Audi presentaba en su catálogo de agosto de 1991 a su Audi 100 S4 hablando de fascinación, de inteligencia y de majestad, subrayando cifras expresivas de su potencia y la existencia de un equipo de lujo.
Audi 100 S4 (C4) de 1991
Luego, con motivo de la presentación del S6, le aplicaba su eslogan “A la vanguardia de la técnica” -eslogan apropiado a NSU, firma en su poder desde 1969-, y todo ello al tiempo que se remitía a la comparación del S6 con un antepasado ilustre ,y no del todo directo, el Horch 853 de 1937, cuyo 8 cilindros en línea de 5 litros, que desarrollaba 120 cv, se esforzaba para mover los 1.900 kg que pesaba sólo su chasis.
El Audi S4 se presentó en mayo de 1991 en el Salón de Barcelona como novedad mundial, al lado de otra novedad mundial, la estrella del salón: el primer Seat Toledo. Junto a ellos brillaban igualmente otras novedades de inferior fuste, como el Opel Frontera, el Citroen ZX o el Volkswagen Polo G 40 (1).
Seat Toledo de 1991
Gran Auto 16 asistiría a su presentación para la prensa y lo definiría como “una berlina con corazón de atleta” en la cual la inyección y el turbo se conjugaban con una caja de 5 velocidades muy bien escalonada para aportarle un rendimiento excelente, 4 discos ventilados con ABS, el sistema Quattro con su diferencial central Torsen y el autoblocante en el eje trasero, contribuían a realzar (2).
Vaya por delante que el S4, como puede verse en sucesivos números anuales desde 1990 a 1998 del Numero Catalogue de la Revue Automobile Suisse, derivaba de la cuarta y última versión del Audi 100, la aparecida en noviembre de 1990, presentándose el S4 en mayo de 1991 en versión 2.2 de 5 cilindros, y también en versión V8 de 4.2 en noviembre de 1992. En junio de 1994 el Audi 100, con leves variaciones estéticas en parrilla y faros, se convirtió en A6, y el S4 en S6, lo que duró hasta la llegada de un nuevo A6 en el Salón de Ginebra de 1997.
Audi S4 B5 1997-2001
Hay que añadir que los A6 y S6 aparecen descritos por vez primera, por ejemplo, en el n. 557 de Motor 16 de 21 de junio de 1994 y tarifados con sus precios españoles en la misma revista, esta vez en su n. 560 de 12 de julio de 1994.
Audi S6 (C4) de 1994
El S4 llegaba a nuestro mercado en enero de 1992 al precio de 6.545.668 pesetas, precio que solo superaba en la oferta Audi el V8, y precio que dejaba dubitativo a más de uno, pues por 4.938.450 pesetas, la misma marca ofrecía un Audi 100 2.8 E V6 Quattro, claro que con 174 cv en vez de los 230 del S4.
Corte del Audi 100 sobre el que estaría basado el primer S4 (C4) y S6 posteriormente
A modo de comparación, cabe recordar que entonces berlinas deportivas similares, pero simples tracciones traseras, como el BMW M5 con sus 315 cv o el Mercedes 500 E dotado de 326, se vendían en 9.452.000 o en 13.535.380 pesetas. Para mayores dudas en quien buscara una berlina rápida y lujosa, procede el recuerdo de un Jaguar XJ6 de 200 cv tarifado en 6.634.329 pesetas y el de un Mercedes 300 E 24 v de 231 cv vendido por 6.687.054 pesetas, lo que evidencia que la elección era amplia y permitía optar por la seguridad, por el lujo o por las prestaciones, o por casi todo al mismo tiempo (3).
Jaguar XJ6 (XJ40) 3.2 S
En cuanto a la prensa del motor extranjera en referencia al S4, viene a colación la prueba de una revista del motor portuguesa que lo define como “lujosamente deportivo”, conclusión a la que llegan recordando que por fin Audi depura al máximo a su A 100, lo que ejecuta en su cuarta generación. Ello lo hace consiguiendo unas aceleraciones dignas de respeto (400 m desde parado en 14,98 segundos y el km en 27,64) conjugadas con un comportamiento extremadamente eficaz, recurriendo a las cuatro ruedas motrices, las mismas que permitieron al S1 un dominio contrastado en el Grupo B (¿quién habló de un Peugeot?).
