Guillermo Velasco lleva toda la vida rodeado de coches, es algo que vive desde dentro. Le pedimos que nos contará algo que poca gente puede contar: ¿qué significa correr en Le Mans Classic?. Guillermo regenta Amazon Sport, una custodia de coches que parece un museo, y además organiza la Historic Endurance, carreras de clásicos con el objetivo de disfrutar. Queremos agradecerle que comparta con nosotros su experiencia.
Delarosa
Me pide mi amigo Delarosa que le cuente qué se experimenta al participar en el circuito de La Sarthe, durante las 24 Horas de Le Mans Classic. La tarea es fácil y a la vez difícil de explicar ya que, sobre todo, se trata de exteriorizar sensaciones.
He tenido la suerte de haber podido correr en los mejores circuitos europeos; el más espectacular, sin duda, me ha parecido Paul Ricard. El circuito de Ecclestone es epatante desde que entras en sus instalaciones, tan perfectamente cuidadas y el circuito es un espectáculo. Otro circuito impresionante, para mí el trazado más bonito de Europa, es Spa Francorchamps, aunque demasiado rápido para nuestros coches, es un privilegio correr en él. Los circuitos urbanos, como Pau o Angoulême son todo un lujo, abarrotados de espectadores, ya que la población vive plenamente el ambiente de carreras. Un circuito muy técnico y al que le tengo cariño es «nuestro» Jarama. Otro impresionante con subidas y bajadas ciegas es Portimâo. Podía enumerar muchos otros, como Jerez, Estoril, etc. Todos y cada uno de los circuitos tienen su personalidad y sus dificultades a las que hay que vencer y en todos se disfruta buscando nuestros propios límites, pero La Sarthe es algo especial y único.
Para empezar es un circuito no permanente que solo se cierra una vez al año, para las 24H actuales y cada dos años para el LM Classic. Es revivir la mítica prueba de resistencia por excelencia, con todo su historial apasionante, una de las más duras del mundo tanto para las mecánicas como para los pilotos. El trazado de casi 14 kilómetros, que cuesta aprenderse al principio, con sus largas rectas y sus «chicanes». Pero en el LM Classic hay más: el «ambiente» que recrea Patrick Peter, reuniendo los más bellos y míticos coches que escribieron hojas de la historia de las 24H, hasta 1981. Los pilotos, nuestros ídolos de antaño que todavía, para ésta ocasión, siguen enfundándose sus monos de Nomex y vuelven a protagonizar bonitas carreras. Por si esto fuera poco, las magnitudes de éste evento, cientos de cohes de carreras, coches clásicos de clubs; subastas; el Driver Club, donde comes al lado de algún piloto de los que tienes un póster en tu casa. En resumen, una ensoñación hecha realidad.
En el LM Classic he participado tres años y he ido como periodista otros tres.
Mi primer LM fue haciendo equipo con Paco Moreno, un buen amigo sevillano, en el año 2006. El coche, un Datsun 240Z Gr.4 , con el que participamos en el Plateau 6, junto a todos los monstruos como el Porsche Moby Dick, las barquetas Lola, Osella, Matra, la Inaltera del 76 que ha pilotado Henri Pescarolo, etc.
Después de unos entrenamientos diurnos, con la anécdota de rodar casi media vuelta con Jean Ragnotti pilotando el espectacular Alpine A 443, pegado a mi trasera como una lapa, sin poder adelantarme (había banderas amarillas por un accidente), tuve suerte que había un fotógrafo conocido por allí, de tal manera que tengo inmortalizado ese momento, en una preciosa foto en mi despacho. En los nocturnos, donde salió primero Paco Moreno, antes de mi relevo se empezó a calentar el motor. Cuando entré en boxes, comprobamos que teníamos una pequeña fisura en la culata.
