Hace ya unos meses colaboré en la preparación de un homenaje a los pilotos españoles que han participado en las 24 horas de Le Mans. Como comprenderéis, varios de ellos se encuentran ya en la Gloria de nuestro Señor (Manso de Zúñiga o Juan Fernández, por ejemplo), otros tienen una agenda más apretada que el Metro en hora punta (caso de Fernando Alonso) y otros, sencillamente, no pudieron o quisieron participar por cuestiones personales.
Sin embargo, pudimos reunir a un elenco de lo más granado; tanto fue así que aparecimos brevemente en las noticias de la 1 (sí, las de TVE) y en Telemadrid. Destacaré los nombres de Antonio García, con récord de participaciones entre los nacionales, con 16; Jesús Pareja, con 13; o Carlos Palau, con 3.
Aunque yo me incluyo entre el grupo de espectadores que estaba alucinando con este repertorio, me corroía ligeramente la rabia por no haber sido coetáneo de casi ninguno de ellos. Pero no solo de este grupo de luchadores de la noche gala, sino de aquella generación de la época de mis padres que ha llegado hasta nuestros días con nombres como Luis Pérez-Sala, Luis Villamil o Adrián Campos.
Perderme esa última época dorada de la automoción española en circuitos siempre me ha sabido mal. Dicho esto, la tristeza se diluye rápidamente cual azucarillo en café caliente cuando veo que hoy en día tenemos el mejor plantel de pilotos españoles de la historia; al menos a nivel internacional.
Empezando desde lo más alto, jamás hemos tenido 2 pilotos luchando por podios en la F1; ahora, por fin, con Alonso y Sainz, vamos servidos. Al otro lado del charco, Alex Palou domina con mano hierro la Indycar. En categorías inferiores de monoplazas hay esperanza, con gente como Pepe Martí o Mari Boya destacando numerosos fines de semana. En Japón en Super GT tenemos a un tal Roberto Merhi, que además lleva años en la órbita de F1 y ha pilotado en Formula E para Mahindra. En GTs tenemos al grandísimo Dani Juncadella, al cual solo le falta ganar Roland Garros esta temporada después de un 2023 de libro.
Y para el final me dejo a un tipo sensacional que ha levantado la copa de Le Mans con victoria en la categoría LMP2 (en su primera participación), convirtiéndose en el décimo piloto español que logra tan ansiado hito: Albert Costa. Pero no solo eso, sino que Albert ha sido previamente campeón de la Formula Renault 2.0 en 2009, de la Megane Trophy en 2012, o del GT Open en 2019. Y, por cierto, acaba de conseguir un tercer puesto en su categoría en las 24 horas de Daytona 2024.
Debido a todo esto, y por lo bien que nos habían hablado de él, tenía ganas de hincarle el diente y poder entrevistarle. Por nuestra redacción han pasado ya nombres como el mencionado Dani Juncadella, pilotos similares como Marco Mapelli, leyendas como Jesús Pareja o ilustres nombres como Christian von Koenigsegg, así que Albert encajaba a la perfección en nuestros planes…
Fue durante la última ronda de GT Open en Barcelona, cuando fue llamado a filas por el equipo Motopark para intentar darle la victoria en el campeonato a Diego Menchaca, ya que su habitual compañero, Marcos Siebert, se encontraba corriendo en las ELMS (campeonato que finalmente ganó en LMP3, por cierto).
Carlos Soteras: Bueno, lo primero Albert, vuelta al GT Open, tercero en 2017 y ganador en 2019 así que supongo que estar aquí te trae buenos recuerdos. ¿Cómo te sientes volviendo a tu “medio casa”?
Albert Costa: Sí, la verdad es que cuando me dijeron, era doble casa porque era correr con el GT Open y en Barcelona. Blanco y en botella, vamos para adelante. La verdad es que tengo muy buenos recuerdos: luchar por estar delante y pasármelo bien, volver a ver a viejos amigos y, correr en Montmeló también es otro plus porque puede venir la familia y esto también a mí me motiva.
