Si ya venías calentito de la primera parte de nuestra humilde guía, agárrate al asiento porque vienen curvas. Quien dice curvas dice agujeros en la cuenta y eso sí que produce vértigo y emociones fuertes.

Grosso modo te contábamos las opciones de presupuesto ajustado para empezar en esto de la competición; desde simuladores hasta karting pasando por unos más que necesarios cursos o experiencias de conducción si aspiramos a compartir pista con lo más granado del panorama motorsport de este país.

Ahora, en cambio, vamos a darte consejos para que des un salto en la escala de profesionalidad dentro de las carreras de coches. Iremos poco a poco, monetariamente hablando, intentando que no hagas el ridículo más absoluto aparentando ser “piloter”, mientras aprendes y, sobre todo, te diviertes.

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Antes de que sigáis leyendo quiero advertir de que los precios son estimaciones y puede haber diferencias notables en casos concretos por muy diversos motivos: negociación, pronto pago, seguros que están o no están incluidos, consumibles, geografía del campeonato, disponibilidad de asientos, etc.

También uno debe tener en cuenta multitud de variables como el material del piloto (casco, mono, guantes, HANS…), la licencia, revisiones médicas, las tasas, los cursos obligatorios que te puedan exigir para correr (en el Ring no te dejan rodar sin una cierta experiencia previa), los tests previos, los hoteles, las comidas… Pero para hacernos una idea es más que suficiente.

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Si has hecho todo lo que incluimos en la primera parte de esta guía, está muy bien: has luchado contra tus amigos por un trofeo de hojalata en Recas (Toledo), derrapaste unos e36 homologados por la FIA en Arenas de San Juan y fuiste con tu novia a esquivar conos en un Audi en Andorra.

Sin embargo, aún no has peleado en un turismo, contra el crono, ni contra nadie con tus mismas armas y, eso, en el fondo te pica. ¿Cómo puedes entonces batirte el cobre, pero sin tener que vender un riñón ni tener que rehipotecarte? La respuesta es fácil: es imposible.

Sí, el motorsport es muy caro en general, pero para eso están los créditos, para pegarnos unos caprichos de vez en cuando (es broma, no te endeudes para correr). En 8000vueltas tenemos imaginación para sorprender al mismísimo Tolkien (el del Señor de los Anillos, para los de la LOGSE), de ahí que hayamos montado los eventos idóneos para que que te sientas como en las carreras (sin ser carreras), pero abonando el precio más reducido para algo de estas características.

Amateur

A medio camino entre un trackday y una Spartan Race, tenemos las 24 horas de Ascari, la experiencia perfecta para toda la familia cualquier quemado medio. Aunque nuestros lectores ya conocen de qué va el tema, en resumen, son coches de calle, preparados para circuito, con escasas modificaciones (enfocadas principalmente en la seguridad) y costes contenidos, pero garantizando sonrisas y un ambiente más propio de los boxes de Le Mans durante sus 24 horas.

No es de extrañar que cada vez más participantes se apunten y en cada una de las ediciones el nivel no pare de aumentar; hemos tenido pilotos de Porsche Supercup, campeones de España de rallies, participantes del Dakar…Cógete a 4 amigos, montaos un e30 con decoración del DTM y ¡a correr!

Por el precio de unas 24 horas, que puede rondar unos 1.500€ por persona, pocas otras opciones vas a encontrar. Buscando una equivalencia, lo más asequible sería correrte un rally regional de tierra. Es asequible porque los accidentes que vas a tener no van a ser contra un árbol junto a una cuneta, y divertido es por la falta de adherencia con la aridez del terreno.

Otro ejemplo, yéndote al Nacional de Asfalto, nuestros colegas de Pit Lane Motor en 2017 recopilaron los precios de comenzar una carrera deportiva en las categorías más modestas: Sandero Cup, Copa Swift y R2. Empezando desde abajo con los modestos Dacia Sandero Cup, los precios rondan los 3.000€ por fin de semana (todo incluido: seguro, neumáticos, inscripción, hotel…), elevándose hasta los 23.000€ por toda la temporada (8 rondas, ahorrando 1.000€), sin tener que abonar el coste de adquirir el coche. Continuando con la copa Suzuki Swift, el fin de semana ascendería ligeramente hasta los 4.000€ y toda la temporada hasta los 30.000€ aproximadamente.

