En el año 1970 Opel había dotado de una versión deportiva a su modelo medio, el Opel Ascona, era el Opel Manta, que resultó ser el más cualificado competidor de su coetáneo, el Ford Capri.
De la misma manera, cuando en septiembre de 1988 Opel sustituyó a su berlina media que era el Ascona por el nuevo Vectra, éste fue también la base de un aparente cupé de aire y hechuras deportivas, el Opel Calibra.
El Opel Calibra fue lanzado en el Salón de Francfort de septiembre de 1989, siendo presentado por su fabricante como “El resultado”, lo que hacía en un catalogo de 24 páginas ilustrado exclusivamente con Calibras rojo magma tapizados en antracita.
El resultado era, según Opel, el resultado de los “nuevos valores”, el resultado de “combinar contradicciones aparentes como ser al mismo tiempo un modelo de clase media y un sport coupé” , el resultado de “seguir un camino propio”, el resultado de la “luminotecnia”, el resultado de la “cultura en la conducción”, el resultado de la “ergonomía”, el resultado del “confort y el espacio”, el resultado de “la fuerza limpia”, el resultado del “túnel del viento”, el resultado de la “seguridad y del cuidado del medio ambiente”, el resultado de la “libertad” y el resultado de la “individualidad”, eso era, ese conjunto de ideas y de características, el Opel Calibra según su fabricante: el resultado.
Hay que añadir que en catálogos de años posteriores los Calibras eran siempre verde jungla o verde río y las palabras más repetidas para describirlo, publicitariamente hablando, pasaron a ser “arte” y finalmente “pasión”.
Dicho Calibra compartía motores, cambio y suspensiones con el Vectra, así como su cuadro de mandos, lo que le privaba de cierta distinción.
El Calibra se fabricaba inicialmente en Alemania, en Russelsheim, pasando luego a construirse en la factoría Saab de Uusikaupunki, en Finlandia (Saab y Opel entonces formaban parte del grupo GM). Su hermosa carrocería era obra de Erhard Schnell. Su cuidado y bello perfil, en el que destacaban sus originales faros elipsoidales que aumentaban su potencia lumínica en un 40%, consiguió un CX de solo 0,26, que era entonces el más bajo del mundo para un automóvil de serie de cuatro plazas.
Edición Keke Rosberg, espectacular
Así pues, el Calibra era un cupé de dos puertas, de tracción delantera, suspensión de cuatro ruedas independientes tipo McPherson y 4,49 m de longitud dotado con un práctico portón trasero, todo lo cual le convertía a la vez en una oferta elegante, deportiva, habitable y práctica.
Se presentaba el Calibra con dos motores de 1998 cc, el 2.0 que daba 115 cv din o bien el 2.0-16v que proporcionaba 150 cv. La versión 2.0 era de tracción delantera y en el 16v cabía también la tracción a las 4 ruedas Vario-Trac, que era opcional y que normalmente propulsaba en un 75% a las ruedas delanteras. En el 2.0 de 115 cv existía la opción de caja de cambios automática, en vez de la habitual de 5 velocidades.
Los Calibra no llegaron al mercado español hasta septiembre de 1990.
La gama española inicial se componía de tres versiones: el Calibra 2.0-115 cv al precio de 2.932.000 pts, el Calibra 2.0-16 v de 150 cv, que costaba 3.482.000 pts y el Calibra 2.0-16 v con tracción a las 4 ruedas que valía 3.938.000 psts. Los tres ofrecían servodirección, ordenador de a bordo, ABS y aire acondicionado, y competían con otros cupés similares, como el Toyota Célica ( que triunfaba entonces a tope con Carlos Sainz al volante), el Nissan 200 SX o el Audi Coupé.
En el Salón de Francfort de septiembre de 1991 apareció el Calibra Turbo 4×4, cuyo excelente motor 2.0-16 v alcanzaba gracias al turbo los 204 cv. Llevaba caja de cambios de 6 velocidades y también tracción 4×4, que buena falta hacía, pues la potencia se había incrementado en un 36% y el par en un 42%. Esta versión Turbo 4×4 no estuvo a la venta en España hasta junio de 1993 y su precio era de 4.177.000 pts, llegando a nuestro mercado con ABS, elevalunas y retrovisores eléctricos, llantas de 16 pulgadas, airbag y tapicería de cuero.
