Una vez al año, casi siempre en verano, hacemos en 8000vueltas algún viaje / prueba relacionada con el mundo de las motos. ¿Por qué?, preguntarán algunos, si esto es un blog de coches; la respuesta es muy sencilla: en la redacción pensamos que cuando el motor te gusta de verdad, te gusta en todas sus dimensiones siempre que sea rápido, haga mucho ruido y, por qué no decirlo, queme combustible fósil (¡jaque mate, eléctricos!).
Dentro de esta definición entran los coches deportivos, también las fuerabordas -¿probaremos alguna algún día?-, los aviones (un poco más complicado traeros la prueba de un F-18) y, por supuesto, las motos, de las cuales varios miembros del equipo 8000vueltas somos devotos.
En todas las conversaciones sobre los eventos a los que nos gustaría ir (o ya hemos ido) siempre hay algunos imprescindibles: Goodwood, 24h de Le Mans, Daytona o Indy 500 o el TT de la Isla de Man, la carrera de motos más peligrosa del mundo. Este año se nos hacía imposible por cuestiones logísticas subir a ver las «road races» (carreras de motos en carretera abierta) del TT, sin embargo era muy factible acercarnos a ver la carrera urbana de motos más antigua de España: el GP de La Bañeza (León), donde durante un fin de semana al año desde 1952 sus calles han sido testigo de las victorias de campeones como el mismísimo 12+1, Ángel Nieto, en 1968 o «Champi» Herreros en el 84.
Las carreras de La Bañeza son principalmente de motos clásicas (2T, 4T y 125GP/Moto 3), lo cual queda perfectamente enmarcado entre los fardos de paja y los espectadores a pie de pista, tal y como pudimos vivir hace tan solo unos días en el pequeño pueblo leonés. Para la ocasión, creí necesario hacer un pequeño guiño a la historia e ir hasta allí en mi moto más antigua, que además es una deportiva de calle «basada» en la RGV 500 2T con la que Kevin Schwantz ganó su mundial en 1993. Se trata de una Suzuki GSX-R 750 SRAD de 1998, y nos serviría para mimetizarnos correctamente en el ambiente: moto «clásica», deportiva y con herencia de carreras.
Independientemente de que sea o no una moto rápida (135 cv para 176 kg es una relación peso potencia aceptable), una de las cosas que más me gusta es que en cuanto me descuido, se forma un grupito de gente alrededor de la moto, lo cual es la excusa perfecta para comenzar una conversación y hacer nuevos amigos, especialmente si estamos en un evento motero donde, todo hay que decirlo, el buen ambiente es siempre uno de los aspectos que más destaca.
Para este viaje, yo bajaría desde Gijón y el resto de la redacción 8000vueltas junto a algún otro amiguete subirían desde Madrid, encontrándonos allí para vivir un fin de semana de locura sobre dos ruedas. Con todo listo, comenzaba mi ruta: 208 Km que, según Google Maps, me iban a llevar alrededor de 3 horas y 20 minutos, lo que supone una media de velocidad de unos 60 Km/h, así que puedes imaginar que las carreteras escogidas tenían muchas, muchas curvas. Las altas temperaturas del mes de agosto suponían un reto grande para piloto, moto -recordemos que hablamos de una «veterana»- y neumáticos, unos recién montados MICHELIN Power GP, cedidos por la marca para la ocasión.
Todo empezaba con algo de autovía, lo que me servía para ir quitando la parafina al neumático y cogiendo confianza con la rueda nueva; después, nos meteríamos de lleno en la Cordillera Cantábrica a través del Puerto de Pajares donde el frío (sí, frío) y las manchas de humedad en la carretera nos miraban de forma amenazante. Desde luego no eran las condiciones ideales para una deportiva con semislicks, aunque conseguimos pasarlo «a ritmo» y sin sobresaltos. Primer checkpoint alcanzado.
Desde aquí teníamos por delante 82 Km de disfrute puro: largos curvones donde descolgar el cuerpo de la moto, enlazadas con visibilidad en las que trazar casi recto dando gas fuerte o frenadas de levantar la rueda trasera (literalmente) para afrontar «paellas» de asfalto liso y adherente con la moto muy inclinada, todo ello rodeado de paisajes espectaculares y sin tráfico. El ritmo era tan alto que en un momento dado mi freno trasero dice basta (líquido de frenos) y tengo que aflojar para recuperarlo y, de paso, hacer alguna foto con el móvil para inmortalizar el momento.