Culminando con la categoría R2, estaríamos hablando de unos 7.000€ por fin de semana, pero que con los distintos consumibles y transportes por la Península, podríamos irnos hasta unos 80.000€ para toda la temporada. Si quisiésemos comprar el coche en estos ejemplos previos, entonces ya los costes estarían por las nubes. Definitivamente, no sería una recomendación desde este humilde blog.

• Precio: 6/10
• Diversión: 9/10
• Aprendizaje: 7/10
• Postureo: 6/10

Pro-AM

Aquí vienen los problemas. Este es el hito en el que los ceros pueden desaparecer de tu cuenta a un ritmo alarmante. Tú, un humilde tipo de Albacete, que heredaste unos viñedos y que, de la noche a la mañana te ves patrocinando un equipo del campeonato español de turismos a cambio de sentarte un ratito al volante.

Sí, es cierto que te dejan conducir media hora cada fin de semana en circuitos por la Península mientras tu compañero de equipo te mete 3 segundo por vuelta, pero ¿estás aprendiendo, te estás divirtiendo, disfrutas? Puede que no. Este terreno inestable es el que tienes que evitar; cuando gastas mucho y obtienes poco. ¿Correr con un Civic de 300 cv en Motorland en una reducida parrilla, sin espectadores y sin retransmisión? Venga hombre, compro a veces en Media Markt pero tampoco nací ayer; hay que buscar alternativas en este punto.

Siendo bondadosos, en España las opciones de competición medio serias son terriblemente escasas: alguna copa monomarca (extintas Copa Hyundai, Mini Challenge…), F4 española (fundamentalmente para adolescentes púber) o ya te vas al Campeonato de España de Resistencia.

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La alternativa sería irse a Reino Unido; lo de allí es sublime. Para empezar, casi todas las semanas hay track days en circuitos como Donington o Silverstone así que una vez que conoces los circuitos bien, lo suyo es dar ya el salto a algo competitivo.

Lo típico son los Ginetta Junior, como ellos mismo indican en su web “el primer peldaño de la escalera de la competición del motor”. 830 kg de coche, 100 cv y el placer de ser telonero del mejor campeonato de todo el Reino Unido, el BTCC, así como de salir por la tele en uno de los canales principales de las islas, ITV4.

Es cierto que la clientela es la misma que una F4, pero las carreras deparan más espectáculo que 3 temporadas de F1 juntas; el mismísimo Lando Norris empezó por ahí. Si quieres emular al de McLaren, una carrera aislada con equipos de prestigio como Elite Motorsport o Richardson Racing puede ascender a unos 3.000€ mientras que la temporada (sin comprar el coche), te la garantiza Ginetta por 20.000€. En caso de comprarlo (unos 40.000€), te puedes imaginar el incremento de precio.

Otra opción por un precio similar que a mí me encanta (agresiones no, por favor) es la copa Focus 2.0 Tdci, sí, habéis leído bien, diésel. ¿Que qué es lo que me atrae? Fácil, el pack de llegar, pilotar, disfrutar y largarte; por 25.000€ tienes toda la temporada alquilando el coche, con sus 14 carreras en casi una decena de circuitos míticos distintos (Silverstone, Brands Hatch…) y encima un único equipo manteniendo todos los coches y garantizando una máxima igualdad entre ellos. Olvídate de líos, de pagar por consumibles, de que de repente un coche igual que el tuyo corra el doble. Aquí pagas por eso, por el disfrute.

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Si quieres volver hacia algo más Racing, el listado es extenso: Mini Challenge (3 categorías distintas), por unos 80.000€ la temporada con coche comprado y consumibles incluidos, Ginetta G55GT4 por unos 100.000€ en las mismas condiciones que los Mini o Porsche Carrera Cup GB por unos 250.000€ con el mismo coche que hace de telonero a la F1 (excepto el tubo de escape). Casi nada.

