Turbo. Esta palabra puede que haya mantenido su significado en el diccionario, pero en nuestros corazones, Turbo siempre significó otra cosa. En los 80, cuando solamente los coches de más alta gama y sus versiones de competición traían esa codiciada etiqueta, esa palabra era sinónimo de peligro, de prestaciones exorbitantes y de respeto, porque conducir un coche turbo no era para todos los mortales. Hoy el turbo es una tecnología que nos viene impuesta: ya no llama la atención, ya no representa un desafío solo apto para los mejores.
Por eso es importante que las marcas que a nosotros nos gustan lo usen en sus modelos. Son ellos los que pueden devolver la emoción del turbo y darnos un poco de fe para pensar que lo que nos espera a partir de ahora no son solo electrodomésticos para ir del punto A al punto B.
Como no podía ser de otra forma -el downsizing y la normativa antipolución mandan-, Porsche va abandonando poco a poco los motores atmosféricos (aunque curiosamente sus mejores coches lo son, y todo parece indicar que seguirán siéndolo por ahora) y termina de completar su oferta turbo incluyéndolo también en su escalón de acceso: la gama Boxter y Cayman 718. ¿Habrán conseguido los germanos que estos turbos vuelvan a ser algo que infunda respeto en las manos de quienes sujetan el volante?
Es viernes por la tarde y me escapo de la oficina después de una semana que se me ha hecho larga, muy larga. Mientras espero en la acera, pienso en los correos electrónicos que estarán esperando el lunes para ser contestados. Por fin aparece el equipo 8000vueltas, que me recoge en una berlina de 510 cv y, media hora después, tras haber parado en una gasolinera para quitarme la corbata y ponerme unos zapatos cómodos (¿Ayrton Senna con mocasines y calcetines blancos?) por fin me encuentro cara a cara con el Porsche. Al verlo me quedo impresionado; no tiene nada que ver con lo que había visto en fotos, el color Rojo Guardia de verdad favorece a este coche, mucho.
El Cayman ha sido siempre un coche que no terminaba de cuajar entre los más «Porschistas» -la sombra del 911 es muy alargada y siempre parece que le falte algo- pero, generación tras generación, viene demostrando que no hace falta un coche grande para sentarse a la mesa de los mayores y ha probado lo que todos, en el fondo, pensábamos: un motor en el centro, buenas soluciones en el apartado dinámico y un presupuesto considerablemente inferior pueden darnos un coche tan bueno como un 911. Ahora me encuentro delante del último Cayman (en su versión S de 350 cv) y me pregunto si estará a la altura de todo lo que se supone que debe ser este coche.
Nos ponemos en marcha y decido ir primero de copiloto. Mientras, exploro y estudio cada detalle del coche. Como siempre, los acabados son -por lo general- sobresalientes, además, esta unidad viene equipada con muchos extras y con la configuración deportiva; es decir, tiene todo lo que le pondrías si fuera para ti: suspensión ajustable, escape deportivo, asientos deportivos, carbono, mucho carbono, más carbono… pero hay algunas cosas que no son de recibo en un coche que parte de casi 75.000€ (la unidad con las opciones que hemos probado ronda la barrera psicológica de los 100.000€, casi más que un 911 básico): el Cayman tiene unos faros estupendos pero había condensación en ellos y el llavero, del mismo color que la carrocería, se estaba «pelando». En un coche de esta factura y con tan pocos kilómetros son defectos poco perdonables. Sobre todo si pensamos que Porsche tiene un margen medio de 16.000 € por cada unidad vendida.
Empiezo ajustando la posición del asiento eléctrico y del volante (de carbono, cuero y ¡calefactado!). Al pisar el acelerador recibo una respuesta del escape deportivo en forma de pequeño petardeo, avisándome de que podemos irnos. Es cierto que no suena como el VW Golf de tu vecino, aunque es muy diferente a lo que esperas de un coche con estas líneas y claramente decepcionante si estás acostumbrado al «flat 6» atmosférico del anterior Cayman S.
