Por cierto que dicha Revue Automobile Suisse describía así al DS 19: “debe ser considerado como una revolución y sobrepasa el nivel actual de tal manera que su aparición ha de calificarse de hito en la historia del automóvil”.
Ni que decir tiene que todos sus competidores por precio y prestaciones en el mercado de su época estaban muy, muy por debajo del DS, cuyo cese de fabricación llegó el 24 de abril de 1975 tras 1.330.755 unidades fabricadas. Allí llego el DS simplemente con retoques coyunturales, tras unos inicios en los cuales su fiabilidad planteó problemas para convertirse enseguida en un coche realmente fiable, y lo que es más, si nos situáramos en 1974, antes de la llegada del CX, los DS seguirían siendo todavía actuales y punteros, a pesar de que siempre les faltó un motor en consonancia con el resto del coche y les sobró la incomprensión de quienes prefirieron lo clásico y lo conservador en el peor sentido de la palabra.
Bibliografía
Motor Mundial nº 135 de noviembre de 1955, STA nº 27 de enero de 1956, Toutes les voitures françaises 1956 de René Bellu y La DS, objet de culte de Fabien Sabatés han sido el recurso para situar al DS en sus primeros días de vida.
Autocar roads tests 1957 cars, Motor road tests of 1957 cars, L’Automobile nos114,115 y 116 y Les bancs d’essai de L’Auto-Journal de 1956 fueron los referentes para evocar la opinión de la prensa cuando apareció la diosa (en francés DS se pronuncia como déesse, o sea diosa).
Revue Automobile Suisse numéro catalogue 1956 se utilizó para situar la oferta del DS en el mercado de 1956.
PD. Para una mejor comprensión de lo que significó el DS en sus primeros días, propongo que veáis fotos de cualquier coche del año 1956 y, en especial, de los coetáneos y de los competidores del DS; más aun, mirad sus potencias, mirad cuantos llevan frenos de disco ( …..ninguno ), contad cuantos son de tracción delantera ( primero, ninguno, pero luego, exceptuados Mercedes y BMW todos ), entreteneros comparando las carreras y la significación de cualquiera de ellos y del DS. En fin, sólo pretendo objetivar con ejemplos la excepcional importancia y significación de esa muy elocuente lección magistral de mecánica y estilo que fue el Citroen DS 19 en 1955.
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
Andrés
13 de octubre de 2011 a las 09:10Soberbio artículo sobre este hito de la historia automovilística. Por supuesto, no esperaba menos de ti, Ramón. No me puedo resistir a compartir el texto que publiqué con motivo del 50 aniversario del DS, más breve y menos brillante. Me trae muy buenos recuerdos, pues fue mi primer reportaje en prensa de Motor, allá por 2005:
http://www.elmundo.es/elmundomotor/2005/10/07/ocio/1128706188.html
Saludos.
JUANCHO DE PARQUE DEL PLATA URUGUAY
13 de octubre de 2011 a las 12:58Este articulo me hace recordar viejos tiempos.- Sobre todo al ver el Borgward Isabella que era uno de los autos mas lindos en su epoca.- (Pude ver personalmente la fabricacion del mismo en Alemania).- Hasta el dia de hoy estoy asombrado el por que del propietario que dejo de fabricarlo junto con el Hansa y el Loyd, ya que era propietario de las tres marcas.- Existia una «locura» por los helicopteros en aquella epoca, y se decia que dejaba esta produccion de estas maravillas para dedicarse a la de aviacion.- Creo,… que fue un error garrafal.- Precioso auto, buena tenida en ruta y un motor de 1500cc de 60hp para version normal y de 75hp para la version TS y coupe.- Fue una epoca de oro del automovil, ya que los europeos mejoraban diariamente con la contruccion de los mismos y la ind. americana seguia haciendo sus coches mas grandes y sofisticados con motores de hasta 300hp. Te comprabas dos Borgward Isabella contra un Chevrolet Impala o Ford Fairline.- A pesar de todo existian mercados para todos ellos, ya que la venta no era ni un 10% del de hoy.-
ramón roca maseda
13 de octubre de 2011 a las 13:57Gracias, Andrés, tú también empezaste por todo lo alto, diciendo cuanto había que decir del DS y, para colmo, con espacio limitado.