Tras cientos de curvas, toca de nuevo volver a la realidad a través de la aburrida y calurosa submeseta norte, para llegar exhausto a nuestro destino: una de las zonas de acampada habilitada para la ocasión, donde miles de moteros y motos nos dan la bienvenida con quemadas de rueda y cortes de encendido. No es que sea partidario de estos comportamientos, pero tengo que reconocer que tras años sin ir a GPs y eventos de motos por la pandemia, lo echaba (un poco) de menos. Además, he traído tapones para poder dormir por la noche, así que, Let them sing (déjeles cantar), que decía el capitán Marko Ramius en la caza del Octubre Rojo.
Afortunadamente mi colegas de Madrid han llegado algo antes que yo y me ahorran el tener que montar la tienda de campaña (gracias chicos), aunque finalmente no me libré de desmontarla por mucho que me hiciera el sueco el domingo… En cualquier caso, tocaba ducha, pantalón corto, camiseta y a vivir el ambiente de La Ciudad del Motor, como se autodenomina el pequeño pueblo leonés de 10.000 habitantes, que durante el fin de semana de carrera multiplica por 7 sus habitantes.
Miles de motos, gente, exhibiciones de «stunts» en plena calle, conciertos, feria del motor y, sobre todo, la hospitalidad de los bañezanos, definen un evento gratuito que poco o nada tiene que envidiar a muchas otras cosas que se hacen fuera de España. Sin duda es algo de lo que sentirnos orgullosos, que atrae también a gente de toda Europa y en el que el moto-club organizador, las autoridades y los residentes se vuelcan en cuerpo y alma.
Esa tarde de sábado la íbamos a aprovechar para disfrutar del ambiente, reconocer las zonas del circuito, y disfrutar del buen tiempo y la hospitalidad de los residentes. Al día siguiente, Warm Up y carreras. Pero antes teníamos que pasar la noche, para lo que habíamos ido bien preparados: Dormidina y tapones para los oídos. Mano de santo y casi 7 horas de sueño ininterrumpido a pesar de que los cortes de encendido y los acelerones se mantuvieron hasta altas horas de la madrugada. De momento, comenzábamos el día cogiendo energía:
Y por fin llega el momento: en nuestra curva se hace el silencio, todo el mundo mira hacia los fardos de paja que se pierden detrás de las casas y cuya ubicación configura los menos de 2 km del trazado. Y aparecen las primeras motos.
La jornada empieza con las clásicas de 4T, donde podíamos encontrar absolutas reliquias de marcas históricas como Ducati, Norton, Benelli, Sanglas o BSA… Irónicamente, incluso había pilotos venidos desde la Isla de Man. Las 4T daban paso a unas especialísimas 2T, que inundaban a su paso el ambiente con ese característico (y amado por muchos) humo azul y olor a Castrol RS tan característico de «los motores con agujeros». Entre ellas, todo producto patrio: Bultaco, Ossa, Montesa…máquinas que sin duda hacían las delicias de aquellos que ya peinan canas, tanto por su estado de conservación, como por su sonido y su velocidad en pista, nada despreciable para motos con 50 años algunas de ellas.
Pero sin duda alguna, por lo menos para mí, nacido en los 80, y que crecí viendo las carreras de GP 125, 250 y 500, el plato fuerte eran las 125 GP de 2 tiempos, que compartían pista con unas ligeramente más rápidas Moto 3. Las 2T son motos realmente especiales, muy ligeras y con «poca» potencia (suficiente para levantar rueda a la salida de las curvas). Pero lo interesante de ellas es su caracter: motos complicadas de llevar al límite por lo extremo de su chasis y motor de carreras, que solo empuja en la zona alta del tacómetro, obligando no solo usar mucho el cambio, sino a tener muy claro en qué marcha se hace cada curva, bajo pena de salir de la zona de potencia y ver como tus rivales se alejan irremediablemente.
Quizá una de las cosas más especiales de las 2T sea que, a medida de que se acercan a ti, suenan como un enjambre de abejas cabreadas (pincha en el enlace para oir de lo que hablo), y que cuando toca frenar se hace «el silencio» (en retención suenan poco), con lo que yendo en grupo, se genera una especie de momento de tensión en el que parece que cualquier cosa puede pasar. Y muchas veces pasa: un adelantamiento imposible, una caída…
En definitiva, ver, oír y sentir pasar todas estas motos a centímetros de ti, que estás parapetado por unos simples fardos de paja es algo muy especial y que recomiendo hacer una vez en la vida a todo aquel al que le gusten los coches, las motos o cualquier otra cosa que corra y suene mucho. Si además rodeas la experiencia de hospitalidad local y mucho y buen ambiente, tienes un combo ganador.
