Las escuelas de conducción de las marcas de coches por regla general son poco populares para los compradores, pero también poco publicitadas y explotadas por las marcas. En parte la culpa es de todos nosotros porque, ¿quién ha pensado o ha cambiado el escape de su coche, o algún elemento de la suspensión, o de los frenos o incluso del motor con ánimo de mejorarlo?. Sin embargo, ¿quién piensa en invertir esa misma cantidad de dinero en un curso de conducción? Al final, puedes invertir X dinero en un coche y se quedará en el coche, pero si inviertes en un curso de conducción, los conocimientos se quedan en el conductor, o lo que es lo mismo, en todos los coches que tengas en tu vida.

Nosotros hemos tenido el placer de ser invitados por la escuela de Mercedes-Benz y por MICHELIN para realizar uno de sus cursos: el Curso de Conducción deportiva AMG, en el circuito del Jarama. ¿Cómo es un día en rodeado  de AMGs?

La idea principal era presentarnos una colaboración especial. MICHELIN patrocina la escuela de conducción de Mercedes-Benz, ya que entre ellos existen objetivos comunes Mercedes con su escuela busca acercar a los conductores todas sus innovaciones en sistemas de seguridad para mostrar su beneficio, formar a los clientes y potenciales clientes para mejorar el comportamiento al volante y lograr una conducción más segura, punto en común con MICHELIN, que busca incrementar la seguridad de sus neumáticos, buscando sean accesibles, y fomentando la seguridad vial. ¿Qué mejor manera que patrocinando una escuela de conducción?

Se nos ponía un día interesante por delante, porque poco después de llegar, una manada de AMGs V8 empezaron a rodearnos: SLK 55, C 63, C 63 Coupé, CLS 63, E 63 y SLS AMG. Y todos calzados con neumáticos Pilot Sport 3 o Pilot Super Sport. ¿De qué me suenan estos últimos? Por si hay algún despistado, éstos fueron los protagonistas de nuestro especial Trackdays 8000vueltas: MICHELIN Pilot Super Sport Experience, ya que la mitad de nuestros participantes los equiparon.

En esta ocasión con la especificación “M0”, específica de los modelos Mercedes. MICHELIN también fabrica unos “M01”, pero éstos son tan específicos que para comprártelos necesitas tener nada más ni nada menos que un SL 65 AMG. Hoy no era el día de probarlo a pesar de estar en un curso AMG, porque la gama presente era la de V8s al completo, con más capacidad (6208 cm3), con menos capacidad (5461 cm3), y el nuevo V8 biturbo (5461 cm3).

Para abrir boca, empezamos a realizar varios ejercicios de seguridad. Primero en un circuito de conos, más conocido como “Mickey Mouse” con un CLS 350 como toma de contacto, un anillo de circular deslizante empapado de agua para controlar un sobreviraje continuado y la ayuda de la electrónica cuando estaba conectada, en un C 250 CDI Estate, y por último una esquiva aleatoria con frenada con un S 400 BlueHybrid en otro circuito de conos grande.

¿Hacían falta unos modelos AMG para esto? No salvo el detalle en que el último ejercicio incluía el reto personal de conseguirlo a la máxima velocidad posible ya que había un radar instalado. Pero en ese mismo circuito de conos, pudimos experimentar con un AMG, el C 63 Coupé, con el que más que explorar su conducción, pudimos llevarnos el recuerdo de su sonido con los constantes rugidos en sus salidas desde 1º marcha.

Acción en el circuito

La experiencia en circuito de un Curso AMG se divide en 3 partes: disfrutar del circuito del Jarama dividido por secciones, vueltas completas en caravana, y 2 vueltas con el SLS AMG.

Pudimos realizar la primera de las secciones del circuito, desde ¾ de recta hasta después de Farina con el SLK 55, desde ahí hasta donde comienza la bajada hacia Bugatti con los E 63 y CLS 63 AMG y por último, desde la bajada hacia Bugatti hasta la mitad de la recta con los C 63, y las caravanas con el SLK y C.

¿Se puede conocer cómo va un coche en este curso? Sí y no. Sí, si decides hacer todas las pruebas del día con un mismo coche (lo que es tremendamente recomendable si eres un potencial comprador que acude al curso y te interesa un modelo). Pero si haces como nosotros, saltando de coche en coche, no es tan fácil. En circuito se sacan conclusiones  importantes, aunque con tan pocas vueltas al ir variando de coche, no se puede hacer mucho.

E 63 AMG y CLS 63 AMG

Ahora los nuevos E y CLS tienen el V8 Biturbo de AMG. Quizás no sea el coche más adecuado para circuito pero con 525cV y 700Nm acelerando después de Farina en parado, Le Mans no era tan relajada como podía parecer en principio y la sensación de tener el máximo empuje cuando el volante estaba totalmente recto es fantástica. Me llamó la atención que su motor no tiene un marcado carácter turboalimentado. Al volante el motor se siente muy fuerte en parte desde abajo, sin brusquedades y además me costó apreciar lag en aceleración, puesto que era la electrónica quien lo provocaba, y no los turbocompresores.

