Un barco, esa es la sensación al volante. La dirección se siente imprecisa y demasiado blanda, los pedales parecen de plastilina y los recorridos de los cambios también. Que desastre! Frena fuerte y la frenada se alarga más metros de los esperados, la carrocería se balancea y el sonido es insulso.

No es una pesadilla, son la sensaciones al volante, al volante de cualquier otro coche que cojas después del Mini Cooper S Power On.

Quizá no sea la mejor manera de empezar el artículo, porque la mayoría pensará que es un coche redondo, que ya lo hemos dicho todo y que no hace falta seguir leyendo. Pero, amigo mío, si he podido dejar tan claro como es este coche en un sólo párrafo imagina todo lo que se puede contar en un artículo completo. Siéntate otra vez, esto te interesa.

El coche menos potente que ha sido objeto de una prueba de 8000vueltas, otro hecho como para perder algo de interés. Pero como predicamos (en el desierto, visto la tendencia de las marcas) la potencia es importante, pero más lo es el peso y una buena puesta a punto.

Y en este sentido Mini ha hecho lo indecible con este coche. Si atendemos a lo que todos habremos leido el Mini de la generación anterior era más radical, pero yo no lo he probado. Y me tengo que limitar a hablar sobre lo que sé, y este Mini es realmente impresionante: Me ha dejado, casi, sin palabras

Comencemos por el principio. ¿ Qué significa Power On? Pues se trata de una opción que nos plantea Mini para los insaciables que no encuentran suficiente con un Mini Cooper S, un urbano con muy mala leche que ya de serie se permite «ajusticiar» a muchos deportivos mayores. Pero en realidad Power On es el nombre de uno de los tres kits que montaba el coche probado, del más importante de ellos.

Sencillamente sólo hay un pack que sea obligatorio. Y ese es, obviamente, el Power On. Se trata de la mejor de las soluciones si queremos pasar de tener un bonito utilitario a una endiablada y compacta máquina para irse de curvas (sin que se vea limitada a 600cc y 2 ruedas). Veamos: mejora el sonido, mejora los frenos, mejora la suspensión, mejora el motor y monta unos baquets espectaculares. Toca todo lo esencial para hacer un coche deportivo (salvo rebajar el peso, que entonces ya sería adentrarse en el mundo del Mini GP de la anterior generación). ¿Podría ser mejor? La respuesta es SÍ. Aunque en general el kit es intachable hay un par de aspectos que deberían mejorar. El primero son los asientos, son espectaculares y muy racing pero la sujección lateral debería ser mejor. Quitando la parte estética no compensa la comodidad que restan al entrar y salir con respecto a lo que agarra (estos asientos también los monta el Clio Sport y el 135i Performance Pack).

El otro apartado mejorable del pack Power On es el motor. Empuja como un demonio y puede disparar los 1200 kg del Mini en cualquier circunstancia, pero no he visto que la mejoría con respecto al Cooper S sea clara. De hecho los 174 Cv anunciados por el Cooper S (al igual que el 207 RC con el que comparte motor) son bastantes menos que los reales, que ya se aproximan (si no igualan) a los 192 que declara el Kit Power On, potencia que por cierto ha clavado en el banco de potencia. Lo que sí me ha parecido es que la respuesta es más instantánea y que la curva de par va más «llena» que en Cooper S normal. A lo que me refiero es que si bien la diferencia entre motores es más bien escasa no hace falta más ya que el 1.6 turbo es espectacular. El que quiera más que se vaya al Cooper Works…

Precisamente hay un kit que está hecho para el que no quiere comprarse un Cooper Works (no sé que motivación podría tener alguien para no querer tal cosa) el Dress up, que incluye prácticamente todo lo que puede diferenciar desde fuera a un JCW de un «vulgar» S. El resultado es espectacular, de eso no queda ninguna duda, y es un coche que gira más de una cabeza a su paso. Resulta sorprendente porque además montado en el Mini te das cuenta de la auténtica plaga de ellos que hay, parece que los regalen, pero sentir que vas en el más espectacular de cuantos te encuentras por la calle es una sensación especial. Todos hemos girado la cabeza al ver un Mini esperando que sea un Cooper S y nos hemos encontrado un One, pues con este te pasa lo contrario…es más, más y mejor.

Por último tenemos el kit Carbon Fibre, el exceso totalmente innecesario…pero bueno, ya puestos. Es indudable que el pomo del cambio es más que cómodo, y que la entrada de aire del capó (aunque es falsa) queda más bonita con el borde en carbono, pero habría que preguntarse si esos € extra no convendría gastárselos es un buen curso de conducción por un circuito a bordo de este pequeño avión (Yo si pudiera haría las 2 cosas). Y probarlo en el circuito fue precisamente lo que nos faltó con este matagigantes para poder llegar hasta los límites de lo razonable a los que no te puedes acercar por vía pública. Aun así encontramos buenas carreteras donde explorar el potencial de esta maravilla.

Pero para verlo tendréis que lee a la 2ª parte:

Prueba Mini Cooper S Power On, parte 2 de 2