C.S: Vienes a ayudar a un equipo como último recurso, ¿cómo lo ves? ¿factible? Tu adaptación al coche, rivales…
A.C: Claro, me dijeron: «Es un Mercedes, ya sabemos que nunca lo has probado». Pero tenemos práctica libre y ayuda mucho el poder tener el día previo de entrenos. Por supuesto, siempre es delicado, cuando alguien que está luchando por el título y tú entras en escena… Yo voy a intentar hacer mi trabajo lo mejor que pueda, pero siempre hay el miedo de si pasa algo quizás «me la cargo yo» (risas). Por otro lado, también es una motivación porque ha confiado en ti un equipo que está luchando por el campeonato. Sé que tenían otros pilotos y me han querido a mí, y eso también es suma de confianza.
C.S: ¿Cómo dieron contigo? ¿Por algún piloto otro piloto, algún ingeniero?
A.C: Por Tinder [risas]. Mi ingeniero del WEC es un amigo de Timo [jefe de Motopark] y a la vez ayuda mucho al equipo, se ve que había un par de pilotos en la lista y dijo “Oye, tenemos a este chaval que está en el WEC y que también corre en GT con Ferrari”. Yo he corrido con coches de motor delantero como Jaguar, Lexus… Y me llamaron y yo dije “bueno, pues venga” (risas).
C.S: Justo ahora que has dicho Lexus, has corrido con Lexus, Jaguar, Lamborghini, Ferrari… Y ahora este es el quinto GT3 que coges, ¿muchas diferencias más allá de la disposición?
A.C: Sí, es un coche al que tenía especiales ganas, porque es el coche que siempre gana, el que siempre está adelante en todos los campeonatos. Muchos equipos y muchos pilotos dicen que el coche corre y que es mucho más fácil de conducir, que es mucho más dócil. Hoy es la confirmación de todo lo que siempre he escuchado; lo confirmo y lo afirmo, porque ayer estuve con Dani Juncadella, que estuvo por aquí y le dije: «tío, es que al final para ir rápido tienes que poner el punto extra y hay que sufrir dentro del coche; y hay que arriesgar, pero el Mercedes te da seguridad al ser muy predecible. Puedes arriesgar sabiendo lo que va a pasar». Luego, físicamente es muy fácil todo. En general es una gozada conducirlo, y más en este circuito que hay mucha curva rápida.
C.S: Tú vienes de ganar Le Mans este año. Además, has corrido GT World Challenge con Ferrari, el Sprint, salidas en DTM, salidas en GT Open. ¿Tu mejor año?
A.C: Yo creo que sí. Quizás no he ganado tantas carreras como otros años, pero este año para mí era muy importante. Me fui del equipo oficial de Lamborghini para trabajar en dos equipos privados, lo que era un riesgo: salir de la zona de confort, con un salario, con un contrato largo y decir: «Venga, me voy a dos equipos privados». Al final he tenido que trabajar mucho. Adaptarte a dos coches completamente nuevos como es el Ferrari y también el LMP2. Sabía que tenía que poner ese extra este año y la verdad es que estoy muy motivado, trabajando más que nunca físicamente, mentalmente y en el simulador.
También ha sido un poco una demostración a mí mismo de decir “Si quiero, puedo”. Este fin de semana, aunque sea una pista que conozco como la palma de mi mano, al final estamos hablando de un coche nuevo y hay muchas cosas que se me escapan. Vi la meteorología también, que a lo mejor llovía me dije “¡Wow, vaya show nos espera! Da igual Albert, venga, va, para adelante que hay que arriesgar”. Cada vez que las cosas salen bien, y voy mejorando, y voy intentando cumplir mis pequeños objetivos del día a día, es un punto de confianza muy grande que me ayuda a seguir creyendo en mí. El decir “Venga tío, sigue apretando que tiene su recompensa”.
