Cadillac 1959, el súmmum

En 1959 los Estados Unidos de América volvieron a ser, como era habitual desde que comenzó el siglo XX, el primer fabricante mundial de automóviles y la General Motors el principal constructor de coches del mundo, como también era habitual.

De hecho USA fabricó ese año 5.591.243 automóviles, siendo el segundo fabricante mundial Alemania con 1.503.424 unidades, seguida de Inglaterra con 1.189.943 automóviles construidos; detrás venían Francia con 1.127.982 e Italia con 370.659 coches fabricados. Japón con 78.598 era un desconocido y el principal fabricante mundial de hoy, China, no existía prácticamente como creador de automóviles. En cuanto a  Corea del Sur, ese país montaba algún coche bajo licencia, así como Brasil y la India o la URSS, donde se fabricaban automóviles autóctonos en discreta cuantía, sospechosamente parecidos a los productos de ciertas marcas occidentales. Nosotros, por nuestra parte,  habíamos fabricado el Seat que hacía desde su inicio en 1953 el número 100.000 y habíamos matriculado en todo el año 40.014 automóviles, encabezados por 22.795 Seat 600.

La General Motors  era el fabricante de los coches más construidos en el mundo, de los Chevrolet, que entonces eran los enormes Byscaine, Bel air e Impala y no los Matiz, Aveo,  Spark,  Cruze o Camaro de nuestros días; dentro de la GM también estaban también los Pontiac, que eran una especie de Chevrolets de lujo, así como los Oldsmobile, que llevaban desde agosto de 1897 el nombre de uno de los más antiguos fabricantes del mundo. Por encima de los Oldsmobile la GM ofrecía los Buick, que eran los preferidos de las clases profesionales en USA y, reinando sobre todos ellos, el primer fabricante mundial de automóviles ofrecía lo mejor de la casa, o sea los Cadillac, que eran unos lujosos vehículos producto de una marca creada en agosto de 1902 por H.  Leland, vehículos que en los años 30 habían llegado a venderse con motores de 16 cilindros en V, carrozados además  a demanda de los clientes, usuarios éstos que iban desde jefes de estado y de reyes a estrellas de Hollywood.

Cadillac 62 Convertible y Eldorado Seville

La firma Cadillac había fabricado 142.272 unidades en 1959, lo que le convertía en el décimo fabricante USA, superando, por ejemplo, la producción de toda la gama Mercedes en ese mismo año, gama que iba desde los 180, 190 y 220 a las 841 unidades del 300 Adenauer, modelo así llamado en honor de su usuario más distinguido, el antecesor de la Sra. Merkel, que entonces, a sus 85 años, era el canciller que había hecho que la vencida Alemania resurgiese, gobernando ese país hasta su retirada en 1963 con 89 años de edad.

Cadillac también había superado toda la oferta de BMW en 1959, oferta que se extendía desde sus nada lujosos Isetta hasta sus V8, lo que colocaba objetivamente a Cadillac como el mayor fabricante de automóviles de lujo del mundo, seguido por Lincoln con 26.906 e Imperial con 17.269 automóviles fabricados en 1959 o, dicho de otra manera, lo que situaba a Cadillac como el fabricante de más de la mitad de cuantos coches de lujo se fabricaron en el mundo en 1959.


Cadillac sedan 6 ventanas

El Cadillac de 1959 -un verdadero icono protagonista o figurante de muchas películas- destacaba por su habitual calidad y por sus elevadas prestaciones, aunque sería fundamentalmente recordado por sus desmesurados alerones posteriores coronados por las altas luces traseras con reminiscencias aeroespaciales, lo que ayudaba a considerar su apariencia -muy discutida- como un referente, aceptado o no, pues si bien la prensa especializada criticó tan exuberantes alerones, lo cierto es que gustaban al público. Tal caracterizada carrocería era obra del estilista Ed Glowacke, que trabajaba en un equipo capitaneado por el gran Harley Earl, máximo responsable de la línea GM para 1959, el cual sería sustituido el año siguiente por Bill Mitchell después de dirigir el estilo del principal fabricante de automóviles del mundo desde finales de los años 20, lo que le situaba como uno de los estilistas más importantes de la historia del automóvil y también como uno de los más influyentes, pues las líneas aerodinámicas y vistosas del automóvil USA influyeron en el mundo al menos hasta los años 60, siendo el automóvil USA un referente estético a seguir.

