Clubsport, una palabra que pone los pelos de punta a cualquiera que sepa un poco de coches.
En unos días se han sucedido varios acontecimientos que me han hecho reflexionar. Aunque por las circunstancias me voy a centrar en modelos Porsche, extrapolemos el ejemplo a cualquier otra marca que imaginemos.
El primero de todos estos acontecimientos ha sido una conversación sobre los 911. Estábamos tres amigos, muy Porschistas nosotros, comiendo y hablando sobre el 911 que está buscando uno de ellos. Le gustan los coches con un punto picante, pensados para circuito pero que puedan circular por carretera. Comentaba que le gustaría que Porsche volviera a fabricar deportivos y no sólo deportivos «de lujo». Comentaba con muy buen criterio que iría sin dudarlo a por un 911 aligerado si Porsche lo sacara, no harían falta grandes cosas: partiendo del 911 más básico (tracción trasera, por supuesto) montado con el cambio manual , autoblocante, jaula antivuelco, baquets, chasis sport y… nada más. No quería ni radio con 10 altavoces, ni climatizador bi-zona, ni GPS, ni sensores de presión en las ruedas, ni cierre centralizado, ni pomos cromados (sino tiradores de plástico), ni ventanas con un maravilloso aislamiento acústico y protección UV, ni cuero caro, ni… ni todo lo superfluo para un coche deportivo y que sí incorpora el 911 más básico.
¿Qué sentido tiene este coche deseado? Pues poder disfrutar de un 911 en circuito a un precio razonable. Por supuesto que Porsche nos ofrece la opción de un GT3, un GT3 RS y un GT2, abanico muy amplio de bestias para el circuito, pero con unos precios desorbitados. El Porsche 911 es el deportivo que más tiempo se ha mantenido en fabricación y ha de demostrar su condición de deportivo. ¿Cómo se le explica al flamante dueño de un nuevo 911 de más de 90.000€ que su coche no es especialmente rápido en circuito? Para pasear está muy bien, pero en el circuito es posible que se encuentre con un coche rápido, pero pesado, algo blando y no demasiado preciso en el tacto (sin desmerecer en absoluto a un 911, aunque debemos ser conscientes y consecuentes).
Pero volvamos a nuestra opción de 911, nuestro propio ultraligero con motor trasero. Sería muy fiable, pues el motor de 355 caballos se muestra menos apretado que el de un GT3 (al menos teóricamente -los motores watercooled sin lubricación por cárter seco pura, es decir, los no descendientes del bloque del GT1– están dando malos resultados en fiabilidad), tendría una mecánica sencilla (caja manual y tracción trasera) y, sobre todo, podría venderse más barato que el 911 básico. Estaríamos dando en el target (que se dice en el marketing) de muchos apasionados de Porsche que quieren meter su 911 en circuito sin complicarse, y el GT3 seguiría teniendo cabida en el mercado. Porsche volvería a conquistar el corazón de todos aquellos que creen que un 911 es un deportivo, sin duda (y no estoy inventando nada, esto existe y se llama 964 RS).
Pero no. Porsche se ha empeñado en vender coches de lujo (y en comprar empresas para luego ser comprada por ellas) y el status que tiene un Porsche hay que mantenerlo. La ventaja del GT3 es que es un super-exclusivo deportivo para el disfrute de los más sibaritas, de los que saben apreciar un pata negra y pueden pagar por él. El 911 aligerado parecería una solución de quiero y no puedo para los que no se pueden permitir los modelos GT. Eso dicen los que saben de marketing.
