Un intruso, eso es. No es normal que haya coches eléctricos en mi garaje. De hecho, es el primero que probamos en 8000vueltas. Si llevas muchos años con nosotros sabrás que, en realidad, esto no es así: en 2011 fuimos de los poquísimos afortunados que pudimos probar el Tesla Roadster en España. Pero respóndeme a esta pregunta, ¿cuántos has visto por la calle? Pues eso.

11 años después, ¡¡11 años!! Vuelve un coche eléctrico a hacer compañía a mis viejos y contaminantes cacharros de gasolina. Voy a contaros la historia desde el principio.

Resulta que BMW está de aniversario, este año se cumplen los 50 años de BMW M, una bonita efeméride para la letra con más significado Racing del mundo ¿me equivoco? La R, la S y alguna otra están muy presentes en coches con carácter deportivos, pero M siempre ha tenido algo especial: pedigrí en competición, modelos rompedores, iconos de las carreteras y, quizá, las berlinas más espectaculares de mundo (ahora coronadas con el BMW M5 CS).

Y como buen cumpleaños, hicieron una fiesta. 8000vueltas fue invitada a acudir y, para llegar en un coche adecuado, nos cedieron un BMW i4 M50. En realidad, no teníamos pensado probar un coche así. Cuando fui a recogerlo me recibió con un nada discreto color azul mate, quizá porque 544cv no deben ser suficientes para tener un carácter deportivo. No puedo decir que sea impresionante pero sí resulta ser un coche llamativo en ese color. Desde luego, no pasaba desapercibido en los semáforos. Es un coche moderno, un BMW de 2022, con un generoso equipamiento y todo tipo de soluciones tecnológicas. En un coche así, y con un precio de partida de más de 76.000€, no puedes sentirte decepcionado, BMW hace estas cosas bien.

El momento en el que pensé: “hay que escribir sobre este coche” fue en el que decidí poner el turbo boost -o como le quieran llamar- y pisar a fondo. Ahí descubrí otra dimensión, ¡este coche acelera como un cohete despegando! Ni era mi primer eléctrico (probé hace años el Model S P100 de un amigo y recuerdo sensaciones semejantes) ni mi primer coche de más de 500cv pero la sensación de aceleración me dejó pegado al asiento. ¿Y si este coche fuera algo distinto? ¿Y si me puede sacar una sonrisa todos los días? Vamos a probarlo donde se pueda exprimir un coche así y vamos a salir de dudas.

Este artículo probablemente no guste a nadie: los acérrimos a 8000vueltas dirán que no es una prueba de un coche deportivo y los defensores de los coches eléctricos pensarán que es un alegato contra ellos. Esto es solo un compendio de reflexiones que me apetece hacer desde este espacio que tenemos.

Lo primero que os voy a contar es que esto no es un Tesla, para bien o para mal. Se dice que Tesla tiene innumerables problemas de fiabilidad, y no porque lo cuenten en redes sociales sino porque es una de las marcas que más veces va al taller en USA. Tienen una imagen de marca muy potente pero una fiabilidad que no convence a sus propios usuarios, que son los que reportan estos problemas.

Por otro lado, BMW no es la panacea, pero sí parece estar bastante por encima en este aspecto. Además, el servicio postventa de Tesla en España no tiene especial buena fama, aunque no tengo datos que respalden esto.

¿Por qué cuento todo esto? Porque comprar un coche eléctrico ahora mismo significa comprar Tesla. Es la referencia en cuanto a imagen y, no nos engañemos, algunos coches eléctricos se están comprando porque quién los conduce quiere ver su imagen asociada a este fenómeno, lo cual no me parece criticable en absoluto, pero creo que se omiten muchas. Luego hablaremos más de esto.

Lo que está claro es que es un coche bien acabado y que la experiencia de usuario es fantástica. Hacía mucho tiempo que no me subía a un coche que me transportara al futuro y el i4 lo hace. Tiene una pantalla gigante que ocupa medio salpicadero (de discutible gusto siguiendo la tendencia de pantallas no integradas) con muchísima información. Todo en el coche es configurable y la información de la que disponemos es magnífica, así como la conectividad, el cargador inalámbrico… Muchos juguetes que nos recuerdan cual es la tendencia en 2022: estamos en un momento en el que el motor que lleve un coche es casi irrelevante (salvo para nuestros políticos, que prohíben todo lo que no ordene su agenda, obligándonos a prescindir de coches económicos, fiables y que dan un servicio fundamental a mucha gente).

Pero si estoy escribiendo esto es porque este coche acelera como una mala bestia. Pisar a fondo a cualquier velocidad es una experiencia religiosa, la sensación es equivalente a un gasolina turbo de más de 600cv. Y eso que pesa 2.300kg, ¡qué barbaridad!, imagina lo que podría correr esto si pesara como un coche normal de hace unos años, alrededor de la tonelada y media.