C.S: Ahora que has mencionado Le Mans, Hypercar, Lamborghini… ¿tienes esa espina clavada de no haber pasado al Hypercar? Sobre todo ahora habiendo ganado en Le Mans con el LMP2.
A.C: Bueno, Lamborghini me envió un mensaje, de los primeros de hecho, cuando gané, y les dije: «¿Aún tenéis dudas de lo rápido que puedo ir en este tipo de coches?» Entonces hubo un par de reuniones, pero ya tenían otros pilotos con los que habían avanzado más a nivel negociaciones, contrato, etc. y no he podido entrar con ellos. Al final, es lo que he dicho: estoy contento porque yo hago mi trabajo lo mejor que puedo, y estoy contento porque siempre he dado mi 100%. Y a partir de aquí hay otros factores que no dependen de mí. La política juega un papel importante en este tipo de decisiones.
C.S: Sin dejar el panorama actual, dime pilotos a los que tengas como referentes. De cualquier categoría: F1, GTs…
A.C: Alonso y Verstappen. Alonso es un tío que con 42 años está demostrando que tiene una mentalidad madura pero en verdad como un chaval, como Norris o cualquiera de estos tan jóvenes. Yo ahora tengo 33 (la 33 famosa) y eso me ayuda también a motivarme a decir: «La edad es un número, hay que seguir y no pasa nada». Luego, de Verstappen, admiro la mentalidad de killer y de querer ganar siempre y no conformarse. Tengo buena relación con Max, ya que mi compañero de equipo está patrocinado por él y Max a veces me envía mensajes en plan “Wow tío, qué stint te has pegado”. Que Max Verstappen vea mi carrera, y luego me escriba a mi WhatsApp para felicitarme, es cuando dices: “Venga, vamos a seguir apretando”. Eso mola.
C.S: Metiéndonos un poco hacia futuro ¿Dónde te ves y donde te gustaría verte en unos años?
A.C: Por lo que he arriesgado con el cambio del año pasado, sería estar corriendo en la categoría Hypercar. Lo llevo luchando desde la primera carrera, pero incluso más después de Le Mans, ya que hubo muchas ofertas encima de la mesa. Yo creía que ya «estaba dentro», pero después de tantos meses, y ver pilotos con nombre, con dinero, con patrocinadores, y saber que la mayoría de los equipos sólo buscan esto, se me rompe un poco el corazón. Creo que si realmente dependiera de la velocidad pura de cada uno, las parrillas de salida serían bastante diferentes. No lo digo sólo mirando por mí, lo digo en general.
C.S: Pregunta picante: hay pilotos que te llaman la atención [para mal] y dices “oye, este tipo, ¿por qué está aquí?” ¿Alguno que puedas decir?
A.C: Bueno, he tenido ofertas con un equipo en el que me dijeron: “Mira, Mick Schumacher tiene el nombre, el patrocinador, sabemos que quizá en un cara a cara podrías ganar por velocidad, pero lo que él nos trae al equipo mediáticamente y a nivel sponsors, no nos lo traes tú”. Yo lo entiendo, pero me duele en el alma escuchar esto. El jefe del equipo te hablar cara a cara, te toca el hombro y te dice “lo siento”. Es muy duro. Yo lo entiendo, pero si como equipo tuviese el aspecto financiero cubierto, y no cambiase nada un millón de Euros, que es lo que va a pagar, buscaría más el resultado y los mejores pilotos.
C.S: Bueno, ahora del futuro vamos a retroceder un poco al pasado. Has pasado por todo, karting, monoplazas, GTs, Megane, pero hay un vacío ahí que me gustaría preguntarte. Megane 2012 y hasta la GT World Challenge 2016, nada. ¿Qué pasa ahí? ¿Dónde está Albert Costa? ¿Está hibernando?
