Entre todas las ideas que me habían pasado por la cabeza para 2013 no estaba, sin lugar a dudas, correr una carrera de karts de alquiler. Me gustan los coches, los coches con forma de coche, incluso los coches de competición a veces no me atraen demasiado. Para correr, muy bien, pero para absolutamente nada más: ni siquiera ser admirados. Si quieres correr no desguaces un coche: vete a un fórmula o una barqueta, irás más rápido gastándote mucho menos.
Pero los karts, ¡ay los karts!. Eso es otra historia, encima karts de alquiler. Conmigo que no cuenten. A veces ir con los amigos a un karting con los karts de 4 tiempos de alquiler resulta frustrante: la primera tanda tu kart no corre, la segunda no gira para un lado, la tercera estás muerto de frío y te duele todo… no, conmigo que no cuenten; hasta este domingo. El martes pasado me entero de que hay una carrera de karts esa misma semana: 3 horas de resistencia por equipos en uno de los mejores circuitos que conozco: Karting Club Los Santos, de 3 a 6 participantes, por 300€. Bueno, esto es otra cosa: me busco a 5 amigos y por 50€ pruebo eso de correr medio en serio.
Montamos un equipo de 8000vueltas: 0 experiencia en competición, 0 experiencia en karting más allá de ir algún día a los karts, conocíamos el circuito de haber ido alguna vez… y encima una configuración de 5 pilotos (por llamarnos de alguna manera, al final falló uno), muy lejos de ser la idónea. Da igual, es un experimento me decía. Claro, hasta que llegas allí y dices: ¡quiero ganar!
Sabes que no vas a ganar, ni vas a estar entre los tres primeros pero te da igual. La gasolina que llevas en las venas te recuerda que no vas a levantar el pie del acelerador y que vas a ir » a tabla» todo el tiempo que estés en pista. Pero antes pasan muchas cosas.
Durante la semana anterior (escasos 4 días tenemos por delante) nos ponemos de acuerdo en qué vamos a necesitar y lo que ya tenemos. Nos hacen falta, como mínimo: dos monos, dos pares de guantes y cascos. También llevaremos un par de sillas plegables, bebida, comida, ropa de abrigo, cámara de fotos… bueno, esto está siendo totalmente low-cost, objetivo conseguido. Pero entonces, alguien abre la veda: me he comprado un mono tirado de precio. Otro proclama: hoy he comprado unos guantes (maldito grupo de whatsapp, va a acabar con mis ahorros). Me mantengo en mis trece y me digo: no caigas en la tentación porque las cuentas se van al traste.
Pero llegan los avisos: ¡cuidado! que si rodáis sin protección lumbar lo vais a pasar mal. «He visto un vídeo de la carrera del año pasado y todos llevan collarín». Esto es otra cosa, con la seguridad no nos la vamos a jugar, por 35€ cada protección y 20€ cada collarín nos hacemos con dos juegos de cada (a pagar entre 5 pilotos) . Bueno, no pasa nada.
Sin embargo, cuando voy a recoger el material -inocentemente- pruebo uno de esos monos «tirados de precio». Sólo quedan 3 y sólo en mi talla. Aunque no caigo en la tentación 24 horas después vuelvo a por él (40€) y de paso me llevo unos guantes Alpinestar (19€). Ya he arruinado mis cuentas (los que tenía eran cortos y no me iban a valer contra el frío).
A las 9 de la mañana del domingo llegamos al circuito. Me alegra, en parte, ver que no vamos a ser los únicos motivados que llevarán mono, parece que casi todos llevan mono, protecciones… bien. Lo que ya no me gusta tanto es ver como están esos monos: ¡están gastados!. Fenomenal, yo llego con todo mi equipamiento nuevo, impoluto. Esto sólo quiere decir una cosa: no lo he usado, me van a pasar por encima.
Encontramos a gente conocida y empezamos a charlar. El que más y el que menos ha encontrado a algún pro que ha metido «para rellenar» en su equipo. Con Pro me refiero a: gente que ha corrido Copa de turismos, alguno de los rallyes, gente que corre campeonatos regionales y gente con su propio kart (de los de competición, vamos). Fantástico, seguimos sumando para bingo. Al menos llevamos los monos impolutos, y los botines a juego.
