En un catálogo ilustrado por un S2, siempre rojo láser, Audi presentaba su nuevo coupé S2 como “elegante, exclusivo y heredero de una gran leyenda en rallyes, beneficiándose de un equipo puntero y acorde a su imagen”. Resaltaba igualmente que el S2 era una alianza entre la potencia y la inteligencia, con la prioridad puesta en la seguridad, todo lo cual no distaba de la verdad.
Imágen del catálogo de 1992 del Audi S2 Coupé
La prensa del motor se preguntaba, a finales de 1990, cuándo ofrecería Audi su motor Turbo 20 v de 220 cv en un coupé de formas redondeadas -entonces más a la moda que las líneas rectilíneas que dibujaban su icónico Quattro S1 de 1980, anunciando el fabricante su próxima comercialización en noviembre de 1990.
Añadía Audi que para honrar el pasado de su Audi sport Quattro S1, el S2 conviviría de entrada con el S1 el cual, aunque remozado con el paso del tiempo, iba quedando superado en cuanto a su presencia, que no por sus prestaciones.
Audi Sport Quattro S1
Este S2 -la versión más avanzada de toda la gama Audi coupé del Salón de Birminghan de noviembre de 1988- se caracterizaría por su proa inspirada en la del V8, con su calandra en negro y con un spoiler agrandado, dotado de antinieblas; calzaría llantas de 16 pulgadas, ofrecería asientos deportivos con un volante específico de tres radios y relojes con fondo gris en el cuadro, todo ello manteniendo la línea de caja alta del Coupé, sus cuatro plazas y su maletero amplio y modulable, con respaldo trasero abatible.
Interior del Audi S2 Coupé
Esta carrocería, diferenciada de la de los otros coupés, albergaría el cinco cilindros 20 v del antiguo S1 y del Audi 200 20 v, cuyos 2.226 cc habían sido regulados, no para mejorar los 300 cv del S1, sino para obtener mayor fiabilidad y más par a cualquier régimen, especialmente a bajas revoluciones. Por otra parte, el consumo se reduciría recurriendo a un turbo de pequeñas dimensiones y a un cruce mínimo en el tiempo de abertura de las válvulas de admisión y escape, dominando el gran par (309 Nm desde 1.950 rpm) así conseguido con el aporte de la tracción a las cuatro ruedas, pudiendo aproximarse a los 250 km/h, pero siempre buscando civilizar lo más posible al S2, acentuando su docilidad, atenuando su natural subviraje e intentando la mayor neutralidad en su comportamiento rutero, incluso atisbando el sobreviraje.
Vista en corte del motor de 5 cilindros y 220 cv del Audi S2
Los 220 cv resultantes encontrarían un chasis a su altura y propuesto de serie en definición sport con muelles y amortiguadores de gas endurecidos, barras estabilizadoras de mayor diámetro, así como llantas de 16 pulgadas con ruedas de 205/55ZR16, además de la primicia de una dirección Servotronic asistida en función de la velocidad. (1)
En nuestro país la prensa especializada insistió en lo anterior en referencia a “el Audi más veloz con tracción total”, señalando que venía con los mejores atributos de los deportivos Audi y que a España llegaría importado bajo pedido. (2)
Motor 16, tras su presentación en el circuito de Nürburgring, lo recibía con el título de “El regreso de un campeón”, naturalmente en referencia al S1. Lo hacía hablando de su par, del añadido de faldones aerodinámicos, de la diferencial Torsen y de los refuerzos estructurales para recibir, consecuentemente, el poderío del motor (3). Esta misma revista lo incluiría en su lista de precios desde el nº 398 de 8 de junio de 1991, tarifado en 6.137.203 pesetas. A partir del nº 558 de 28 de abril de 1994, junto al coupé S Quattro -ahora de 230 cv y costando 7.237.000 pesetas- se listó el Avant S2 Quattro de 230 cv, con un precio de 7.197.000 pesetas (el RS2 con sus 315 cv también aparecía, en 10.400.000 pesetas); ambos seguirían en la lista de precios de Motor 16 hasta su nº 650 de del 1 de abril de 1996.
Audi RS2 de 315 cv (1994)
Por otro lado, las 6.550.000 pesetas del S2 en 1993 (4) lo situaban en nuestro mercado de entonces por encima de los 3.880.000 del coupé 2.3 de 133 cv, de los 4.155.000 del coupé 2.6 de 150 cv, del coupé 2.8 de 174 cv que valía 4.780.000 o de los 5.355.000 de pesetas que costaba en versión Quattro.