La última novedad mecánica fue su versión Calibra V 6, presentada también en el Salón de Francfort, esta vez en el de 1993. Ofrecía esta versión el motor de 2498 cc capaz de 170 cv, siendo éste uno de los motores de los que venía disponiendo el Vectra desde mayo del 93. Este Calibra V 6 apareció en nuestro mercado en diciembre de 1993 al precio de 3.879.000 pts. Llevaba control electrónico de tracción, así como doble airbag, lo que era entonces común al resto de la gama, a excepción del caso del 2.0 donde el doble airbag era sólo opcional.
En mayo de 1994 se comercializó en España una serie especial, denominada Calibra Color Edition. El color era amarillo solar, en concreto. Ofrecía el motor 2.0-16 v -ahora de 136 cv- y disponía de elementos como ABS, airbag para el conductor, check control, amortiguadores de gas, radiocassete de seis altavoces y pretensores en los cinturones de seguridad.
A partir de 1995 las versiones de 2 litros se unificarían en esta sola versión de 136 cv.
La fabricación del Calibra cesó en 1997 después de 236.647 unidades fabricadas.
Por otra parte, en 1996 alcanzó el Campeonato Internacional de Turismos y el título de marcas en manos de Manuel Reuter, cosa que este corredor consiguió con un Calibra V 6 4×4 de 500 cv de potencia.
La prensa especializada destacaba en el Calibra ante todo su estética. A continuación figuraban sus cualidades ruteras, su rendimiento (más nervioso el 2.0-16 v y más suave el 2.0), su consumo razonable, su equipo bastante profuso, su posición de conducción y su confort, aunque era un tanto duro.
Gustaban menos la escasa capacidad del maletero (300 litros) y su altura de carga, su ruido, el acceso a los asientos traseros, aun reconociéndole cuatro plazas reales, así como ciertos detalles de acabado como infiltraciones de agua, calidad de la pintura o ruidos de mobiliario. La motricidad en las versiones más potentes no era óptima, la amortiguación era blanda, la visibilidad trasera resultaba deficiente y el radio de giro era bastante considerable.
Más en concreto y tratándose del más potente y evolucionado de la gama Calibra, el Calibra Turbo 4×4, el Calibra a tope, valga decir que su excelente motor derivaba del que equipaba al Astra GSI 16 v cuya tasa de compresión se había reducido y cuyos inyectores y junta de culata eran nuevos, lo que permitía, con el añadido de un turbocompresor KKK ,subir su potencia de los 150 cv iniciales a 204 a 5600 rpm, cosa que permitía obtener unas prestaciones como las siguientes: 253 km/h, los mil metros desde parado en 27,5 segundos y unos reprises, en sexta, de 35,3 segundos para recorrer un kilómetro, que bajaban a 31,1 en quinta y a 28,2 en cuarta. Para colmo tan logrado motor consumía entre 6,8 y 11,8 litros cada 100 km, lo que era una sobriedad asombrosa. A ello había que unir una bella carrocería de 4 plazas reales con un maletero de 300 litros y, como todos sus defectos se reducían a un frenado no demasiado resistente y a una caja de 6 velocidades algo lenta, no cabía más conclusión que calificar al Calibra en su máxima expresión con una nota altísima.
En cuanto a su fiabilidad hay que decir, para empezar, que no era óptima, especialmente en lo que tocaba a correas de distribución, bombas de agua e incidentes eléctricos, aunque fue mejorando con el paso del tiempo y con las sucesivas llamadas a revisión a través de los concesionarios. Ello era especialmente cierto en los Turbo 4×4 de 1992, cuya culata porosa se fisuraba.
En lo que respecta a la gama en general, había riesgo de rotura de la correa de la distribución -riesgo más o menos real según las versiones- e incidentes en la gestión electrónica de la mecánica, lo que se traducía en tirones, fundamentalmente por causa de fallos debidos al mal parasitado del cableado, o bien por fallos de los captadores en el árbol de levas o en el cigüeñal.
