Henry Ford II, el patrón del segundo fabricante mundial de aquellos días, intentaba en los años sesenta añadir un marchamo deportivo a los coches que llevaban su nombre, quizás demasiado útiles y utilitarios, cuyas ventas tendrían mucho que ganar con una vitola de deportividad.
Para tal cometido Ford lanzó en la primavera de 1964 un bello coche de aires deportivos, el Ford Mustang, y un verdadero deportivo, el Ford GT 40.
El GT 40 se midió en el más prestigioso circuito europeo contra Ferrari y así fue que entró el primero en las 24 horas de Le Mans en 1966, 1967, 1968 y 1969, hazaña que contribuyó a colocar a Ford en el podio del automovilismo mundial a la altura de Ferrari, Mercedes o Aston Martin en cuanto a méritos deportivos. Más aún, Ford pretendió comprar Ferrari, y no anduvo lejos de ello, si bien el comendatore Ferrari prefirió a última hora unir su marca a la galaxia Fiat.
Así las cosas, vistas las ganas de hazañas deportivas de Mr. Ford, un avispado argentino fabricante de automóviles deportivos, afincado en Italia, Alessandro de Tomaso, encontró en el Sr. Ford un interlocutor interesado, dispuesto a ceder sus motorizaciones más aguerridas a un fabricante como él que ya había puesto en el mercado desde 1959 deportivos como la berlinetta Vallelunga y el bellísimo e imperfecto Mangusta, en el que la hermosa escultura diseñada por Giugiaro y movida por un potente motor Ford no se veía secundada por un chasis en congruencia.
El Mangusta tenía en gestación un sucesor, el Pantera, diseñado esta vez por Tom Tjaarda. Dicho Pantera dispuso desde el primer momento – vistas las circunstancias antes descritas- de un poderoso motor Ford y, lo que es más, de una red de distribución en USA, la de las marcas Mercury y Lincoln, dispuesta a vender Panteras en aquel mercado que entonces era el principal mercado mundial, habiendo firmado para ello Ford y DeTomaso un acuerdo en septiembre de 1969, en virtud del cual el americano se hacía con el 80 % de De Tomaso y el 100 % del carrocero Ghia, propiedad de De Tomaso desde 1967.
El Pantera, que sería el más difundido de los deportivos de De Tomaso, fue presentado en el Salón de Nueva York de abril de 1970, destacando su carrocería fabricada por Vignale según el diseño de Tjaarda y ensamblada en Módena, así como su chasis autoportante y su motor trasero central, un V8 Ford de 5769 cc que daba 310 cv.
Su fabricante lo presentaba a sus potenciales compradores, en su mayoría radicados en USA, en un catalogo ilustrado por un ejemplar amarillo que posaba ante la romana fontana de Trevi, y lo describía como “Pantera by de Tomaso, imported for Lincoln-Mercury”, destacando en su gestación la aportación del carrocero Ghia y sintetizando su descripción en esta frase: “verdaderamente una creación internacional concienzudamente construida en limitada cantidad e importada para un selecto número de conocedores americanos”.
En dicho catálogo se reproducían sus características principales, que eran éstas:
- Motor Ford Cleveland 351 de 5750 cc de 8 cilindros en V, colocado en posición central, con carburador cuádruple y tasa de compresión de 11:1, entregando 310 cv sae a 5400 rpm.
- Caja de cambios ZF de 5 velocidades.
- Frenos de disco Girling asistidos en las 4 ruedas.
- Suspensión de 4 ruedas independientes.
- Dirección de cremallera.
- Dimensiones: 427 cm de largo, 183 de ancho y 110 de alto.Peso de 1330 kg.
Su equipo incluía faros de yodo, radio estéreo, iluminación del compartimento del motor y aire acondicionado en opción, lo que en su época era lo habitual.
