Viene de la primera parte: Los coches del año (1964-1988) en sus 25 primeras ediciones

Tras las 25 primeras ediciones de Los Coches del Año siguieron otras tantas, y así fue que de los coches presentados en 1988, el premiado en 1989 fue otro Golf de Fiat, el sustituto del Fiat Ritmo, es decir el muy habitable Fiat Tipo. Destinado a ser la base de los futuros Alfa Romeo 33, Lancia Delta y Lancia Dedra, el Tipo, de singular y controvertida estética e inicialmente dotado de un motor diesel de 92 cv como versión de mayor potencia, tuvo como finalistas al sustituto de los Ascona de 1981, al Opel Vectra -casi un Omega en tamaño reducido-  y al logrado y aerodinámico  Volkswagen Passat en su tercera generación.

En 1990 el ganador fue el sustituto de los magistrales DS y de los excelentes CX, el Citroen XM, cuya estética original albergaría por fin un 6 cilindros. El sustituto de los Mercedes W 107 -que databan de 1971-, el Mercedes SL, alias W 129, repleto de tecnología y de novedades, era el segundo clasificado en 1990, correspondiendo la tercera posición a la segunda edición de nuestro Ford Fiesta, que ofrecía por fin 5 puertas, con una estética que recordaba al 205 y con una gama de tres motores en los que había posibilidad de turbo y de diesel, dando potencias desde 55 a 133 cv.

El ganador de la edición de 1991 fue un nuevo Renault, el continuador de los recordados R 5, el Renault Clio -ahora

nominado, no numerado-, un coche macizo, con motorización diesel y versiones de 3 o 5 puertas, dando potencias desde los  49 cv a los 140 del Clio 16 S. El muy convincente Nissan concebido para Europa y fabricado en Gran Bretaña, el muy eficiente Nissan Primera, era el segundo clasificado, mientras que el recital de estilo y aerodinámica del Opel Calibra (cx de 0,26) un buen cupé deportivo derivado del Vectra, le llevaban a la tercera plaza.

En 1992 el premio era para un coche cuyo eslogan español decía así: ”Prometo ser bueno”. Hablamos de la tercera edición del Volkswagen Golf, que hasta ofrecía el V6 del Passat y del Corrado -capaz de 174 cv din, así como una especial preocupación por la seguridad y el medio ambiente-, junto con el diesel de 1896 cc, que procedía igualmente del Passat, dando hasta 75 cv din. Acompañaba al Golf en el podio el relevo de los casi 4 millones de Kadett fabricados, el Opel Astra, construido con un 95 % de materiales reciclables, ofreciendo 3 y 5 puertas, así como potencias de 57 a 150 cv din gracias a sus motores, dos de ellos diesel  y tres de gasolina. El tercer clasificado era el Citroen ZX, que usaba la plataforma del futuro 306, prescindiendo de la suspensión neumática y ofreciendo además un  eje trasero autodireccional, así como 4 versiones diferenciadas (Reflex, Aura, Avantage y Volcane), siempre pretendiendo ocupar el lugar entre los AX y los BX.

Llegó 1993 y por fin, con toda justicia, el primer fabricante mundial desde 1980 ganó este concurso. Lo hizo con un pequeño polivalente fabricado en Inglaterra, el Nissan Micra 1.0 y 1.3, llamado en Japón Nissan March. El segundo clasificado resultó ser el más pequeño de los Fiat, el Cinquecento, pequeño por fuera y grande por dentro, fabricado en Polonia. El tercer clasificado fue el sucesor  de un triunfador en la gama alta, el Renault 25, llamado ahora Renault Safrane, motorizado con dos diesel de 90 o de 115 cv y tres motores de gasolina, uno un V 6 de 170 cv.

En 1994 el triunfo fue para el sustituto de los Ford Sierra, para el primero de los Ford Mondeo, modelo dotado de 3 carrocerías, 4 niveles de acabado, 5 motores de gasolina y un diesel, así como de airbag en todas sus versiones. El segundo en votos resultó ser un Citroen con suspensión neumática, el Xantia, sucesor de los BX, cuya nueva línea a la par que su habitual confort eran unánimemente apreciados. El tercer clasificado se llamaba Mercedes y sustituía al 190; era el sólido Mercedes C, disponible con 8 motores, tres de ellos diesel , todos ellos multiválvulas, ofreciendo 4 niveles diferenciados de acabado: Classic, Espirit, Elegance y Sport.

Fiat triunfaba de nuevo en 1995 y lo hacía con el continuador del Fiat Uno -coche del año de 1984-; se trataba del Fiat Punto, ofertado en 29 versiones de 55 a 136 cv, en gasolina o en diesel, en tres o en cinco puertas y como cabriolet,  disponiendo incluso de una variante de 6 velocidades y de otra automática. El nuevo Volkswagen Polo, un mini Golf de 3 o 5 puertas, siempre fabricado en Pamplona, era el subcampeón, disponiendo de dos motores de gasolina y de un diesel de 64 cv. La tercera plaza era para la nueva edición del coche del año de 1987, del Opel Omega, que venía con una amplia versión break; tres motores de gasolina y un 6 cilindros diesel BMW de 2497 cc y 130 cv eran sus motorizaciones posibles y tres también sus niveles de acabado.