La bomba de agua podía presentar fugas a partir de los 50.000 km. Había igualmente fugas, pero de aceite, que se daban en las cajas de 6 velocidades del Turbo 4×4 y también en algunas direcciones asistidas.
El embrague podía tildarse de frágil. En cuanto a los frenos se dieron casos de discos alveolados desde los 50.000 km e incluso casos de disfuncionamientos del ABS.
La transmisión 4×4 era particularmente delicada, con fugas de aceite y riesgo de gripaje del diferencial central por asimetría en el uso de los neumáticos traseros, lo que podía llegar a afectar a la caja de velocidades; también se dieron problemas en la caja de transferencia.
Finalmente, también se registraron problemas en los catalizadores, así como algunas resonancias de escape a bajo régimen.
En cuanto a la carrocería, podía haber dificultades de abertura y cierre del portón trasero, que convenía cerrar apretando en su centro. La pintura era muy sensible a las proyecciones de grava.
El blocaje central podía ser otra fuente de disfunciones. Los elevalunas a veces crujían al descender y el compresor del climatizador era ruidoso. Podía haber dificultades con los respaldos de los asientos delanteros, cuyo reglaje era caprichoso y que, además, podían ceder bruscamente. En el cuadro de mandos, falsos contactos daban algunas veces informaciones erróneas en el ordenador. Además, la aguja del velocímetro podía dar saltos y el botón del warning no siempre funcionaba.
Así las cosas, los modelos más aconsejables son los 2 litros de 115 o de 136 cv, o incluso los primeros 2.0-16v de 150 cv. En ellos radica la misma impresionante estética de todos los Calibra, así como unas prestaciones suficientes, un consumo no excesivo y la disponibilidad de 4 plazas y maletero en consonancia, sin los inconvenientes y complicaciones de las más sofisticadas versiones turbo, el eficiente 4×4 y el poderoso V 6.
Un consejo se impone dada la existencia de bastantes unidades en nuestro mercado, dada su estampa y dadas sus prestaciones: comprar un Calibra, comprarlo porque es el momento de adquirir por poco dinero ( entre 2 y 3.000 euros ) un coche que ya es un clásico y un coche cuyas prestaciones son actuales y lo serán por mucho tiempo. Eso sí, hay que mantenerlo absolutamente de origen, sin quitarle ni ponerle nada ( ni alerones, ni aletines ni elemento alguno que altere su diseño original ) pues, repetimos, es un raro ejemplo de clásico actual, es una especie en vías de extinción cuyos últimos ejemplares deben preservarse puesto que la ecología industrial también es algo que existe ya que los productos del ser humano también forman parte del medio ambiente.
Bibliografía
Motor 16, nos 349, 355, 362, 411, 473, 502, 517,552 y 728 para seguir la evolución en el mercado español del Calibra.
Para lo que se refiere a su fiabilidad y a sus pruebas, también:
Le Moniteur de l´Automobile nº 1053
L’Automobile Occcasions 99
L’Auto-Journal n. 18 de 1992
Extra Lap
El Calibra de DTM, un clásico de las carreras.
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
David
13 de junio de 2011 a las 00:21Dios que articulazo!
Aún recuerdo el Calibra en amarillo, todo un clásico entre los «marroneros» del Levante… jeje.
nachetetm
13 de junio de 2011 a las 12:16¡Que motores hacía Opel! Una pena que ese buen hacer, al parecer, se haya perdido.
Si que es un clásico contemporáneo el Calibra, mítico para los de mi generación. También es cierto que, a consecuencia de eso, cayó en ocasiones en manos poco recomendables. En cualquier caso, eso no debería ser un impedimento para disfrutar de el. No entiendo a la gente que descalifica un vehículo tildándolo de coche de «canis» o de «poligoneros», etc… Y es que no creo en que haya coches para gente «con buen gusto» y otros «de tuneros». Los prejuicios, la mayoría de las veces, no nos llevan a ninguna parte.
Tocino
13 de junio de 2011 a las 12:48Permitidme una corrección; «discos alveolados» no existe… Lo correcto es discos alabeados.