Al ponerte en marcha (aprovechando para usar el Launch Control), recibes una respuesta inmediata por parte del motor que se plasma en una pérdida mínima tracción -y de tiempo- que te desplaza la cabeza hacia atrás hasta tocar con el reposacabezas. Empezamos fuerte.
Pero entonces, si el Cayman S me acaba de empujar la cabeza hacia atrás acelerando de 0 a 100 km/h en 5 décimas menos que su predecesor (4,4 s VS 4,9 s con cambio PDK), será que quizá el nuevo motor turbo no es tan terrible como se escucha por ahí. Parémonos a analizar qué es lo que realmente ha cambiado en el corazón de los Cayman S: la cilindrada ha disminuido de 3.4 litros (325 cv) al actual 2,5 litros turbo de la versión S, ganando además 25 caballos (350 cv). Este nuevo motor tiene toda la gama de novedades tecnológicas de Porsche, que incluso comparte con su hermano mayor el 911. Desde el mismo método de creación del cárter o los pistones, pasando por el mecanismo de acción del árbol de levas o la bomba de gasolina, hasta la inyección directa centralizada, que asegura que el aporte de gasolina sea el mismo en cada uno de los cuatro cilindros de este nuevo motor. Esto último es un gran avance respecto a modelos anteriores puesto que Porsche, por fin, está usando la tecnología de sus modelos más avanzados en vez de recurrir a soluciones más económicas para resolver los desafíos comunes que presentan las gamas de acceso a la marca.
Al equipar el paquete Sport Chrono, el Cayman S monta soportes de transmisión magneto hidráulicos para minimizar pérdidas y suavizar transiciones. El alzado de válvulas es variable tanto en admisión como en escape gracias al nuevo Variocam Plus, que mejora la eficiencia volumétrica del motor, extrayendo el máximo de energía posible tras el encendido de cada bujía, lo que optimiza las prestaciones y además reduce emisiones (algo que poco importa si eso no hace que la experiencia al volante sea más intensa).
Con el cubicaje perdido se han ido también dos cilindros (antes 6 y ahora 4, ambos en disposición bóxer) que han sido reemplazados por el turbo del que hablábamos al principio: tecnología extraída directamente de su hermano mayor el 911 Turbo. Hablamos de la geometría variable, que permite mantener constante la entrega de potencia en todo el régimen de revoluciones. Desgraciadamente en altas no tiene, ni de lejos, esa estirada frenética que si tenía su antecesor atmosférico. Lo que sí tiene es un régimen medio que el anterior 6 cilindros bóxer no podía ni soñar. Además, este turbo de geometría variable elimina el «turbo lag» hasta el punto de que llegamos a preguntarnos entre nosotros si habíamos sido capaces de notarlo en alguna recuperación. Esto último es consecuencia de que el turbo del Cayman S sopla solamente a 14,5 PSI (0,96 Bar), frente a los 20 PSI (1,38 Bar) del turbo de geometría fija del Cayman básico (2.0 litros), lo que reduce el «efecto turbo».
Las marchas siguen subiendo y ahí es donde encuentras el sentido al cambio PDK de 7 velocidades, por fin de desarrollos más cortos que en versiones anteriores. Esta caja tiene las seis primeras marchas relativamente cerradas, lo que le da al coche una alegría que claramente necesitaba en este aspecto, y una séptima muy larga que nos sirve para viajar a alta velocidad y bajas revoluciones. Aunque no hay ninguna duda de que la relación de marchas del PDK sea mejor, a título personal, me gustaría haber probado una versión manual por el romanticismo que tiene reducir haciendo punta tacón, dejando que el escape suene mientras el giro de la caja y del motor se sincronizan o, ¿quién sabe?, a lo mejor dar una «patadita» al embrague en una curva lenta que me saque una sonrisa extra.