Segundo acontecimiento. Sin embargo, no siempre la historia de Porsche se escribió con letras de rentabilidad, sino con letras de pasión. Esa pasión a punto estuvo de llevarles a la quiebra, pero Porsche sobrevivió. En 1993, Porsche lanzó el 968 ClubSport (que da nombre al artículo), se trataba de una versión DEPORTIVA del Porsche 968. No tocó el motor, exteriormente los retoques fueron mínimos, pero lo vació de todo lujo innecesario (-80 kg), como los asientos traseros, e incluso de algún equipamiento de seguridad (lo que provocó que no fuera legal para circular en EEUU), le montó un diferencial y retocó suspensiones y frenos. Para completar el producto, se le añadió una jaula antivuelco. El 968 CS era más barato que el 968 normal y, aun así, ¡fue un fracaso!. Pero también lo fue el 968 en general. Su parecido con el 924/944, pertenecer a la «apestada» familia de los cuatro cilindros que tanto irritaba a los porschistas puristas y la grave crisis de la época hirió de muerte a este coche. En la actualidad el 968 es uno de los deportivos más asequibles de la casa Porsche. El 968 CS (ya ni nombramos el Turbo S y el Turbo RS) es una pieza casi de colección, ¡lo que son las cosas!
Tercer acontecimiento. Porsche lanza el 911 Sport Classic. Un 911 precioso, el canto del cisne de la generación 997 (aun cuando acaban de sacar el nuevo 997 Turbo) con, curiosamente, cola de pato emulando al Carrera RS. Desconozco el peso de esta edición, pero sí el precio: 222.000€. Un precio que lo aleja de cualquier circuitos o carrera y que lo acerca a los coleccionistas y a los garajes privados, escondidos del mundo. Un precio, 222.000 euros, que es más del doble que el del Carrera básico. Discutir si proviene del Carrera S o del 4S no viene al caso.
Porsche ha sacado una nueva pieza de colección que ni siquiera podemos disfrutar por la calle, ya que son sólo 250 unidades. No está aligerado, lleva unos frenos cerámicos que cuestan unos 10.000€ en otras versiones (por ese precio ya estamos cerca de adquirir un 968 o un 944 Turbo en buen estado), va cargado de todos los lujos que «debe» llevar un 911 y, a pesar de lo jodidadmente bonito que es, me ha provocado cierta pena.
Lo veremos en todas las revistas y todos los medios lo ensalzarán, no es para menos; pero para mí -a pesar de su aire retro- le falta ese argumento fundamental, esa sencillez mágica, esa ligereza especial… de los 911 de verdad.
Sirva esto para todos los demás coches que se han dejado envenenar por la maquinaria del marketing, donde un climatizador bizona o un acabado en cuero/aluminio se han impuesto a la agilidad, la pureza, la ausencia de inercias y a la magia de un auténtico deportivo. Nuestra pasión da status y las marcas saben cómo explotarlo. Un coche deportivo es sinónimo de tener un coche «especial» y eso vende. Lo que pasa es que si le ponemos «apellidos» a todos los nombres de los modelos del mercado, los equipamos a tope y los convertimos en los modelos más caros de la gama… se convierte todo en un ejercicio de ventas que desvirtua el encanto de lo sencillo, el atractivo de lo básico (artículo imprescindible donde abordábamos el mismo tema desde otro punto de vista: un 911 es demasiado!!).
PD: A veces me da la sensación de que vivo en un mundo de coches que acabó en 1995 (salvo Lotus, Caterhams, algún KTM y poco más).
Seguid leyendo!!!
En Km77
En Carfolio
En QV500
Por cierto, ¿Quién decía que ya no escribíamos artículos de opinión (de calentón diría yo) como los de antes?
Extra Lap
Para congraciarnos con los Porschistas os invito a leer de nuevo el artículo del que hemos sacado estas maravillosas fotos (maravillosas por las máquinas que salen, no por el fotógrafo, que soy yo).
Curso de conducción Porsche Jarama, un día para el recuerdo
Extra Lap 2
«Performance these days is often measured on outright speed and Nurburgring lap records but the CS makes these things seem rather insignificant.»