Dichos exuberantes alerones posteriores eran la apoteosis de un recurso estilístico iniciado por Cadillac en 1948, y eran un interpretación plástica sugerente de potencia y de velocidad, pues no en vano desde los años 30, como bien sabía H. Earl, el jefe de estilo de GM, la mejor imagen que podía ofrecer un automóvil era una sugerencia lo más aproximada posible de algo que corría, que volaba: de un avión, como, en este caso el bombardero Lockheed P 38.


Lockheed P38

Cadillac presentaba su gama de 1959 en un catálogo cuya ilustración de portada era ¡el extremo trasero de los Cadillac de 1959!, en el que se advertía un parachoques más que barroco churrigueresco, sobre el cual destacaban los aludidos alerones cada uno con sendas luces rojas cual cohetes o misiles propios de una veloz, potente y lujosa aeronave espacial .
Abriendo el catálogo de los Cadillac de 1959 se puede leer esta declaración de intenciones de su constructor, que no era del todo excesiva: “Para los más exigentes automovilistas del mundo Cadillac presenta para 1959 un nuevo reino de majestuosa motorización”.

Tal majestuosa oferta automovilística  se componía del “nuevo standard  mundial  de artesanía, de excelencia, de calidad, de supremacía, de elegancia, de liderato, de lujo, de distinción, de esplendor, de magnificencia, de refinamiento y de majestad” y dichos estándares, dichos patrones, dichos referentes, eran los componentes de la gama Cadillac 1959, o sea el 62 coupé (21.497 fabricados), el 62 sedan de 6 ventanas (23.461), el 62 sedan de 4 ventanas (14.138), el 62 convertible (11.130), el Coupé de Ville (21.924), el 60 S (12.250), el Sedan de Ville de 4 ventanas (12.308), el Sedan de Ville de 6 ventanas (19.158), el imponente Eldorado Biarritz (1.320), el caro Eldorado Seville (975), el 75 -la limusina de los jefes de estado, como el General Franco que usó uno- (1400), y, finalmente, el rarísimo y sofisticadísimo Eldorado Brougham (sólo 99 unidades fabricadas), retocado por Pininfarina, construido en Turín y  curiosamente el único Cadillac de la gama de 1959 que carecía de los protuberantes alerones del resto de la gama, sustituidos por unas afiladas prominencias más discretas, disfrutando, por otra parte, de una suspensión neumática como si fuera un Citröen ID 19.


Cadillac Eldorado Brougham

La prensa mundial, como L’Auto-journal, presentaba el Cadillac de 1959 a mediados de octubre de 1958 y describía así en líneas generales al coche americano de 1959, cuya producción apenas se exportaba, pues se quedaba en un 95% en USA y Canadá: “El confort es cada vez más refinado. Cajas automáticas, direcciones asistidas, elevalunas eléctricos, asientos de regulación automática, calefacciones, refrigeraciones y mil gadgtets se ofrecen a los compradores de los coches más populares, pero estos perfeccionamientos tienen el inconveniente de ser pesados -pudiendo llegar a un sobrepeso de 200 kg- lo que absorbe un elevado porcentaje de potencia -hasta un 15%-, cosa que lleva a los constructores a una carrera de potencias, implicando enormes V8 de 400 cv con elevadas relaciones de compresión para aprovechar mejor el combustible y también enormes carburadores de 4 cuerpos cuya potencia no detiene ni sus frenos ni el inexistente freno motor de sus habituales cajas automáticas”.

Desde USA Motor Trend en su “Guía de los coches del mundo de 1959”, se refería en términos como estos a GM y a los Cadillac de 1959: “El nuevo diseño, un poco menos masivo en apariencia”, “El extremo trasero está dominado por sus pronunciadas aletas”, añadiendo que “La línea entera de coches de la GM para 1959 refleja claramente que la tradicional filosofía de estilo de evolución gradual en sus cambios se cortó, de modo que las redondeadas y opulentas líneas y los ostentosos adornos se habían abandonado buscando una apariencia más  estilizada”.


Cadillac Eldorado Biarritz Convertible 1959

El número de Enero de 1959 de Motor Popular señalaba que la carrocería de los Cadillac de 1959 era nueva, apenas más larga, más baja y más ancha que la de los Cadillac de 1958, presentando un aspecto totalmente nuevo su parte delantera y su parte trasera. Mecánicamente MP destacaba la mayor compresión de sus motores, las modificaciones de sus bastidores, así como la mayor suavidad de su dirección y de su amortiguación.

