Es muy difícil crear un diseño icónico y que perdure como una referencia en el tiempo generación tras generación. Y no me refiero solo en el mundo del automóvil, si no en general. En la vida diaria.

Es cierto que hay objetos que han conseguido alcanzar un estatus universal, reconocidos en y por todo el mundo como obras maestras. Me vienen a la cabeza la Chaise Lounge LC4 de Le Corbusier, la lámpara Arco de los Castiglioni o el exprimidor Juicy Salif diseñado por Philippe Starck, por citar algunos.

En el mundo del automóvil tendríamos que irnos quizá al Ferrari 250 GTO o puede que al F40 (los italianos siempre han sido especialmente buenos en esto), pero si estrechamos el círculo en torno a nuestro protagonista, en BMW también tienen uno de los diseños más logrados y atemporales del mundo del automóvil reciente: el M3 E46.

Vivir a la sombra de algo tan icónico es difícil, y no han sido pocas las críticas que algunos diseños del fabricante alemán han recibido durante los últimos años. En el caso del diseño del último BMW M2 (que por tamaño y concepto es el verdadero sucesor espiritual del M3 E46) podemos decir que fue, en general, bien aceptado por los fans de la marca.

No sabemos si en BMW «dudan» de su propio diseño, pero lo cierto es que a día de hoy la división ///M te ofrece un amplio catálogo de personalización para tu M2, con el que lo puedes convertir en algo casi único y también bastante diferente. Para bien o para mal…

Puedes ver todo el catálogo de accesorios BMW M Performance para el M2 G87 AQUÍ.

¿Recuerdas cómo de odiosos eran algunos de los productos que el Tunning dio en nuestro país a principios de los 2000? ¿Recuerdas cómo se habían llevado las cosas hasta tal sobrecarga de objetos o formas que te preguntabas «Pero por qué»?

Cuando el diseño es bueno, con poco basta, y por eso creo que no todas las opciones que BMW nos ofrece en su catálogo M Performance deberías ponérselas a tu M2, especialmente cuando aplicas una regla: «La forma sigue a la función» (Form follows function, que dicen los guiris), cuya traducción para los verdaderos quemados es: si no sirve para ir más rápido, no sirve para nada.

Afortunadamente, además de poder personalizar tu coche para que no se parezca al de tu vecino, ciertamente hay algunas que sí sirven para ir más rápido, y eso nos encanta. Eso sí, aunque la calidad y el ajuste de las piezas está al máximo nivel (es complicado que un producto «aftermarket» o no original consiga el mismo nivel de acabados), nada es barato.

Echemos un vistazo a esas cosas que están en el catálogo M Performance y analicemos, antes de probar el coche y deciros qué sí y qué no montaríamos nosotros (nuestra unidad lo equipaba prácticamente todo), cuáles son las que más nos gustan y sus precios:

Para nosotros siempre hay un par de imprescindibles: el splitter delantero, que contribuye a mejorar el flujo de aire bajo el coche y disminuir el «lift» o tendencia del morro a elevarse a altas velocidades; y el spoiler trasero, que nos recuerda ligeramente a esos «ducktail» tan de moda ahora y que genera también estabilidad a alta velocidad. Es decir, la vieja fórmula (Splitter delantero + Spoiler trasero) nunca falla.

En relación al resto de piezas, nuestra recomendación es que en vez de añadir aditamentos aerodinámicos que tienen poca influencia en el comportamiento del coche, que recurras a aquellas piezas que sustituyen materiales estándar (metal, plástico) por fibra de carbono, porque ese sí es el verdadero ahorro de peso y por tanto mejora de prestaciones (y en muchos casos estética).

Así pues, a nivel «aero» tenemos:

• Splitter delantero M Performance de fibra de carbono. 3.130 € (nos gusta)
• Embellecedor de la toma de aire M Performance de fibra de carbono
• Aditamentos de los faldones laterales M Performance de fibra de carbono
• Faldones laterales M Performance de fibra de carbono delanteros
• Faldones laterales M Performance de fibra de carbono traseros
• Tapas de los retrovisores exteriores M de fibra de carbono
• Alerón trasero M Performance de fibra de carbono
• Spoiler trasero M Performance en fibra de carbono. 720 € (nos gusta)
• Difusor trasero M Performance de fibra de carbono. 1.900 € (nos gusta)
• Alerón de borde de techo M Performance de color negro de alto brillo
• Correa de remolque M Performance. 160 € (nos gusta)
• Cubierta de antena M Performance en aramida

Ojo, porque hace un rato he hablado de «la vieja fórmula», y es que hay cosas que nunca fallan: el splitter y el spoiler son dos elementos que tienen gran influencia a alta velocidad y que para nosotros están entre las primeras cosas que modificar en un coche. ¿Las otras? Escape, llantas, suspensiones y frenos. Con esto ya tendrías un coche muy especial, sin duda más rápido que de origen y «puesto a tu gusto».

En relación a los frenos, no hay nada en el catálogo M Performance de BMW, pero no hace falta pensar mucho para dar con la solución si encontramos nuestro M2 justo en este sentido (algo que nos extrañaría).

A nivel escape, la división M Performance te ofrece 2 opciones: el escape de Titanio completo (en la foto), que reduce el peso del coche en unos nada despreciables 8 Kg, con colas dispuestas en forma trapezoidal por 7.800 € (a lo que hay que sumar un difusor específico de 1.900 €) o unas molduras para el escape en titanio/carbono por 2.050 € aprox.