Excelente el artículo en un coche que le costará, para su cotización, superar su mala imagen pero causó impacto en su momento por sus motores y su diseño.
delarosa
13 de junio de 2011 a las 12:53@Tocino
Los discos alveolados existen y los puedes encontrar en motos, bicis, coches y separadoras de grano.
Bromas aparte, efectivamente parece un error y lo que el Sr. Roca quiere decir es lo que tú: discos alabeados (aunque cualquiera se atreve a corregirle).
Saludos
Jaime
13 de junio de 2011 a las 13:10No sabía de la existencia de la edición Keke Rosberg y como bien dices es espectacular. Pero qué bonito…
xavih
13 de junio de 2011 a las 16:57Un futuro clásico, como bien dice Ramón es el momento de comprarlo aunque visto la lista de problemas o bien tienes una cuenta de lo mas saneada o suficiente experiencia como mecánico.
Saludos.
CERVANTES
13 de junio de 2011 a las 17:31Espectacular aún hoy día, por diseño, aerodinámica, prestaciones, equipamiento. Un futuro clásico en ciernes.
Y la versión 2.0i 16v Turbo 4×4, para amantes de la automoción y coleccionistas.
Ángel Martín
13 de junio de 2011 a las 20:56Es una pena que la mayoría de estos coches acaben en malas manos. El edición Keke Rosberg es como ustedes definen, espectacular. Hubieron versiones Targa y descapotables digna de mención también.
muzaman
13 de junio de 2011 a las 23:46este coche me ha gustado siempre, desde que se empezó a fabricar, y eso que contaba con muy pocos años… un familiar mío lo tiene, el 150cv del 92 creo que es, color negro, y de serie… para mí, lo más bonito del coche, son las puertas abiertas con los cristales bajados, es una estampa preciosa
redbullet
14 de junio de 2011 a las 12:56Otro «rival» de la época fue el Honda Prelude de 4ª generación. No disponía ni de portón ni de 4 plazas reales, pero proponía soluciones dinámicas como el 4ws (ruedas traseras directrices, que entre otras cosas disminuía muchísimo el radio de giro además de «neutralizar» la tendencia subviradora de este tipo de mecánicas tecnología y ecológicas y prestacionales como el vtec recientemente heredada de la F1. Otro coupe que ya mismo es un clasicazo, muy, pero que muy bien valorado por los amantes de los vehículos Honda y que a pesar de disponer de muchos datos en internet, nunca he conseguido saber su CX.
¿Alguien sabría ayudarme? Muchas gracias.
Un artículo sobre el Prelude o el Rover coupe que era otro digno de mención (aunque no saliera tan bueno) me encantaría que publicárais.
Muchas gracias. PD: Tengo tres Preludes, uno con mecánica de Accord Type R, guardad esta referencia para el futuro, quizás os animéis a probarlo jejejeje
redbullet
14 de junio de 2011 a las 12:59Perdon por la prosa escribi rapido desde el trabajo y veo que con muchas faltas, lo siento
ministrillo
14 de junio de 2011 a las 20:05Me ha gustado mucho el articulo, enhorabuena.
Tengo que decir que soy el afortunado poseedor de un Opel Calibra V6 24v desde el año 94, que mantengo «virgen» de tuneos y con unos impolutos 180.000km sin incidentes ni averías destacadas.
Solo me ha proporcionado satisfacciones y aun sigue llamando la atención su linea atemporal allá donde va.
Pronto le toca pasar por el pintor ya que tantos años a sus espaldas han hecho mella en su pintura.
Para completar el articulo decir respecto al gran desconocido de los Calibras, el 2.5i V6 24V que a mi personalmente me parece el más equilibrado de todos ya que con una fiabilidad razonable tiene un señor motor que le hace volar, no al mismo ritmo que la bestia Turbo, pero no se queda muy atrás, en la revista Autopista comentaban que en banco rozaba los 190Cv de potencia reales.
Evidentemente al menos el mio es un avión de crucero en la autopista, ofreciendo el V6 un sonido embriagador, aunque por desgracias en carreteras viradas sufre bastante por su gran batalla ademas de verse penalizado por el gran salto entre 2º y 3º marcha.
Los consumos son razonables oscilando entre los 7,5 – 9L …..