Después de 10 segundos, que ha sido el tiempo que he necesitado para pensar todo esto, llego a la primera curva, o eso pretendía… hundo el pie en el pedal de freno y me quedo «parado» a 20 metros del ya de por sí conservador punto que había elegido como referencia para mi primera frenada en serio. El nuevo Cayman S frena muchísimo: el conjunto de coche bajo con una suspensión dura que transfiere pocos pesos, unido a unas pinzas de 4 pistones que devuelven un tacto de freno made in Porsche y unas gomas de 235 delante y 265 detrás permite transferir muchísima potencia de frenada al suelo. Esta capacidad de frenada lo convierte en un digno rival si te lo encuentras al final de una recta en un circuito: si no ha podido pasarte acelerando con sus 350 cv seguramente te gane la posición en la frenada.
En la parte baja de las montañas casi todas las curvas son rápidas así que, en cuanto cojo confianza, empiezo a frenar menos y a pasarlas solamente manteniendo el pie en el gas para que el coche no se descoloque. Resulta especialmente gratificante lo ligero que se siente incluso haciendo cambios de apoyo rápidos, sobre todo comparado con otros coches que no son mucho más pesados, pero sí lo parecen.
Tres curvas después miro a mi copiloto, que ha probado el coche antes que yo, y su sonrisa me dice que sabe lo que estoy pensando: el chasis y la suspensión hacen un trabajo brillante, y cuando digo brillante me refiero a que el conjunto funciona muy por encima de lo que estaba esperando. La unidad que probamos equipaba el sistema de suspensión PASM (Porsche Active Suspension Management) que personalmente me parece una opción obligatoria para los que vayan a aprovechar la deportividad del Cayman, pues nos permite seleccionar entre dos opciones de tarados de suspensión con tan sólo apretar un botón, haciendo que el Cayman S cambie de personalidad totalmente.
Cuando circulas por la ciudad con el modo Comfort activado, el coche cabecea de manera sutil y relaja el rebote de los amortiguadores, que se regulan de manera independiente ajustándose a las condiciones del firme para hacer que la conducción diaria sea más llevadera, o para cuando te has alejado tanto de la civilización que las carreteras se empiezan a agrietar, ya que las llantas y neumáticos de 20” y perfil bajo no dejan ningún resalto a la imaginación.
Pero con la suspensión en modo Sport la respuesta es muy rápida, el cabeceo es mínimo y el 718 en seguida apunta su morro a la salida de la curva con precisión. Esta precisión te llena de confianza y, en prácticamente nada, ya te has acostumbrado al motor central, aprendiendo a sacarle el partido que merece un chasis de estas prestaciones y que saca su mejor cara cuando frenas fuerte y tarde, incluso con el coche aún entrando en la curva.
A medida que las zonas rápidas desaparecen y nos adentramos más en la montaña, las curvas lentas toman protagonismo. Los pinos empezaban a limitar el paso de la luz del sol y el Cayman S se muestra muy rápido, pero a veces rápido no siempre es lo que tiene que ser un coche y llegados a este punto es cuando puedes apreciar lo que para nosotros es su «punto débil»: el motor. No desde el punto de vista técnico o prestacional. Si ves sus cifras sobre el papel, eclipsan a cualquier Cayman anterior a excepción del GT4, del que tampoco se queda muy lejos ante el objetivo juicio de un cronómetro.
Entonces, ¿cuál es el problema? El motor es mucho más utilizable que el anterior en todo su rango de potencia, bastante más potente y encima de consumos ridículos para lo que corre, pero no suena especialmente bonito y es demasiado lineal. Soso. El problema es que este Cayman S (te recuerdo que es la versión S) es el deportivo tope de gama de motor central de Porsche. Con esta descripción yo entiendo que es un coche pensado para la conducción deportiva -y creo que cualquiera entendería algo parecido- entonces, ¿para qué me vale tener toda esa potencia a 2.000, 3.000 ó 4.000 vueltas? Yo la necesito arriba, con un motor rabioso, puntiagudo y que me ponga los pelos de punta cuando empalmo dos o tres marchas a fondo en una carretera de montaña. Eso no lo tengo.