El Pantera, ahora denominado Pantera L, dispuso en 1972 del añadido de una versión GTS de 350 cv y de otra decididamente dedicada a la competición, el GT 4 de 500 cv de potencia. En 1973 el Pantera pasó a 330 cv y su patrón compró dos marcas motociclísticas, Benelli y Guzzi. No obstante ese año de 1973 -el año de la crisis energética- fue nefasto para el Pantera, pues de los 2.718 fabricados en 1972 bajó a 196 construidos en 1974, año en el cual Ford y De Tomaso se separan pues al americano ya no le interesaba un caro y voraz deportivo por muchas que fueran sus prestaciones y su presencia.
De Tomaso Pantera GT4
Con todo, en 1975, cuando iban fabricados 5262 Pantera, su fabricante De Tomaso adquirió Maserati, que acababa de ser liquidada por Citroen, la cual, a su vez, había caído en manos de la calvinista Peugeot, nada amante de fantasías, adquiriendo al año siguiente Innocenti, y al antiguo fabricante de los Isetta y de los Iso Rivolta.
La producción de los Pantera siguió decayendo en años sucesivos, privada del patrocinio de Ford y del mercado USA, hasta el extremo de que en 1988 se fabricaba uno cada semana y en todo 1989 sólo se construían 24. Sin embargo, en el salón de Turín de 1990 un Pantera volvió a ser noticia, pues un excepcional estilista, Gandini -el creador del Lamborghini Miura y del Citroen BX- retocó su línea y la dotó de un alerón trasero, contando desde 1991 este Pantera II o Pantera 200, con el añadido de una versión Targa.
Motor 16 en su revista del 20 de abril de 1991 se hacía eco del nuevo De Tomaso Pantera con estas palabras: “Tiene 21 años y sigue tan campante”, describiéndolo en estos términos:
“Hace 21 años Lee Iacocca y Alejandro de Tomaso crearon el Pantera como réplica de Ford a Ferrari. Desde entonces la historia de este coche ha sido tan tumultuosa como impresionante. Iacocca era el máximo ejecutivo de Ford y quiso hacer realidad un supercoche de altas prestaciones a través de De Tomaso. Los planes de Iacocca rayaban en la megalomanía, quería hacer 5000 coches al año. Su posición en Ford pendía de un hilo y el proyecto del Pantera desencadenó su caída, proyecto que se replegó a Módena, donde se fabricó en serie limitada y donde los 38 empleados de De Tomaso construyeron en 1990 casi 40 unidades. Hoy Alejandro de Tomaso tiene depositada su esperanza en este modelo, el único que lleva su nombre, no en vano ha sido retocado por Gandini que ha puesto al día las líneas que creara Tjaarda. El De Tomaso es el vivo ejemplo de la artesanía italiana, las carrocerías son producidas por Embo en Turín desde donde llegan a Módena para acoplar un motor de V8 procedente del Ford Mustang. En el próximo salón de Barcelona de 1991 se comercializará a un precio aproximado de 22 millones de pesetas el coche que se ha convertido en un clásico y es junto con el 911 el único deportivo mayor de edad que sobrevive en Europa”.
El catálogo del nuevo Pantera, ilustrado por un ejemplar en color rojo bronce y sin el menor comentario, reproducía sus características fundamentales, destacando que se trataba de una berlinetta monocasco de 2 plazas con un motor V 8 de 4942 cc que daba 247,5 cv a 5000 rpm. Destacaba también la presencia de diferencial autoblocante y sus nuevas dimensiones, ahora 4,365 m de largo, 1,980 de ancho y los mismos 1,100 de alto. Sus neumáticos eran de 235 en llantas de 17 pulgadas delante y de 335 detrás y en su dotación había cuero, cuadro de madera, asientos de competición, climatizador, cristales y retrovisores eléctricos, lo que objetivaba un Pantera menos veloz, más grande y más cuidado en su equipo.
En los 90 continuó la decadencia del Pantera, de modo que en 1995 ya sólo se vendía a demanda expresa y en el año 1996 su producción constaba como suspendida en el Numéro Catalogue de la Revue Automobile de 1996, tras 7.260 ejemplares construidos entre 1970 y 1995, de los que solo en USA se vendieron entre 1972 y 1974 6.091 unidades según unas fuentes, o 5.233 según otras, no sin que sus dueños se quejaran de problemas eléctricos y de calentamiento del motor.