Como os decía, decidí que había que probar este coche en una carretera de curvas y ver de qué era capaz, así que me fui a uno de nuestros tramos secretos. Al comienzo de una subida de unos 10km con curvas de todo tipo con la batería bien cargada, “engranamos” el modo Super Boost Pro Premium y pisamos a fondo: patinan las cuatro ruedas y salimos catapultados.

Os aseguro que esa sensación es algo impactante, incluso marea a algún que otro copiloto. El coche acelera con muchísima fuerza y, antes de que te des cuenta, tienes que estar frenando pues llega la primera curva. Y hay que frenar una mole de más, bastante más, de dos toneladas. No olvides que es un coche GRANDE, de casi 5 metros, muy ancho y lleno de baterías.

La frenada es francamente buena, parece fácil detener un coche así, pero estoy seguro de que los frenos y los neumáticos sufrían mucho durante esta tortura a la que les estaba sometiendo. Empiezo a tomar curvas, a enlazar izquierdas y derechas, el chasis es impresionante, digiere los cambios de apoyo, aunque notas que el coche se retuerce, imposible no hacerlo. Es un coche rápido en curvas, eso es innegable, pero no sé si lo estoy disfrutando. El primer motivo es que el modo Boost dura unos segundos, tras 6 o 7 curvas ya no queda ese extra de potencia que te pega la cabeza al asiento y que es lo que realmente te provoca un cosquilleo en el estómago.

El segundo motivo es que el coche es sumamente efectivo y capaz pero no transmite lo que está pasando bajo tu culo. No te enteras de nada, así que más vale que vayas por debajo del límite porque, si en algún momento lo superas, creo que vas a entrar en un terreno impredecible. Corono el puerto y miro la autonomía, en 10km ha bajado 70km (en un coche de unos 430km de autonomía máxima es una bajada muy considerable).

Me pregunto qué hay de cierto en esos números, así que bajo el puerto de nuevo dejando correr el coche, alargando las frenadas y tratando de recuperar esa autonomía perdida. Al final de la bajada he recuperado 30 de los 70km, así que en realidad he gastado la autonomía esperada para hacer 40km en apenas 20. Suena razonable. El problema es que no lo hice solo una vez y ya me encontré con que tenía que recargar el coche para volver a Madrid y hacer todos los desplazamientos que tenía para ese fin de semana.

Para mí era una buena noticia ya que así tendría que probar un punto de recarga y familiarizarme con su funcionamiento. Al día siguiente por la mañana me acerqué hasta allí y descubrí que para repostar tenía que descargarme una app (de Iberdrola en este caso) y asociar una tarjeta. También descubrí que, por mi falta de formación en estos temas, se podía cargar en alterna y continua con una de las tres mangueras disponibles. Probé con todas y la primera que encajaba con mi coche la dejé conectada y me dispuse a esperar.

Como no me había informado correctamente, conecté el coche con el conector equivocado y se puso a cargar en alterna (pasando de cargar a 39KW a cargar a 11KW), por lo que le llevó 3 horas exactas cargar 32kWh, un 40% de la batería (repito, culpa mía) y me costó 12,49€. Extrapolando, cargar la batería completamente me habría costado algo más de 30€, con los que puedo hacer 430 teóricos kilómetros (algo más de 7€ de consumo por cada 100km).

Afortunadamente, habíamos ido con otro coche y pudimos dejar el i4 cargando mientras hacíamos otras cosas. Una cosa a tener en cuenta es que cada empresa tiene sus cargadores y tienes que tener aplicación para cada uno de ellos. Desconozco si hay alguna aplicación que te permita recargar en todos ellos indistintamente.

En días posteriores tuvimos que hacer varias cargas más en diferentes cargadores y la experiencia es mejorable, no es fácil encontrar cargadores con carga rápida que funcionen bien. En nuestra breve experiencia (unas dos semanas), los cargadores de REPSOL son los que nos han dado mejores resultados.

Después de la carga hice un trayecto por autopista a velocidades muy razonables, entre 120 y 140km/h, sin acelerones bruscos ni con una conducción agresiva. Con el aire puesto (en los coches eléctricos el uso de aire y la calefacción tiene un impacto relevante en la autonomía) he calculado que una autonomía realista para este coche en carretera debe estar en el entorno de los 350km. Por supuesto, si quieres ir a ritmos de cárcel (algo comprensible si te compras un coche de casi 550cv) la autonomía es aún menor.

Esto, viviendo en Madrid, se traduce en que no puedes llegar de un tirón a ningún sitio costero salvo que decidas ir en modo hypermilling, a 100km/h y tratando de no gastar tu preciada autonomía. La otra opción es hacer una parada intermedia, o dos si quieres ir a ritmos más normales y llegar a sitios como Lisboa, Cádiz o Barcelona.

Pero esto no es algo específico de este coche, otros eléctricos con autonomías similares se encuentran en la misma situación. Nada que no sepamos a estas alturas. Hay gente contenta con este arreglo y gente que no lo está, la verdad es que con cierta planificación se pueden evitar muchos problemas, pero también lo es que la gran ventaja del coche privado es la libertad de movimientos y su inmediatez.