La anteriormente citada Guía de Motor Trend para 1959 situaba a los Cadillac de 1959 de 325 cv en el mercado USA con unos precios que iban de los 4892 $ de un 62 a los 9748 $ de una limusina 75 o los 13.075 que costaba unos de los rarísimos y sofisticadísimos Eldorado Broughan retocados por Pinifarina. Sus competidores USA, según Motor Trend, eran los Lincoln de 350 cv de la casa Ford, facturados entre los 4902 y los 10230 $ o los florones de la Chrysler, los Imperial de 350 cv, cuyos precios iban desde los 4910 a los 6103 $. En ese mismo mercado americano quien quisiera rodar en coche extranjero podía pagar 13.450 $ por un Bentley S 1 o 13.750 si prefería el Rolls Royce Silver Cloud I, 12.800 $ le costaría un Facel Vega Excellence o hasta 10.418 el alto de gama de Mercedes, el 300, cuyo 6 cilindros sólo daba 180 cv, lo que no le impedía ser el más rutero del grupo, en el cual cualquiera de los Cadillac ofrecía cuando menos lujo, prestaciones y confort en abundancia a cambio del precio pagado, lo que hacía al Cadillac relativamente asequible, vistos los precios en esta categoría de máxima opulencia.


Cadillac Eldorado Brougham

En la Europa de aquellos días los competidores de los Cadillac eran los mismos que en USA, y así era que en el mercado suizo los Cadillac costaban desde los 38.500 francos de un 62 a los 58.500 de una limusina 75, precios que eran de 78.000 francos en el caso del Rolls Royce Silver Cloud I o de 38.700 en el caso de un Mercedes 300, todo ello contrastando con los 5.555 que valía un Volkswagen escarabajo, los 11.600 de un Citroen ID 19 o los 17.900 que costaba un Mercedes  220 S, modelo éste que en Septiembre sería sustituido por la siguiente generación, aquí llamada colas, versión que se asentó con fuerza entre las mejores ofertas del mercado mundial en detrimento de toda clase de coches USA, desde Ford, Plymouth y Chevrolet hasta Cadillac.

Las características generales los Cadillac de 1959 eran éstas:

  • Motor de 8 cilindros en V de 6384 cc de válvulas en cabeza que daba 330 cv SAE a 4800 rpm, -lo que significaba que Cadillac había duplicado la potencia de sus motores desde 1949- alimentado por un carburador cuádruple Rochester.
  • Transmisión automática Hydramatic de 4 velocidades.
  • Chasis en X con suspensión delantera independiente y trasera de eje rígido. Suspensión neumática a demanda y de serie en los Eldorado Broughan.
  • Frenos hidráulicos de tambor con servofreno.
  • Servodirección asistida de circulación de bolas.
  • Dimensiones: 5.71 m de largo, 2.03 m de ancho y 1.37 m de alto y peso a partir de 2320 kg.
  • Velocidad máxima de 180 km/h y consumo de 20%.

BIBLIOGRAFÍA

  • Los datos generales y los eslóganes de presentación proceden del catálogo Cadillac para 1959.
  • L’Auto-journal nº 208 de 15 de octubre de 1958 ofrece su foto y detalles sobre el automóvil USA en el contexto mundial de 1959, así como el Numéro Catalogue de la Revue Automobile Suisse de 1959.
  • Deutsche Autos 1945-1975, Chronicle of the American Automobile y Standard catalogue of american cars 1946-1975, así como Nuestro Seat y Nachkriegswagen 1945-1960 fueron consultados para establecer datos de venta y de prestaciones de la producción automovilística en el año 1959.

Extra Lap

También se fabricaron versiones «profesionales» bajo la denoiminación Miller-Meteor que se vendían en dos terminaciones de enormes dicmensiones: ambulancia y coche fúnebre.

Seguro que esta foto ya os dice mucho más. Sí, es el coche de los Cazafantasmas, creado a partir de un Cadillac 59 Ambulancia por el mítico George Barris.

Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.

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23 comentarios en “Cadillac 1959, el súmmum”

  • nachetetm

    17 de enero de 2012 a las 22:15

    Los Eldorado Biarritz convertible y Seville me encantan.

    No se que tienen estos coches de frontal imponente y voladizo trasero inmenso, que me resultan tremendamente atractivos.