Tan solo me pregunto por qué este no es un evento más conocido aún, de proporciones mundiales… Supongo que el Moto Club Bañezano y el Ayuntamiento tienen los recursos que tienen, y quizá sea mejor así: un evento para los que de verdad le gustan estas cosas, alejado de turistas ocasionales que no entienden nuestra pasión de la misma manera. Un pequeño reducto de locura sin censura.
Por último, es importante ser justos, y esto no sería posible sin el reconocimiento a los comisarios de pista y, por supuesto, a los héroes de ese día: pilotos para los que ganar en La Bañeza, un lugar donde en muchos casos vieron a sus padres correr, es más importante que ganar el mundial de Moto GP. Gente que sufraga sus propios gastos o, como mucho, cuentan con algunos patrocinadores pequeños (Bar Manolo, Cementos Pedro, Ferretería Luis, Taller Pepe…) y que son el motor de esta mágica carrera celebrada desde 1952 en un pequeño pueblo perdido en la España profunda.
Volveremos a vernos, de eso no hay duda.
Extra Lap
Para este viaje, MICHELIN nos había ofrecido que probáramos sus nuevos Power GP, y a continuación os dejamos no solo unas impresiones sobre su neumático de carretera más deportivo, sino en general una reflexión sobre la evolución en los neumáticos y lo que significa en términos de velocidad una rueda de hoy respecto a una rueda de hace, por ejemplo, 20 años.
Puede sonar un poco chocante, pero la realidad es que ni los coches ni las motos han evolucionado mucho en las últimas dos décadas. Quizá hay materiales nuevos, más ligeros y resistentes, se han optimizado procesos, ajustado tolerancias, mejorado la fiabilidad (?), pero como concepto ha permanecido prácticamente invariado; no ha habido grandes revoluciones salvo la de las ayudas electrónicas. Seguimos usando los mismos esquemas de suspensión, de chasis, de frenos…
La verdadera mejora en agarre y tiempos por vuelta (o seguridad, si prefieres) en general ha venido determinado por la mejora de los neumáticos. Y argumento esto de forma muy fácil: ¿Cómo es posible si no, que un Porsche Carrera GT (2003, 612 cv), uno de los deportivos más depurados y rápidos, haga en Nürburgring un tiempo de 7:32 y un 911 GT3 (2021, 500 cv), que tiene -entre muchas otras cosas en contra- 100 cv menos y un peor reparto de pesos, sea 35 segundos más rápido? La respuesta es muy fácil: los neumáticos. Casi 20 años de evolución de neumáticos.
La primera parada en los preparativos de este viaje era montar uno de los mejores neumáticos deportivos para carretera que nos ofrecía MICHELIN: los Power GP. Independientemente de la marca de neumático que uses, estarás de acuerdo conmigo en que tener el máximo agarre posible en cualquier circunstancia y de forma rápida es la forma más segura de andar en moto y puede marcar la diferencia entre un el disfrute máximo y un susto, o algo peor.
Si te soy sincero, el Power GP no es el neumático al que me he acostumbrado más rápido. Por alguna razón, durante los primeros kilómetros de curvas no me sentía demasiado cómodo, me faltaba confianza, y tuve que hacer un acto de fe hasta que pude ir realmente rápido.
Esto del acto de fe es curioso, porque resulta más fácil con unas marcas que con otras. En el caso de MICHELIN, que desde hace años desarrollan las ruedas de Moto GP, las motos más rápidas y potentes del mundo, no es algo que resulte difícil: sabes que el agarre está ahí, TIENE que estar ahí. En coche es diferente, pero sobre dos ruedas, confiar ciegamente en el neumático y a dejar de lado tus dudas, es la única forma de disfrutar de la conducción deportiva al 100%.
Siendo la única parte de la moto que está en contacto con el suelo, un buen neumático transforma la forma de percibir la carretera, y hasta una moto veterana como la mía pasa de ser «un hierro» con 25 años a una deportiva capaz de mantener el ritmo con motos mucho más modernas, porque como decíamos, en este tiempo lo que más ha evolucionado es el neumático.