Tal precio lo ponía cerca de los 7.275.000 de un S4 y, por supuesto, muy por debajo de los 11.020.000 del V8 4.2, como el que resistió -blindado- el atentado contra Aznar.
Imagen del pack de prensa para E.E.U.U del Audi S2 Coupé
Por su mismo precio, otras opciones en nuestro mercado del verano del 93, eran un BMW M3 coupé -cuyos 286 cv costaban 6.878.000-, un Maserati 422 K que por 6.494.637 ofrecía 223 cv, un Porsche 968 CS que proponía 240cv por 6.688.000 o un raro Subaru SVX 3.3 24V 4WD, capaz de 230cv por 6.227.000 pesetas, sin olvidar el Toyota Supra Turbo, en el que 235 cv valían 6.050.000 pesetas.
Los rivales del Audi S2 coupé: BMW M3 E36 (arriba) y Porsche 968 CS (abajo)
El S2 -presentado a finales del verano de 1990 y concebido sobre las base del Audi 80/90 de mayo de 1987, eludiendo la agresividad del S1 de 1980, más GT que deportivo y más burgués y dócil que otra cosa– dispuso de una versión Avant 35 kg más pesada que el S2 coupé, de caja de 6 velocidades desde noviembre de 1992 y de una opción berlina en el verano de 1993. En ambos casos, berlina y Avant, la suspensión trasera no era McPherson, sino de brazos transversales superpuestos, siendo el Avant 20 mm más bajo que el Coupé. (5)
Vista en corte del Audi S2 Coupé
Le Moniteur Automobile lo probó en mayo de 1991 y lo describió como un coche anodino para quien buscase un coche llamativo y, especialmente, como un coche muy adecuado para quien deseara lujo, seguridad y un estilo sobrio, advirtiendo que no heredaba ni la imagen ni las prestaciones del S1.
Sus mayores virtudes serían, ante todo, su acabado, pero también su excelente motor sobrealimentado, potente, suave y vivaz. Alababan igualmente su insonorización, su equipo, su buena amortiguación, su caja de velocidades bien adaptada y su potencia lumínica. Criticaban, en cambio, sus lavafaros poco protegidos, su diámetro de giro (11 m), su posición de conducción -por causa de sus asientos de respaldo bajo- y su escasa visibilidad periférica o la altura del umbral de su maletero (232 l).
Versión Avant (familiar) del Audi S2
En una prueba posterior (7) redundarían en idénticas observaciones y lo definirían como “el arquetipo del deportivo domado, amansado, aunque capaz de inquietar a deportivos de gran tamaño, sin sacrificar confort”. En suma, lo tildan de “coche para aficionados entendidos”.
Sigue esta misma revista con el S2 (8) y es ahora Paul Frère quien informa de la llegada en noviembre del 92 de las versiones berlina y Avant, y muy especialmente de la llegada al S2 con dos aportaciones benéficas: 10 cv más y una caja de 6 velocidades.
Audi S2 Saloon (berlina)
Resalta este maestro del periodismo la obtención de mayores prestaciones, especialmente tangibles en las recuperaciones, gracias al par –que pasa de 309 a 350 Nm– y el añadido de la caja de 6 velocidades, procedente del S4, así como de 5 bobinas que permiten aumentar la sobrealimentación con una función overboost que concede un par de hasta 380 Nm, merced a una esporádica respuesta del turbo. Añade Frère que ahora su dirección, precisa, directa y con la dureza justa, es tan excelente como la del primer S1.
Aún vuelve Le Moniteur Automobile sobre el S2 de 230 cv y lo prueba de nuevo, ahora con el titular “S2 = M3”, lo que quiere decir que incluso con 56 cv menos que el BMW, el S2 no sufre por sus prestaciones, toda vez que su par y su caja de 6 velocidades, así como sus imbatibles reprises, le hacen muy fuerte en la carretera, máxime si las condiciones externas o el firme se degradan. (9)
Imagen del catálogo de 1993 del Audi S2 Coupé
Naturalmente, la prensa del motor española probó también el S2 de 230 cv. Es el caso de Automecánica (10), donde señalaban al S2 a la cabeza de los tracción integral, dada la experiencia de Audi con su inalterado principio Quattro: motor longitudinal, diferencial Torsen sensible al par y diferencial trasero bloqueable manualmente al 100% hasta los 25 km/h para arrancadas en terrenos deslizantes.
