A mejor, el coche desde luego. El cambio de doble embrague es un cambio tambien, pero de otra galaxia. Olvidémonos ya del Tiptronic porque por lo que a mi respecta ha pasado a mejor vida (Aunque estoy dispuesto a entender opiniones diferentes a la mía, no nos precipitemos).

Desenpolvemos las dudas que dejaba en el aire en el anterior artículo:

• Es un MUST el PDK??
• Permite conducir realmente rápido??
• Incluso en circuito??

No son preguntas fáciles de responder, y precisamente por eso son las que todos tenemos.

¿¿Parecidos razonables??

El cambio más moderno del mercado Vs El cambio más clásico del mercado

La prueba comenzó en ciudad, con tráfico denso pero sin atascos. Un continuo arrancar, parar, frena, acelera…un infierno para la conducción deportiva, y para la conducción en general. Primera prueba, el modo «Normal». Sorprendente, esa es la palabra. El cambio es suave, como el de un convertidor de par, y no tiene los retrasos de este. Es realmente cómodo moverse por ciudad en este modo. Enseguida comienza a subir marchas y a 50 km/h nos encontramos en 6ª, o a 70 km/h en 7ª. Realmente no se percibe cuando cambia de velocidad, y eso es lo que pretenderían en el modo más cómodo. El quick-down sin embargo no está dormido, si pisas a fondo prepárate para bajar 3 o 4 marchas en un instante y acelerar realmente rápido, algo práctico, teniendo en cuenta que siempre va en marchas muy altas, si queremos realizar una incorporación o esquivar un imprevisto o apurar un ámbar. La verdad es que para conducir con calma no se puede pedir más, pero cuando llegan las curvas llega la hora de pulsar el botón Sport.

El modo Sport es un poco más de lo mismo, pero los cambios ahora no suceden hasta las 4000 vueltas en marchas cortas y se adapta enseguida al tipo de conducción que estamos realizando. Alargando las marchas en caso de ir rápido o economizando si hemos puesto el Sport para enseñárselo a lo amigos pero no vamos realmente rápidos. Sigue cambiando muy rápido y muy suavemente. En el modo normal se nota la suavidad, en el Sport además nos percatamos de la velocidad a la que cambia. Es utilizable en ciudad, pero realmente sólo conseguiremos asustar a los ancianos y llamar la atención (salvo que esa ciudad sea Mónaco y consigas que te dejen darte unas vueltas al trazado en días previos a las carreras). Quizá en carretera sea el más adecuado si estás en un sitio con curvas o en un puerto de montaña. Ahí es donde podrás disfrutar de tu Porsche sin llevarlo al límite, ni siquiera cerca, pero gozando de su sonido y una buena parte de sus prestaciones. Una solución intermedia, pero como decía, no aporta nada nuevo.Ahora bien, cuando la cosa se pone seria encontramos un botón más. Y lleno de posibilidades.

El modo Sport Plus. Haber empezado por ahí, estaréis pensado. Pues no, porque para poder valorarlo es necesario saber lo cómodo, racional y acertado de los otros dos modos. Ahora ya sabemos que el cambio es cómodo y suave, agradable de utilizar en ciudad y con carácter deportivo cuando se le exige, con esta descripción alguno podría pensar que el Tiptronic ofrecía lo mismo a grandes rasgos. No es cierto, pero aunque lo fuera el Sport Plus marca las diferencias. Cuando lo pulsamos se desata la locura. El cambio empieza a cambiar al corte por sistema, por lo que el ruido y las prestaciones están aseguradas. Y en cuanto te despistas y levantas el pie del pedal te encuentras rodando en 1ª a 7000vueltas, definitivamente este modo no se debe usar por ciudad (y menos de noche). Las aceleraciones son perfectas, y las frenadas parecen estar a la altura. Y los cambios han dejado de ser suaves, son cambios de verdad, de los que te dan un golpe entre marcha y marcha. No sé si será más o menos efectivo, pero las sensaciones se multiplican. Sin haberlo probado en circuito no podría decir lo bueno que es, pero alguien lo ha hecho por nosotros, y nos ha contado su conclusión: En circuito no hace falta cambiar manualmente, el Sport Plus lo hace mejor que tú. Quizá mucha gente disienta de esta afirmación, pero en mi caso creo que sería posible ir más rápido en Auto (sacrilegio) que en Manual. Es, sin duda, el mejor cambio no manual que haya probado nunca.

Ahora bien, como no me gusta perder la perspectiva conseguí un DSG bien potente para comprobar la diferencia. Quizá las cifras digan que el DSG es más rápido que el PDK, no lo sé. El caso es que en ese sentido no pude hallar diferencias. Lo que sí es cierto es que en comodidad el PDK está a la altura del DSG, de hecho el DSG es más brusco en las arrancadas, y en deportividad no hay nada comparable al Sport Plus (al menos que yo haya conducido).

El modo manual es otra historia. Ahora es cuando viene el jarro de agua fría. Es un modo manual más, sin ninguna novedad aparente. Lamentablemente no lleva levas sino dos gruesos botones que tienen varias pegas: La primera es que para usarlos no puedes llevar las manos en la posición correcta. Aparte de eso mucha gente ha encontrado antinatural el sentido de los botones, y de la palanca. Para subir marcha hay que empujar y para reducir hay que tirar. Personalmente a mi no me supuso ningún problema (he de reconocer que me gustan los coches con cambios raros y que la primera vaya hacia atrás en un manual me da cierto regustillo) pero no resulta intuitivo.