Fiat triunfó de nuevo en 1996 con los dos sustitutos de su Tipo, los Fiat Bravo de 3 puertas y Brava de 5, cuya máxima motorización en el Bravo HGT era el 5 cilindros de 2 litros y 147 cv del Lancia Kappa, sumándose a los 1.4, 1.6 y 1.8 de gasolina y al diesel de 65 cv. Seguía en votos el Peugeot 406, un 405 renovado. Ocupaba el tercer lugar en la votación el último de los Audi A 4, cuya amplia gama ofrecía hasta 60 versiones, destacando entre sus motorizaciones los TDI de 110 cv, el 1.8 turbo de 150 cv y el V 6-2.8-30 v  de 193 cv.

Llegó 1997 y el ganador fue un monovolumen compacto, el inteligente Renault Scenic, un Megane cuya arquitectura constructiva conseguía una habitabilidad realmente familiar, cosa que se refrendó con un gran éxito de ventas y una sucesión de seguidores del concepto como lo fueron los futuros Opel Zafira y el Citroen Picaso. El segundo más votado fue la oferta ciudadana de Ford, el más pequeño de los Ford, el Ford Ka, imitador del carismático Renault Twingo, también dotado de una sola motorización, un 1.3 de 60 cv. El tercero en votos fue el cuarto de los Volkswagen Passat, un coche sumamente  habitable y muy bien construido, casi un Audi.

Al año siguiente los aficionados nos alegramos al conocer el Coche del Año de 1998, pues éste era la demostración de que Alfa Romeo existía y lo era porque en el nuevo Alfa Romeo 156, su diseñador, Walter da Silva, apelaba al ilustre patrimonio estilístico de esa gloriosa marca logrando una bellísima berlina que parecía un cupé, la cual hizo aumentar las ventas de su fabricante en un 55 % en los primeros 4 meses de venta; para colmo Fiat inauguraba en los 156 sus motores turbo diesel Unijet, de inyección directa y rampa común, con potencias de 105 y 136 cv. Detrás de tal belleza quedaba el que quizás fue el mejor de los Golf, el cuarto de los Volkswagen Golf, cuyo chasis y mecánicas procedían nada menos que del primer Audi A 3. Siguiendo con Audi, hay que decir que el segundo de los A 6, el redondeado y original Audi A 6, dotado de una versión Avant y de un diesel muy logrado, el 2.5 TDI V 6 24 v de 149 cv, fue el tercer clasificado como coche del año 1998.

El triunfador de 1999 era el sucesor de los convencionales Ford Escort, el nada convencional y muy audaz Ford Focus, expresión máxima del “edge design”, con sus sorprendentes luces traseras altas en sus 4 versiones de carrocería. El segundo de los Opel Astra, rival caracterizado de los Golf, que se ofrecía en 3 y 5 puertas y en break, seguía en votos al Focus. La tercera plaza era para el sustituto del coche que salvó a Peugeot, el 205; ese coche, el Peugeot 206, llegaba en 19 versiones y anunciaba un original cupé-cabriolet de techo duro, el 206 CC.

El año 2000 registró como ganador a un coche del primer fabricante del, a su vez, primer constructor mundial, el pequeño Toyota Yaris, disponible en 3 o 5 puertas, con motores de gasolina de 1.0 o 1.3 procedentes al principio de Japón, hasta el comienzo de su fabricación francesa para toda Europa. Compartían el podio un inteligente 6 plazas de anchura inusitada (1,87 m) y estética de calificación reservada…, llamado Fiat Multipla. El tercero en el podio era el primero de los seguidores del Scenic, el Opel Zafira, un derivado del Astra que conseguía  instalar 7 pasajeros en tres filas de asientos, cuya muy inteligente modularidad era destacable.

2001. El primer año de nuestro siglo veía la final más reñida del certamen, ya que sólo un punto le daba la victoria al más votado, al bello Alfa Romeo 147, otra creación de da Silva, un compacto deportivo de 3 o 5 puertas. El segundo clasificado fue el segundo de los Ford Mondeo, una enorme berlina con 4 motores de gasolina y dos diesel, que ofrecían desde los  90 cv del 2.0 DI a los 170 de su V 6-2.5. El tercer clasificado fue un coche sorprendente presentado en Japón en diciembre de 1997, pero llegado a Europa en 2001, el primero de los Toyota Prius, un híbrido con carrocería de tres volúmenes, que era el primero en recordarnos la necesidad de una alternativa energética ante los pozos petrolíferos con fecha de caducidad.