Por supuesto, no dejaban de pregonar sus altas prestaciones, su suavidad y su confort y también su alto precio y su consumo sensible a su uso.
Audi S2 Coupe de 230 cv
Describían, igualmente, su equipo dotado de ABS, aire acondicionado, sistema Proconten, ordenador de viaje, dirección asistida, lavafaros, llantas de aleación y cierre centralizado. Advertían también del precio de alguno de sus extras como el techo eléctrico -199.254 pesetas-, el airbag del conductor -223.652-, la alarma -67.694- o la pintura metalizada -43.176-, cuando el precio total del S2 era de 6.610.000 pesetas.
Las características generales del S2, sacadas de su catálogo español de marzo de 1995, son las siguientes:
- Motor de 5 cilindros longitudinal delantero con dos árboles de levas en cabeza y cigüeñal de 6 apoyos, cubicando 2.226 c y dando 230 cv a 5.900 rpm con un par de 350 Nm a 1.950 rpm, que llegaba con overboost a 380. Compresión de 9,3, regulación adaptativa del llenado al ralentí, inyección electrónica múltiple secuencial y turbocompresor de gases de escape, KKK24, con refrigerador del aire de carga. Catalizador de tres vías
- Tracción quattro permanente a las 4 ruedas, diferencial intermedio con bloqueo automático y diferencial trasero con bloqueo manual.
- Cambio de 6 velocidades.
- Suspensión independiente delantera y trasera con brazos telescópicos y brazos transversales inferiores, además de barra estabilizadora.
- Peso en vacío de 1525 kg.
- Dimensiones: 4,401 m de largo, de ancho 1,930 y 1,375 de alto
En resumen: discreto pero potente, algo anodino, por manso, pero más que eficaz. Perfectamente utilizable hoy, cada día.
Escrito por Ramón Roca, patrono de la Fundación RACE.
Bibliografía
- Le Moniteur Automobile nº 959 de 6 de septiembre de 1990 describe el nuevo S2.
- Motor Mundial nº 532 de octubre de 1990 incide en una descripción semejante.
- Motor 16 nº 358 de 1 de octubre de 1990 daba cuenta de su primera experiencia con el S2.
- Motor Mundial nº 563 de julio de 1993 da su precio en nuestro mercado, precio que figura junto al de los otros automóviles con los que se compara.
- El Numéro Catalogue de la Revue Automobile Suisse de 1995 ilustra la evolución del S2, señalando los precios de las tres versiones, no catalogando ya al S2 en su edición de 1996, que había dejado de fabricarse.
- Le Moniteur Automobile nº 977 de 16 de mayo de 1991 prueba el S2 y repite con insistencia la palabra discreto.
- Le Moniteur Automobile de 3 de octubre de 1991 vuelve a probarlo y expresa una sentencia contundente, que lo retrata.
- Le Moniteur Automobile nº 1018 de 10 de diciembre de 1992 acoge las muy autorizadas impresiones sobre el renovado S2 que expresa Paul Frère.
- Le Moniteur Automobile nº 1031 de 10 de junio de 1993 prueba de nuevo un S2, pero pensando en el BMW M 3.
- Automecánica nº 278 de mayo de 1993 prueba un S2, comparándolo con un Opel Calibra Turbo.
nachetetm
28 de agosto de 2018 a las 19:07Me declaro admirador de estos Audi de cuando la marca decidió ser premio, entre finales de los 80 y principios de los 90. Debe ser que me recuerdan a mi infancia de aficionado a los coches, pero me encantan.
Este motor en el prototipo Quattro Spyder podría ser algo parecido al clásico de mis sueños.
nachetetm
28 de agosto de 2018 a las 19:08«Premium» quería decir, obviamente. ¿Para cuando una función de edición de los mensajes? ;-)
ramon
28 de agosto de 2018 a las 23:57Nachete,, siempre se te entiende perfectamente y siempre son de agradecer tus observaciones.
indeciso
29 de agosto de 2018 a las 09:03Muy buen artículo como siempre Ramón, enhorabuena.
La verdad es que el Audi 80 B4 es el primero que recuerdo en mi casa por lo que admirar un S2 evoca a mi más tierna infancia.