    Cuando los americanos quisieron ser los mejores, prácticamente lo fueron. Desde que se propusieron «economizar» y competir con los japoneses, todo han sido desastres (vamos, desde la crisis del petróleo hasta ahora) excepto muy honrosas excepciones.

    No estaría mal un artículo sobre los Duesenberg J, posiblemente, la cumbre automovilística en los USA.

  • josemi

    18 de enero de 2012 a las 00:34

    Muy interesante este articulo. Pero cuando veo estas cosas me sorprende lo que ha avanzado la mecanica.

    ¿cuanto podia gastar esto? Si el «coche fantastico» de un conocido, que ya es de los 80 y es un coche espacial comparado con esto, y todavia le gastaba en torno a los 25 litros en la practica, no quiero pensar este bicho de 6 litros con caja hidramatic y varias toneladas.

  • Patri

    18 de enero de 2012 a las 11:30

    Me ha gustado mucho este artículo, es verdad que en su tiempo los coches americanos fueron los mejores, Cadillac es un gran coche en todos sus aspectos , muy resistente al paso del tiempo.

    Un saludo.

  • JimmyFloyd

    18 de enero de 2012 a las 11:34

    Fantástico artículo, uno de los mitos de la historia del automóvil, sin duda alguna. No hay mejor manera de documentar cómo se vivía hace 50 años en USA, y la revolución del mundo de la automoción, que echando un ojo a estos coches maravillosamente absurdos hoy en día.
    Les daba igual el consumo, un barril de petróleo (unos 160 litros) costaba en 1960 unos 3 dólares; les daba igual el sitio para aparcar, no tenían normativas anticontaminantes, y les salía la pasta por las orejas… hasta estos mastodontes parecerían lógicos entonces.

  • ramón roca maseda

    18 de enero de 2012 a las 12:33

    Efectivamente, Nachetetm, los americanos – los haigas – ofrecían lujo y potencia a precio ajustado porque sus cadenas de fabricación los hacían en mucha mayor cantidad que las europeas. Como sus mecánicas eran sencillas, resultaban fiables, y como había que variar sus líneas para que un 52 difiera de un 51 siendo el mismo, su estética evolucionaba e influía en el resto del mundo……hasta que los Mercedes de 6 cilindros empezaron a ofrecer lo mismo con mayor refinamiento mecánico y los propios yanquis lo asumieron.
    A este respecto es muy interesante la evolución de los coches de «Paseando a Miss Daissy»: un Chrysler 46, un Hudson 48, un Cadillac 55 y luego Mercedes S.
    Josemi, el consumo era en efecto delirante; entonces en América el petroleo era baratísimo y su precio no importaba y los restantes dueños de haigas en Europa, Asia y Africa no tenían problema alguno en el consumo, sólo querían potencia y confort, el resto importaba menos y sus frenos deficientes y su estabilidad tambaleante eran problemas del chofer.
    No obstante lo anterior, dos cosas:
    1. Me encantan los haigas.
    2. Uno de los mejores coches de todos los tiempos, el Duesenber J y SJ, era americano y esculturas como en Chevrolet de 1957 o un Buick Riviera del 63 o un Studebaker del 53, o un Lincoln del 56 o un Chrysler del 55 eran USA

  • Staff

    delarosa

    18 de enero de 2012 a las 18:08

    Me ha encantado la temática del artículo, aunque no ha sido una sorpresa. El Cadillac del 59 -en todas sus variantes- es, más que un coche, un icono que representa la época de gloria de la automoción americana. De hecho sus apariciones en películas se cuentan por decenas.

    Gran artículo.

  • Pol Farrés

    18 de enero de 2012 a las 22:48

    Gran articulo, como todos los realizados, felicidades que no quede.

    Lo que me ha sorprendido es lo de los frenos, 4 tambores con un peso de 2320kg y una caja automatica… Tengo un Mini 1000 de luxe, con canvio de tambores a discos de freno, y pobre mini para frenarlo tienes que echar una instancia, y con el poco peso que tiene. Tener que frenar 2320 kilos de peso muerto, tenia que ser dificil y no muy agradable.

  • Staff

    Lasheras

    19 de enero de 2012 a las 00:50

    Una maravilla de artículo. Nunca los coches americanos fueron mis favoritos, pero me costaría no incluir un Cadillac Eldorado Biarritz del 59 – una de las primeras maquetas que tuve, regalo de mis abuelos siendo yo muy niño – en la lista de mi garaje soñado.