Audi S1 de Grupo B
Siguen las alabanzas del S4 con el recuerdo de su carrocería galvanizada y del sistema de seguridad Procon-ten, así como con el de su suspensión deportiva, que no endurecida, a la par que con el de su generoso, lujoso y muy bien acabado habitáculo, igual que lamentan un maletero que se había reducido a 510 l, todo lo cual le haría merecer con nota su carácter de familiar muy refinado. Su carácter de deportivo tampoco sería discutido, bien al contrario, dados los 230 cv del 5 cilindros, que comparte con el cupé S2, para mover eficazmente sus 1.660 kg a base de CX y de potencia, bien controlada por frenos eficaces y resistentes, aún con la rémora de una suspensión no ejemplar a la que la motricidad realza, aunque, según ellos, más lo haría con el 4×4 más evolucionado del V8, o con una dirección no tan asistida (4).
Audi S2 Coupe
Los belgas de Le Moniteur Automobile, y Paul Frere, también opinaban sobre el S4.
Empiezan escribiendo que quien busque una berlina amplia, rápida, confortable y relativamente discreta encontrarán en el S4 una alternativa evidente y que, si no les importan las prestaciones, entonces el A 100 V6 Q les puede llegar, pero que si quieren un GT que no lo parece, el S4 es irresistible, puesto que, en general, dado su precio y su sistema Quattro, el S4 es mejor oferta que los más potentes, y caros, Mercedes 500 E y BMW M 5.
Mercedes Benz W124 500E
Recuerdan que el S4 usa el motor del 200 Q 20 v –al que sucede- y del S2, con más par (350 Nm a 1.950 rpm) ofreciendo 103 cv/l, casi como un Sierra Cosworth, todo lo cual les permite objetivar 242 km/h de velocidad máxima y unas aceleraciones de 14,9 y de 27,5 segundos para alcanzar los 400 m y el km desde parado, cifrando su consumo en 14,2 l cada 100 km en términos medios. Cabe señalar que la misma revista le medía 251 km/h, 14,4 y 25,8 segundos en las mismas condiciones a un BMW M5 o bien 252 km/h, 14,5 y 25,9 segundos a un Mercedes 500 E, con un consumo medio de 16,6 l litros cada 100 km en el M5 y de 15,7 en el Mercedes.
BMW M5 E34
Le Moniteur Automobile resaltaba en síntesis el excelente motor del S4, su comportamiento neutro, su amplitud, su confort, su adherencia y motricidad, su estilo y, muy especialmente, su acabado.
Censuraba su consumo deportivo (17 l cada 100 km), su ruido de rodamiento, su precio y el de sus opciones, su carencia de asiento trasero abatible y su inútil caja de 6 velocidades, poco manejable e incitando a cambios inútiles (5).
Interior Audi S4 (C4)
En la misma revista Paul Frere lo prueba en su versión V8 4.2 de 280 cv señalando que su chasis no soporta la caja automática del V8 y ha de recurrir a la manual de 6 velocidades. Subraya su deportividad, se queja de la dureza de su suspensión, alaba su escaso balanceo, la precisión de su dirección y la excelencia de sus frenos, que invitan a explotar todo su potencial, ayudados por la herencia de una suspensión deportiva de serie que transfigura su comportamiento, haciéndole más riguroso que un M5 o un 500 E (6).
Siguiendo con el S4 V8, interesa la prueba que ofrece Motor 16 (7). En ellas la síntesis es lapidaria: “sin límite”.