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Ten en cuenta que un test con uno de estos últimos puede rondar los 6.000-7.000€ y los casi 10.000 por el salto a un GT3. Claro que, si quieres seguir creciendo, vas a tener que mentalizarte en este tipo de precios, siendo el paso siguiente apuntarte a las European GT4 Series o el equivalente en las islas, al British GT; aquí puedes hacértelo con un GT4 por un cuarto de millón o dar el salto a GT3 por algo por encima del doble, pero eso lo dejamos para nuestro último apartado.

• Precio: 3/10 – 6/10
• Diversión: 7/10
• Aprendizaje: 5/10
• Postureo: 8/10

PRO

Cuando ya te metes en terreno GT3, entonces es que tienes billetes rebosando la caja fuerte de Ginebra y los diamantes ocupan el hueco destinado a la plaza del Pagani o, rara avis, porque has arrasado a la competencia en categorías inferiores.

Coches que cuestan como una casa en la capital, procedimientos específicos de calentamiento de los distintos componentes del motor y la transmisión, apoyo oficial de la marca con ingenieros venidos desde el otro lado del mundo; ahora sí puedes decir que estás en un ambiente competitivo.

Sí, es muchísimo dinero, montar un equipo para el Intercontinental GT Challenge pueden ser 1 millón (¡sin contar el coche!), pero creo que merecería la pena por la variedad de escenarios en los que te puedes encontrar: Rodar en Kyalami, epicentro del motorsport sudafricano, ver amanecer en Spa o ir pie a tabla por Conrod Straight mientras los canguros pacen tranquilamente es algo al alcance de muy pocos.

Empezando por comprar el coche de GT3, el grupo VAG (debido a mayores números de venta), ofrece sus coches a un menor precio comparado con los más icónicos italianos, de 400.000 a 700.000€ (full battle mode) tenemos la horquilla. En este punto uno no corre con lo puede, sino con lo que quiere. La elección un 488 o un 720 S vendrá dictada por querer emular a sus ídolos de adolescencia y, si lo hace con un Nissan GT-R será porque el Gran Turismo se grabó a fuego en su médula espinal; aquí no hay impedimentos económicos.

He sido tajante con los precios de los GT3, sin embargo, como en un coche de calle, los extras son variados especialmente si nos vamos hacia carreras de resistencia. Como ejemplo, el segundo kit Evo 2020 para el Ferrari 488 son 75.000€ y no valdrá de nada porque el BOP hará de las suyas. Grosso modo, correr en Aston Martin GT3 te costará 15€/km, un McLaren desde 20 a 40 en función de categoría/carrera y un Ferrari seguro por encima de 35€/km, solo en mantenimiento; gasolina y ruedas van aparte.

Otro extra, tener un piloto PRO a tu lado aumentará la factura pero, ¿Quién no ha soñado con compartir volante con leyendas como Raffaele Marciello, Nick Tandy o, de nuestra tierra, gente como Dani Juncadella o Albert Costa?

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Hemos obviado los monoplazas a lo largo del artículo ya que nos hemos centrado en pilotos como nosotros, ya con canas y una familia que les espera en su casa, pero el presupuesto a partir de F3 se cuenta en el mismo orden de magnitud que un GT3. La F1, además de «algo» de talento, necesitas cerca de 40 millones de $ para sentarte en un asiento.

Si volvemos hacia nuestros sueños hechos realidad, podríamos encontrar huecos en el extinto DTM, LMPs o GTLM del Mundial de Resistencia e incluso huecos en Estados Unidos, pero mi pasión es lo que os he contado en el párrafo anterior.

Os dejo estos dos enlaces en inglés (Parte 1 y Parte 2) sobre este tema del prestigioso blog Daily Sports Car; de lectura obligada si tenéis algo de curiosidad.

• Precio: 2/10
• Diversión: 5/10
• Aprendizaje: 3/10 (mejor que vayas con los deberes hechos)
• Postureo: 10/10 (mi vida por correr las 24 horas de Le Mans)

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Pero a las de Nürburgring tampoco les haría ascos…

Y mis favoritos, que se despiden esta temporada de su aventura americana en el IMSA, el Porsche 911 RSR MY2019.

Siendo realistas, ¿qué competición podrías llegare a plantear correr? Suponiendo dinero ilimitado, ¿qué no podrías dejar de hacer?

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