Saber de coches, por ejemplo, es recordar que el International Engine of the Year ha elegido de nuevo al V8 biturbo de 3.9 l de Ferrari -el que impulsa con sus 669 cv a los Ferrari 488 GTB y Spider (1)- como el mejor motor del año en el mundo.
Pero, pienso yo, un coche es mucho más, muchísimo más, que un motor que incluye en su precio a lo demás como propina, como dijo un famoso fabricante de coches deportivos.
Así es que quien de verdad aprecia el automóvil, también ha de conocer otras cosas, tales como que el automóvil es el responsable del 10 % de nuestro PIB, o del 9 % del empleo de este país o del 20 % de nuestras exportaciones.
Tampoco cabe olvidar que aportaron a nuestra Hacienda estos buenos amigos 26.600 millones de euros en 2016, procedentes de diversos impuestos, millonada que, si consultáis los Presupuestos Generales del Estado, veréis que llega para pagar todo el paro laboral de 2016 o todas las jubilaciones por incapacidad para el trabajo del año pasado, sumándole los gastos de Defensa y Administración de Justicia (1).
Sigo reparando en cifras que nos ayuden a objetivar nuestra afición, para deciros que el parque de vehículos español se cifró en 2016 en 30.366.603 unidades, de las que el 75 % eran automóviles, en contraposición a los datos de nuestro parque entre 1953 y 1963, años en los cuales cada 12 meses se matriculaban más motos que coches en España. Ello era así, no porque los españoles fuéramos moteros empedernidos, sino porque el desembolso necesario para la adquisición de este tipo de vehículos era el más acorde con nuestra RPC de entonces, entre 15 y 45.000 pesetas, pues el coche más asequible, Goggomobil aparte, era el Seat 600 que, tras más de un año de espera, sin elegir color, sin extras, sin admitir entrega de coche a cambio y sin el más mínimo regateo, no bajaba en su precio de las 75.000 pesetas en carretera (2).
Ello implicó que nuestro parque de vehículos desde 1956 a 1967 fuera constituido mayoritariamente por motocicletas o que, en otros términos, hace ahora 50 años, dentro de la cifra global de 3.147.868 vehículos que circulaban por nuestras carreteras, la marca mayoritaria era Seat, totalizando el 50% de los automóviles circulantes, siendo solo un 5 % de todos ellos vehículos de fabricación no nacional y circulando con gasoil prácticamente sólo algunos taxistas, que no todos, y eso que Seat ya ofrecía entonces un Seat 1500 con motor Mercedes diesel.
Siguiendo con nuestros más de 30 millones de vehículos circulantes en nuestros días, es bueno saber que el 65% de ellos tienen más de 10 años de antigüedad, con todo lo que ello supone de merma de la seguridad activa y pasiva de estos vehículos (3). Tal hecho permite reflexionar cómo bajaría la mortalidad viaria con un parque menos añoso, compuesto por coches dotados de los últimos adelantos en materia de seguridad y conservados con menores kilometrajes a sus espaldas, todo ello sin olvidar el estado de muchos de ellos, hasta el extremo de ser rechazados en las ITV.
Este parque nuestro hoy se compone fundamentalmente de las siguientes marcas: Renault, Citroen, Seat, Peugeot, Ford, Opel y Volkswagen, seguidas por marcas importadas como Audi, Mercedes y Toyota, figurando el BMW serie 3 como el importado más frecuente y totalizando dicha serie 3 más del 50% de todos los BMW que circulan matriculados en España.
Los modelos más habituales entre esos 30 millones de vehículos son el Seat Ibiza, el Renault Megane, el Ford Focus y el Volkswagen Golf, todos ellos considerados en todas sus versiones y variantes.
Siguiendo con cifras, he de decir que en 2016 se vendieron en España 1.147.007 automóviles, de modo que nuestro país fue el quinto mercado europeo tras Alemania, Inglaterra, Italia y Francia, siguiéndole Bélgica y habiendo quedado Renault como la marca más matriculada, el Citroen C 4 como el modelo más frecuente y Toyota como la marca importada con más ventas en nuestro mercado (4).
Sin embargo, el mayor vendedor a nivel europeo fue Volkswagen y su modelo Golf el más comprado.