Y ahora viene la enjundia de esta carrera, para mí lo mejor que tiene y quizá el motivo por el que me he llevado la sensación que me he llevado. Sacan al pit lane 16 karts (uno por equipo) exactamente iguales. Tras el briefing van llamando a cada uno de los equipos para que saque un número de una bolsa: nos toca el 8, no podía ser de otro modo. El nº 8 significa:
- Que nos ha tocado el kart nº 8
- Que salimos en la 8ª posición
- Disponemos del box nº 8
No hay que darle más vueltas, es así de sencillo. Nos avisan para que nos preparemos porque en unos minutos comienzan los 30 minutos de entrenamientos libres. En la próxima media hora tenemos que rodar 5 personas para conocer, un mínimo, el kart y la pista. En 5 minutos por persona nos da tiempo a dar 4 vueltas, con extrema precaución, para hacernos una idea de a qué nos vamos a enfrentar. Yo, que no destaco por mi templanza en los karts, salgo pie a tabla y consigo el único hito del día: la vuelta rápida del equipo en los entrenamientos. Esa es toda la gloria que esa mañana tenía reservada para mí pero me quedé contento para toda la mañana.
En el box tenemos 15 minutos para hablar de estrategia: ir las 3 horas lo más rápido que podamos, parar lo mínimo posible (4 paradas para cambio de piloto y una parada obligatoria para repostar). Con equipos de tres pilotos ya partíamos con unos 40 segundos de desventaja, pero iba a ser lo de menos.
El principal problema de estas carreras es el estado de los karts de alquiler: habrán pasado por miles de manos, estarán hecho polvo, unos correran poco y otros nada… pues nada más lejos de la realidad. Nos encontramos con unos karts que probablemente tuvieran hasta el último caballo anunciado, en un estupendo estado de forma, ruedas nuevas para todos los participantes, cada kart minuciosamente revisado y puesto a punto para la ocasión con el objetivo de ofrecer la máxima igualdad.
No quiero parecer un anuncio de la carrera pero me quedé gratamente sorprendido por la organización (aunque los horarios no se respetaron como deberían, pero la carrera empezó y acabó a su hora), por lo bien preparado que tenían todo y por la igualdad y buen estado de los karts. Eso sí, nuestro kart corría menos que el de los demás (la típica excusa).
La salida se realiza al estilo Le Mans: tú a un lado de la recta de meta y tu kart arrancado esperándote al otro lado. Segundos de tensión con todos los pilotos preparados para hacer un sprint de unos 10 metros, unos 10 metros interminables hasta que saltas dentro del kart y pisas el acelerador. Algunos ya estaban pisando el acelerador sin haber metido el otro pie dentro del kart. Y ahí empieza la locura.
Las primeras vueltas son cruciales porque ruedan todos juntos y en posiciones totalmente aleatorias, todos mezclados, rápidos y lentos. Lo más importante es mantenerte a salvo y no hacer un trompo o que te saquen de la pista. Una mala salida te puede hacer perder un par de posiciones pero un golpe en las primeras curvas te puede arruinar la carrera. En una carrera de 3h puedes permitir perdonar un adelantamiento que no ves claro o dejar pasar a alguno que vaya colado, quizá en la próxima curva se salga él solo y no te lleve por delante. Procura mantenerte en el interior para que una pasada de frenada de otro no te arrastre a la tierra.
No entraré a dar muchos más detalles de la carrera ni daré consejos a nadie, me limito a contaros la teoría. Nuestro resultado ha sido la 13ª posición, de 16 participantes, por lo que nos queda mucho que mejorar. No obstante, siendo un equipo de 5 novatos sin ninguna experiencia, sin haber entrenado nada, sin conocer el circuito… está muy bien, nos hemos ido muy contentos del resultado (aunque suene increíble).
Lo que estaba claro es que allí no se habían juntado 16 equipos «casuales», la gente iba preparada y había nivel. Eso te permite aprender mucho viendo lo que hacen los demás. Otra novedad para mí es que nunca había rodado tanto tiempo en un kart, 36 minutos. Menos mal que llevábamos las protecciones sino la experiencia habría sido distinta. En ese tiempo, y si eres observador, empiezas a conocer la pista: dónde hay más grip, qué zonas están más bacheadas, las trazadas de los más rápidos; mejoras tu técnica: puedes ir viendo tu evolución, un cronómetro en el volate ayuda mucho; te das cuenta de que en boxes te juegas mucho.
En los cambios de piloto los equipos buenos perdían alrededor de 15 segundos, ¡eso es más rápido que en la Fórmula 1!. En ese tiempo se cruza el pit lane a una velocidad de unos 10 km/h, se para, sale un piloto, entra otro, y llega hasta el final del pit lane otra vez a 10km/h. Además también había una parada para el repostaje. En el repostaje se perdía exactamente un minuto (más los 15 segundos de atravesar el pit lane) ya que ese era el tiempo mínimo que debías estar parado en la zona de repostaje, aunque acabases antes. Así se aseguraba la igualdad de todos los equipos y que nadie se viese perjudicado.