Si además sumamos que todo lo demás es tan bueno (chasis, suspensiones, frenos) que podría soportar muchos más caballos, se echa de menos un poco más de carácter, de nervio para descolocar un coche muy efectivo y con mucha goma en contacto con el suelo. No era necesario poner neumáticos de 265 mm de ancho atrás en una llanta de 10″. No sólo agarra más de lo que necesitas, es que la llanta de 20″ de diámetro y 10″ de ancho pesa. Con esto no queremos decir que el 718 Cayman S sea un coche con el que no puedas hacer largas derrapadas; cuando rompe tracción lo hace de una manera suave y te permite alargar el deslizamiento del eje trasero hasta la salida de la curva como si fueras un piloto de subidas. El 4 cilindros bóxer turbo es un motor sobresaliente en todo, pero sin el picante necesario para que te vuelvas loco y conduzcas con una sonrisa imborrable. Cuando le pisas a fondo y esperas que entre el turbo realmente no pasa nada, prácticamente no se nota (para lo bueno y para lo malo). Y la opción «turbo boost», que siempre me pareció un triste reclamo comercial para gente poco versada en la conducción deportiva, no se nota absolutamente nada en la vida real.
No obstante, que nadie piense que este es un coche para aburrirse, todo lo contrario. La facilidad con la que te entrega su potencia y te deja tomar las curvas, sin despegar las manos del volante ni un segundo, es digna de admiración. Es un coche que hace que te bajes de él y cierres la puerta con una sonrisa, porque has ido realmente rápido y el coche ha sido tu amigo, tu aliado. Te ha ayudado a acercarte a límites que con otros coches no te atreverías a explorar porque se vuelven críticos y la catástrofe parece inminente. Creo que el 718 es una referencia en este aspecto. Seguramente El rival a batir.
Pero es un rival a batir como coche deportivo para todos los días, no como coche de sensaciones. Es un coche con el que hacer mil planes y usarlo para todo. Además puedes meterlo en circuito o hacer una carretera de curvas a unos ritmos de locura y, sin duda, lo pasarás bien. Pero no es un coche con el que vayas a bajar al garaje e irte a propósito a tramear, no te va a incentivar tanto. No vas a ponerte nervioso cada vez que lo arranques, no te va a sacar una sonrisa cuando le des un acelerón… entonces, ¿de qué te vale? Cuando probamos este Cayman S teníamos también un Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio y un BMW M3, cualquiera de los dos puede hacer lo mismo que este Cayman, y además rondan los 500cv y con plazas traseras. Situación complicada para el 718, ¿verdad?
Hasta ahora, como muchos otros, era de la opinión de que aproximadamente 300 caballos es la medida justa para disfrutar en una carretera abierta sin llegar a ponerte en un peligro inasumible, sin embargo, al igual que pasó en los 90 con el límite de los 200 cv, este Porsche es tan bueno que pone de manifiesto que puede con mucha más potencia sin despeinarse.
Mi conclusión es que el 718 Cayman S es mejor en todo lo medible respecto a su predecesor, no así en lo subjetivo y relativo al disfrute. Además, los ingenieros de Porsche han conseguido educar a este pequeño deportivo de motor central para que te acompañe y te enseñe esos límites que antes veías imposibles, y es que el 718 Cayman S te permite aprender a entrar en las curvas con el freno justo para asentar la dirección o te enseña que el punto de aceleración, cuando el motor empuja desde detrás de tu espalda es distinto al que estás acostumbrado. Pero quizá no fuera ese el camino que los aficionados esperábamos. ¿Es un gran coche? Sí, por supuesto. El problema es que no está enfocado hacia el aficionado que busca sensaciones y que se ha recorrido los circuitos de media Europa sino que está pensado para ese tipo de cliente que cree que un Golf GTI es un coche deportivo. Para esos, un Cayman 718 es un upgrade claro.
¿Se han equivocado en Porsche con el nuevo Cayman? Por supuesto que no, el departamento de marketing/ventas/estrategia o el que sea ha decidido hacer el Cayman 718 tal y como es porque así se lo demanda el mercado. «Su» mercado, no el nuestro, que no hace más que crecer en China, Oriente medio y Sudamérica. Porsche es una máquina de ganar dinero y tiene claro como hacerlo.