En 2002 el ganador del título fue el Peugeot 307, una berlina media en la que destacaba el concepto de habitabilidad y en la que se inauguraba el FAP. El segundo lugar correspondía al segundo de los Renault Laguna, de inéditas prestaciones, pero tristemente afectado de problemas electrónicos. El tercer clasificado resultó ser el sucesor de los Bravo y Brava, el Fiat Stilo, al que no acompañó el éxito en lo que se refiere a sus ventas.

El más votado de 2003 fue un Renault en el cual Le Quement expresaba sus discutibles conceptos estéticos, era el segundo de los Renault Megane, de estampa sujeta también a calificación reservada. El cuidado Mazda 6 era el segundo y el Citroen C 3 ocupaba el tercer lugar, recordando vagamente la silueta de un coche legendario de su familia: el 2 cv.

El ganador en 2004 resultó ser un coche familiar en su menor expresión, un coche útil y económico, o sea, el nuevo Fiat Panda. Otra vez un Mazda, esta vez al estilo Golf, el Mazda 3, era el segundo. El tercer puesto recaía en un coche excelente, el Volkswagen Golf en su quinta edición.

La victoria en 2005 le correspondió a la segunda entrega del híbrido que nos recordaba la posibilidad de un necesario e ineludible replanteamiento energético: el nuevo Toyota Prius. El eficaz y confortable Citroen C 4 era el segundo, con sus dos carrocerías diferenciadas, en 3 y 5 puertas, y la segunda y más prudente edición del Ford Focus, el tercero.

Llegó 2006 y el ganador fue la tercera edición del excelente turismo multiusos en formato reducido que era el Renault Clio. El renovado y siempre convincente Volkswagen Passat le seguía de cerca y un Alfa Romeo aún con magia era el tercero, el Alfa Romeo 159.

 

De nuevo se impuso un monovolumen como coche del año, lo que ocurrió en 2007 gracias al enorme Ford S Max, caracterizado por su habitabilidad y también por sus maneras de turismo. El Opel Corsa en una nueva edición era el segundo y un vigués, el segundo de los Citroen Picasso, el tercero.

En 2008 ocurrió algo notable dado que parecía que se premiaba el agotamiento de la creatividad, puesto que se aplaudía la resurrección de una imagen de 1957, el Fiat Cinquecento, lo que era reconocer por un lado la existencia de un icono repleto de carisma y por el otro, la imposibilidad de superar esa consagrada imagen. Ocupaba el segundo lugar un utilitario que rebajaba peso y dimensiones, el inteligente Mazda 2. La nueva y voluminosa edición, la tercera, del excelente Ford Mondeo, era medalla de bronce.

El ganador de 2009 fue el sucesor de los Omega, el Opel Insignia, o sea, una buena berlina alemana sin marca premiun  como patronímico. Un nuevo y siempre eficiente Ford Fiesta y un reestilizado Volswagen Golf eran segundo y tercero ese año.

En 2010 de nuevo se premió  a un coche utilitario excelente y logrado, a nuestro Volkswagen Polo, que salía para el mundo desde Navarra. El aprovechamiento inteligente del espacio colocaba en segundo lugar a los 2,95 m de largo del Toyota IQ. El último Opel Astra, sólido pero con kilos de más, fue el tercero.

La necesidad de una alternativa energética mereció de nuevo el título de Coche del Año en 2011, correspondiendo éste a  un coche exclusivamente eléctrico, el Nissan Leaf, hoy el más vendido de los coches así propulsados. En segundo lugar quedó la resurrección de un nombre mítico, el Alfa Romeo Giulietta. El Opel Meriva, con sus cómodas puertas cual armario, fue el tercero.

Otra vez fue un coche eléctrico el premiado en 2012, y lo fue por partida doble, ya que los premiados fueron el Opel Ampera y su gemelo el Chevrolet Volt. El nuevo Volkswagen mínimo, el Up, fue el segundo y el Ford Focus, con sus más que notables motores tricilíndricos, fue el tercero.

Finalmente, hay que decir que el actual coche del año (2013) se llama Volkswagen Golf, y es que ese referente constante que es el Golf ostenta con toda justicia tal galardón, como lo podría ostentar su versión económica llamada Seat León, o su variante clásica que es el Skoda Octavia, o su edición de lujo conocida como Audi A 3. Acompañan en el podio a ese motorizador de masas y creador de tendencia que es el Golf, un alegre deportivo con sabor y estética musculada, llamado Toyota GT 86 y también Subaru BRZ, puesto que fue engendrado por ambas marcas. El tercer coche más votado, repleto de tecnología de seguridad, resultó ser un chino fabricado en Suecia y llamado Volvo V 40.

Bibliografía

Motor 16 en su extraordinario número de los 30 años, el 1566, evoca a todos los amigos aquí recordados. Los sucesivos Catálogos Mundiales de L’Automobile y de la Revue Automobile Suisse aportaron datos concretos sobre los coches aquí presentes.

Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.