    Otra vez mi más sincera enhorabuena, con toda mi admiración.

    Juan.

  • albersix

    19 de enero de 2012 a las 09:57

    cadillac ……simbolo del despilfarro , lujo chabacano y el mejor ejemplo de como desaprovechar potencia por los 4 lados… Despues de la 2 guerra mundial ee.uu consumia el 80% del petroleo extraido en todo el mundo ( por suerte hoy solo consume apenas el 20%)ellos consideran al cadillac como un icono y no los quieren hacer creer a nosotros tambien, icono puede ser un ferrari, algun mercedes, alfa incluso un pegaso.. para un PETROLHEAD el coche debe tener bakets, si quiero un sofa para sentarme voy al salon de mi casa, con 5 metros de largo sera imposible ir a una velocidad decente,con un eje rigido los destinare a un camion, y con 400 hp tendria que ir muy rapido pero los cadillac apenas superaban 180, si lo hacian, aqui en europa apenas superaban los 120kmh los cohes fabricados en ese periodo, pero co 40 o 50 cv, nadie lo menciona pero quizas hoy estamos pagando esos ,…digamos excesos a casi 1,50 el litro….el señor Roca se ha olvidado de los exitos de la marca en competicion, claro ….no los hubo, aunque algun cadillac participo en la mitica carrera panamericana y tambien en lemans para dar pena por supuesto…seria mas logico de hablar digamos de mustang, cobra ,corvette y no hay mas en esas benditas tierras,, los de duesenberg es muy interesante su historia, aunque el detalle mas llamativo es que los fundadores son dos hermanos ALEMANES y que el que llevo a la marca a la bancarrota fue americano…junto con la crisis del 30 claro…

  • ramón roca maseda

    19 de enero de 2012 a las 11:46

    Patri, efectivamente los coches americanos FUERON unos grandes coches, yo diría que hasta los 60, pero como eran unos coches muy, muy pensados para USA, no se adaptaban facilmente a otros mercados.
    Jimmy Floyd, como le digo a Patri, eran los haigas un reflejo muy exacto de una idiosincrasia muy determinada, lo que les limitaba en otros mercados foráneos donde se demandaban otras cualidades más utilitarias.
    Pol Farrés, no me extraña que te lleves las manos a la cabeza con tu comparación objetiva, Nader la lió con razones similares.
    Lasheras, a mi juicio si en algo detacaron los coches USA fue en su estética, grata o no, estética que hasta los 60 influyó en el mercado automovilístico mundial.
    Gracias a todos por vuestras palabras agradables.
    Delarosa, era el artículo que querías, o no?

  • SQL

    19 de enero de 2012 a las 14:16

    No soy muy de este tipo de coches y de esta época pero lo que hay que reconocer y elogiar son los conocimientos del señor Roca en cuanto a la historia del vehículo clásico propiamente dicho. No solo de turbos vive el hombre! Un saludo.

  • ramón roca maseda

    19 de enero de 2012 a las 19:32

    SQL, muchas gracias por tus alabras amables.
    Albersix, muchas gracias también a ti, PERO si USA consumía tanto petroleo ello era debido a sus coches elevada cilindrada y también a la magnitud de su parque rodado pues, por ejemplo, en 1960 aun seguía fabricando más automóviles solo USA que el resto del mundo.
    Siguiendo con Cadillac, una marca que en la década de los 30 ofrecía motores en V 8, V 12 y V 16, debo decir que en el Lemans de 1950 sus competidores de entonces, el Rols Royce Silver Dawn, el Bentley R o los Lincoln e Imperial no creo que lo hicieran mejor.
    Más aun, L’Auto-Journal prueba en su n. 71 de enero de 1953 al Cadillac de 1952 y sentencia que es «un coche al alcance de muy pocos que sorprende por su homogeneidad, con frenos eficaces, estabilidad perfecta en recta y 190 cv que le permiten alcanzar los 161,5 km/h con un consumo entre los 14,7 y ls 31 litrois cada 100 km, siendo su mayor defecto sus ruedas Englebert que estallaban con cierta facilidad por no soportar sus prestaciones» ( ese mismo defecto lo tenía en 1976 el Mercecdes 450 SEL 6.9)
    Mecánica Popular en junio de 1956 señalaba que el Cadillac era comprado por tres poderosas razones: experiencias previas, prestigio y precio de reventa,características las tres sólo compatibles con coches excelentes.
    Estoy de acuerdo que los Cadillac de los 70 y de los 80 con lamentables V 8 de 4,1 litros y 135 cv de potencia(1985) eran para llorar de pena
    No obstante en el n. 1507 de Le Moniteur Automobile de 28 de septiembre de 2011 se puede leer la prueba del Cadillac CTS V Wagon, definido como «un GT superpoderoso de cualidades ruteras asombrosas que consigue ser muy confortable vendido a precio de amigo» gracias al motor de Corvette ZR 1 que le da 564 cv y le permite alcanzar con 5 plazas los 306 km/h y los 100 metros desde parado en 4,1 segundos por un precio imbatible, 83.958 euros, y unos consumos entre los 11,7 y los 22,6 litros cada 100 km.
    Como veis, Cadillac, con sus más y sus menos y siempre terriblemente USA, es mucho Cadillac.