El nuevo 718 Cayman S es un coche dócil con el que puedes convivir en el día a día, pero también tiene un chasis que marca una nueva referencia. Cuando quieras alargar el camino a casa y darte un paseo espirituoso, hará que llegues casi a la misma hora que si hubieras vuelto por el camino de siempre, pero la semana se hará un poco más corta. La pregunta es, ¿cuantas veces te va a invitar a hacer eso?
Puedes ver todas las fotografías de la prueba en nuestro Flickr.
Texto: Jorge Toribio
Fotografías: Francisco Carvajal
Vicenturi
23 de marzo de 2017 a las 17:23Qué buena prueba, tengo uno igual y creo lo mismo que dicen aquí.
E30
23 de marzo de 2017 a las 18:09Vaya cacharrito, noche veraniega, ventanillas bajadas, y a disfrutar del eco por la montaña
kaikos
23 de marzo de 2017 a las 18:11Buen articulo, me gustan también este tipo de coches más refinados que bestias, hay cabida para todo si está bien hecho y este porsche tiene su nicho de mercado
Xule
23 de marzo de 2017 a las 18:33Esta frase me ha dejado un poco frío «pero no suena especialmente bonito», y más después de leer que tiene instalado el sistema de escape deportivo.
En el artículo se critica que este coche tiene mucha goma (y realmente la tiene con unas llantas de ese enorme tamaño), ¿¿crees que sería más divertido si por ejemplo montara unas 18″ con 235mm en el eje delantero y 245mm en el trasero??
Soy de la opinión que este coche visto al natural es una preciosidad, sin lugar a dudas si mañana me tocara la lotería sin duda sería de mis primeras opciones, sin embargo también me tira mucho el M2 aunque por supuesto no juegan en la misma liga
emmanuel
23 de marzo de 2017 a las 18:46Yo creo que la opinión de este coche podría haber sido otra si tuviera los extras adecuados, en lugar de llanta de 20 que considero excesiva, dejar la de serie, y poner el extra de la linea de escape, para mejorar el sonido, con eso y una repro que lo deja en unos 400cv ya tienes un señor deportivo
Eduardo
23 de marzo de 2017 a las 20:16Buen artículo !! Bonito para las noches de playa pero sigo siendo fiel a coches la rabiosos de lo que parece según el artículo
Lasheras
23 de marzo de 2017 a las 21:21Después de haber probado el coche, no puedo estar más de acuerdo con el artículo. Un coche excepcional como deportivo efectivo y coche de diario, pero que no invita a conducirlo por el mero hecho de conducir. Un coche que no emociona lo suficiente en marcha por un motor sin gracia.
El único punto con el que no coincido es con que un M3 o Giulia QV ofrecen lo mismo, no quiero adelantar nada de las pruebas que viene los próximos meses, pero tras bajar de las berlinas, que van muy, muy bien, montarse en el Cayman S era una auténtica maravilla por ligereza y precisión. Lo dicho, en cuestión de chasis y comportamiento, seguramente EL rival a batir.
Enhorabuena a Paco por las fotos y a Jorge por el texto.
Un saludo,
nachetetm
24 de marzo de 2017 a las 21:50Yo voy a poner la nota discordante aquí. A mi los Boxster/Cayman nuevos me parecen un Porsche «para cuñados». Esos que van diciendo: «en carretera de curvas me meriendo a un 911», «gasta menos que un Golf GTI» o «acelera más que la versión anterior y una patada en medios que ya verás». Lo siento pero este coche con cuatro cilindros no lo veo. Me da igual cuanto gaste de menos, o cuanto de más acelere. Yo quiero que suene como si tuviera muchos cilindros y que estire bien. Con esta misma cilindrada y turbo un H6 hubiese sido ideal y estupendo. Quizá gastaría un poco más pero sonaría mucho mejor, y no sería tan duro gastar tanta pasta en un motor que al final no es más que un tetracilíndrico (como un Golf R, Un Subaru STI o muchos otros coches muy rápidos pero que son «otra cosa»). Si ni siquiera parece ser un tetracilíndrico de los que marcan época, es rápido pero sin carácter, si atendemos a lo que dice la prensa. Visto lo visto yo me iría de cabeza a por un M2. Me da igual que no sea tan rápido, yo quiero un motor más emocionante.
