Un auténtico quemado siempre anda “buscando” en sus ratos libres. No tiene por qué ser algo en particular, de hecho nunca he sabido bien qué busco porque puedo decir que más o menos tengo mis necesidades de petrolhead cubiertas (si es que eso es posible). Pero siempre ando merodeando en la red a la caza de nuevas o viejas emociones, algo que me recuerde por qué me gusta tanto esto de la gasolina: unas veces son coches, otras, motos y otras, historias sobre pilotos legendarios, carreras antiguas o inventos modernos. La cuestión es que, al final, siempre encuentro algo.

No me preguntéis cómo porque no sabría explicar de qué modo llegué hasta aquí, pero esta vez me encontré con algo que me hizo pensar mucho en mi infancia, allá por los años 90. Encontrar el motor de una moto de 250 cc de Grand Prix -ex Max Biaggi, 4 veces Campeón del Mundo- en una página de clasificados es como encontrar el número de Claudia Schiffer en la guía de teléfonos.

Todo aquel que haya disfrutado de una carrera de lo que hoy en día se conoce como Moto GP (antes del año 2002 GP 500), recodará que por aquel entonces las motos eran de 2 tiempos. Hay pocas cosas que me hayan impactado más que el sonido de una parrilla de salida de 500 GP: un enjambre de avispas cabreadas que salen catapultadas hacia la primera curva tratando de mantener la rueda delantera en el suelo y, luego, el silencio – los 2T apenas suenan al reducir-, la tensión del público mientras sus ídolos pasan por la primera curva, rezando para que nadie se vaya al suelo en un momento tan delicado. Épico.

Las últimas evoluciones de las 500 GP rozaban los 200 CV a la rueda para 135 Kg en seco. Eso son unos 400 CV por litro de cilindrada y una relación peso-potencia con piloto incluido de alrededor de 1Kg/CV. Por si fuera poco, las 2 tiempos tenían una entrega de potencia salvaje. Aún recuerdo la frase de Kenny Roberts Sr. tras bajarse de una Yamaha 750 2T -un experimento de Yamaha Factory USA para dominar las carreras de Dirt Track-; King Kenny se había pasado toda la carrera luchando contra su moto y derrapando a más de 200 Km/h, rozando la catástrofe en más de una ocasión, al terminar la prueba – con victoria -se fue directamente a su jefe del equipo y le dijo: “no me pagáis lo bastante para que pilote esto” (fundamental leer la historia de esta moto en el enlace). Algunos dicen que fue la carrera que convirtió a Kenny Roberts en leyenda.

Las 2T desaparecieron de los circuitos bajo excusas medioambientales – algo de cierto hay en ello-, aunque la verdadera razón es que el motor de 4 tiempos es más rentable para las marcas: son motores más complejos y caros de producir, mantener y vender. Además, de paso borraban del mapa a pequeños fabricantes o equipos de competición que podían producir motos competitivas de dos tiempos pero que jamás tendrían presupuesto para desarrollar un 4T. La discusión de si con una inversión tecnológica los 2T podrían haberse convertido en algo limpio ha estado siempre en el candelero.

Podría decirse que la desaparición de las 2T equivaldría en el mundo de las 4 ruedas a la desaparición de los Grupo B. Sí, las Moto GP actuales son más rápidas que las antiguas 500 GP, pero también un WRC es mucho más rápido que un Grupo B. No todo es cuestión de velocidad pura, se trata de talento natural para ir rápido, de ser capaz de pilotar al límite algo que otros no pueden, de domar algo salvaje, de ganar donde otros pierden.

Hoy en día todavía hay algunas aplicaciones interesantes de los motores de 2 tiempos ya que son mecánicas con una relación peso-potencia muy buena, con muchas menos piezas móviles que un 4T y que, además, son muy ligeros y fáciles de mantener. Entre algunas de ellas se encuentran lanchas fueraborda o de competición, ultraligeros, motos de campo o los karts.

Como ya comentamos en 8000vueltas hace algún tiempo a través de una serie de artículos a cerca de las competiciones de karting amateur (parte 1 y parte 2), es una de las mejores escuelas que hay para aprender a trazar, adelantar o frenar. En definitiva: para ir rápido. Para el aficionado medio el karting es diversión, para el aspirante a piloto es la antesala a los monoplazas. Hamilton, Raikkonen, Alonso, Schumacher y Senna, al igual muchos otros grandes campeones, crecieron y se formaron como pilotos en el mundo del karting.

Por encima del Karting amateur estan los campeonatos nacionales, el Campeonato Europeo CIK-FIA o el Campeonato del Mundo de Karting, donde en la categoría reina, la KZ1, se usan motores de 125 cc 2T, unidos a cajas de cambios secuenciales de 6 velocidades, que dasarrollan en torno a 45 CV. Algo ya bastante serio (alrededor de 4 Kg/CV)

¿Dónde encaja entonces un motor de moto de 2T de los años 90 capaz de desarrollar 100 CV de potencia? En un SuperKart.