En cuanto a ti, Juancho, demuestras que has vivido en primera fila el automóvil de tu época ahí en esa Europa Americana que es ese querido cono sur, en el paisito, como decís vos.
J.M.Quintana
13 de octubre de 2011 a las 14:30El maestro nos ha vuelto a deleitar con uno de sus artículos tan bien documentados.
Tratándose de ‘La Diosa’ no he podido resistir la tentación de felicitarle también por la elección del modelo pues, a mi modo de ver, se trata del mejor diseño automovilistico de todos los tiempos.
Ángel Martín
13 de octubre de 2011 a las 15:42Soberbia entrada Ramón, muy informativa y amena de leer. Parece mentira la máquina tan brillante que sacó Citroën en esa época, y como decías al principio, poco le faltaba para ser un platillo volante comparado a los coches de la época. Sencillamente brillante, un 10.
nachetetm
13 de octubre de 2011 a las 21:28Era yo un crío y ya andaba yo fascinado por los pocos DS (todos con faros carenados) que todavía se veían por aquel entonces en el levante español. En su mayoría, con matrícula francesa. Posiblemente, el primer clásico (en los 80 ya lo era) que me fascinó, y una de las dos berlinas que tendría si fuera poseedor de una colección de coches. La otra también nombrada en este artículo, el elegantísimo y bellísimo Jaguar MKII.
Por cierto, Don Ramón. Dice que el coche de Sport tiene poco (y no lo pongo en duda), pero si no me equivoco, el DS ha corrido en rallies (y el MKII en circuitos, debe ser por eso por lo que me apasionan tanto).
ramón roca maseda
13 de octubre de 2011 a las 21:53Nachetetm, muy hábil tu réplica, tienes toda, toda, la razón pues su historial deportivo objetiva lo que tú dices, eso es obvio, lo que pasa es que yo hablo sólo del DS 19 de 1955-56, cuando sus dotes deportivas no se sustentaban en una potencia consonante.
Angel y Quintana, muchas gracias
indeciso
14 de octubre de 2011 a las 13:33Me encanta aprender cosas nuevas, y sobre todo si estan bien escritas y con rigor. Enhorabuena, seguid asi 8000 vueltas!
Juan Carlos Ramírez
17 de octubre de 2011 a las 10:42Enhorabuena compañero, un artículo muy interesante, yo he trabajado en citroën 101 años en Madrid y te puedo decir que la gente que hoy trabaja en la marca no tiene ni idea de quién como y cuando era el DS 19, además te dire que he trabajado en otras 4 marcas de automoviles, siempre en ventas, pero te aseguro que llevo los chevrones hasta en los calzoncillos, vivo, pienso y respiro Citroën a todas horas, mi época fue la de transición del Bx y estrenamos ax y XM sobre todo del cuál me hice un experto y era el único, modestia aparte, de la concesión que los podía vender porque mis compañero le cogieron miedo por sus adelantos técnicos, y ñps vendía como rosquillas, era dar una prueba y el cliente firmaba, era un coche e impresionante, con la dirección Diraví que hoy nadie sabe lo que es (O casi nadie, vale). Por ese motivo cuando ahora han sacado el c5 con la suspensión de HIERRO me han decepcionado un poco, gran diseño, pero me siento traicionado, ya se que la ofrecen como opción pero no es lo mismo. Bueno que yo no paro como verás. Un fuerte abrazo y repito mi enhorabuena.
ramón roca maseda
17 de octubre de 2011 a las 14:29Juan Carlos, cuando yo nací, en 1949, había en mi casa un Mercedes 170 ( mi abuelo paterno había tenido un B 12, un C 4 y un Rosalia ) y no hubo un Citroen hasta que yo, rendido ante la evidencia de estar ante uno de los fabricantes que más habían escrito en la historia del automóvil, compre un CX 2400 Pallas y luego un CX Reflex, de los que guardo excelentisimo recuerdo, o sea: que somos tal para cual, tú con tu experiencia y conocimientos y yo con cientos de artículos firmados por las firmas más prestigiosas del periodismo del motor, que, como tú y yo, objetivamente no tienen otra que manifestar su admiración y simpatía por Citroen, a quien Peugeot devbería de tratar mejor.