Por cierto, no decís nada de la dirección. ¿Ha mejorado un poco o sigue siendo un punto débil del Cayman?
PATABRAVA
25 de marzo de 2017 a las 00:29Espera, espera…que entonces los nuevos motores turbo que tienen la premisa de no contaminar, no sonar, y no soñar, ¿no son la panacea?!!
Igual lo que le hace falta es una batería de litio para no consumir y una guitarra para sonar. Los platillos ya los perdieron hace mucho.
Esto es un Audi TT en toda regla, por genes, aptitudes y actitud.
Eso sí, las pegas que se le ponen son todas fáciles de solucionar… una vez salvado el escollo de pagar la factura sin pestañear ni comparar con rivales potenciales o no tanto.
Por cierto, lo del margen ganado por unidad ni lo mencionaría, a mí me gusta que la gente gane dinerito.
IMS!
IMS!
IMS!
Jorge Toribio
25 de marzo de 2017 a las 10:47@Xule respecto a lo que comentas de las gomas, 18″ no sé puede que tuvieras que ponerle demasiado perfil para llenar el paso de rueda y entonces necesitases un neumático de paredes muy duras para que transmitiese bien lo que pasa en el suelo, pero las 19″ que vienen de serie sí que me parecen una opción más acertada. En cuanto al ancho de goma, yo soy firme creyente de que el 265 atrás es un ejercicio de marketing pensado para que el coche entre aún mejor por los ojos, porque es verdad que cuando ves una llanta de 10″ de ancho apoyando tantísima goma en el suelo impresiona, así que puede que con un 9″ como lleva delante o incluso 8,5″ en las cuatro, podríamos poner una goma más acorde a las prestaciones y entrega del coche.
@emmanuel, siento decirte que el Cayman S que teníamos sí que tenía la linea de escape deportiva… así que con piezas de la casa poco más se puede mejorar, aunque estoy de acuerdo contigo, a lo mejor con un escape aftermarket y un mapeado más adecuado a la conducción que nos gusta quizá hubiera dado una opinión muy distinta.
@Lasheras coincido contigo en que la sensación de ligereza y precisión gustan, y para mí son las que salvan al 718, pero la efectividad va dentro de un marco de potencia con el que te sientes cómodo desde el principio, puede que con 510cv la sensación de precisión se diluyera a consecuencia del 45% extra de potencia que te lanza contra las curvas a un ritmo muy superior. Si a eso le añadimos que las berlinas de las que hablamos son un poco más utilizables por tener más de 2 plazas, creo que sería una dura decisión puesto que el cayman del que estamos hablando se vende por un precio similar al que pagarías por comprarte un Giulia QV y eso para mí es una decisión delicada porque aunque el 718 cumple con el canon de lo que es un deportivo en el aspecto visual, en el aspecto dinámico tienes un montón de opciones que a lo mejor te aportan más
Jorge Toribio
25 de marzo de 2017 a las 11:06@nachetetm lo cierto es que la dirección ha mejorado bastante, se siente muchísimo más inmediata que la de su predecesor y no te obliga a soltar las manos del volante en cada curva (créeme que teniendo un m3 e36 estas cosas las aprecias), además donde sí que han hecho un trabajo notable es en la dirección asistida, que cuando vas lento o aparcas se vuelve ligera y cómoda pero cuando vas con ganas se endurece y ayuda a darte la sensación de precisión de la que hablamos.