La opinión de algunos usuarios es que los botones deberían ser levas, y estar en la columna de dirección en vez de en el volante. Mi opinión es que tienen razón, pero sólo en parte. Este cambio está hecho para no ser llevado en manual NUNCA, pero quitar esa posibilidad conllevaría a perder muchos potenciales clientes, y por tanto los botones del cambio sencillamente sobran.

Este razonamiento está bien si te limitas a ir lo más rápido posible con tu Porsche, si entras en circuito con la intención de bajar tu tiempo vuelta tras vuelta. En lo que me da la impresión que no ha pensado Porsche es en la diversión al volante (y es un coche brutalmente divertido), en hacer una cruzada voluntaria en una curva y pasarla entera de lado. Y ahí es donde viene el mayor pero de la caja. Si te encuentras con todos los controles quitados, en el modo Sport Plus y con el cambio Manual (situación en la que la información que le das al coche es que TÚ quieres controlar todo lo que pasa) la caja sigue teniendo ideas propias, concretamente el Kick-down sigue activo. Lo que en condiciones de máxima eficacia no supone un problema porque tenderías a ir lo más rápido posible siempre, pero si quieres cruzar el coche has de tener una sensibilidad especial en el pie, sino cuando menos te lo esperes bajará una marcha y se acabó la diversión.

Mmm, más de uno ya se estará pensando otra vez si le conviene el PDK. Yo ya lo tengo claro.

Es el mejor cambio automático que existe, en mi humilde opinión: cómodo, rápido, efectivo, da sensaciones, deportivo…pero mientras lo conducía con el cuchillo entre los dientes iba pensando lo infinitamente mejor que me lo estaría pasando con un 6 Manual, haciendo reducciones, metiendo el talón mientras freno para lograr un punta-tacón de esos que te hacen sonreir y creerte un Nuvolari. Fallar alguna vez una marcha y enrabietarte, y pensar las décimas que habrás perdido. Porque disfrutar de la conducción no es ir más rápido, es disfrutar al volante.

El que quiera su deportivo automático, que no tenga dudas: Es el mejor! Para los que seguimos anclados a una tecnología de hace más de cien años…manual, por favor.

Eso sí, en ciudad es una maravilla y reduce notablemente los consumos. Y el PDK obligatorio con el Pack Chrono Sport! (NDLR: El modo Sport Plus viene incluido en este pack, y es la única manera de conseguirlo. Así que ya sabéis, todos los 911 a partir de ahora deben llevar relojito en el salpicadero!)

Poco más me queda por decir de este 911; Cosas buenas, como el fenomenal volante. Para mí con un tacto perfecto y de dimensiones apropiadas, además grueso, para agarrarlo perfectamente. Las nuevas llantas, me gustan bastante más que las anteriores. Y malas; el molesto grillo de la llave (ahora con la parte de atrás metálica, no sé entiende como se gastan tanto dinero en materiales, ajustes y acabados para que la llave haga ruidos!!), además en esta unidad había otro grillo que no supe identificar (Con sólo 2500 km. no me parece aceptable en un coche de estas características) y, para mí, lo más grave: El sonido del motor. No suena mal, pero ha perdido algo de encanto. Suena más seco, y antes era más musical. Supongo que es el precio a pagar por lo mucho mejor que es el motor respecto a su predecesor, pero es una lástima. De todos modos hay que contar con el escape deportivo (no lo he probado, pero eso sí debe ser obligatorio) y ahí si podríamos ver las auténticas diferencias.

Hasta aquí llega la prueba del 997 Carrera S PDK, una tormenta de sensaciones y la gloria para los sentidos. Si algo no ha quedado claro lo contestaré en los comentarios (que tanto Porsche entre escribir un artículo y otro me ha dejado sin referencias ya).

No me despido sin agradecer al Concesionario Porsche Coruña su invitación para poder ponerme al volante de este fantástico 911, que para mí marcará un antes y un después. Porsche se ha puesto al día, y de que forma!

Si vivís por la zona y queréis saber más del nueveonce no dudéis en acercaros. Mo sólo son unos profesionales, sino que además son unos apasionados. Con Ruben Fidalgo a la cabeza desde la gerencia es un concesionario atípico, por donde ves circular Porsches que ya son clásicos y el distanciamiento habitual se torna en buen ambiente que invita a hablar de coches.

Hablar con ellos de mezcla estratificada, carter seco y doble embrague te enseña, y mucho, ya que no hablan de lo que dice el catálogo, saben de verdad, y eso se agradece. Espero que las ventas les acompañen porque están haciendo un trabajo fenomenal.

Si no habéis leido la 1ª parte:

Prueba 911 Carrera S PDK, el 997 plus (Parte 1)

Y, para el que no las haya visto, las fotos:

(La galería completa en nuestro Flickr)

Extra Lap

He visto estos días varias pruebas de este coche, pero no realizadas por profesionales, sino por propietarios de Porsche y la verdad es que se aprenden cosas interesantes. Lo que está claro es que el coche gusta, y el cambio también.