En mi caso, tengo algunas referencias sobre neumáticos similares de la competencia (son ya unos cuantos años andando en moto con deportivas, y raro es si le sacas más de 5.000-7.000 km a una rueda trasera) y te aseguro que ninguna marca «buena» en este nivel de neumáticos hace un mal producto, pero si te puedo decir 2 cosas en las que este neumático me ha parecido excelente:
- La facilidad con la que la moto «cae» en la curva (parece que siempre buscas ir tumbando), proporcionando una agilidad extrema para los cambios de dirección.
- La claridad con la que puedes llegar al límite del neumático delantero y «mantenerte» ahí (quizá algo menos fácil con el trasero como decía inicialmente).
En cualquier caso, con este pegajoso neumático de nuestros amigos galos, mi vieja GSX-R se siente mucho más viva, capaz, ágil y rápida, y esa es la forma de volver a casa sano y salvo y con una sonrisa en la cara después de muchas muchas curvas…
Scf98
23 de agosto de 2022 a las 13:14Genial el artículo! de hecho me pasó una cosa curiosa a principios de este mes de agosto cuando estaba en las fiestas de mi pueblo en Zamora, aparecieron cuatro individuos en furgoneta que me llamo mucho la atención porque todos llevaban la misma camiseta y al leerla resulta que hacía mención a este certamen de la bañeza! y tanto mi cuñado y yo (que somos moteros de toda la vida pero no muy metidos las cosas como son… ;) , nos extrañó que existiera una carrera en circuito urbano relativamente cerca de nuestro pueblo y no hubiéramos oído hablar de ella!!! y mira tú por donde que sacáis un reportaje sobre ella, sois muy grandes!!!!
PD: un pequeño comentario, cuando hacéis referencia a los neumáticos michelin, en mi humilde opinión como lector asiduo y enamorado de vuestro blog me parece que estáis haciendo publicidad, ojo que no está mal y que desde luego seguro que es un producto tan bueno como lo decís! lo único que quiero comentar es que si en realidad fuera así, es decir, que la marca os ha «regalado» las gomas a cambio de comentarlas en el artículo creo que se debería comentarlo, más que nada para que los lectores tengan en cuenta ese hecho, porque para mi una cosa que me encanta de vosotros es que cuando o leo tengo la sensación de que sois imparciales y en la medida de lo posible objetivos a más no poder, por eso esta referencia me ha dejado un poco frio. Pero vamos que no es para nada una critica al excelente trabajo que hacéis y que yo consumo sin pagar nada a cambio y por tanto es perfectamente comprensible!!
Lasheras
23 de agosto de 2022 a las 16:50@Scf98
Gracias por tus palabras y por compartir con nosotros esa anécdota que tan solo refleja que ¡el mundo es un pañuelo!
En cuanto a tu PD, hemos actualizado el texto para que, efectivamente, el lector sepa de antemano que MICHELIN nos ha dejado un juego de gomas para probarlo y comentar nuestras sensaciones sobre la moto.
Muchas gracias por seguir «al otro lado» de la pantalla.
Scf98
23 de agosto de 2022 a las 17:20No tio muchas gracias a vosotros por todo el contenido que subís que es de una calidad brutal y que me tenéis enganchado!
Como he dicho. Sois muy grandes!!!
Mileston
24 de agosto de 2022 a las 09:46Buen articulo, y como motero de toda la vida, la verdad es que una entrada como esta es muy refrescante. Yo fui al GP de la bañeza hace unos cuantos años, y por como lo describes no tengo sensación de que haya cambiado mucho la cosa, lo cual me parece un buena noticia. Quizá me anime a ir el año que viene. Por los viejos tiempos.
Pit AMG
24 de agosto de 2022 a las 09:50Me gustan mucho este tipo de historias personales, aún recuerdo los viajes a Nürburgring con los Audis o las visitas a las 24 horas de Le Mans y Nürburgring, me dais mucha envidia.
En cuanto al tema de los neumáticos, lo de la evolución de los mismos, el agarre etc, me parece una discusión muy interesante, quizá daría para un artículo aparte centrado en ello en exclusiva. O teniendo como tenéis vosotros buena relación con MICHELIN, quizá una entrevista a algún técnico de la marca que pueda aportar datos…Dejo la idea por aquí.
Alez
24 de agosto de 2022 a las 09:51Pregunta que me ha surgido al leer lo de la duración del neumático de la moto. Tengo el trasero casi para cambiar pero el delantero estará al 80% de vida todavía. ¿Tengo que cambiar los dos?