Respecto a si quiero un M2 en lugar de este Cayman S, aunque el segundo tenga cosas que BMW ni siquiera se plantea, como es por ejemplo diseñar un chasis específico como el que han creado para los 718 o poner unos frenos que soporten bien el desgaste, hay dos cosas que probablemente me empujarían a quedarme con el primero, una es completamente subjetiva y es que los BMW son mi punto débil, pero la segunda es el presupuesto, un M2 es una opción mucho más económica que te dejaría unos 15.000€ (comparando unidades base)
@Patabrava la verdad es que tienes mucha razón, las pegas que tiene este coche se pueden solucionar todas a golpe de talonario pero hasta qué punto tiene sentido seguir tirándole billetes a este coche? aunque yo como soy un loco del aftermarket y de preparar las cosas probablemente lo hiciera, no creo que el comprador medio vaya a planteárselo, aunque puede que tampoco lo necesite porque siendo realistas y como dices al igual que un TT, este coche cumple con todas las necesidades del usuario medio de manera solvente
Gis
25 de marzo de 2017 a las 23:44Me quedo con este resumen:
está pensado para ese tipo de cliente que cree que un Golf GTI es un coche deportivo. Para esos, un Cayman 718 es un upgrade claro.
Vaya sentencia. Bravo por la prueba, me ha gustado mucho.
Storm
28 de marzo de 2017 a las 11:14Buena prueba, gracias!
Lo de siempre, buscamos un deportivo-deportivo o un deportivo-gt?
:P
alberto
28 de marzo de 2017 a las 17:21Tenía mucha fe en este coche, tras oir hablar tan bien del básico -para ser el básico-.
Pero veo que se vuelve a enfrentar a su eterno problema: no pueden dejar que le pise el callo a un 911.
Este «pobre» coche debería ser de otra marca.
Enhorabuena por la prueba.
arribi
28 de marzo de 2017 a las 18:23Creo que este coche resume lo que pasa hoy en día con muchos coches: son efectivos, más que sus predecesores, pero por alguna «extraña» razón no acaban enamorándote como lo hacían sus más inmediatos predecesores. Para mí la mayor pega de los coches de última generación es su motor «demasiado bueno», faltos de carácter y con un sonido que es «igual» en todos (sea la marca que sea».
Deivid Torrepower
29 de marzo de 2017 a las 13:55Jelou a tod@s,
No sé a vosotros, pero me viene pasando que si no «sufro» el coche, no lo disfruto. Como si de un desafío se tratara, me llena esto que se comenta de querer irte de tramo y, al la vuelta, en esa última mirada hacia atrás con el coche aparcado en la plaza de garaje, sentirse satisfecho de haber «podido» con él.
Vale que me he puesto muy cursi pero, por lo que he visto del coche y lo que transmitís, a este Porsche le falta esa chispa de «algo». A saber, caracter sobrevirador, subvirador, dirección flotante, motor sólo con altos, o con bajos o con un consumo de locura… no sé, cualquier peculiaridad con la que se transmita algo, desde un cabreo monumental por la factura de la gasolina hasta un pequeño chute de adrenalina porque has conseguido que deslice de detrás.
Creo que por eso nos gustan tanto los coches de antes de los ’90 y los actuales, tan «politically correct» son aburridos hasta mas no poder.
Saludetes!!
Lázaro
31 de marzo de 2017 a las 13:12Que bueno Toribio!! Me ha encantado!
Un abrazo!
Junior
31 de marzo de 2017 a las 22:19Me quedo con el GT4 el mejor Cayman de todos juntos al R…..
Jarnu
7 de mayo de 2017 a las 08:10Buena prueba. Chasis excelente, motor bueno pero dado el uso al que se aspira, poco adecuado. Correcto ajuste de suspensión, transmisión y maneras para el público real que se lo comprará. ¿Es eso todo? La parte más cruel no es sólo ponerlo como el siguiente paso al Golf GTI (acertada frase para poner en contexto al coche), sino, sobre todo, lo de no hacerte levantarte temprano para saborearlo en un tramo. Eso es lo mismo que decir que no es un coche interesante para nada. Un deportivo puro, creado sólo como deportivo y no es lo suficientemente interesante. Peor opinión no es posible para mí. De acuerdo que son grados y habrá excitación al prncipio, pero, ¿cuánto durará?