El Pantera, sin las letras de nobleza que conferían nombres como Ferrari, Jaguar o Maserati, había seguido la senda inaugurada por fabricantes ingleses en los años 30 como Jensen o Allard , motorizando al igual que ellos sus productos con motores potentes provenientes de USA, aunque estas mecánicas compartieran capot con berlinas nada deportivas llamadas Ford o Chevrolet. De ese modo, De Tomaso -como Iso, que consiguió motores de Chevrolet para sus Iso Rivolta y Griffo- no tuvo empacho en hacer uso de los caballos de Ford, aunque no tuvieran el mismo pedigrí que los aristocráticos equinos de Ferrari o de Jaguar.
Con motor prestado, el De Tomaso Pantera se situó en el mercado suizo de 1971 tasado en 49.000 FS, lo que situaba sus 310 cv un 20 % más caros que los 180 de un 911 S, o a 7000 francos del Iso Rivolta Lele con 300 cv de origen Chevrolet, o a 12.000 del más barato de los Maserati, el México 4200 GT dueño de 290, o bien sólo 3 000 francos por encima de un Lamborghini Urraco P 250, pero lejos de los 66.00 francos de un Ferrari Daytona de 344 cv, doblando casi el precio de uno de los últimos Jaguar E 4.2, cuyo 6 cilindros daba 269 cv.
La prensa de los primeros setenta rápidamente se ocupó del Pantera y así se podía leer en el nº 720 de Autopista del 25 de enero de 1972 lo siguiente sobre el De Tomaso Pantera, todo según prueba realizada por L’Auto-Journal:
“Destinado a USA con motor Ford pocos puntos negros se le pueden encontrar, aparte su consumo y su estética discutible (sí, sí, eso escribieron). La mecánica está bien conseguida con su motor central transversal y su cambio ZF de 5 velocidades. El comportamiento es plenamente satisfactorio para un coche de esta envergadura, con un buen promedio en circuito y en slalom que corresponde a unas exigencias de conducción sin complicaciones”.
En esa misma prueba se cronometraba al Pantera a 221 km/h, velocidad que superaban el Porsche 911 S, cronometrado a 224 km/h, el Jaguar E V 12 que había llegado a los 234 y el Ferrari Daytona que había alcanzado en esa prueba comparativa los 259 km/h de velocidad máxima. El km parado lo hacía el Pantera en 28 segundos, empatando con el 911 S pero concediendo 1/5 de segundo al E V 12 y casi dos segundos al Daytona. En esa misma prueba el Pantera se descolgaba con un pantagruélico consumo de 29,8 litros cada 100 km, que eran 16,6 en el caso de un 911 S y 25,1 tratándose de un Daytona.
Por su parte, los ingleses de Autocar probaron el De Tomaso Pantera y titularon su prueba “¿Un sucesor para el Fod GT 40 MK III?, definiendo a este automóvil de la siguiente manera: “Soberbio estilo y demoledoras performances a un precio realista. Algunas economías en equipo y acabado. Buen manejo, excepto al límite, en mojado. Decepcionantes frenos y pobre visibilidad hacia atrás. Espacioso maletero”. En esa veterana revista se cronometró al Pantera nada menos que a 256 km/h, superando a competidores como el Jaguar E V 12 o el Jensen SP.
En la revista Motor el De Tomaso Pantera se acreditaba como un coche muy estable, de grandes capacidades velocísticas, con una excelente caja de cambios y un interior confortable y amplio, siendo sus defectos su embrague extremadamente duro, su limitada visibilidad tres cuartos trasera y su escasa calefacción y ventilación. La unidad probada en Motor no era tan rápida como la de Autocar, alcanzando una velocidad máxima de 221,8 km/h, claro que se conformó con un consumo medio de 25 litros cada 100 km.
En la práctica, hay que decir que los De Tomaso Pantera que hoy aún estén vivos tienen su mayor enemigo en la corrosión de sus carrocerías y en sus deficientes circuitos eléctricos, no así en sus sólidos motores, robustos y de fácil entretenimiento, de los que se puede sacar más potencia, si bien la refrigeración y las juntas de culata son mejorables; las cajas de cambios no son eternas y las piezas son fáciles de encontrar a través de los clubs de aficionados a la marca.