Sin límite porque hubo que llevar a un circuito a sus 280 cv y 1.700 kg para apreciar en él a uno de los coches más seguros de 1994 gracias al sistema Quattro con su tracción total a las cuatro ruedas, cuyo diferencial Torsen varía su reparto de potencia enviando hasta el 75% a un eje. A ello se sumaba un motor siempre disponible, una caja de 6 velocidades con una quinta y sexta de ahorro, una dirección de asistencia variable y un excelente confort, no duro.
Audi S4 V8 4.2
En suma, se alababa su comportamiento, la elasticidad de su motor y su equipo, censurándose su precio, su consumo (entre 13 y 20 l cada 100 km) y sus frenos de tacto esponjoso.
Motor 16 añadía que su precio ahora ascendía a 8.936.000 pesetas, que le situaban ante los 9.225.000 de un reciente rival como el Renault Safrane biturbo con los 268 cv de su V6.
Renault Safrane biturbo V6
Por supuesto, era obligado hablar de opciones tratándose de un Audi y estas iban de la pintura metalizada a 119.000 pesetas, al cuero en 430 mil, los asientos térmicos y eléctricos por 256 mil pesetas, el techo deslizante facturado en 177 mil, la alarma en 85 mil y el cierre centralizado a distancia valorado en 138.000 pesetas. Venían de serie dos airbag, cierre centralizado, elevalunas eléctricos, climatizador, ABS y unas bellas llantas.
Audi S6 (C4) de 1994
Con datos sacados del catálogo del Audi S6 de julio de 1994, estas serían sus principales características:
- Motor de 5 cilindros y 2.226 cc, con turbo y dos catalizadores de tres vías dando 230 cv a 5.900 rpm, par de 350 Nm a 1.950 rpm y compresión de 9.3 e inyección Motronic, usando gasolinas de 95 octanos, o bien, V8 de 4.172 cc dando 290 cv a 5.800 rpm con un par de 400 Nm a 4.000 rpm y compresión de 10,8 requiriendo gasolina de 98 octanos.
- Tracción permanente a las 4 ruedas con EDS
- Caja de 6 velocidades o automática de 4
- Suspensiones independientes
- Frenos de disco ventilados con servo, ABS y doble circuito
- Llantas de 16 pulgadas «Avus» y ruedas de 225/502 R 16
- Peso de 1.690 Kg en el caso del 2.2, 1.695 y 1.745 en el V 8 y V 8 Avant. Dimensiones de 4.797 mm de largo, 1.804 de ancho y 1.420 de alto. Maletero de 510 l, extensible a 1.310 en el Avant.
Interior Audi S6 (C4) V8 automático
Finalmente, es justo recordar que la versión V8 parece hoy más apetecible, que hubo una versión Plus con el V8 del S8, y que motor y turbo no plantearon problemas, pero sí chasis y suspensiones, así como los cierres centralizados y las cajas automáticas.
Por supuesto, su equipo, su confort, su estabilidad y sus prestaciones le hacen recomendable, no así su peso, su consumo o sus frenos, así como su falta de imagen externa ya que sólo unas llantas de 5 brazos, sus esferas en blanco y los anagramas le diferencian de un A 100, al menos en parado (8).
Audi S6 (C4) Plus Avant
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
Bibliografía
1. Gran Auto 16 n. 28 de junio de 1991 informaba del S4 y del Salón de Barcelona de 1991.
2. Gran Auto 16 n. 31 de septiembre de 1991 relata su prueba por vez primera.
3. Motor 16, n. 431 de 25 de enero de 1992 tarifa al S4, que inicia sus ventas en España, y también a sus contendientes.
4. Automagazine en su n.1 de junio de 1992, una revista del grupo Luike Motorpress en Portugal, con el excelente nivel que mantiene la prensa portuguesa del motor, retrata nítidamente al S4.
5. Le Moniteur Automobile n. 997 de 25 de febrero de 1992 prueba el S4 y de entrada ya anticipan que justifica su precio.
6. Le Moniteur Automobile n. 1043 de 25 de noviembre de 1993 lo vuelve a probar, esta vez de la mano de Paul Frere.
7. Motor 16 n. 534 de 11 de enero de 1994 prueba el S 4 V 8
8. Autoplus Classiques n. 12 evoca a los S4 y S6 de 1991 a 1997.
Jordi
3 de agosto de 2018 a las 22:50Buen artículo.