Esta frase, que ojalá fuese mía, pertenece a otro artículo de obligada lectura:
PH HEROES: PORSCHE 968 CLUB SPORT
sacroespino
3 de septiembre de 2009 a las 21:02No sólo es un tema de marketing ya que, en mi opinión, un 911 con las características que comentas se merendaría el nicho del GT3; desconozco el uso que darán los clientes a éste, pero estoy convencido de que un gran número de ellos se trasladarán a los circuitos subidos a un remolque. Muchos de los compradores preferirían un Porsche más «crudo» y, con el capital sobrante, invertir en repuestos o el equipamiento que piensen que les falta… Sin quitar nada de mérito a tu artículo estoy convencido de que no eres el primero que pregunta eso mismo a Porsche (seguro que hay cientos de empleados de toda la vida que añoran la pasión con la que antes se hacían coches…)
PD: Y gracias por los enlaces, da gusto descubrir perlas por la web!
nachetetm
4 de septiembre de 2009 a las 00:23Pues yo creo que Porsche se dio cuenta que su afán de tener un deportivo barato (924 y sucesores) casi la lleva a la ruina, y ahora huye de eso como de la peste. Es normal que si quieres un deportivo extremo, te lo sirvan como el modelo más exclusivo de la gama, no como el más barato. Lo contrario no sería bueno para la imagen de marca de lujo que Porsche tiene. Eso es perfectamente aplicable también a Ferrari, que cada vez están más gordos. ¿Quien recuerda un Ferrari lujoso de antes de los 90? Nadie, ¡porque no existen! Sin embargo ahora todos los Ferrari rivalizan con Aston Martin para sacar el interior más suntuoso.
De todas formas, Delarosa, ¡es que a los porschistas no hay por donde cogeros! Si se saca un modelo barato, porque es un 4L de motor delantero y eso no es un Porsche, si se saca un gran turismo (mi añorado 928), porque eso no es un Porsche, si lleva motor central, tampoco es un Porsche (menos mal que la gente al final ha aceptado al Boxster como lo que es, un deportivo excelente), si no lleva refrigeración por aire, ¡sacrilegio! Es que así no hay manera, no quisiera trabajar yo en las oficinas de la marca (bueno, a lo mejor si). Personalmente, el nuevo SC me parece el 911 más bonito en muuuuuuuuuchos años, el primero que conforme lo he visto me ha hecho pensar «si tuviera la pasta…»
drunken_clam
4 de septiembre de 2009 a las 02:03Lo que queréis es un Boxster ClubSport nuevo…
Una cosa que se olvida normalmente es que Porsche, principalmente, es una empresa de ingeniería de verdad. No de hacer coches bonitos, sino buenos de verdad, así que si dijeran de hacer cualquier otra cosa, o lo que pedís, poder pueden y sería algo único.
Lo único que en cuestión de márketing sería medianamente aceptable sería un «kit-kart» tandero muy simple, motor/chásis/suspensión/poco más, muy enfocado a las sensaciones y con buenas prestaciones, pero no matriculable para calle.
Vaya cosquillas tendriáis leyendo los rumores de un Audi/VW/Seat/Porsche Bluesport, ¿eh? El surgimiento de un segmento así, como el MX-5/Z2/Clase A-B «SLK», está totalmente condicionado por si hay gente que paga o no.
¿Problema? La gente no tiene ganas/dinero para un segundo coche, y un compacto «deportivo» cumple, sale más barato, es más práctico y vale para todo como único coche. Amén de infinitamente más barato hacer un «pepino» como un S3 compartiendo elementos y base de miles de A3 1.9… ahora 1.6 TDi.
ruben
4 de septiembre de 2009 a las 04:56Coincido con el autor casi al 100%… me duele que haga leña con la nueva serie especial… soy un psicópata de los clásicos y el haber relanzado la cola de pato, las llantas fuchs y el techo sobre elevado de los míticos 2.7 RS me ha hecho mucha ilusión una vuelta a los orígenes tras cosas como diesel, etc…
En lo demás, coincido plenamente. Creo que hay 4 clientes tipo de Porsche, el comprador de cayenne/panamera, el comprador de boxster/cayman, el comprador de 911 por status y el comprador de 911 sport. Creo que a éste último (que es el más fiel por cierto )se le está olvidando un poco por más que nos insistan en las raíces deportivas de la marca.
