¿Qué podíamos esperar de un nuevo RS? Ya teníamos ganas de volver a sentir las sensaciones que nos proporcionan estas máquinas que marcan el techo de los modelos Audi. Para esta vez, ni más ni menos que 580cV en un motor V10 Biturbo. Son este tipo de detalles los que hacen que, sin saber el porqué, te des varias vueltas alrededor del coche buscando un toque de tranquilidad antes de ponerte a los mandos.
He de decir que mis expectativas ante esta prueba se habían visto mermadas por prejuicios y opiniones previas. Sí, es un coche potente, pero… ¿y el peso?, ¿el tamaño?, ¿será ágil? ¿El cambio de marchas Tiptronic estará a la altura de semejante motor? Intentaremos desvelaros qué tal fue todo…
Antes de ponernos en acción, nos dimos esa “vuelta tranquilizadora”: los pasos de rueda ensanchados (esta vez de una manera anguliforme en lugar de las formas redondeadas del anterior RS 6) pueden albergar unas preciosas llantas color titanio de 20” que dejan entrever las pinzas RS mordiendo descomunales discos de freno (en este caso metálicos, pero cerámicos en opción). Se trata de un RS 6 sedan con pack negro que incluye calandra delantera y colas de escape en negro. Muy Racing.
Pero ésta no es la unidad que vamos a probar. Todavía estábamos analizando el coche de exposición cuando apareció por la puerta de la cochera, en manos de un conductor de Audi, la unidad a probar… En este caso, se trata de un RS 6 color plata, Avant, y con llantas de serie.
Previamente a nuestra prueba dinámica, nuestro conductor de Audi nos lleva a la zona de prueba acotada que consistirá en un tramo de autopista seguido de una nacional finalizando con un tramo de montaña revirado de 15 km, para probar el comportamiento general del coche. Mientras llegamos a la zona acordada y nos ponemos al volante de la bestia, que hasta el momento no ha demostrado más que suavidad y comodidad para conductor y acompañantes, cualquier signo de brutalidad ha brillado por su ausencia. Ni siquiera las aceleraciones a ralentí en los semáforos son capaces de provocarnos una subida de adrenalina, no parece que llevemos casi 600cV por delante.
Antes de empezar nuestra ruta particular, nos hemos dado cuenta que los turbos cargan prontísimo. El RS 6 presenta en la pantalla principal del cuadro un gráfico en forma de barra donde vemos la presión a la que soplan los turbos. Lo primero que notamos es mucha fuerza en bajas gracias a los turbos de bajo soplado pero, tal y como intuíamos, desgraciadamente sentimos poca sensación de patada según aumentamos las revoluciones con el pedal a fondo. El RS 6 es una locomotora de par constante que impresiona por su interminable aceleración pero no por su violencia. Antes de exigir el resto, no dudamos en ajustar la suspensión en modo sport, la más firme de todas las opciones que, sin duda, nos hará falta.
De no ser por el carbono que nos envuelve y las insignias RS 6, no eres consciente de qué tipo de máquina estas llevando hasta que pisas el acelerador. Las reacciones son suaves, los cambios de marcha casi inapreciables, pero todo esto no ocurre hasta momento en el que decides que el V10 biturbo cobre vida. Es a partir de la segunda mitad del acelerador cuando las cosas empiezan a parecer que van rápido, pero de modo extraño.
Sí, es ahí cuando empiezas a notar que el V10 turboalimentado empieza a “hacer algo”, pero te das cuenta de que sólo es una sensación tuya en la atmósfera del RS. Ya que, si miras hacia fuera, entre el tráfico eres un misil. No vas rápido, vas increíblemente rápido, ya que parece que los demás vayan apartándose porque hayan pinchado sus neumáticos. Debido a la facilidad con la que el RS 6 se “come” la velocidad, parece que el coche no tenga 580cV y 2100 Kg, sino que sean 500cV y 1800 Kg.