Porque sí, los E Y CLS no tienen un modo ESP Sport tan divertido como los C 63, por lo que no notas toda la potencia cuando el coche sigue girando, pero el plus de empuje cuando la electrónica deja de actuar por completo es hasta inesperado al principio, pero desesperante encontrarlo después ya que te obliga a ensanchar el circuito al máximo para buscar líneas rectas. Son coches que intimidan mucho en circuito puesto que hay que parar muchos kilos en cada frenada pero no hay duda que ese toque salvaje de aceleración tan fuerte con la intimidación que provoca pararlo luego, es muy divertido.

C 63 AMG

Los C 63 son divertidos en circuito y la mayor parte de la diversión viene gracias al motor. Recuerdo hace poco haber escuchado la frase: “Hay que ver qué poco corren éstos atmosféricos”. Sin duda los motores turbo con cifras de par muy altas en relación a su potencia pueden hacer que nos decepcione un buen atmosférico, pero incluso aceptando esto de medio lado, está claro que esta persona no había llevado uno de estos.

El C 63 ya lo habíamos probado fuera de circuito pero desde entonces ha sufrido cambios. Ahora llevan la nueva caja AMG SPEEDSHIFT MCT 7 y me sorprendió bastante lo rápido que cambiaba de marcha, un muy buen avance con la caja de 5 velocidades pero el cambio que no me gustó tanto fue los nuevos Coupé entraban en modo protección demasiado pronto, sin aparentes síntomas de fatiga ni excesos de temperaturas, cuando el berlina de 5 puertas, matriculado hace tiempo, no lo hacía.

El C es mucho más juguetón, se mueve al pisarle fuerte, ya habréis visto unos cuantos vídeos del coche en youtube, pero es que encima es noble. No es un coche de circuito, pero no defrauda y encima ha heredado del Black Series (en opción) el AMG Performance Media, que graba tiempos y análisis de vueltas al circuito con sectores parciales, posición de acelerador, par utilizado, fuerzas G, y también temperaturas de refrigerante y aceite, para el que de vez en cuando quiera hacerse una escapada.

SLK 55 AMG

El SLK me pareció el coche que mejor se adaptaba al circuito a pesar de ser el menos potente. Quizás sea por el tamaño y por ser el más ligero, pero es que el chasis también es más agradecido cuando buscamos un cambio de dirección. Además, casi tiene la mismo par motor (2,98Kg/Nm) por kilo que el C 63 (2,88kg/Nm), por lo que tiene una capacidad de sobrevirar tan grande como la del C. El motor es específico para este coche y con la nueva SPEEDSHIFT MCT 7 se lleva muy bien.

El nuevo SLK 55 no tiene nada que ver con el anterior. El nuevo motor M152 deriva del 5.5 biturbo, tiene una relación de compresión record, es un V descapotable y puede consumir como un 4 cilindros. Pero los Mercedes, Black, SLSs y SLRs aparte, no son para utilizarlos para circuito. ¿Podría servir este SLK? AMG ofrece un “Handling Package” que incluye nuevos discos delanteros con los que se reduce un 15-20% el peso de los frenos, diferencial trasero, y una suspensión AMG Performance, con la que AMG dice que se consigue una considerable mejora en el manejo del coche. Nos ha gustado eso de considerable, poco los casi 7000€ que cuesta, pero quien sabe si podría convertir al SLK en una alternativa para divertirse en circuito.

SLS AMG Roadster

Por último tuvimos la oportunidad de subirnos al SLS AMG para dar dos vueltas al Jarama. Nada más comenzar enseguida ya te das cuenta que estás en otro mundo. El coche tiene mucha más firmeza, más carácter, es más directo y la electrónica te deja disfrutar del coche desde el principio. A pesar del motor tan potente,  lo más llamativo es el comportamiento en las curvas, a otro nivel sobre el resto de coches.

Pero hubo una cosa que me decepcionó del SLS, la caja de cambios. Me esperaba lo mejor de caja de cambios de doble embrague y no que en modo manual le costara reaccionar cada vez que pidieras que entrara la siguiente marcha cuando la aguja estaba en las últimas 1000vueltas, ni una velocidad de cambio tan rápida como la mayoría de las cajas de cambio de doble embrague, y sobre todo cuando utiliza la misma caja de cambios del 458 Italia. Tras la primera vuelta decidí dejarla en modo automático para ver si cambiaban las cosas pero el C 63 que me guiaba entró en modo protección antes de que acabara la recta. Me quedé con muchas ganas de disfrutarlo.

Desgraciadamente este curso AMG, no lo puede hacer cualquier persona. Las inscripciones las gestiona el concesionario y es difícil que algún interesado pueda acceder a realizar este curso si no eres un cliente AMG, pero es tremendamente recomendable para mejorar la técnica de conducción, conocer las reacciones del lcoche en situaciones límite y rápidas, y comprender mejor la importancia de las distancias para mejorar la seguridad al volante. Además, poder hacerlo con modelos AMG es un plus que no te encontrarás en cualquier otra escuela. ¡Qué pena que no esté disponible para cualquiera!

Extra lap

¿Qué preferiríais como colofón al curso AMG? ¿ Un SLS Roadster o un C 63 Black Series?