A.C: Me estafan. Me estafan cuando tenía todo para ir a la Fórmula 1 como piloto probador y correr en GP2 (Fórmula 2 ese año) o World Series. Podía elegir incluso, pero mi manager desapareció con todo el dinero y me quedé sin correr. Fue muy duro, estaba muy frustrado, pero también ahora que me he recuperado profesionalmente pienso que me hizo bien porque supuso un cambio en mi vida: cambié de amigos, cambié de novia, cambié todo a mi alrededor y me di cuenta de quién estaba a mi lado por amistad de verdad y quién no. Ahora que me han ido bien las cosas otra vez, creo que son etapas de la vida. Me fastidia haber perdido esas oportunidades pero, ahora, ser mejor persona, haberme dado la vida palos, me ha ayudado a madurar, a ver las cosas de otra forma.
C.S: Había leído lo de tu manager y me quedé petrificado. Entiendo que ese episodio debió ser un proceso complicado. O sea, no es un ladrón que coge y se va.
A.C: No, no, lo hizo bien.
C.S. ¿Algún momento o momentos que han definido tu carrera? ¿Quizá este Le Mans el que más? ¿Algún otro con el que te quedarías?
A.C: En el año 2015-16, cuando llevaba cuatro años parado y no había forma de volver. Empecé a luchar, a creer, a vivir cada día como si me fuesen a llamar: «me van a llamar, me van a llamar, me van a llamar». Al final me llamaron y pude recuperarme y estar en donde quería estar. Luchando por mis sueños, que al final es correr y ser profesional de esto.
C.S: De toda esta historia ¿rival más fuerte que has tenido? alguien que dices “lo tengo que batir, me come la moral. Es él o yo, todo o nada”.
A.C: Sí, sí, Mirko Bortolotti. Mirko es un tío muy top, muy fuerte mentalmente. Puede tener problemas un día, donde no le salen las cosas, y al día siguiente hacerte la pole. Es un tío del que he aprendido mucho como piloto, de su mentalidad y forma de afrontar los problemas. Eso es bueno.
C.S: Ya unas preguntas breves. ¿Coche de calle?
A.C: Cupra Ateca.
C.S: ¿Coche favorito de calle?
A.C: Jaguar F-Pace.
C.S: ¿Coche de competición favorito que hayas pilotado?
A.C: Ferrari 296 GT3.
C.S: ¿Y el que te hubiese gustado llevar de cualquier época?
A.C: Un Maserati moderno, un MC12.
C.S: ¿El circuito favorito?
A.C: Brasil. Interlagos. Brutal, me encanta, rodé allí con Stock Car.
C.S: ¿Y alguna competición que te hubiese gustado hacer en otro momento?
A.C: Formula 1 y los Supercar V8 de Australia.
C.S: Y ya para finalizar , ¿quieres contarnos alguna historia? ¿Algún pique que has tenido con gente?
A.C: Sí, bueno, esto pasa cada día. Es parte del juego. Hay pilotos que te frenan el medio de la curva, te bloquean en la recta o te hacen mil jugarretas. Otros usan las redes sociales para atacarte o tratar de poner en evidencia tus errores, minar tu reputación o moral… Yo me he chocado, he cometido errores, pero con humildad he podido ir y decir: “tío, la he cagado. No es tu culpa. Es mi culpa al 100%”. Yo cometí dos errores grandes con [Raffaele] Marciello, luchando en el ADAC GT Masters. Han sido mis dos grandes errores en carrera, pero supongo que es inevitable y siempre aprendes de ello. Hoy soy mejor piloto también gracias a ello.
Aquí cerramos y agradecemos a Albert su tiempo. Su reputación de piloto extrovertido y simpático es totalmente merecida. Mucha suerte Albert, nos volveremos a encontrar pronto.
Gracias a @RobertDeBenito por su ayuda durante esta entrevista.
Zubi
7 de febrero de 2024 a las 16:53Espectacular!! No conocía a este piloto más que de oir su nombre alguna vez y vaya trayectoria. En España tenemos auténticos heroes partiéndose el pecho por el mundo y apenas los conocemos. La historia de la estafa me ha dejado impactado, y aun así saliendo adelante, grandioso!
Gracias por entrevistas como estas, están a años luz de lo que se puede leer en cualquier sitio.