Un deportivo necesita un buen chasis ( rigidez, buenas geometrías y tarados de suspensiones, frenos bien dimensionados ) un motor potente y alegre ( no moles a partir de bloques de camión ), buena ergonomía, cierto confort ( no conviene estresar al conductor ni que el sudor no le deje ver la pista )una buena dirección asistida y el menor peso posible.
Me sobran los elevalunas eléctricos, las guanteras en las puertas, los portavasos, la consola central, el alerón retráctil, los cristales gruesos, la unidad de mando confort, la unidad de mando del cierre centralizado, la unidad de mando del navegador ( salvo que me cante las curvas a lo moya ) las 2/3 partes de los sistemas multiplexados, el cuero, las molduritas, el reglaje eléctrico del asiento… sólo dejaría un buen sistema de aire acondicionado, 4 altavoces ( para los atascos ) y una buena instrumentación que me diga cosas interesantes ( presión de gasolina, de soplado, de aceite, temperatura de refrigerante, de aceite, de las culatas, velocidad, régimen…) y que no me diga cosas absurdas ( consumo instantáneo, brujula…) creo sinceramente que habría mercado para una versión básica, como nació el 911 hace más de 40 años.
delarosa
4 de septiembre de 2009 a las 09:10@Nachetem
Razón no te falta. El problema es que yo estoy enamorado del 944 Turbo y del 968.
Yo creo que ahora tendrían mucho más mercado que en su época. Ya hay un Porsche todoterreno y Diesel y a nadie se le han caido los anillos. Pues un pequeño coupe de motor frontal o un compacto tracción trasera podrían tener cabida en la gama.
El Cayman RS, aunque el Cayman no se mi favorito, sería la solución casi definitiva. Como apuntáis otros, un Boxster Clubsport sería otro gran acierto.
En fin, a seguir quejándose toca. Mientras tanto seguiré buscando mi 968m eso sí que es un deportivo low cost.
Saludos!
Pedro luis Garcia lopez
4 de septiembre de 2009 a las 10:20Joder no puedo estar mas de acuerdo.
delarosa
4 de septiembre de 2009 a las 10:38@Ruben
Ay…que bonito suena todo ese equipamiento reposando en un almacen antes de la línea de montaje en vez de lastrando tu «deportivo». :D
De todos modos no quiero hacer leña con el Sport Classic: es, simplemente, precioso. Un verdadero homenaje a la herencia Porsche, pero coches así deberían hacerse para la pista y para la carretera, no para museos y garajes.
Me recuerda un poco al Alfa Romeoo 8C competizione, que está en garajes de medio mundo y no se les ve rodar nunca.
Saludos!
ruben
4 de septiembre de 2009 a las 14:09he podido hacer un viaje en un 944 S2 y me ha parecido un cochazo, sólo tiene un defecto, y es que al cerrar las puertas parece que cierras las de un VW Polo de mediados de los ochenta. Pero el coche tiene un chasis excepcional, un motor que corre y no gastó mucho y una buena caja de cambios. Ojo con la distribución y la bomba de agua y el motor es eterno.
Sobre si el Sport Classic debe estar en una pista o en una vitrina… dios… se me parte el corazón… una parte de él dice que un purasangre debe estar corriendo, otra parte me dice que una escultura debe estar en una vitrina.
Desde luego me darían ganas de abofetear al torpe que le dé un golpe apurando un piano… jajajaja
nachetetm
4 de septiembre de 2009 a las 18:26Estoy dandole vueltas al asunto, y no habia caido en una cosa. Si mal no recuerdo, el precio del 968CS era cualquier cosa menos barato para la epoca, 8 millones de pesetas, y de ahi para arriba, porque como bien dices Delarosa, era la version mas economica. Asi que se puede decir que el Cayman cubre y mejora en todo al 968, por un precio tremendamente razonable, pues cuestan casi igual 15 anyos despues. Y encima tienes un flat six en vez de el apestado 4 cilindros, en posicion central, etc… Vamos, que lo del Porsche barato hay que cogerlo con pinzas, porque el 968 barato no era (pero mas economico que el 928 y el 911 si). Tambien recuerdo las quejas sobre el primer Boxter porque solo tenia 204 Cv! Creo que eso te dara una razon de porque Porsche no hace modelos mas economicos, porque los puristas se echan al monte.