Aún así conseguimos clasificarnos y a pesar de los esfuerzos de nuestro mecánico, media noche en vela, no pudimos salir a la carrera. Aunque fue un duro golpe, solo con haber participado y vivido el ambiente, haber estado codeándonos con algunos de nuestros ídolos como Andruet, Ragnotti, Pescarolo, Monteverde, Pearson, etc. y haber sido parte del “circo”, mereció la pena la experiencia. Además el propio viaje y la convivencia en LM que hicimos con un grupo de amigos españoles y colombianos que tomaron parte en esa edición de LM Classic: mi gran amigo Carlos de Miguel, Klaus Boher, José Mª Fernández, Miguel Arias Cañete, Eduardo Dávila y Camilo Steuer… también nos acompañaron nuestras mujeres. En fin, un grupo con el que es imposible no pasarlo fenomenal.
La segunda vez que corrí fue en 2012, esta vez el equipo lo formamos: Pablo Tarrero, dueño del coche, Carlos Beltrán, el preparador del coche, y yo. El Plateau 2, con rivales menos monstruosos que los del 6 es mas llevadero y no vas tan acojonado. El coche, un Porsche 356 Pre A de 1957, con lo cual todo era más familiar, ya que hay poca diferencia con mi 356SC con el que compito habitualmente. El equipo de mecánicos de Nou Onze hicieron un buen trabajo y conseguimos no sólo entrar en la carrera, sino conseguir un buenísimo resultado, fuimos los mejores españoles, consiguiendo la décima plaza en el índice de performance y clasificándonos cuartos por equipos.
En 2014 volvimos a repetir la experiencia de dos años antes, volviendo a inscribir el Porsche 356 Pre A, repitiendo los mismos pilotos. Otra vez todo funcionó perfectamente en el Equipo y tuvimos una carrera muy animada, peleando con varios coches, entre ellos con el Lancia Aurelia «ex-Regazzoni» de Carlos de Miguel, uno de los pilotos habituales de LM Classic, buen amigo nuestro, quien normalmente toma parte en varios Plateaus.
Otra de las cosas agradables que me ha dado Le Mans, ha sido el conocer en persona a Jo Ramirez, director del Equipo McLaren de Fórmula 1, desde principios de los años 70, hasta el 2000. Estuvimos departiendo con él en el Drivers Club y me dedicó su libro » Mi vida en la Fórmula Uno».
Las veces que he ido a Le Mans Classic como periodista, he vivido el ambiente casi con tanta intensidad como cuando he ido a participar. Siempre he tenido la suerte de vivirlo junto a los equipos de amigos que han corrido, como Carlos de Miguel, de tal manera que me he involucrado en los equipos y he tenido unos LM Classic plenos, además de poder moverme como pez en el agua por todo el circuito, incluso por donde no pueden pasar los pilotos, gracias a la acreditación de prensa de Coches Clásicos, para quien escribo y hago fotos desde que me fichó el bueno de Julio de Santiago, quien por desgracia ya no está con nosotros y desde que Iván Vicario se hizo cargo de la dirección de la mejor revista de clásicos, estoy en el Consejo Editorial.
Si alguno de los que leáis ésta crónica tenéis la mas mínima posibilidad de ir a la próxima edición de Le Mans Classic, haced un esfuerzo, nunca os arrepentiréis de ello.
Guillermo Velasco, gerente de Amazon Sport
Agradecimientos: Rawfotosport
murciélago
30 de agosto de 2016 a las 14:41Todo un lujo poder leer relatos como éste.
Muchas gracias, Sr. Velasco, por compartir con nosotros sus impresiones en un acontecimiento tan legendario como Le Mans Classic.
José M. Marti
31 de agosto de 2016 a las 13:36Muchas gracias amigo Guillermo por estos preciosos relatos sobre Lemans Clasic, se me ponen los pelos de punta. Qué suerte poder relatar estos eventos. Un abrazo
arribi
31 de agosto de 2016 a las 19:19Tal y como me está sucediendo con cada artículo que publicáis de esta serie, solo me viene una palabra a la cabeza: envidia.
José M. Marti
31 de agosto de 2016 a las 22:47Muchas gracias amigo Guillermo por estos interesantes relatos de Lemans Clasic. Qué suerte haber vibido estos eventos!!!!!. Un abrazo