Las tres mejoras que yo he incorporado al mio son una suspensión Bilstein Sport, unos discos de freno ranurados y unos imprescindibles xenon para conseguir ver algo por la noche (los faros son penosos).
Para finalizar decir que es loable el favor que nos están haciendo los tuneros y demás especies de convertir en carne de desguace el 80% del parque de Calibras existente, me permite conseguir piezas para el mio y ademas poco a poco esta empezando a revalorizarse bastante.
Duele ver semejantes maquinas en manos de tales desaprensivos, pero es lo que hay.
Como dice el autor del articulo, es el momento de comprar un V6 o un 16V (no Ecotec) en buen estado y aprovechar para restaurarlo con la seguridad que en unos años sera una joya.
Puedo afirmar que de llamarlo coche de «gitano» hace unos años, ahora hay alguno de esos que me llega a dar hasta 4000 €…. por algo que hasta hace poco no valía ni 1500€(según ellos claro).
Sí queréis saber más de los calibras estaré encantado de responderos.
Un saludo
redbullet
15 de junio de 2011 a las 12:44Pues qué decís la preparación de la casa no se si Alemana que le ponía las puertas a lo testarosa?
ramon roca maseda
17 de junio de 2011 a las 22:25Como siempre, gracias por vuestros mensajes.
Redbullet, yo, personalmente, tambien me quedaría con el V 6, no obstante la crítica se queda con los 4×4 y por fiabilidad con los 2.0.
Nunca hablé de tuneros y de tunear, ¿ por qué será ?
delarosa
18 de junio de 2011 a las 13:44@Redbullet
La preparación que dices es el kit de carrocería Rieger, hay varias unidades en venta en España con ese Kit.
Panoramadelmotor
13 de julio de 2011 a las 12:34Espectacular Diseño , muy avanzado para la época, lastima que sea un coche con tan mala reputación como el resto de la Gama GSI de Opel
alex
15 de julio de 2011 a las 12:32Varios detalles interesantes que se han pasado por alto es que el Calibra fue uno de los primeros coches en venderse exclusivamente catalizado, lo que provocó muchos quebraderos de cabeza a la marca en España, ya que nuestro país aún tenía la normal y la súper, esto limitó sus ventas al inicio.
El Calibra tuvo un «predecesor» del airbag, su volante tenía un centro acolchado (no inflable), y la estructura del aro cedía bajo presión, limitando los daños. Un buen invento, como el procon-ten de Audi, que retiraba el volante hacia atrás, pero ambos invalidados por el brillante airbag.
El 4×4 tenía una peculiaridad, al frenar desconectaba la tracción trasera para no interferir con el ABS. Meterlo en banco de pruebas era fácil, ya que se quitaba el fusible y… gas!
Tuvo un brevisísimo restyling por el que el logo Opel pasó al interior de la parrilla delantera en las últimas versiones, los «color Edition» como tan bien se apunta en el artículo.
El motivo de que se montara en Finlandia fue la increíble demanda inicial, que se llevó por delante el proyecto del Calibra Cabrio. Opel vendía todos los fabricados, así que necesitó la fábrica de Saab, igual que más tarde Porsche recurrió a la también finlandesa Valmet (tractores), para montar unidades adicionales de los primeros Boxster.
Si alguien busca un clásico, personalmente creo que el 2.0 16v de 150 CV es el Calibra con mayúsculas aunque, francamente, veo rarísimo que aumenten de valor.
Entre sus rivales no se menciona el Corrado, en uno de los cara a cara que las marcas populares alemanas nos tenían acostumbrados, moviendo sus peones cuál partida de ajedrez…
alex
15 de julio de 2011 a las 12:35Corrijo!
La factoría donde se montó el Calibra fue la de Valmet en Finlandia, que también se rumoreó para montar los Fisker Karma híbridos…
JMJ
15 de julio de 2011 a las 15:30@alex
Muy interesante tu aportación. Da gusto ver cómo la gente se involucra y añade información a un artículo tan brillante y completo.
Saludos y gracias.