Luego tenemos una suspensión roscada configurada para calle/circuito con parámetros fijos de dureza, pero con la posibilidad de regularla en altura (nos parece acertado para un uso mixto como el que propone BMW) por solo 2.130 €, que visto lo visto en nuestra prueba dinámica, es totalmente recomendable.

BMW te ofrece también la posibilidad de personalizar tus llantas, pero en esta ocasión, además de las habituales opciones con 5 tornillos, disponibles desde 1.200 € hasta unos 8.000 € en función del diseño y neumáticos escogidos, te ofrece también la opción de unas llantas forjadas con anclaje monotuerca con bujes específicos (montadas en nuestra unidad, junto a MICHELIN Pilot Sport Cup 2). La nota de prensa no especifica si son más ligeras que las de origen o no, y tan solo se hace referencia que «puedes hacer cambios de ruedas en boxes».

Lo que pasa que el precio es de 11.500 €, y aquí ya no estamos tan seguros de si para un uso convencional merece la pena, porque además sería necesario incluir la llave específica para aflojar y apretar tras el cambio, que se hace a unos nada despreciables 930 Nm (la monotuerca de Porsche está en torno a 650 Nm).

En relación a todo lo que podemos gastar con el catálogo de piezas M Performance, que no es poco, ya comentamos en su momento que no es ninguna tontería comprar el M2 más básico posible, por unos 95.000 €, prescindir del paquete M Race Track de 18.000 €, y completar con algunos componentes de este catálogo, manteniendo nuestro coche en la barrera o ligeramente por encima de los 100.000 €.

Luego tendríamos una serie de opciones de personalización de vano motor e interior que ya van a gusto de cada uno. Aquí hay para «armar» tu coche en carbono o alcántara de arriba a abajo. Nosotros solo optaríamos por la tapa de motor (1.400 €), que desgraciadamente nuestra unidad no equipaba, pero hemos visto en otras ocasiones y «da vida» cuando abres el capó; las levas en carbono para cambiar de marcha (es broma, ¡nosotros lo compraríamos con cambio manual!) y quizá alguna moldura interior.

Ahora a lo importante: ¿cómo le sienta todo esto a nuestro M2?

Si leíste nuestra última prueba sobre el BMW M2 con cambio manual (si no, puedes hacerlo aquí), recordarás que no era el coche que esperábamos, o por lo menos no al 100%. Por supuesto, era un producto de calidad excepcional, pero haciendo un resumen rápido, las principales pegas a nivel dinámico que le poníamos eran:

• Demasiado peso
• Suspensión poco progresiva al límite
• Dirección poco comunicativa y filtrada

La realidad es que, independientemente de lo que te parezca a nivel estético -nuestra unidad de prensa quizá venía un poco recargada en pos de «enseñar» todo lo que puedes ponerle al coche-, las piezas son de una calidad soberbia, y cosas que sobre catálogo no convencen mucho, en vivo son casi obligatorias.

Por ejemplo, el escape de Titanio con las tomas en situación trapezoidal junto al difusor de carbono son espectaculares en directo, y mientras que en el artículo del M2 manual que publicamos a principio de año no hacíamos referencia alguna al sonido (era un coche en general silencioso, aunque por los altavoces percibíamos claramente ese sonido artificial tan habitual hoy en día), en esta ocasión es de recibo mencionar que ahora el coche suena como esperas que suene un BMW M. Muy correcto.

Luego está el análisis a nivel dinámico, y aquí -suponemos que principalmente gracias a las nuevas suspensiones-, el coche sufre una transformación importante. Puede que no vaya mucho más duro que de serie (porque ya era un coche duro) pero definitivamente se siente no solo mucho más comunicativo con lo que pasa en la carretera, si no más predecible, rápido, efectivo y también ligero.

Tanto que, mientras que en el coche de serie criticábamos lo complicado de llevarlo «de lado» por ser un coche que «no avisaba», en esta ocasión podemos confirmar que es mucho más progresivo de reacciones, haciendo un coche no solo más rápido, sino -y esto es lo importante- más divertido.

Desde luego esta opción para nosotros es fundamental.

Quizá sea porque al rebajar la altura alteramos ligeramente las cotas de avance y caídas, pero hasta nos da la sensación que la dirección ha ganado también varios puntos enteros en el apartado comunicación con el piloto. Sigue siendo un poco «insípida» para nuestro gusto, pero al menos somos plenamente conscientes de lo que pasa debajo de las ruedas y de cuánto te acercas al límite de adherencia del neumático.

En definitiva, sabemos que ninguna de las opciones es barata, pero no pienses simplemente en lo que cuesta un trozo de fibra de carbono o un trozo de metal, piensa en que cada parte de carbono o de Titanio está específicamente diseñada para este coche. Detrás no hay sólo un proceso de fabricación con los estándares de calidad de BMW, si no horas de desarrollo en el túnel de viento, en un banco de potencia o en Nürburgring Nordschleife.

Todo para que tu M2 sea el mejor M2 que pude ser, y además puedas conducirlo por la calle con total tranquilidad.

Visto así, las cuentas empiezan a cuadrar.

Fotografías realizadas por Francisco Carvajal. Toda la galería disponible en nuestro Flickr.