Panoramadelmotor
17 de octubre de 2011 a las 17:15Un vehiculo espectacular para su tiempo, un diseño muy avanzado y unas suspensiones muy novedosas, lástima que muchos acabasen sus días machacados por especialistas ya que la estructura del coche no era muy robusta que digamos.
Creo Recordar que había un episodio de La Segunda Oportunidad en el que un Lancia Partía por la mitad un DS
Un saludo como siempre un artículo de 10
Francisco Vicente Díaz Bastida
25 de octubre de 2011 a las 20:41Soy un gran admirador del DS21, en especial del automático, los he conducido y es un gran placer, el día que puede quiero comprarme uno. También he conducido el DS23 inyección electrónica a 200 km/h. es fantástico.
Me gustan también los Peugeot 203 y 403, he podido conducir el 403.
Soy tambíen admirador del Seat 1400. Hablo siempre de los vehículos antiguos.
Américo
6 de febrero de 2012 a las 21:44Hola! desde Uruguay, estoy interesado en saber si acá hay actualmente un Citroen DS 19 o 21, para verlo en vivo como hace muchos años ví uno en Malvín, quizás alguien sepa si aún se halla alguno aqúí, sería estupendo, por favor si alguien me puede ayudar en esta búsqueda quedoo muy agradecido! Saludos
rodolfo batista
11 de febrero de 2012 a las 20:38En montevideo en una mañana fria de invierno 2010 esperando para
cruzar el semáforo de avenida 18 de julio y Eduardo Acevedo ( en la esquina de la universidad de la república del uruguay )estaba alli esperando la habilitación de la luz verde un hermoso citroen ds19 del año 1955 en color gris y techo negro, combinaba con el color de la mañana montevideana, corri mas de una cuadra para mantenerlo en mi vista, tan espectacular como el auto una pareja de ancianos lo piloteaban, nunca mas volvi a verlo como si
se tratara de un espejismo, lindo vivirlo para poderlo contar.
Saludos desde uruguay Rodolfo Batista arquitecto
Ivan
15 de marzo de 2012 a las 21:11Excelente articulo!! Felicitaciones!! Es uno de los autos mas hermosos y del que me gustaría ver uno y porque no también tenerlo :)
Aquí en Argentina se importaron algunos Traction en la década del 50, se fabricaron todos los 2CV y derivados, pero nada respecto a los DS. No sé si habrá ingresado alguno..
Lo mas cerca que estuve fue haber manejado un GS.. Otro excelente auto..
De nuevo, mis felicitaciones Ramon y un abrazo.
Ivan
Córdoba, Argentina.
jmr
20 de mayo de 2012 a las 19:54Si se me permite:
ACOJONANTE!!!!
Me recuerda enormemente este articulo, sobre todo por la pasión con la que se escribe, a el articulo del mismo coche en la revista AutoEstilo nº9 en la que se hacia un especial a Citroen con el «nacimiento» de su «nieto» el XM.
En mi caso tengo su sucesor, el cual lleva el gran lastre de haber tratado de suceder a un mito. Esperemos que algun dia podamos tener una diosa en nuestro garaje.
GRACIAS
Un saludo
jmr
Anónimo
30 de noviembre de 2012 a las 18:51[…] […]
los autos nuevos
5 de diciembre de 2012 a las 19:48Que linda, nostálgica y bien contada historia, que sólo se basa en los recuerdos. Los autos antiguos, como éste, son los más bellos. Verlos de nuevo circulando por las calles sería un sueño hecho realidad.
Felicitaciones por el maravilloso artículo!