España, que es el 16 PIB mundial (5), figura como el octavo fabricante del mundo haciendo automóviles, pues los 2.307.391 que fabricó en 2016 lo colocan como octavo productor mundial, detrás de China, USA, Japón, Alemania, Corea del Sur, India y México(6), pero por delante de Francia, Italia o Inglaterra.
Por supuesto, más del 85 % de los coches que fabricamos son exportados, con lo que ello implica para nuestra balanza comercial, y ahí está el caso de Citroen, en donde la mayor parte de su cifra total de unidades fabricadas en 2016 – 1.140.000 – procede de España, de Vigo y de Madrid, siendo, por otra parte Castilla León la autonomía que fabrica el mayor porcentaje de nuestros coches, seguida de Cataluña y de Galicia.
Mirando el lado más desagradable de nuestros amigos, he de reconocer que el año 2016 terminó con 1.135 muertes derivadas de accidentes de tráfico (6).
Considera la OMS que una de cada tres muertes en el mundo por esta causa se debe a velocidad excesiva, reconociendo esa Organización una mortalidad viaria a Europa de 9,3 por cada 100.000 habitantes, de 27 a África y de 16 por cada 100.000 a América; ello significa que a mayor pobreza más alta es también la siniestralidad viaria, pues las condiciones socioeconómicas, culturales y sanitarias explican tales cifras, triplicando por ejemplo las africanas a las europeas. Por ello conviene matizar el número de decesos por accidentes de tráfico en nuestro país (7).
Para ello nada mejor que el recurso al INE por vía telemática, donde encontramos datos como que el tabaco es el responsable de más de 50.000 muertes anuales en nuestro país, o sea, que una sustancia de consumo voluntario multiplica por casi 40 la siniestralidad derivada del 90 % de nuestros desplazamientos realizados gracias a automóviles y autobuses, y motivados en su mayor medida por causas justificadas, obligadas, por decirlo de alguna manera.
Más en detalle, y siguiendo con el INE, sabemos que en la España de 2015, donde murieron en accidentes de tráfico menos de 1.200 personas (y vaya por delante que una es ya demasiado, pues los accidentes son evitables por definición,) la cifra total de fallecimientos en nuestro país fue de 422.568 personas.
En otras palabras, obtened vosotros mismos ese porcentaje de muertes en carretera, que no llega al 1 % de todas las defunciones, aun siendo excesiva cualquier cifra que rebase el cero. Como veis, eso de las tres ces: corazón, cáncer y carretera es una absoluta falsedad.
Más aún, 124.197 fueron las personas muertas en ese año 2015 por causas cardiovasculares, cifra en la que tal vez cabría hacer una adenda computando el número de aquellas otras que tras un infarto o un ictus lograron salvar la vida gracias a haber sido trasladadas rápidamente en un automóvil al Hospital. Los fallecimientos por causa tumoral fueron 111.381, y 15.179 por lo que llamamos los médicos causas externas, o sea, por este orden estadístico: suicidios, caídas, ahogamientos… y accidentes de tráfico (me cabe la duda de cuantos suicidas figuran como muertes por causa del tráfico).
Fuentes: INE, Eurostat
Como veis, saber es conocer, conocer es comprender y comprender es amar, querer a esos amigos nuestros que tan útiles nos son y que tanto placer nos proporcionan… Y es por eso que a mí me gusta afirmar siempre que todos los coches van al Cielo.
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
Referencias bibliográficas
- Motor 16 nº 1704 muestra los datos relativos a las cifras más recientes de nuestro automóvil y también sobre el mejor motor de 2017, así como EVO en su º 23.
- Estadísticas de transportes (1950-1977) del Ministerio de Transportes y Comunicaciones proporciona datos sobre la automoción de aquellos días, cuando había más automóviles por habitante en Cuba que en España, en los años 50.
- Motor 16 nº 1699 describe la composición actual de nuestro parque de automóviles, dato que proporciona también el nº 202 de Autofácil.
- Motor 16 nº 1692 y 1693 explicitan las ventas españolas de automóviles en 2016 y expresan cifras relativas a su volumen de fabricación.
Luis
27 de julio de 2017 a las 19:41Lo primero de todo ya está mal, por lo que no se puede presumir que sabes de algo cuando el primer dato que pones es erróneo. El motor del Ferrari 488 GTB es un 3.9 Litros no un 3.6.
ramon
27 de julio de 2017 a las 22:48Me acaban de hacer ver un error en la cilindrada del Ferrari 488 pues ésta es de 3902 cc.