A medida que la velocidad aumenta, las marchas se suceden una tras otra sin apenas ser consciente de los cambios. Así, podemos comprobar que el convertidor de par funciona muy bien en modo automático, aunque de esta manera no sabemos si se trata de un cambio exacto y rápido como este coche se merece. Cambiamos la palanca a manual para probar a fondo las excelencias de este Tiptronic modificado. Llevando las marchas en modo manual es cuando notas realmente que, aun siendo muy rápido, hay cierto retraso al engranar las marchas hacia arriba, algo que no suele gustar en un coche de estas características. Pero el funcionamiento del motor en general, su empuje y sonido en altas hace que obvies este detalle. Sin darnos cuenta podríamos estar rodando a unas velocidades ilegales para tramos abiertos y la aceleración sigue sin pausa pasados los 200 km/h: ¡parece que no tiene fin! La comodidad y facilidad de avance a medida que aumentamos velocidad es espectacular.
Turno para los frenos: soltamos el acelerador y pisamos con decisión el freno. La sensación al forzar el freno es la misma que tendríamos si hubiéramos tirado un ancla desde el portón trasero. El RS 6 frena ostentosamente más que acelera, y esto es mucho frenar. Ayudado por la reducción de marcha, hace que te olvides de que llevas un misil de más de dos toneladas frenando sin pausa y noblemente. No existe ningún atisbo de desestabilización de dirección, ni siquiera siendo exigente con ellos llevando el volante girado en las curvas.
Sorprendentemente, las reducciones de marcha son infinitamente más rápidas que cuando usábamos el Tiptronic para subir marchas. En este caso, podrías olvidar que usas un convertidor de par. Además, las reducciones vienen acompañadas por un sonido de escape que enamora, invitando reducir constantemente para escucharlo.
Al sacar el coche del tramo de prueba rápido y dirigirnos hacia la nacional acotada, es cuando el peso empieza a tener importancia. El coche se desenvuelve bastante bien en curvas rápidas, gracias a la nueva amortiguación DRC ajustable en dureza que estrena este modelo. La capacidad de aceleración y recuperación hace que las continuas reducciones y aceleraciones para avanzar en las curvas se hagan agradables y, en el límite, adictivas.
Llegando al tramo de montaña revirado para enfrentarnos a curvas lentas, la agilidad queda mermada a causa del peso y tamaño del coche. En conducción rápida, es curioso cómo se coloca el coche al meter el morro al interior de la curva y dar gas: el eje trasero contrarresta de un golpe el subviraje redondeando la curva y esbozándose una gran sonrisa en la cara del conductor. En cambio, si pretendes ser un poco más ambicioso y quieres buscar realmente dónde está el límite del chasis, el RS 6 es capaz de aguantar decentemente un primer apoyo brusco con el tren trasero sin llegar a balancear fuerte; pero devuelve la jugada al eje delantero y, más en concreto, a la rueda delantera exterior, haciéndola sufrir como no lo haya visto en ningún coche. Aun así, cuando echas un ojo por el retrovisor, o giras el cuello y ves dónde acaba el RS 6, te sorprende lo bien que se desenvuelve un coche de este tamaño en cualquier tipo de carretera, aun dejando patente que la montaña no es el mejor aliado del RS 6.
Como conclusión, me atrevería a decir que Audi ha creado la máquina perfecta devora kilómetros para las Autobhans alemanas y, aun así, es capaz de defenderse en las carreteras ratoneras a un nivel más que digno. Sólo nos queda la prueba de fuego en circuito… ¿llegará?
Por último, no nos podemos olvidar de mostrar nuestro agradecimiento a Audi Forum Madrid y, en especial, a Johan Sáenz por su amabilidad y buen hacer; gracias a él ha sido posible esta prueba.
Este artículo ha sido realizado en colaboración por The Finch y Juan. El resultado es lo que habéis leido, dos mejor que uno.
Extra lap 1: Quizá nos subimos al coche equivocado.
Extra lap 2: Siguiendo la broma de los coches verdes… ¿el próximo?
Jaime
16 de junio de 2009 a las 00:03PEPINO. Si tenéis intención de probar el nuevo RS (que veo que si, jeje) estaría bien que lo compararais con el modelo anterior y así ver los resultados.
