Atención: artículo NO promocional

La forma más fácil y divertida de moverte por Madrid. Reserva tu coche, ábrelo, condúcelo, apárcalo y paga sólo por minuto. Sin costes fijos o de aparcamiento.

Esta es la información que aparece en la página web de Car2go, una iniciativa por parte de Daimler-Benz (supongo que para dar salida a coches en stock) que tiene como objetivo facilitar el transporte «privado» dentro de las grandes ciudades y que se postula como alternativa al taxi.

El sistema es muy sencillo: te registras y descargas una aplicación móvil con la que encuentras el coche más cercano (uno de los 500 Smart Fortwo que hay en Madrid, por ejemplo). Como usuario tienes una tarjeta con la que puedes abrir el coche, conducirlo y aparcarlo donde quieras -siempre que esté dentro del radio de funcionamiento que la empresa impone-. No pagas por aparcar en la calle (aunque sea en zona de estacionamiento regulado) y se te factura por minutos. La idea es simple pero práctica y funciona desde hace años en muchas ciudades europeas con éxito.

Las tarifas cubren el alquiler, seguro, combustible, mantenimiento y aparcamiento en zonas autorizadas y existen dos tipos de coches: eléctrico y de gasolina. Si encuentras el depósito de gasolina por debajo de un 25% de capacidad y lo repostas te dan minutos gratis de conducción.

No se si a vosotros os sucede lo mismo que a mí, pero a pesar de lo mucho que me gusta conducir, trato de que mi tiempo de conducción sea, dentro de lo posible, de calidad y responsable. Es cierto que hay días que me levanto y me voy a conducir por conducir, por el puro placer de moverme sin rumbo fijo, pero tampoco quiero decir que sólo coja el coche para hacer tramos y Track Days. Si puedo utilizar el transporte público, la bici (herencia de haber vivido en Holanda) o ir andando, no cojo el coche. Es casi una cuestión de practicidad.

Para moverse por el casco urbano, especialmente en ciudades grandes y con mucha densidad de tráfico, el coche puede ser más un problema que una solución: los atascos, los semáforos y buscar aparcamiento conllevan en la mayoría de los casos más tiempo que las alternativas como el metro, la bici o la moto (esa gran olvidada), por no hablar del desgaste del propio coche, el gasto en combustible, gastos de aparcamiento, la contaminación, etc. Así que esta modalidad de transporte, que por cierto no ayuda nada a reducir el tráfico de las ciudades, se convierte una alternativa diferente y práctica a mitad de camino entre el transporte público y el privado. Hasta aquí todo bien.

Pero ahora, seamos sinceros; al igual que a nosotros, lo primero que se te pasa por la cabeza cuando piensas en coches de alquiler repartidos por la ciudad es que te puedes montar una copa monomarca con los amigos. Todo el mundo sabe que las copas monomarca son las mejores: mismo coche, mismos medios y la emoción de saber que quien gana es simple y llanamente porque es más rápido. Estoy seguro que alguno ya tiene un circuito urbano pensado…

Que quede bien claro: no animamos a la gente a que lo haga, todo lo contrario, pero hay que reconocer que te lo ponen fácil. Para empezar te dan 60 minutos gratis (hasta final de año, parece ser), en caso de accidente, el coche está asegurado a todo riesgo con una franquicia de 500 €, algo bastante asequible si la cosa se te va de las manos…dejémoslo aquí.

Uno, que con esto de los coches a veces se siente incomprendido, de vez en cuando se lleva alegrías al saber que no es el único al que se le ocurren estas cosas; por ejemplo, está la gente de Road & Track Magazine, en la que uno de los redactores te cuenta como crear to propia copa monomarca individual (How To Create Your Very Own One-Man Spec Racing Series).

Básicamente relata en tono de humor, como, a raíz de la dificultad para encontrar aparcamiento cerca de su oficina, comienza a usar el servicio de Car2Go para ir a comer a su restaurante favorito todos los días. Todo empieza de forma tranquila, haciendo los primeros días el recorrido en 9 minutos (puedes mirar cuanto ha durado cada trayecto en el móvil), hasta que un día casi sin querer se convierten en 8, y entonces es cuando la cosa se pone seria: si se puede hacer en 8 minutos ¿se puede hacer en 7? ¿y en 6?

A partir de ese momento nuestro protagonista ya no coge el coche más cercano a su oficina, sino que empieza a buscar coches con neumáticos en buen estado y a fijarse en la presión de los mismos o posibles problemas de alineación (muy típico cuando vas a los karts con los amigos), se centra en sacar el máximo partido al arcaíco cambio secuencial usando el modo manual, en escuchar el motor a la salida de las curvas para que esté en la «zona buena» de par… Al principio las luces del ESP permanecen encendidas casi todo el trayecto, pero a medida que pasan los días se va dando cuenta de que es un coche de velocidad de paso por curva (¿?), consiguiendo hacer el circuito recorrido sin interrupciones. A veces -dice- te tocan coches con motores rápidos, otras veces no llueve en semanas  y «encuentras bastante goma en pista».

Todo termina el día en que abren un parking de motos debajo de su oficina y el autor se pasa al mundo de las dos ruedas para ir a trabajar, pero quedará para la posteridad su récord personal: 5 minutos.

Si, como nosotros, vas trazando por los pasillos del supermercado con el carro de la compra, supongo que no puedes evitar verte reflejado en esta historia.

Car2Go: facturación por minutos. Cuanto menos tardes en llegar a los sitios menos pagas. ¿acierto o error? El tiempo lo dirá. De momento, para no meterme en líos recodaré la frase de los míticos BMW LMR V12: PROTECT ME FROM WHAT I WANT.

y tú, ¿vas a hacer tu propia copa monomarca?