PD: el Calibra de DTM, en mi opinión, tiene pocos rivales dentro de la competición en cuanto a diseño y espectacularidad se refiere.
ramón roca maseda
16 de julio de 2011 a las 18:58Otra vez GRACIAS por vuestros comentarios adicionales que R E A L Z A N lo escrito sobre el amigo Calibra, tambien Vauxhall Calibra para los ingleses, GM obliga.
Insisto que lo que realmente deseo con este perfil del Calibra es QUE LOS DEJEN EN PAZ, que eran muy guapos de nacimiento, que lo siguen siendo y que su presencia es la que es y que bien le llega.
El automóvil es una escultura dinámica, en muchas ocasiones una obra de arte consagrada – como en este caso – y no puedo entender como a alguien se le ocurre retocar una obra de arte, salvo que quiere menoscabar o destruir una manifestación de estética como lo son la mayor parte de las carrocerías.
Me habeis hecho ir a la biblioteca para reparar un olvido, sus colegas por precio, filosofía y prestaciones, y me salen estos cuando su comercialización aquí:
Volkswagen Corrado, Honda Prelude, Nissan 200 SX, Toyota Celica, Audi Coupé, BMW 3 y Volvo 480 T
osella77
9 de septiembre de 2011 a las 23:08Hola a todos!
De rebote he encontrado este artículo, y me a encantado. Soy un propietario de un Calibra Turbo desde hace 4 años, y solo me ha dado satisfacciones. Hace unos meses lo puse a la venta, alguien se interesó pero no hizo honor a su palabra… No hay mal que por bien no venga. Desde ese momento lo utilizo a diario, viajo constantemente por Galicia, y puedo decir que sus 204 cv «de los de antes» pueden con los pesados carruajes actuales de superior potencia. Esta totalmente de serie, soy el 3º que lo disfruta, creo que no hay muchos como este. Me da pena venderlo.
Sr. Roca, acertó en todos los pros y contras. Y las demás aportaciones también. Destaco los frenos, son lo peor, poco eficientes. El sistema 4×4 lo fabricaba Daimler-Puch. Requiere mucha atención. Pensada en aportar seguridad, solo eso. La caja es una Getrag, maravillosa. Es culpable de sus bajos consumos, junto a el motor. Mi padre tiene el 16V, de las primeras unidades que se vendieron en España. Se lo compró al Gerente de un concesionario Opel, con 2 años y 40.000 Km. Yo tendría 14 años, un coche tapado con una lona… la retiran y…TOMA! Te vas a comprar esto? Lo probamos… el sonido, la sensación, pegado al suelo con muelles Irmscher,y el diseño. Luego sus problemas eléctricos, muchísimos quebraderos con cableados, caja de fusibles, sondas…
Este diseño fué pionero, muchos coches adoptaron ese estilo, aun hoy en día, veo la luna trasera del Laguna Coupé y parece la misma. Es un diseño con 22 años. Cada día se ven menos, serán objetos de colección para futuras generaciones, quedando pocos años para que se pueda catalogar como clásico. Hace 15 años se veían Alfa GTV Bertone en buen estado por 4000-5000, ahora valen el doble, y restaurados andan en 20.000. Lo mismo pasa con 124 Sport, Spider. Deportivos que obtuvieron victorias, y de origen latino. La otra cara… un Renault Fuego (que no se enfade nadie) no hay mucha diferencia, no ganó nada, valen lo mismo ahora que hace 15 años. En contra de lo que mucha gente crea, por ver a gitanos o mangantes en calibras tuneados (lo mismo paso en su época con los 124 y ahora se pagan), ser coche de bakalas, y demás seres de este mundo… tiene todas las papeletas para ser un clásico.
Manta, Monza, Calibra… para cuando el siguiente Coupe?
Sr. Roca, si es posible asistiré a la charla en las Jornadas del Patrimonio de Automoción.
Saludos
ramón roca maseda
10 de septiembre de 2011 a las 15:50Gracias, Osella, pero conste que tu acuerdo es con las revistas que yo he consultado. Digo esto porque no es posible escribir sólo de lo que uno experimentó, de ahí mi insistencia en pedir que se conserve la bibliografía y también que se haga caso de ella – si lo merece, que es lo más normal – y de la opinión de los que en ella escriben, pues se supone una cualificación a los que pueden escribir en los medios de difusión….mientras no se demuestre lo contrario.