Alguno se veía, prácticamente ya no veo ninguno, me parece que la fiabilidad no es como las de sus rivales alemanes.
Y alguien vio en la call el Safrane bi Turbo?
Por cierto, creo que pequeño error, las llantas me parece que no eran de cinco palos.
David
4 de agosto de 2018 a las 01:34Me encanta el artículo…soy gran admirador de las berlinas deportivas antiguas…faltaría en el articulo los alfa romeo 164 Qv, Q4 …opel omega 3000 24v….saab 9000 aero…lancia thema v8,.
siempre moviéndonos entre 1990 y 1995.
Ramón
4 de agosto de 2018 a las 16:13Jordi y David, gracias por vuestros comentarios.
Jordi, el S4 que prueban los potugueses, matrícula B, lleva llantas de 5 palos y no las describan como opcionales. En el catálogo del 91, que es alemán, hay 2 fotos, pero en movimiento, y no se aprecian las llantas con exactitud.
Xavih
4 de agosto de 2018 a las 18:31Un cochazo!
Creo que no triunfó por su aspecto exterior demasiado sobrio y parecido a sus hermanos pequeños de gama, aunque la competencia tampoco era manca.
El interior me parece uno de los mas elegantes de la historia de la marca.
Gracias por recordarnos esta buena berlina deportiva de los 4 aros.
ToniExup
5 de agosto de 2018 a las 23:49Hola Ramón.
Como siempre, documentado e interesante artículo, aunque éste tenía fácil atraer mi atención, ya que soy un fan de Audi.
Una marca que es capaz de construir un aparato como el Audi quattro S1, tendrá siempre mi respeto.
El coche que siempre me gustó y aún sigue haciéndolo es el S4 (B5), a pesar de los años lo sigo encontrando muy bonito y con unas prestaciones, más que respetables a día de hoy.
Al final acabé comprando el S3 (8L) en lugar del S4(B5), pero no me arrepiento.
Quedo a la espera del próximo coche que elijas, hasta entonces: Un saludo!
Ramón
6 de agosto de 2018 a las 00:42Toni y Xavi, gracias por vuestras palabras.
Estoy de acuerdo, como dicen en LMA en que es un coche para «discretos», Xavi, y me quedaría yo muy a gusto con tu S 3 , Toni.
JavierS3
8 de agosto de 2018 a las 11:15Interesante artículo, yo también soy un enamorado de este tipo de berlinas.
Hasta hace unos años tuve un Alfa Romeo 164 QV primera serie, la versión de 12 válvulas y 200CV, y guardo un grato recuerdo de él, aunque por prestaciones está en un peldaño inferior al S4/S6. Luego lo vendí y me hice con un S3 8L, con el que también estoy encantado, aunque alguna vez he estado tentado de volver a hacerme con otro «barco».
Curiosamente @Jordi el otro día vi un Safrane Biturbo en la calle, además pude hablar con el dueño y confirmar que efectivamente era un Safrane Biturbo (no me lo podía creer). Lo curioso es que fue en una concentración de Alfa Romeo que hubo en Madrid.
Un saludo.
Ramón
8 de agosto de 2018 a las 14:31Javier,lo extraño sería que tubieras quejas de un 164 QV o de un S 3.
Te alabo el buen gusto.
Iván Orive
13 de septiembre de 2022 a las 09:56yo tengo un S6 C4 Avant del 1994 y viendo el coche desde la perspectiva actual, hoy en día es superior a muchos de los coches que circulan. su motor es un portento, la motricidad y estabilidad impresionante, el acabado es de una calidad que ya no hay y el consumo he de decir que a velocidades legales es muy bueno para el motor que lleva, exprimirlo es otra cosa..
si hoy en día sorprende desde luego en el año 94 tener a que ser impresionante tener un coche de este tipo que a la larga parece más fiable a nivel mecánico que sus coetaneos
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