  • josemi

    20 de enero de 2012 a las 01:00

    Hombre, lo del consumo mas que nada es curiosidad malsana. Ya se que preguntarle a un conductor de aquella epoca por el consumo era tan absurdo como preguntarle cuantos tornillos tiene el coche. Es un dato que existe, pero a nadie le importaba.

    En cierto modo coches ciertos coches de los ultimos 50 marcan el punto mas alto de la ingeniera americana. A partir de ahi, fueron tirando de la misma mecanica hasta que en los 80 la realidad les desperto, primero en forma de japoneses y luego ahora en forma de europeos.

    Ya por el año 60, en la «pobre» europa se estaban empezando a hacer unos coches innovadores. No olvidemos que ya rulaba por las carreteras el citroen DS, por ejemplo.

    A partir de cierto momento, la ingenieria americana se concentro en los gadgets, muchas de las cosas que conocemos ahora ya existian, como los frenos ABS, pero en forma de artilugios mecanicos enormemente complicados. La base del coche era la misma, año tras año.

    Lo que si fueron unos monstruos y los autenticos inventores es en tema de marketing, de hacer deseable un producto, lograron crear autenticos iconos. Lo hicieron tan bien que sigue funcionando ahora, 50 años despues. Incluso yo que se que esto es un hierraco quiero tener un cadillac del 59.

  • ramón roca maseda

    20 de enero de 2012 a las 15:04

    Josemi, totalmente de acuerdo en los hitos europeos como esa cima que fue el DS 19, cuya suspensión usaba el Cadillac de 1959 y muy, muy de acuerdo en que los USA eran los reyes del marketing pues, por ejemplo, un Chevrolet del 55 y uno del 56 y otro del 57, los tres imponentes, son el mismo coche lavado de cara.
    Ahora bien los USA hicieron uno de los mejores coches de todos los tiempos, el Duesenberg y diseñaron carrocerías que eran esculturas de máximo nivel, como un Cord 810 o un Auburn 852, por sólo citar algunas.
    Eso sí, desde finales de los 50, Volkswagen con su escarabajo, Mercedes con sus altos de gama y los japoneses con coches muy bien construidos y ellos metidos en una guerra de gadgets y de potencia mal controlada por causa de chasis obsoletos, el automóvil USA declinó y hubo de reorientarse pues la técnica de los otros y las circunstancias sociales, económicas, sanitarias y culturales, los obligaron a ello.
    No obstante, repito, ME ENCANTAN LOS COCHES USA.

  • Angel Martín

    20 de enero de 2012 a las 22:49

    Sin duda un coche que representa la época dorada de una de las marcas más emblemáticas de Estados Unidos. Vehículos siempre poseedores de un estilo propio que desborda grandeza y personalidad.

    Genial post Ramón, muy ameno, como siempre excelentemente documentado, y entretenido de leer. Enhorabuena.

  • 99 CADILLAC DE VILLE (Buford) $3299

    29 de enero de 2012 a las 07:35

    […] Cadillac 1959, el súmmum – 8000vueltas.com […]

  • juanka

    1 de febrero de 2012 a las 01:16
  • Ivan

    10 de abril de 2012 a las 21:54

    Un verdadero monstruo devorador de combustible y recursos (chapa, goma, vidrios, etc)!!! Además el fiel reflejo de la sociedad «yanqui» de finales de los 50 y principios de los 60.