En cuanto al RS moderno, es verdad que no es para circuito, pero es que para eso, y al mismo tiempo, Porsche saca el GT3 RS, que es precisamente lo que los puristas mas racing necesitan, y asi cubre el mercado «de paseo» y el «de carreras». Vamos, que como tu dices, el Cayman RS es la solucion. Falta ver si Porsche nos esta leyendo.
nachetetm
4 de septiembre de 2009 a las 18:28Perdon, cuando hablo del RS moderno, queria decir «SC moderno»
delarosa
5 de septiembre de 2009 a las 02:09@nachetetm
Ay ay ay, me has tocado la fibra sensible… el 968 es uno de mis Porsches predilectos. Aunque he de reconocer que el Cayman está por encima en casi todo.
No dejaba de ser una evolución de los 924/944. El 968, por decir algo a su favor, tenía un chasis (al igual que el Cayman) muy superior al motor que montaba. La prueba es que el Turbo S, que también estaba capado en potencia, llevaba un chasis muy similar -obviamente no igual- al ClubSport e incluso con la misma caja de cambios.
No soy objetivo porque suspiro por el 968, pero es un coche completísimo, muy fiable, barato de mantener y una delicia en circito.
Saludos
PD: Por cierto, acabo de firmar el comentario nº 3000 de 8000vueltas. 1000 comentarios en 7 meses, no está nada mal! Gracias a todos!!!
nachetetm
5 de septiembre de 2009 a las 02:30#Delarosa, te pasa lo que a mi con el 928…
Borjal84
5 de septiembre de 2009 a las 19:53Pero es que no todo aquel que se compra un Porsche quiere un coche así, yo al menos no lo quiero así, yo prefiero que sea 3s más lento en circuito y que lleve climatizador, altavoces, asientos cómodos, etc…
jarnu
5 de septiembre de 2009 a las 21:46Creo que el artículo de opnión ejemplifica en el porsche lo que quiere decir de muchos otros modelos y marcas.
Antes que nada decir que, objetivamente, un deportivo es un objeto, no sólo un vehículo, que ejemplifica la poca necesidad de su dueño de desplazarse sin atender a otras consideraciones prácticas. Como tal, supongo, lleva consigo en estos tiempos un atributo de elitisimo que lo hace víctima de sus clientes habituales, que no son precisamnente aficionados al automovilismo.
Porque no todo mal proviene del equipamiento de confort, esas chorradas electrónicas que, salvo algunas, dan más problemas de fiabilidad que otro servicio.
Se habló en un reciente artículo anterior de las transmisiones automáticas, otro asunto a tener en cuenta. Y las suspensiones de dureza variable también deberían tratarse, o la necesidad real de la tracción integral, o esos controles de estabilidad que plagan los coches modernos y realmente capan su potencia y agilidad, sin remedio alguno.
Muchas, demasiadas cosas integran un coche hoy. Y el navegador no me preocupa -ni interesa-, sino lo que está bajo el capó y es capaz de cortarme la inyección de algunos cilindros en una curva, frenarme las ruedas sin que yo lo decida, girarme, endurecerme o bloquearme el volante, cambiar el recorrido efectivo del pedal del acelerador, decirme en qué momento debo cambiar o hacerlo por mí, o no hacerme caso y decidirlo después por su cuenta.
Todo esto me preocupa e interesa muchísimo más que un pitido si me acerco al coche de atrás al aparcar o que el limpiaparabrisas se active si caen unas gotas del cielo o se enciendan las luces si oscurece.