Además haces muchas muchas manos, hay que ir muy rápido en coches para ir tan al límite como puedes ir con un kart desde la 1ª vuelta. Pasar una curva en el límite de adherencia y sentir perfectamente como el kart empieza a deslizar y que debes aflojar un pelín para ir en esa cuerda floja de ir más rápido todavía no tiene precio. Y sin jugarte nada. Te puedes hacer daño en los karts, sí, pero es difícil y te mueves con muchos menos kilos que en cualquier coche. En las curvas rápidas, entrando con ganas, te sorprendes a ti mismo con contravolantes que quitan el hipo. Esquivar coches que hacen un trompo cuando vas a 20 cm de su paragolpes o cuando están a punto de embestirte… otras cosa no, pero te harán falta reflejos. A fin de cuentas estás haciendo manos, lo que te vendrá muy bien para rodar con tu coche. Se aprende mucho en una carrera de karts, se aprede de conducción, de carreras y de trabajo en equipo.
Cuando a mí me tocó rodar estuve bastante solo, aunque 16 karts en pista es un número respetable la verdad es que con más equipos habría más movimiento en pista. Yo me encontré con varios pilotos: me doblaron varios equipos que iban por delante de nosotros, adelanté a un equipo en pista y a otro durante su parada a boxes. Por supuesto fui consciente después: en pista no sabía en que posición estaba e iba a muerte a por cualquier piloto que tuviera delante. Lo que sí hice fue dejar pasar a los que llegaban por detrás, principalmente porque llegaban como misiles y suponía que estaba siendo doblado. Cuando se estaba acabando mi turno (manga, stint, como se llame) un piloto que iba muy lejos por delante de mí y al que no pensaba alcanzar hizo un trompo. No me dio tiempo a llegar pero me dio fuerzas para bajar los tiempos un poquito más y conseguí alcanzarle y adelantarle en la penúltima curva.
En la recta salió detrás de mí e iba recortando terreno, pensé que perdería la posición. No me lo podía creer, que frustración. Llegamos casi en paralelo a la siguiente curva y arriesgué un poco más de lo debido en la siguiente curva (rapida exterior) tomándola por fuera y salí de la curva otra vez por delante, menos mal. En las siguientes curvas fui sacando metros y lo dejé atrás. Rodar con alguien pegado a tu culo te somete a mucha presión, sobre todo cuando no ves apenas a los lados y nada hacia atrás. Solución: intentar no mirar y concentrarte en ir lo más rápido posible.
Se acabó mi relevo, no sentí cansancio en ningún momento pero cuando me bajé del kart me desplomé, no en sentido literal. Me senté y noté como toda la tensión se iba: lo había pasado muy bien rodando pero pensar que si tenía un fallo penalizaba a todo el equipo me suponía bastante presión y, por ese motivo, no arriesgué demasiado. Alguno puede pensar que no merece la pena pasar toda la mañana en el circuito (de 9 a 14h) para rodar 5 minutos de entrenamiento y media hora en carrera. Se equivoca. Lo mejor de la carrera no es rodar, es el apoyo al equipo, el sentir que eres una piña. Hay que salir al muro cada vuelta a animar al que rueda, todas las vueltas, como si fuera la última. Cuando estás en pista, inconscientemente, buscas a tu equipo al pasar por el muro: una vuelta ves que te están animando, otra los ves haciéndote una foto, te van marcando los tiempos… te da fuerzas para seguir pie a tabla y pelear por ellos.
Me dejo muchas cosas en el tintero porque hay mucho que contar. Seguramente el domingo haya sido uno de los días más intensos relacionado con coches que recuerde (y esto es mucho decir). Repetiré, seguro (hay que amortizar el mono), y pronto. La pelea contra el crono, el rodar en equipo, la preparación (escasa) y los nervios del día anterior lo convierten en un momento especial. No es rodar media hora y ya está, es otra experiencia.
La galería completa de la carrera en nuestro Flickr:
Extra Lap
Esta gráfica muestra las vueltas de nuestro equipos (eje X) y la desviación de cada una respecto a nuestra vuelta rápida (eje Y). Los picos con cambio de color son las vueltas con cambio de piloto y los picos más pequeños son vueltas con incidentes o trompos. Se ha suprimido la vuelta de repostaje (aparece como un pico hacia abajo en el tercer relevo. Cada color representa a un piloto, yo soy el azul clarito (4º relevo), con mis dos lamentables trompos.