    Su diseño, es sin duda llamativo y que puede gustar o no, a mi en particular no, su motor… un V8 de 6.3 creo que estaba en consonancia con el resto de sus competidores americanos y creo (corriganme) que los Rolls también tenían V8 de mas de 6 litros.

    Todo un referente de la época gracias a un excelente marketing aunque técnicamente no sea una maravilla…

    Ramón, excelente tu recopilación de datos. Acá en Argentina la revista Road Test publicó una nota sobre el ElDorado Biarritz en un nro. de 1991 (creo). Ni bien lo consiga veo de enviártelo.

    Un Saludo!!
    Ivan.

  • Cristina

    19 de septiembre de 2012 a las 20:55

    Hola,

    Yo vivo en Perú, y me encantan estos carros. Los cadillacs 1959. Alguien podria darme información de cómo hago para comprar uno??

    Gracias!

  • Alexandra

    29 de abril de 2015 a las 18:37

    Me ha encantado este artículo, los coches americanos tienen muy buena calidad y como no los Cadillac, de todos es sabido. Todo un clasico que ha sobrevivido al paso del tiempo.

    Un saludo.

  • Luis

    10 de junio de 2016 a las 23:27

    Yo tuve la oportunidad de dar una vuelta en el Cadillac DeVille Convertible de 1968 de un amigo de mi padre, ese modelo era el más potente de la marca en ese año pues se actualizo el motor de un 7 litros al 7.7 litros V8 que montaba este Cadi, 280kw 380 cv a las ruedas traseras (también último año de los Cadillac de trasera, en el 69 o el 70 se actualizaron todos a delantera) por la caja de cambios automática de 3 velocidades Torqueflite creo, una auténtica maravilla, interior rojo, 6 plazas, moqueta de pelo largo muy hortera pero el último grito en la época, un cuero excelente, cinturones de dos puntos (como en los aviones) que se desabrochaban pulsando el escudo de Cadillac que se encontraba en el centro, tenía control de crucero que se ajustaba con una rueda a un lado de los relojes creo que contaba con ajuste desde 60 a 80 mph, tenía aire acondicionado y sistema de cambio de largas a cortas en presencia de vehículo en sentido contrario aunque no funcionaba desde hace algunos años. La única pega notable en cuanto a diseño es que las ruedas algo tan importante en la actualidad en los Cadillac son pequeñas y estrechas (para esa potencia y peso deberían contar con unas cde las medidas de los deportivos de la epoca) sin hablar de los tapacubos tan de moda en la época. Un coche sensacional, de tambores de grandes dimensiones que clavaban y lo pude comprobar hasta a 60 km/h pero estando fríos, y las ruedas traseras chirrían fácilmente y si pisas a fondo en las salidas derrapan durante unos metros, creo que el motor desarrollaba 750 Nm de par algo insólito incluso en nuestros días (un motor diésel de 150 cv desarrolla 350 Nm aprox.) la dirección era muy asistida y la velocidad de elevación de las lunas impresionantemente rápida y un maletero bajo pero muy amplio. Simplemente encantado estaría yo con un coche como este, los consumos desorbitados son un deterrante (35-40 litros por carreteras normales) pero las pocas averías que da una unidad cuidada fácilmente suplen esta carencia. También hay que tener en cuenta que esta potencia en la actualidad también exigiría un consumo alto (15 litros aprox.)

  • Raullomi

    21 de mayo de 2018 a las 14:43

    Excelente artículo, mis felicitaciones.
    Eran y son coches para disfrutar sin números, el consumo, prestaciones etc pasar a un segundo lleygar a mi entender. No son coches para competir, ni para el día a día de una persona normal. Eran caprichos que no muchos se podían permitir como dos mismo puede ser un modelo artesanal del que se fabrican unas pocas docenas. Si, siempre los habrá más rápidos, más eficientes en un circuito, pero es un carrito que entra por el ojo y si te lo puedes permitir está justificado.

  • Jose Perez

    13 de septiembre de 2022 a las 23:43

    Cuando muy joven trabaje con un vendedor de autos y no recuerdo en donde consiguio un Cadillac 1959. Tuve el honor de manejarlo durante 70 km hasta el lugar donde se encontraba el nuevo dueño. Un general del ejercito Mexicano. Al principio me dio algo de temor respetuoso el manejarlo pero ya iniciado el camino pues… caray… silencioso muy mullido y ¡POTENTE! ¿Como olvidar esa maravilla de metal y asientos de piel? Ya no se ven como antes ya no hay.

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