Y podría seguir: motores con programas de inyección orientados exclusivamente a la reducción de consumos y emisiones y no al rendimiento -todos, incluso los vendidos como deportivos-, con sensaciones de «diésel» -que, obviamente, los diésel hacen mejor- y buscando par a bajas vueltas tirando de turbitos de poca inercia, fáciles para ciudad -tiene su público- y ritmos constangtes de autopista y que hacen poco necesario el manejo de los cambios, sus curvas amplias de utilización, regulación de válvulas para que vaya redondo a poco más que el ralentí pero que por encima de 3000 o 4000 vueltas «pese» o sea vago… y hablo hasta de atmosféricos multiválvulas que cortan a 6500.
Hay mucho más que decir pero mi queja es la homogeneidad de los criterios de los fabricantes, salvo marcas elitistas o pequeñísimas.
¿Cuándo empezó? No lo sé. Como idea para un artículo tal vez el mercado estadounidense y su creciente importancia y esos Mercedez Benz con sus doscientos kilos de material aislante acústico de hace años tengan algo que ver. Fue hace mucho ya.
(comentario pesimista:) Tal vez los deportivos de carretera nunca han existido como demanda real, con mercado, sino por la necesidad de homologar unos coches de competición, y éstos sólo existen para vender unos pequeños camioncitos utilísimos para toda la familia. Tal vez soñemos demasiado con esa curva complicada -que se cierra, que sube, que tiene un peralte extraño, qué se yo- que tomamos cada día al trabajo de manera algo diferente y nunca quedamos satisfechos de cómo sale. Tal vez creamos que es el coche el que no da más de sí -y que no nos dice nada salvo llevarnos a casa bien-, que con ese otro seguro que esa carreterita no se nos resistiría.
Amamos conducir como un melómano ama la música. Los tiempos cambian pero el amor permanece. Saludos ;-)
delarosa
6 de septiembre de 2009 a las 03:09@Borjal84
Obviamente no, pero es una posibilidad más que se podría ofrecer y no se está ofreciendo.
Lógicamente mucha gente quiere un 911 básico para pasearse (y es muy respetable), sólo llamamos la atención a que se puede abrir ese abanico.
Saludos
GuidoG
6 de septiembre de 2009 a las 07:35Estoy muy de acuerdo con el articulo, y lo lamento, no puedo aceptar que un deportivo se use «para pasear».
Para eso hay otros autos. Para eso sí viene bien un motor 1,2 turbo que entregue buen par a bajas, no un boxer de 6 cilindros, 3,6 litros y mas de 300 CV.
Simplemente me parece un despropósito.
Y lamentablemente lo que más se ve hoy en día es deportivos pensados para la ciudad, de la misma manera que se ven todoterrenos pensados para la ruta. No tengo problema con que la Cayenne sea un todoterreno de Porsche, lo que me molesta es lo mismo que con la mayoría de los deportivos de hoy. O autos en general que hay en el mercado: no se la juegan. Todos quieren ser un comodín con el que se puede hacer de todo, y con eso logran no destacar en nada. No se puede ser pianista y boxeador al mismo tiempo y destacar.
De esta forma lo que yo creo es que el problema no es que porsche haga autos lujosos, o todoterrenos, o compactos si llegase el día (sinceramente no termino de creermelo). El problema es que se desvirtuan los origenes.
Un 911 deberia ser, en primer lugar, un purasangre; y hoy en día tiende más a un Gran Turismo, con alguna versión rabiosa (entiendase GT2/3).
P.D.: Sería interesante encuestar a los dueños de 911 a ver cuantos metieron el auto en un circuito, y cuantos lo hacen regularmente.
Gis
6 de septiembre de 2009 a las 14:31Brillante. De verdad Oscar.
Ya lo hablamos ayer (fué un placer), pero es mayor placer leerte.
Me quedo con tu frase » veces me da la sensación de que vivo en un mundo de coches que acabó en 1995…». Resume todo perfectamente.
Sois los mejores. Seguid así.