Los puristas dirán que un Superkart no pertenece a la familia del karting, que está más cerca de un monoplaza que de otra cosa, pero la verdad es que sigue disponiendo de un chasis tubular, sin suspensiones, con transmisión de potencia a las ruedas traseras y sin un diferencial. Cierto es que tiene algunas características fuera de lo habitual: motor bicilíndrico dos tiempos con 100 CV a más de 13000 rpm para 218 Kg (piloto incluido), 0 a 100 Km/h en 2.5 segundos o velocidades máximas superiores a 250 Km/h por citar algunas.

En este caso, los pilotos ya no son chavales de 15 años ávidos de llegar a la Fórmula 1, no. Son pilotos veteranos en búsqueda de purismo y sensaciones fuertes movidos por su pasión por el motor. Campeonatos y carreras de artesanos, ajustando carburación, creando spoilers y alerones a medida en busqueda del mejor set-up para cada circuito.

Los Superkarts no corren en pistas de Karting sino en circuitos de verdad, lugares donde desplegar todo su potencial: Hockenheim, Nurgurgring, Silverstone, Laguna Seca o Le Mans (versión Bugatti) han sido algunos de los circuitos que han podido ver esta competición en su máximo apogeo.

El primer campeonato de Superkarts nació en Inglaterra en 1978 con autodenominación de Campeonato Europeo, pasando a ser Campeonato del Mundo CIK-FIA en 1983. La época dorada de los Superkarts fue a finales de los años 80, cuando empezó el declive hasta desaparecer a mediados de los 90. La última carrera del último Campeonato del Mundo de Superkarts tuvo lugar en el austriaco Circuito de Zelweg en 1995, donde la vuelta rápida fue completada a una velocidad media… ¡de 193 Km/h!. La falta de participantes y la dificultad para encontrar motores a precios asequibles hizo que desde 1996 a 2001 no hubiera un campeonato de prestigio. En 2002 volvía el campeonato Europeo de Superkarts, con parrillas llenas hasta los topes (60 pilotos por carrera), compartiendo pista con eventos de renombre como Moto GP en 2006, GP de Francia de F1 en 2007, DTM en 2008 o los Gamma Racing Days de Assen.

Desde 2010 ha ido progresivamente en declive y, aunque hay un Campeonato Europeo CIK-FIA, está lejos de ser lo que fue. Aún así, en este 2015, entre el Campeonato Europeo y los campeonatos nacionales como el de Francia, Alemania o Inglaterra se han visitado circuitos como Donington Park, Assen, Le Mans, Nogaro, Hockenheim, Dijon, Ledenon, Le vigeant y Brno.

La mejor forma de entender el alto componente de locura que implica correr esta categoría y la razón por la que algo así nunca debería desaparecer sólo puede hacerse a través de algunos vídeos “on board”. Debajo encontraréis un video de Henrik Lilja, un piloto de Superkarts que en su canal deYoutube cuelga carreras con buena calidad y sobreimpresión de datos como velocidad, rpm, acelerómetro etc.. ¿Qué es lo que vamos a encontrar? Curvas en paralelo por encima de 200 Km/h, contravolantes a 180 Km/h o puntas de más de 235 Km/h, adelantamientos en la última curva de la última vuelta, Safety Cars (del minuto 8 al 14 en el siguiente video)…una delicia.

No se a vosotros, pero a mí me encanta ver que aún hay algunos locos por el mundo sacrificando tantas cosas (ahorros, vida privada, tiempo en familia…) simplemente por amor a la velocidad.

Extra Lap:
¿Quieres un SuperKart? PVPKart te los vende, 19000 € te separan de él.

Extra Lap2:

¿Recuerdas el Porsche 962C Dauer, un Grupo C homologado para la calle? Pues los amantes de los 2 tiempos tienen también su ración de locura: la RONAX 500: motor V4 2 tiempos de 500 cc y 160 CV a 11500 rpm, 145 Kg en seco y 100.000 Euros. Homologada para la calle.

¿No te parece lo bastante rápida? ¿Qué tal la Suter MMX 500? Recién anunciada en 2015 por el fabricante de chasis de Moto GP Suter: edición limitada a 99 unidades, 100.000 Euros, motor V4 2T con 195 cv a 13000 rpm, 127 Kg, +310 Km/h de velocidad máxima. No apta para circular por la calle. Probablemente la moto más especial de la última década. Un auténtico misil tierra-tierra.

Lo mejor de todo es que podremos verlas en directo gracias al un nuevo World GP Bike Legends. Una carrera/festival que reunirá a algunos de los mejores pilotos veteranos de la historia para competir en las categorías de 125, 250 y 500 cc. Ya han confirmado su asistencia Wayne Gardner, Freddie Spencer, Luca Cadalora, Loris Capirossi, Kevin Schwantz, Tadayuki Okada… Algunos, como Gardner, ya tienen su propia moto. La cita será en junio de 2016 en el Circuito de Jerez. Te gusten los coches o te gusten las motos, creo que hay cosas que uno no puede perderse.

Y así es como, en un momento, uno pasa de encontrar un motor usado en un anuncio de clasificados a descubrir los Superkarts y preparase un fin de semana racing disfrutando de sus héroes de niño…