Impresionante, como siempre.
Jaime
16 de junio de 2009 a las 00:03Por cierto me refiero al Focus en mi comentario.
drunken_clam
16 de junio de 2009 a las 02:51Leyéndo la prueba, me acordaba de otras reviews sobre el RS6, y veía que la sensación general es coincidente, un coche con un empuje increible que sigue y sigue acelerando incluso a velocidades desorbitadas. De la misma forma, es notable y bastante la diferencia al transmitir las sensaciones, habéis sabido contar qué es lo que en realidad se siente al acelerar en autovía con un RS6.
Una cosa en la que piensas a mitad de la prueba, y es ciertamente relevante, es que si de verdad quieres saber lo bueno o malo que es un turboalimentado cortando a 6500 rpms moviendo un tracción integral de dos toneladas de peso con suspensión magnética en carrocería familiar, lo mejor que puedes hacer es dejárselo a los chicos de 8000vueltas.com, de filosofía totalmente contraria. Y parece que va pasando la prueba, ¿no?
Benditos twin-turbos, extrasensorial tiene que ser la sensación del empuje de dos turbos en paralelo alimentando un V10, y horrible debe de ser la de saber que la presión de soplado es en realidad bastante baja, y que simplemente apretándolo un poco más hay tantos preparadores que sacan +700cv. No me moriré sin probar un MTM RS6-R.
Tengo una pregunta que me carcome la cabeza. Ahora, es bastante dura de responder. Costaría un par de días recapacitando, y aún así sería complicada. Creo que mejor os la mando al correo.
PD: (Fotos) Conduciendo en ciudad con el laptimer puesto, indicador de presión de soplado y la temperatura de aceite, toda una declaración de intenciones. ¿Qué se te pasa por la cabeza, corazón y estómago, en una situación como la fotografiada, con el V10 TFSI a 5500 rpms, 103 ºC el aceite… y al máximo de soplado de los turbos?
Juan Lasheras
16 de junio de 2009 a las 12:41@durnken_dam
ja ja ja, no me había fijado en lo de la presión del turbo, pero es un detalle cojonudo, pensaba que era la típica foto a velocidad constante pero no, no en 8000vueltas.com.
Por otro lado, os habeis fijado en la diferencia de temperaturas de neumáticos entre el tren delantero y el trasero? con tanto peso delante en un circuito a nada que te pases un poco las ruedas delanteras empizan a deslizar como animales. Digo yo que habrá que comprobarlo…para estar seguros vamos, no por lujuria : )
Muy bueno, como siempre, pero me quedo con ganas de más…
Salu2
jmt46
16 de junio de 2009 a las 13:54precisamente ayer estuve al lado del concesionario y no me fije mucho en lo que tenian, peor siempre suelen tener lo ultimo de Audi…
Muy buena prueba! todo era bastante predecible pero aun asi yo me quedo con un M5 touring que si que es de 8000 vueltas ;)
javirex
16 de junio de 2009 a las 20:21Increible prueba, con una gramática y descripción con todo lujo de detalles, gracias por compartirla Finch.
Borjal84
16 de junio de 2009 a las 23:03Mucho mejor el V10 atmosférico del R8, que el pesado RS6.
Juanako
19 de junio de 2009 a las 21:47La verdad que el coche tiene una pinta estupenda, pero es lógico que tenga algún kilito de más; pero seguro que en comodidad es una maravilla.
8000vueltas.com cumple tres años - 8000vueltas.com
17 de marzo de 2010 a las 01:35[…] los demás? Pues tampoco se han quedado cortos: Audi RS 6, el nuevo BMW z4 35i, la prueba homenaje al Honda […]
Te estás haciendo viejo, y gordo (va de berlinas deportivas) – 8000vueltas.com
20 de enero de 2015 a las 14:48[…] del M5 te parece excesivo con 507 caballos, no sé qué pensarás del RS 6 V10 biturbo que 3 años después le dio Audi como respuesta, con 580 caballos. Para este motor […]