Mi duda sin embargo es ¿dónde quedará este coche en comparación con algo equivalente hoy en día? Estoy pensando en un S3 o coches similares.
¿Tiene sentido comprarse un coche antiguo para disfrute, que ya en la época se caracterizaba por ser anodino? Hoy en día, entiendo, se notaría aún más falto de emociones… ¿o no?
Lasheras
29 de agosto de 2018 a las 10:04A raíz de este GRAN artículo he podido escudriñar un poco el mercado de este tipo de vehículos y tengo que decir que me he quedado sorprendido de los precios que se manejan (muy caros), especialmente teniendo en cuenta que:
1- Es un coche aburrido en su conducción, o así lo declaraban quién lo probó en su momento
2- No es especialmente bonito
3- No es especialmente rápido
En referencia a las revistas de la época, en concreto a la afirmación de S2 = M3, no dudo que prestacionalmente el S2 pudiera aguantar a un M3 de 286cv en carretera abierta, ya que con su motor atmosférico «todo arriba» y su cambio de 5 velocidades bastante abierto, no sería un prodigio en recuperaciones, pero en términos generales, estoy seguro de que el M3 pasaba por encima de un S2 en todas las circunstancias que implicaran suelo seco. Por no mencionar el placer de conducción.
Por otro lado, volviendo a los precios de segunda mano de estos coches (desde 16.000 €, con unidades por encima de 20.000), hay que estar LOCO para comprar uno, salvo que sea por razones sentimentales (y te sobre el dinero).
Un abrazo.
CarlosJ
29 de agosto de 2018 a las 18:53Felicitaciones por este y todos vuestros artículos.
No soy un gran entusiasta de este Audi en concreto (me gusta más el artículo que el coche), pero tampoco es que me disguste. No obstante le veo el encanto de un coche de los de antes, me explico: de esa época en que la electrónica no tamizaba/filtraba todo lo que el coche transmitía al conducirlo. En ese sentido sí que me gusta. En cuanto a si es más o menos rápido que el M3 286……en fin, personalmente pienso que no todo son las cifras de aceleración, además de recuperaciones (que creo opino que son lo que más cuenta al volante salvo que estemos en un circuito) no debe andar muy mal con respecto al M3 ¿no?
Y ese sonido del pentacilíndrico sobrealimentado al subir de vueltas…….mmmmm!!!
Ramón
31 de agosto de 2018 a las 09:57Gracias, Indeciso, Juan y Carlos por vuestras palabras.
Decís lo mismo que yo, pero màs claro, sin ambages, y es que el S 2 cumple, pero no entusiasma.
Javi
23 de octubre de 2018 a las 20:12Hola,
Me ha encantado leer este artículo sobre un coche que el público general no conoce mucho, o a veces no conoce en absoluto. Creo que es un modelo que no ha sido bien tratado por la historia, quizás porque no tuvo sucesor y el nombre S2 cayó en el olvido.
Soy propietario de un Audi S2 y puedo decir que el coche dista bastante de ser anodino.
El motor es una delicia y empuja con mucha fuerza desde bastante abajo hasta bastante arriba.
La tracción quattro se nota mucho en todas las condiciones de adherencia, tanto en seco como en mojado. Se pierde la parte juguetona de un trasera, pero es muy efectiva.
El sonido de los 5 cilindros es otro elemento a valorar. Personalmente soy fan del sonido V8 pero el 5cilindros me gusta mucho también.
No todo son cosas buenas y el coche tiene algo de tendencia al subviraje, debido a la posición del motor bastante adelantada. Es algo que se nota sobre todo en curvas muy lentas. No obstante, hay que decir que el mio lo acusaba mucho hasta que le puse las suspensiones nuevas. La tendencia sigue ahí, pero solamente buscando el limite.
Por contra el comportamiento en curvas medias y rápidas es envidiable. El paso por curva es muy alto.
En resumen. Como cualquier coche de casi 30 tiene cosas que han sido superadas con los años, pero volviendo a la transmisión de sensaciones, para los estándares actuales el coche transmite muchas sensaciones y se puede disfrutar mucho de la conducción sin necesidad de ir a velocidades de cárcel.
No he tenido oportunidad de conducir un M3 e36 y estoy seguro de que es un gran coche, no obstante me resulta curiosa la fe ciega que a veces se tiene en el M3 como el coche definitivo, dando por sentado que es el mejor.