Florencia
Armando Muerza Giménez
9 de marzo de 2013 a las 03:52El mejor coche del mundo, y si no hubiera sido por su excesivo precio de compra, hoy día sería considerado sin ninguna duda el mejor coche de todos los tiempos. ¿Por qué? Muy sencillo, se adelantó 20 años a su tiempo, y sus soluciones técnicas todavía hoy día causan admiración: línea revolucionaria y carrocería aerodinámica (menor resistencia al aire, menor consumo; centro de gravedad más bajo, mejor agarre a la carretera), suspensión neumática (algo que todos sus rivales han acabado copiando, eso sí con 40 años de retraso), faros autodireccionales, frenos hidraúlicos…..como dicen los franceses, ¡Chapeau!, en cristiano, para quitarse el sombrero. Gracias por artículos tan emocionantes y didácticos como éste.
The Unlikeliest Comparison: 2013 Tesla Model S vs. 1956 Citroën DS-19! | Homo Ludditus
22 de julio de 2013 a las 16:31[…] BONUS: Los primeros días del Citroen DS 19. […]
Herminio
8 de diciembre de 2014 a las 02:22Estoy de acuerdo, en todos y cadauno,de los comentarios anteriores,todo esto se resumeen una
Sola frase,que fue el mejor coche del siglo veinte. Esto selo dice el que suscribe que tuvo la suerte,
de conducir,este volido nunca mejor dicho,porque si volido biene de volar,en aquel coche no se
Sentia ni un bache, ni un mal movimiaento,hera com sifueras bolando,a diez o veinte centimetros
Del asfalto,no se sentia ni el aire cuando llevabas las vetanillas
suvidas,enterrado en aquellas,gruesas
Y suabes alfombras, rresumiendo sobre este coche de ojos de gato,iva adelantada a su epoca unos
Treinta o cuarenta anos en tegnologia, como luego el tiempo ,lo a demostrado.
Yo Hermminio G.M.Podria estar contando anecdotas Sobre el citroen DS Ojos de Gto la diosa o
El dios,como ustedes quieran llamarlo,pero loque si puedo decirles es que al citroen DS,le devo la
Bida mia y de mi familia,y para que esto no sea una incognita,boy a intertar contarselo lo mas
Brevemente,En uno, de los muchos biajes que ice con el DS Pasando por los alpes en una de las
Muchas curvas de esa carretera,que habian estado reparando yque tenia unos ocho odiez
Herminio G.M.
8 de diciembre de 2014 a las 04:12Centimetros de asfalto por encima del arcen que hera de arena y grabilla y de un metro de ancho mas o mnos sin
Quitamiedos ni muro alguno de contencion,despues benia un precipicio de mas de cien metros en vertical.
Qiero qclarar, que la carretera , hera ancha estamos hablando de los anos 1970 y no hera ninguna autobia.pero si
De doble direcion ancha,bueno pues figuraros lo que ocurrio,pues que la rueda delantera derecha entro en el arcen
A una velocidad unos cien Kh, mas omenos puesto que la curva no hera muy pronunciada,asi que lo unico que seme
Ocurrio fue pisar aquella pequena alcachofa oseta que hera mas pequena que mdia pelota de tenis ,dando
Dando ala ved un pequno volantazo hacindo un jiro de cintoochenta grados,pero estoi seguro que la parte trasera del DS,salio fuera al abismo volbiendo aentrar por la propia inercia .,Lo mas importante es que etoy aqui para cotarselo,
Tengo alguna anecdota mas pero ninguna tan importante como esta,VIVA LA DIOSA O EL D,S, OJOS DE GATO,.
QUE PENA NO PODER TENER UNO EN MI GARAGE PARA PODERLE ACARICIAR Y SACARLE A PASEAR……………
marcos isleño
28 de febrero de 2015 a las 16:01Hace aproximadamente 45 años atras tube la suerte de tener en casa un monstruo de auto como fue el ID 19 un coche que entro a la argentina traido para la exposicion internacional del automovil, realmente comprobe las prestaciones de esta maquina diseñada x Andre Citroen , con seguridad amigos nadie de las generaciones que vienen podran disfrutar de un auto tan perfecto. Gracias amigos.Marcos Isleño de Cordoba Arg.
Citroën SM: ¡La Cumbre de Citroën! – 8000vueltas.com
18 de marzo de 2021 a las 09:13[…] Vueltas trató otros Citroën, el DS 19, el GS Birotor y el […]