Esto forma parte de la parafernalia de la carrera: cuando todo se ha acabado, a los pocos días, llegan los tiempos, los estudias, te analizas, buscas explicaciones, puntos a mejorar… buscas la vuelta rápida, la media (te da tu tiempo total), la desviación típica (te dice lo constante que eres), vamos que te puedes entretener bastante.
Extra Lap 2
Preparando la carrera, una dura tarde de sábado en casa, aclimatándome a los elementos. Concentración. Y una cerveza difícil de tomar, mejor sin casco…
joxepo666
22 de febrero de 2013 a las 10:27Que envidia me dais!!! Yo que nunca me entero de estas cosas. ¿Dónde narices se puede buscar información de carreras de estas? Aunque bueno, tampoco tengo gente con la que poder ir….
muzaman
22 de febrero de 2013 a las 10:45Cuando he leído que «había nivel» he pensado que mejor no haber ido, pero a medida que leía, me ha animado para el año que viene o si hay próxima antes ahí o en otro sitio (y me entero claro…), a ver si hay suerte
gran relato, felicitaciones por lograr los objetivos (aunque sea sólo el de pasar un gran día), y una pregunta…: ¿dónde compráis esas gangas? yo llevo detrás de un mono y guantes a precio asequible, y lo más barato que veo del mono sólo es más caro que lo habéis pagado por ambas cosas…
alberto
22 de febrero de 2013 a las 11:22Enhorabuena! Cualquier cosa que sea quedar entre los 16 primeros, tiene su mérito. No debe de ser fácil rodar tanto tiempo.
kekis
22 de febrero de 2013 a las 11:31ME alegro que al final lo disfrutaras tanto. Recuerdo e año pasado una carrera con unos amigos en el karting de San Senxo, llegamso con un tiempo fatal y comenzó a llover, ya que estabamos alli pues… lo pasamos teta, rodar con la pista mojada buff..aun recuerdo las risa que me dió la 1º curva, salia de lso últimos y ver 10 tío saliendose jajajaja y lo pero tu destras de ellos jajaja.
La verdad que es una opción económica para sacarte la espinita de correr. Y si pruebas uno de 125cc…vas a necesitar ir al gimnasio jajaja
Un saludo
Cecilio
22 de febrero de 2013 a las 14:00Os lo tuvistéis que pasar pipa…
» Pasar una curva en el límite de adherencia y sentir perfectamente como el kart empieza a deslizar » y «te sorprendes a ti mismo con contravolantes que quitan el hipo» son 2 frases que creo que definen perfectamente la experiencia de ir a rodar en kart para novatos/amateurs como yo… De hecho me has hecho rememorar algún que otro momento…
Grandes!
Angel Martín
22 de febrero de 2013 a las 15:01La verdad es que el Karting tiene ese algo especial que hace que te involucres en la competición de forma que nunca antes habías sentido, y por un precio para todos los públicos. Recuerdo una divertida anécdota, cuando fui el año pasado con 7 amigos más a contratar un evento con vueltas de entrenamiento, clasificación y dos carreras, todo por 15€ por persona (un regalo prácticamente); y dio la casualidad de que ese día había llovido. Total, la pista completamente encharcada y 8 amateurs sedientos de gasolina. La que se armó.
Fuimos saliendo uno a uno del pit, y según pasábamos las primeras curvas empezaron los trompos. Nunca habíamos corrido con el circuito mojado y no teníamos la más remota idea de donde quedarían los puntos de frenada, si a eso le sumamos que los neumáticos slicks estaban más quemados que la moto de un hippie pues nos queda todo un espectáculo.
El gerente del circuito mandó a parar el entrenamiento al ver tan lamentable exhibición de pilotaje, y nos echó una bronca curiosa. Entre los highlights encontramos frases como «El Karting es un deporte serio, no es ningún juego…» o «El pie derecho es el chivato del piloto.» Justo después se subió en mi kart, y empezó a rodar a un ritmo endiablado. Nos quedamos de piedra. Entre el impresionante control del kart de aquel hombre de 50 años y 100 kilos, y los comentarios de un comisario de pista que rezaba «No se estampe y se mate ese cabrón…» uno ya tenía experiencia para recordar, y aún sin haber corrido.
Tras un par de vueltas el gerente volvió y me dejó el kart enfrente. Poco después salimos y corrimos de igual forma que antes. No tenemos remedio.
Al final en la clasificación quedé segundo, y me tocó salir en la última fila (parrilla inversa). A mi lado estaba ese amigo que siempre es más rápido que tú, y que por mucho que lo pienses, nunca sabes muy bien porqué.