Bibliografía consultada
- La evolución del modelo se siguió en los sucesivos números de la Revue Automobile Suisse desde 1971 a 1996, de cuyo número de 1971 proceden los precios del De Tomaso Pantera y de su competencia en 1971.
- Las cifras de producción proceden de Rétroviseur nº 187 y del Standard Catalog of Importerd cars 1946-1990.
- Los nos 123 de Ruoteclassiche, 187 de Rétroviseur y 199 de Autoretro también fueron consultados para seguir el nacimiento y la evolución del modelo, así como la historia de su esforzado fabricante, Alejandro de Tomaso, un acaudalado argentino muy aficionado al automóvil que políticamente discrepaba de otro aficionado al automóvil, el general Perón, por lo cual se marchó a Italia, país donde fabricó coches desde 1959 y en el que compró empresas fabricantes de motos y de automóviles, falleciendo allí en mayo de 2003.
- Las pruebas aludidas proceden del nº 720 de Autopista, que la reprodujo del nº
- 19 de 1972 de L’Auto-Journal, de Road Tests Book Exotic Cars de Autocar y de Road tests 1972 de Motor.
- La descripción del De Tomaso II está tomada del nº 391 de Motor 16, donde consta su enorme precio, pues en aquellos días tanto dinero doblaba el de un Jaguar XJR S 6.0, superaba al más caro de los Porsche, el 928 S 4, que no llegaba a los 15 millones de pesetas como no llegaba a los 20 un Rolls Royce Silver Spirit, siendo solo rebasado el De TomasoPantera II por los más de 29 millones que valía un Ferrari Testarossa.
- Las características generales del Pantera están tomadas de los catálogos de 1971 y de 1991.
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
Jorge Azcoitia
26 de febrero de 2012 a las 05:51Ramón, excelente artículo de un magnífico supercar.
Es uno de mis preferidos por las líneas que gasta y el carácter y sonido americano de sus carismáticos V8.
Hace un par de veranos visité la fábrica abandonada, muy cerca de Módena y Maranello, donde están casi todos los fabricantes de supercoches del mundo, y el aura que desprende ese lugar es mágico incluso a día de hoy.
Sólo anotar que la comparativa por precios en francos suizos baila alguna cifra; y en las fuentes falta el número de la prueba de autopista.
Saludos
Angel Martín
26 de febrero de 2012 a las 12:08Presento mis respetos a un coche que nunca ha sido santo de mi devoción. No se si por la mezcla italo-americanana o por sus caprichosas maneras al intentar comerse el mundo y luego no llegar a terminarse un rosco. No obstante, su destacada personalidad lo hace único y por tanto, especial. Su estética es llamativa y espectacular, sin embargo, si no se hacen las cosas bien, el fracaso es inevitable. Me parece una pena el hecho de haber escogido un «vulgar» V8 americano para equipar semejante deportivo.
Genial post Ramón, como siempre manteniendo el nivel al máximo posible. Un saludo.
kerrosene
26 de febrero de 2012 a las 14:01Este coche es muy bonito. Es una mezcla entre un Miura y un Countach.
topspeed
26 de febrero de 2012 a las 15:02si algún día me toca el euromillones es uno de los coches que sin duda adquiriría, esa mezcla de belleza y radicalidad me encanta.
Javier
26 de febrero de 2012 a las 16:40Excelente reportaje, lo he disfrutado mucho.
Hace unos años una amiga que acababa de visitar París me enseñó las fotos que hizo, entre ellas una de un coche que le había gustado mucho. Era un Pantera gris claro que quitaba el hipo. Que pena que solo sea mi amiga… a ver donde encuentro otra que se fije en esas cosas.
En otro orden de cosas, mi padre poseyó un Innocenti De Tomaso Especial negro con fileteado dorado. Era un coche delirante, con neumáticos de clavos no había quien le metiera mano en nieve. Que recuerdos!