Mis disculpas.
Macario
28 de julio de 2017 a las 09:56@Luis
Que comentario tan irrelevante. Mejor lees el artículo, que es de 10 (9,5 por el gazapo de la cilindrada), y después ya comentas.
ramon
28 de julio de 2017 a las 11:04Gracias, Luis, por señalarme un dato errado, dato que saqué tal cual de la página 53 del n.1704 de Motor 16 de 4 de julio de este año y dato que no verifiqué pues no era de Ferrari de lo que realmente quería hablar.
Gracias, Macario por entender lo que yo quiero decir: que no se le hace al automóvil la justicia debida, que se le demoniza y que, por lo tanto, sus amigos debemos defenderlo con datos que lo ponen en el privilegiado lugar que le corresponde por sus muchísimos méritos.
indeciso
28 de julio de 2017 a las 14:17Gran artículo a modo de recopilatorio Ramón.
Quizás faltaría añadir el coste de las afecciones que las emisiones nocivas del automóvil producen sobre la sociedad.
No es algo fácil de medir pues una enfermedad respiratoria (o de otra índole) es difícilmente achacable a la polución como único factor.
Por cierto, dato curiosísimo el de las matriculaciones de motos y coches a mitad de siglo.
Gracias.
ramon
28 de julio de 2017 a las 15:12Gracias, Indeciso.
Lo de las motos es chocante, eran el utilitario de entonces.
Efectivamente, como médico que soy, el tema de la contaminación me preocupa mucho, máxime porque pienso que lo magnifican.
Lo que pasa es que, de momento, no tengo suficientes datos recientes para referirme al tema, pero estoy en ello.
Deivid Torrepower
28 de julio de 2017 a las 17:46Muy buen artículo.
Y es muy cierto que el coche está demonizado a mas no poder. Como es la parte mas visible, parece que es la única y principal causa de todos los males (Polución y mortalidad) El automóvil está muy lejos se ser el principal culpable de esto y sin embargo es punta de lanza.
Puestos a contaminar, cualquier buque de carga se «bebe» varias decenas de toneladas de combustible al día. Por ejemplo, con lo que traga un Majestic (el mercante mas grande del mundo) en un día, da para que un coche recorra mas de 1.250.000 km. Como muestra, un botón:
https://www.motorpasion.com/coches-hibridos-alternativos/los-15-barcos-mercantes-mas-grandes-del-mundo-contaminan-lo-que-760-millones-de-coches
Vaya por delante que esto es generalizar mucho ya que solo doy un dato muy parcial y dejo de lado que sí, que, por ejemplo el coche tiene buena parte del impacto en las nubes de contaminación de las ciudades (Tienen mucho mas las industrias en los grandes polígonos [vease como en Pekin cierran las fábricas por encima del tráfico rodado cuando quieren restringir la contaminación]) o que cualquier muerto es inaceptable (aunque la mitad de esas muertes al volante sean por ir bebido o drogado… pero la culpa para el coche)
Evidentemente no sugiero cerrar las fábricas o abortar el transporte (y si, si sugiero retirar el carné de por vida a cualquiera a quien pillen bebido o drogado desde la primera vez), si no que destaco la injusta criminalización que se le da al automóvil cuando real y comparativamente no es así (intereses creados que hay detrás de ello, claro está)
Que no es por exagerar, pero ya que se exagera lo malo malísimo que es coche, con las mismas armas los que somos amigos del automóvil podremos defendernos.
Saludos!
ramon
28 de julio de 2017 a las 17:53David, muchísimas gracias por tus «15 barcos que contaminan más que 760 millones de coches».
Estoy recopilando datos sobre ello y me viene muy bien este link.
Por lo demás, no puedo estar más de acuerdo contigo y por eso pienso que saber de coches es mucho más que saberse todos los Porsches, y querer a los coches, también.
Andy_Cupra
1 de agosto de 2017 a las 02:58Qué pasada de artículo Ramón, como siempre fantástico con el lenguaje y los datos. Siempre es un gustazo poderos leer para no dejar de aprender, para saber, comprender y nunca dejar de amar a los coches (me encantan y así será hasta el día de mi partida).-
ramon
1 de agosto de 2017 a las 20:13Gracias, Andy, por los ánimos que das.
Con gente como tú hay que escribir más y mejor.