Nos pegamos una salida épica ocupando dos de los tres primeros puestos en la primera vuelta, y de ahí no pasamos. El quedó segundo y yo tercero en la primera carrera. No hubo forma de alcanzar al primero… hasta la segunda carrera.
Salí emparejado con mi amigo y llegamos los primeros hasta la primera horquilla del circuito. Trompo y desastre. El tuvo una carrera de Vettel, yo, no tanto. Había quedado descolgado en la octava posición y tenía que darlo todo para alcanzar un resultado digno. Pasaba las curvas justo al límite de la adherencia (y otras por encima) a la vez que iba analizando exhaustivamente la trazada. Poco a poco iba recuperando posiciones hasta que dí con el vencedor de la primera carrera. La carrera se iba calentando cada vez más, hasta el límite de pasar media vuelta entre amagos de adelantamientos y toques. Nunca me había picado tanto en mi vida, pero sé que cuando finalmente conseguí pasarle, me pegué una cruzada delante de él con el pedal a fondo, con una mano para el contravolante y otra para señalarle quien era el macho alfa. Al final acabé tercero, pero con sabor a victoria.
Perdón por el tocho, pero sentí la necesidad de compartir mi experiencia con ustedes. Nunca me había sentido tan lleno como en ese momento. Ese es uno de los instantes de la vida en los que realmente te das cuenta porqué estás aquí.
Un saludo y felicidades por el fantástico post.
delarosa
24 de febrero de 2013 a las 20:24@josexpo666
Os mantendremos informados si en el futuro hacemos algo interesante en este sentido.
@muzaman
No he puesto el sitio a propósito porque se trata de una liquidación de una página web y ya no quedan ni monos ni guantes, nos hemos llevado los últimos. Lo encontramos por casualidad pero nos ha venido de perlas. Siento no poder ayudarte.
@Kekis
Espero probar pronto un kart de 125cc, ya os lo contaremos si sale adelante
@Ángel Martín
Gracias por el relato :)
Lasheras
25 de febrero de 2013 a las 20:21Bufff, la próxima no me la puedo perder, menuda motivación extra ha sido este artículo.
La verdad es que la última vez que rodé en kart en plan masoca fueron 40 minutos en un kart de competición, hasta me puse pulsómetro para ver si de verdad se hace ejercicio: sólo puedo decir que a mitad de tanda tuve que hacer una vuelta de relax y que las pulsaciones iban constantemente entre 145 y 160. Menudo ejercicio oiga!
Extra lap: eso sí, mi vuelta rápida fue en la 52 de 57!!!!!
Indeciso
25 de febrero de 2013 a las 23:12Porque no hay cinturones de seguridad?
Anónimo
11 de marzo de 2013 a las 12:05[…] […]
KRT
28 de octubre de 2013 a las 15:00Me parece un buen post, para seguir haciendo crecer este mundillo que se está creando tras el mundo del karting de alquiler. Cada vez los circuitos tienen mejores flotas y eso está iniciando muchos campeonatos.
Me gustaría que el próximo día 2 os animarais a una carrera que organizamos en el circuito de Recas (Toledo) Karting Correcaminos. Uno de los mejores circuitos de la zona centro y con nuevos karts recién estrenados.
Os animo a seguirnos ya que este año hemos terminado el campeonato con una participación de 59 piliotos y el año que viene seguiremos creciendo. Haciendo llegar el mundo de la competición al precio más reducido y con las misma emociones.
Os animo a visitar nuestra web
kartingrentingtoledo.doomby.es
joven promesa
5 de diciembre de 2014 a las 22:40en que tienda conseguiste el material para correr (guantes, protecciones, collarin? me gustaria hacerme con un conjunto mas o menos de calidad y cuando pregunto en algunos sitios me asustan con los precios que dan…
delarosa
6 de diciembre de 2014 a las 12:49@joven promesa
Nosotros compramos todo el material en una tienda online que estaba en liquidación y que ya no existe. Busca buenos precios y ten paciencia para, poco a poco, hacerte con el equipo completo.
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3 de diciembre de 2020 a las 13:18[…] Pero ojo, que no son baratos. Podemos estar hablando desde 1000 € por un Rotax 100 cc automático con unas cuantas (seguramente demasiadas) horas de vuelo, hasta cerca de 6.000 € por cacharros de segunda mano pero calidad y prestaciones profesionales; aunque siempre podemos encontrar gangas en pueblos tan apetecibles como Aznalcóllar, San Juan de Mozarrifar o Boo de Piélagos (cualquier excusa es buena para hacer turismo por la España profunda). Por cierto, en 2013 ya hablamos del tema en este sacro blog. […]