Turbodelta
26 de febrero de 2012 a las 19:30El «imaginario colectivo» le atribuye a este coche el dudoso merito de haber recibido dos disparos de el revolver del mismísimo Elvis Preysley uno de los días que le dio por no arrancar, que vista la reacción de el rey no debían ser pocos. Como se señala en el articulo(muy bueno) el sistema eléctrico de estos coches parece que era su punto mas débil.
Luego la unidad que hizo correr Luis Villalba en el campeonato de historicos a finales de los 90 corroboró este extremo, no acababa casi nunca.
kerrosene
26 de febrero de 2012 a las 22:43Mi «Extra Lap» personal:
http://www.youtube.com/watch?v=ZXfTL5SreiE&feature=g-u-u&context=G236925cFUAAAAAAAAAA
josemi
26 de febrero de 2012 a las 23:08Excelente, como siempre.
La verdad es que no sabia nada de este coche. Recuerdo que existia cuando yo era pequeño, pero no tenia ni idea que se habia originado mas de 20 años antes!!!
nachetetm
27 de febrero de 2012 a las 00:33La verdad es que tiene una estética muy interesante, pero el DeTomaso bonito de verdad es el Mangusta. El Pantera tiene algo que no me convence completamente, no está tan conseguido como su antecesor.
Aunque de los mencionados en el artículo, el que de verdad me quita el sueño es el Daytona. A ver si Don Ramón se anima a regalarnos un artículo sobre el mismo…
ramón roca maseda
27 de febrero de 2012 a las 10:58Gracias por vuestras palabras amables Josemi y Angel.
Jorge, ya lo que creo que es mágico, más que mágico, un sitio donde se creó tanto arte y tanta belleza móvil
Kerrrosene, de acuerdo contigo, pero más Countach que Miura
Topspeed, coincido en la radicalidad de los Pantera
Javier: una pregunta ¿era fiable ese Mini carrozado por Bertone que tuvisteis ?
Nachetetm, de acuerdo, como siempre, y me apunto el Daytona
Turbodelta, ¿ me puedes documentar esa interesante leyenda urbana de Elvis y el Pantera ?
nachetetm
27 de febrero de 2012 a las 11:51Don Ramón, la historia de Elvis y el Pantera es bastante conocida, aunque la información al respecto es muy repetitiva y a veces hace pensar que se trata de una leyenda urbana. En el link que le dejo lo documentan bastante bien:
http://www.elvis.com.au/presley/elvis_presleys_1971_de_tomaso_pantera.shtml
Turbodelta
27 de febrero de 2012 a las 13:02Encantado de documentarla:
http://www.elvis.com.au/presley/elvis_presleys_1971_de_tomaso_pantera.shtml
http://www.pistonheads.com/news/default.asp?storyId=23588
En primer link es bastante mas esclarecedor, con fotos de ídolo al volante de el Pantera y una foto brutal del volante del pobre Pantera con un buen agujero. No se puede negar que no tenia mal gusto. El coche sobrevivió al tiroteo y hasta lo han avistado alguna vez.
Saludos!!!!!
Turbodelta
27 de febrero de 2012 a las 13:45Perdón por duplicar el link que ya dejó nachetetm, he abierto la respuesta y cuando estaba a medio escribir me han empezado a llamar por teléfono y hasta un rato después no la he enviado.
Saludos.
ramón roca maseda
27 de febrero de 2012 a las 20:37Nachete y Turbodelta, muchas gracias por el link, cuyo contenido asumo. Me quedaría con el Cadillac del 55, pintado en otro color, como crema o rojo, siempre a los sones de Llorando en la capilla
Javier
28 de febrero de 2012 a las 02:08Estimado Ramón: Hablo del Innocenti De Tomaso desde el lejano e inolvidable recuerdo de una época irrepetible. No recuerdo el más mínimo problema mecánico. Creo que entre otras cosas se distinguía por tener radiador de aceite además de algún que otro caballo extra. También tenía un reloj digital con cronómetro, supongo que para controlar tus tramos favoritos. El sonido era precioso para un cuatro cilindros y el olor del coche nuevo no me hacía vomitar tras un recorrido intensivo por curvas. Recuerdo que uno de los pocos viajes que hizo mi padre por autopista acabó hasta las narices de que todo el mundo le intentase devolver el adelantamiento. Como anécdota comentar que mi padre tuvo este coche junto con un CX en la época en la que mi madré estaba embarazada de mi hermana. Adivinad en que coche le llevó a todo trapo cuando se puso de parto.