Luego, cuando, como ahora, el conocedor coincide con el probador, con el que escribe, ello es la constatación de la verdad y es entonces un momento de gran satisfación para quien manejó una documentación que la práctica confirma
Netroom
13 de marzo de 2012 a las 13:26El tio que ha publicado este artículo controla un huevo (con perdón) sobre el Calibra.
La mayoría de fallos que ha descrito, por ejemplo, son los más comunes. Aunque tambien hay que decir que se suelen producir muy a largo plazo.
Gran trabajo! Está muy bien el artículo.
Un saludo
Nico
16 de noviembre de 2012 a las 13:43Gran articulo, soy el poseedor de un 2.0i, que entro en casa de mis padres en enero de 1993,siempre me gusto, fue mi coche de 2001 a 2007, y por circunstancias lo tuve que parar hasta ahora que estoy en proceso de puesta en marcha (siempre de serie, claro),tras su paso por el purgatorio ahora comienza a apreciarse y sin duda sera considerado un clasico como otros coches que fueron considerados coches de macarras. Creo que tambien el 2.0 s interesante porque fue esa version la que cuenta con el CX 0.26 del cual el calibra hacia gala.
Repito, enhorabuena por el articulo.
oscar
26 de enero de 2013 a las 19:42Yo fui poseedor de un maravilloso calibra 2.0 16v el cual conserve de rigurosa serie durante muchos años hasta que desaparecio robado. En ningun caso me ha dado problemas como los que se describen en el articulo ( gracias a dios ) y eso que el uso que le di fue bastante intensivo. Para mi destaca por su nervio y estabilidad en los mas variados trazados, incluso en las mas viradas carreteras ( vivo en galicia jaja ) asi como por su preciosa estampa, que como bien comentais aun es «actual» cosa que ocurre con muy pocos modelos. En cuanto al valor no se si aumenta o no pero lo que si se es que estoy buscando uno que este de serie y en buenas condiciones y solo encuentro aberraciones infladas de poliester y modificaciones en la mecanica que en mi opinion no hacen otra cosa que desequilibrar una conjuncion que raras veces se encuentra en un coche de serie. Hecho mucho de menos mi calibriña. Saludos
Alex
2 de septiembre de 2013 a las 20:53Pues yo ahora estoy «recuperando» un Calibra de 1991, 2.0 16v 150cv, negro, con sólo 87.000 kms, totalmente de serie (lleva hasta el radio-cassette original), que ha estado un tiempo parado por defunción de su propietario. Ahora que ya se han acabado los trámites de la herencia, le he cambiado/arreglado la distribución (correa + bomba de agua), bateria nueva, revisión general, cambio de líquidos y en principio pasará la ITV esta misma semana. Lo digo porque tal y como pase la ITV… lo pondré a la venta, por si a alguien le interesa. Está en muy buen estado tanto de interior como exterior, no aparenta para nada que sea del 91, y el único anterior propietario ni tenia nada de cani… ni le cambió nada al coche, vamos, que pocos así deben quedar. Si a alguien le interesa, que me diga algo y le mando fotos. El coche está en Tarragona y el precio de salida (algo negociable) es de 2.850€. Saludos!!
Amador Flores
5 de enero de 2016 a las 23:51Pocas palabras qe decir….pedazo de articulo tio .Personalmente me encantan los calibras con solo 18 anos adqiri el 16v y con 20 el 16v 136cv edition en amarillo…..actualmente tengo el calibraTurbo4X4 «el cual me trae qebraderod de cabeza pero lo disfruto cuando puedo…y me deja claro jeje» Bueno un saludo
OPCline
6 de octubre de 2018 a las 03:48Hola, el Opel Calibra sea cual sea el motor que equipe es leyenda e insustituible. En mi opinión el único que le plantaba cara era el Ford Probe pero con la ventaja de ser algo más moderno. En Opel intentaron con el Astra G coupé Bertone una imitación del Calibra que no coló porque no tenía la esencia ni la presencia atemporal de un mito, aunque es un coupé bonito en mi opinión. Quizá el que se acerque al Calibra es el algo olvidado Astra H TT ( Twin Top).