Un abrazo.
drunken_clam
6 de septiembre de 2009 a las 16:19GuidoG: Hay que tener en cuenta que en Alemania el 911 es el gran turismo por antonomasia. Y es un papel que le viene al pelo. Para meterlo en circuito ya está el Sport Chrono Pack, Pilot Sport, PCCB… pero un Carrera o un Carrera 4 tal cual tampoco están enfocados a ser un deportivo puro.
GuidoG
6 de septiembre de 2009 a las 22:55Es una cuestión de opiniones. Entiendo que desde la estrategia comercial lo más inteligente vender lo que la gente quiere. Pero se podria decir que a mi los que me molestan son los gran turismos en general.
Saquemonos de la cabeza el caso de Alemania y sus autobahns y de porsche por un momento.
No existe ningun sentido en un auto que pueda superar los 180kmh si no es un deportivo, y no tiene sentido un deportivo si no es para usar en un circuito. Es por esto que los deportivos «para todos los días» simplemente me molestan. Me parece un despropósito desde todo punto de vista.
Es cierto que el mercado aleman es muy particular, y que allí si se puede llegar a justificar algo como un gran turismo. Alta velocidad punta, lujo, confort, etc. Aunque para eso un 335i cumple y de sobra.
En mi país, por los altos impuestos que hay a la importación, un carrera 4 ronda los u$s200.000. Por esa plata se puede tener un 525i y un Caterham o un Atom. Dos autos. Uno todo lo comodo que hace falta y con potencia más que suficiente para el día a día, y otro que promete entregar sensaciones bastante mas fuertes que los aburguesados 911 de hoy. (sin tener en cuenta los 911 GT, que un GT2 está costando más de u$s400.000)
De cualquier manera, esta es mi opinion. Mi filosofía.
Por eso es que en el mercado hay tantos productos, uno para cada. Pero me parece que el auto que se describe en el artículo es algo que falta (salvo por atoms o caterhams, pero convengamos son los unicos, y su penetración solo es significativa en ciertos lugares del mundo).
Solo pensar en un Cayman con el Boxer 3,4 girando a 8000 vueltas y el interior pelado me da un escalofrío, pero será que el marketing pesa más.
Borjal84
9 de septiembre de 2009 a las 00:11Muy pocos coches iban a vender de esos pelados.
Los coches de carreras para pilotos, a ver porque no se puede pasear tranquilamente con tu Ferrari, tu Porsche, tu Aston Martin, o es que sólo se puede ir al circuito y conducir como un loco con ellos.
Sir Andrew Vickerman
10 de septiembre de 2009 a las 00:33Delarosa, lo que le sucede a usted es que se ha dado cuenta de que el coche ideal, sea cual sea la circunstancia, no existe. No existió en el pasado y es improbable que exista en el futuro.
De todas formas, lo que pasa es que falla el presupuesto, como siempre.
Porsche Boxster Spyder, por fin alguien nos escucha - 8000vueltas.com
5 de noviembre de 2009 a las 13:54[…] tiempo ha pasado desde que en 8000vueltas poníamos el grito en el cielo. Estábamos quejándonos del último lanzamiento de Porsche: el precioso Sport Classic. Muy bonito, […]
El caso Aston Martin - 8000vueltas.com
18 de mayo de 2012 a las 09:34[…] de tracción delantera y familiar? Al menos tendrá buenas ventas, porque sino vaya desastre de márketing) Ford decide que Aston no entra en sus […]
Prueba Peugeot 208 GTI by Peugeot Sport – 8000vueltas.com
7 de septiembre de 2017 a las 14:34[…] anodinos? Probablemente. Es justo pensar que habían hecho lo que se les encargó, demasiadas veces manda el marketing sobre la capacidad tecnológica. En ocasiones sólo hace falta que nos disfracen […]
EL PORSCHE 911 R Y EL CAMBIO MANUAL ¿PASIÓN O MARKETING? – 8000vueltas.com
13 de diciembre de 2017 a las 12:12[…] Clubsport, los desastres del marketing […]