Quizás tiene el ajuste y aproximación adecuados para el uso y público de su hermano el Boxster. Un coche rápido y seguro, ligero y bonito, ágil y fácil de conducir, preparado para hacerte Big Sur, 101 California, o la carretera del Atlántico, de Lisboa a Sintra por la costa. Coches perfectos para eso, mejor sin capota.
Dos minucias del texto: espirituoso no lo reconozco como un adjetivo relacionado con la conducción. Conozco el término en inglés. Quizás alegre o «ligerillo» se ajuste mejor. Y oriente medio es americano, la misma zona geográfica en España es oriente próximo por razones obvias mirando un mapa.
paco
11 de mayo de 2017 a las 01:13Yo tengo un 911 Carrera 4S 996 desde hace 13 años. Recientemente he adquirido un 718 Cayman S. Es completamente distinto en todo al 911 fundamentalmente en la sensación de aplomo que te transmite así como la fuerza y agarres brutales. Quizá los que lo comparan lo hacen con los 997 anteriores a los actuales 911 turbos (todos).
Estoy deseando meterlo en el circuito y compararlo con el 911 clásico y, sobre todo, medirme en las curvas con ellos. El 911 es sobrevirador a más no poder, si no fuera por la electrónica no hay manos que lo meta a camino. ¿ el precio?; al 911 actual le sobra tecnología para mantenerlo en la carretera o en el trazado y ésta es muy costosa; el nuevo Cayman o el nuevo Boxter son muchísimo más baratos y tienen todo lo esencial para disfrutar como un loco en todas las situaciones .
miyagiyayu
16 de septiembre de 2017 a las 23:52Paco,…Tiene toda la razon. Yo tengo otro 718 … lo de Cayman NO lo suscribo, es un 718 Porsche y confirmo punto por punto las sensaciones que transmite y el gran placer de conducirlo. Hay que tenerlo para comprenderlo.
El Circuito te decepcionara. Yo necesito un Lambo para tener sensaciones en Circuito
El 718 es…un Deportivo sin paliativos. y el Motor Central definitivo . Supongo q los probadores al meter en la comparativa un Giulia QV es pasarse 3 pueblos. La Potencia en bajos y medios 220/240 km Brutal para q mas ??? y el Sonido d Escape podia ser + ruidoso. Pero este Deportivo es para TODA carretera. NO solo Circuitos Yo lo uso en todo viaje y NO soportaria 200 km. en la Mayoria mas Caros. Otra virtud es Duro y Comodo.Chasis Increible, Aplomado.Frenos me remito a la prueba m.b. y si quereis sobrevirar quita el control y ponle huevos por las carreteras de Montaña esas que los que lo tenemos conocemos y NOS hacen BABEA…si m enrollo y falta linea
Mi 718 NO sale a pasear + por Puntos y Tiempo compartido con Moteros y os digo ahi SI que hay emociones y acaricias el asfalto y los decibelios pones TU los q quieras…Ahh son mi Capricho d juventud en mi Ocaso..jejeje
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20 de diciembre de 2017 a las 22:14La verdad es que han intentado que el 4 cilindros sonase como el 6, y eso ha conseguido hacerlo sonar peor, y aun por encima es poco revolucionado, en mi opinión un desastre.
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Alex
26 de marzo de 2021 a las 20:56Patabrava claro que si el audi tt es igualito al cayman s.
Es como comparar una pizza del domino a una pizza italiana..
El audi tt es más bien como un golf gti solo que es más bajito.
El porsche cayman s ,sobretodo en esta versión, en rojo guardia se parece a un mini ferrari. Es un matagigantes y puede que no sea más rapido que un lamborghini por ejemplo pero te da unas sensaciones que muy pocos coches pueden dar al dia de hoy.
La única pega es el sonido pero ahora mismo que me diga alguien que coche suena bien..casi ninguno.
Por lo que cuesta y lo que ofrece no tiene rivales.
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