Gracias.
Roberto Merino
24 de agosto de 2022 a las 09:53Habéis pensado en hacer una comparativa de neumáticos alguna vez? Creo que un Pilot Sport Cup 2 contra el neumático chino más barato podría reflejar bien esto de la evolución de las ruedas, entendiendo que el barato usa tecnología más antigua, con lo que podría asemejar a comparar ruedas nuevas, pero con «20 años»…
RUF Tayson
24 de agosto de 2022 a las 09:57En relación a los tiempos por vuelta del Carrera GT y del 992 GT3, habría que mencionar también los avances en aerodinámica. Seguro que el GT3 genera más carga a alta velocidad que el Carrera GT, y puede que las suspensiones sean también más duras, pues en los últimos años yo personamlmente he notado que los coches son más duros de suspension.
En cualquier caso, estoy de acuerdo con lo expuesto, lo que más ha avanzado son los neumáticos. Quizá de esos 35 segundos 15 se deban a aerodinámica y suspensiones y 20 solo al neumático…
Gerardo San Juan
25 de agosto de 2022 a las 09:45¡Tremendo evento! Y poco conocido en España. Tiene una pinta bárbara, aunque el camping no es lo mio.
Yo ando detras de cambiar las gomas de mi GS y tengo ganas de probar las Michelin… veremos!
Gracias por la prueba/experiencia se agradece tener este tipo de articulos para cambiar de aires.
Bañezano
25 de agosto de 2022 a las 18:23Un par de apuntes geográficos ya que hay dos me atrevo a decir (sin acritud) «despistes»! Al cruzar el puerto Pajares no está Picos de Europa (quedan más al este, sería por el desfiladero de Los Beyos) y la «meseta castellana» está en tierras palentinas y burgalesas hacia el sur, en Castilla, no en León.
Por lo demás, gracias por el reportaje!
Lasheras
26 de agosto de 2022 a las 10:56Gracias a todos por los comentarios. Da gusto saber que hasta en agosto y desde la playa o la montaña, seguís leyéndonos como siempre.
@Pit AMG, la verdad es que es una idea que lleva tiempo en el tintero, a ver si nos decidimos a sacarlo adelante.
@Alez, personalmente en mi moto cambio 2 traseros por cada delantero, así que no tengas miedo a montar un trasero nuevo y cambiar luego las dos ruedas de nuevo. Eso sí, en mi caso fundo ruedas rápido, si el delantero tiene más de 3-4 años y eres de los que va rápido, cambiaría también el delantero.
@Roberto Merino, interesante propuesta. Nos la apuntamos.
@Bañezano, gracias por las correcciones. Hemos rectificado el texto para que además de entretenido, sea también «preciso» con las ubicaciones.
Saludos.
@Ruf Tayson, Efectivamente nosotros calculábamos una mejora de 1 segundo por km aproximadamente, que en Nürburgring equivaldría a las 20 segundos que mencionas. ¡Buen ojo!
Deivid Torrepower
2 de septiembre de 2022 a las 14:21Estos artículos son los que molan, los que no se encuentran en ningún otro sitio, los que se escriben desde las entrañas y no desde la cabeza.
Como decís (y van varias ocasiones) ti te mola la velocidad te da lo mismo moto, que coche, que fueraborda (ojo las que van con turbina, hay que actualizar el artículo de Toros de Agua) y aviones.
P.D.: eso de que los eléctricos no consumen combustibles fósiles… no lo hacen de manera directa ;-)
indeciso
7 de septiembre de 2022 a las 12:55Uf, qué buen artículo.
¿Por qué? Por lo de siempre, porque me he quedado con ganas de saber más.
Jordi
16 de septiembre de 2022 a las 00:24Buenas,
Gran reportaje sobre una carrera a la que quiero ir, algún año será…
Son grandes carreras, gran ambiente, esos 2T!
Así que lo recomiendo al que pueda ir a una de estas carreras, aunque no se llegue a ver la velocidad brutal que se ve en las Road de las islas, pero ver rodilla al suelo en una esquina con su pintura, baches, suciedad… alucinante, para mi, mejor que las MotoGP actuales que son muy finas, demasiado.
Ciao.
Comentar que en Valencia se corre el Campeonato Tradicional de Velocidad, unas cuantas carreras por Valencia y Alicante, por si pica el gusanillo y alguien se quiere acercar.