De Tomaso Pantera, historia.
29 de febrero de 2012 a las 21:21[…] […]
nacho
11 de julio de 2012 a las 05:32Claro que es un bello deportivo, lastima el motor, en vez de un ford hubiese sido un o un aleman: un Porche o Mercedes Benz tal vez. la estetica de un De Tomaso estan a la par o inclusive mejor que de una Ferrari, Lamborghini, Jaguar o cualquier pura sangre europeo de la epoca, y bueno que se le va a hacer lo produjo un argentino, saludos desde Argentina.
Ramón
11 de diciembre de 2012 a las 12:45Interesado en adquirir un DeTomaso Mangusta, desearia mas información y detallada.
Situación Barcelona «España»
Aparte de mi correo les dejo mi tlf: editado
Saludos
Ramón
juan
16 de diciembre de 2012 a las 18:08hola buenas kien me pude decir k modelo exatamente es este coche gracias…
TheGallerycars
28 de abril de 2014 a las 15:47Un pedazo de articulo Ramón! El pasado mes pasado tuve la oportunidad de Grabar el Coche de Luis Villalba Un Pantera GT4 Espectacular! Fué durante el trofeo Javier del Arco me gustaria compartilo con vosotros.
He leido que por ahi que este coche acababa de ser restaurado para empezar a competir..lo unico que se es que uno de los mecanicos.. muy enrollado me hablo un poco por encima de el GT4 y que tenia el V8 5.7L
Segun Turbodelta Luis ya corria con este coche a finales de los 90..? donde hay mas info acerca de este piloto..no encuentro nada…
http://www.youtube.com/watch?v=P2lpxCS6jTI&list=UUT4_Bua430f0sQeLFg9oQsA
http://www.youtube.com/watch?v=T6HIq8j9n-k&list=UUT4_Bua430f0sQeLFg9oQsA
Oscar
22 de septiembre de 2015 a las 22:08Estupendos artículos, sobretodo cuando son referentes a coches clásicos.
Disfruto de vuestro saber y de vuestras pruebas, explicadas al detalle, con algo de envidia, ya que muchos de los reportajes quisiera ser yo el provador.
Este es el reportaje del coche que más me gustaba de pequeño, salía en unos cartas de superdeportivos, en las que daba información de aceleración, velocidad máxima, etc… Aunque mí marca preferida era Mercedes.
Decir por último, que éste verano tuve el placer ( aunque al sol todo el verano, me dio mucha pena) de ver un De tomaso longchamp a la entrada de Lloret de Mar, entrando desde Vidreres después de rotonda. Por si alguien se lo puede permitir…
Saludos
De Tomaso Pantera, deportivo de aspecto agresivo - ProautoProauto
14 de diciembre de 2015 a las 21:36[…] Fuentes: http://8000vueltas.com/2012/02/26/de-tomaso-pantera-el-deportivo-incombustible […]
Marc
25 de abril de 2016 a las 20:25Pues ese mismo Pantera GT4 ha participado este fin de semana en el campeonato Classics and Legends englobado en el Trofeo Targa Iberia, en el Circuito de Catalunya, y pilotado por el propio Luis Villalba! Realmente epectacular, por coches así no pasan los años… dentro de un siglo seguirá gustando.
Gis
22 de abril de 2017 a las 08:08Navegando por Internet, producto del insomnio, me pongo con mi búsqueda de información sobre coches especiales que me fascinan…. Y cómo no, acabo en este blog y con este artículo magnífico que me ilustra cosas que desconocía al igual que otros lectores.
Gracias Ramón por compartir conocimientos. Gracias de verdad.
Un saludo