Imagino que, si te toca hacer noche en mitad de camino porque, por ejemplo, ha habido un atasco o te encuentras un cargador estropeado y tienes que buscar alternativas, no te hará demasiada gracia. Pensemos que para estas distancias 500-600km, te puede pasar si no tienes la ruta bien mirada. Desde luego, salir de trabajar por la tarde y cenar esa noche en la playa no parece un plan factible (insisto en que es solo un ejemplo de viaje MUY habitual en el sitio donde vivo).

Por supuesto, olvídate de hacer viajes con cruceros de 250km/h porque la punta de este coche es de solamente 225km/h. Esto puede parecer algo irrelevante en España pero no olvidemos que este coche es alemán y que tienen Autobahn sin límite de velocidad donde es habitual ver coches viajando a cruceros superiores a los 200 km/h. Esta velocidad punta será un factor que echará para atrás a algunos compradores en su país de origen.

Desde luego, no puede competir con el Model 3, que ofrece una velocidad punta de 261 Km/h. Y este parece su rival más directo, con 480cv pero mejor aceleración ya que pesa 250kg menos. También ofrece algo más de autonomía teórica. En algo en lo que el BMW aventaja claramente al Tesla Model 3 es en la potencia de recarga máxima en corriente continua, lo que redundará en cargas más rápidas. La batería del BMW también tiene mayor capacidad, aunque el lastre de su mayor peso no le permite tener una autonomía destacable.

Eso sí, si no te preocupa la autonomía es un coche muy placentero de conducir a ritmos medio-altos. Por nacional se va a ritmos altísimos. Los adelantamientos son como de dibujos animados, se hacen sin percibir esfuerzo alguno por parte del coche y los kilómetros avanzan volando. La tracción total te da una sensación de seguridad porque te permite ritmos más elevados de los que la lógica te aconseja. Es un placer la vida con este coche porque está todo cuidado hasta un nivel de detalle asombroso. Como ejemplo podría poner la banda sonora de este coche: se han dedicado muchas horas a hacer que todo lo artificial de este coche suena estupendamente: desde el sonido en modo sport hasta el asistente de aparcamiento.

Permitidme dedicarle un párrafo a “no conducir” este coche. El Assisted Drive es una maravilla. Control de crucero adaptativo y sistema automático para mantener el coche en el carril. Algo muy común hoy en día, pero desarrollado infinitamente mejor que en otras marcas. Otras marcas Premium cuentan con sistemas similares, pero en BMW he podido ver la evolución y es algo destacable. Especialmente cómodo en los semáforos.

Mis conclusiones como novato en estas lides son las siguientes:

• El BMW i4 M50 es un producto excepcional, pero no me sorprende en un producto BMW de este precio. BMW tiene una gama Premium que compite con lo mejor de lo mejor. Esto no es un 116 pelado de opciones
• En lo que más destaca es en lo futurista que resulta su experiencia de uso, a mí me encantó usarlo para el día a día
• Es exagerado lo que corre, tienes que tener cierto cuidado para no acabar viendo tres dígitos en el velocímetro en vías urbanas. Y ojo con los pisotones, si bien te sacan una sonrisa todo el rato, también te sacan kilómetros de autonomía
• Esta sonrisa no te la va sacar en curvas, no es un coche divertido. Demasiado pesado y no transmite lo que debería para llevar una insignia con la letra M (aunque sea un M Performance)
• No puedes ni compararlo en diversión con el BMW M3 Competition, no hay color aunque son productos muy diferentes (sólo comparten que son BMW berlina de parecidas dimensiones con +500cv)
• La autonomía fluctúa de manera exagerada según el uso que le des y no te permite “olvidarte”. Si no dejas el coche enchufado cada noche o tienes un cargador en un sitio muy habitual vas a estar pendiente del % de batería que te queda (vamos, como con tu móvil cuando estás de viaje y no puedes cargarlo cuando quisieras)
• No es un coche apto para viajes largos salvo que los planifiques y vayas mentalizado de lo que vas a hacer. La autonomía dirige tu viaje, no la prisa que tengas o si quieres parar en un sitio o en otro a comer. Las posibilidades se limitan enormemente
• Los puntos de recarga, a veces, están en medio de ninguna parte. Hay mucho camino por recorrer en este sentido

Mientras lo probaba me preguntaba, ¿a quién puedo recomendar este coche? Porque por autonomía no puedes hacer grandes kilometradas (hay gente que vive en la carretera, muchos trabajos exigen tiradas de muchos kilómetros en un día y con la autonomía adecuada podría ser interesante para alguien así, en teoría); para ciudad o trayectos diarios no es justificable (igual que no lo sería un 750i, por ejemplo, pero tiene que haber coches para todos los gustos). Es un coche enorme, difícil de aparcar y de maniobrar a veces (casi 4,8 metros y 2,3 toneladas). No se podría decir que pueda ser muy eficiente mover ese peso para desplazar a 1 o 2 personas el 90% del tiempo, y no es un coche que me imagine con sillitas para niños detrás.

Otro tema es tener este coche para trayectos interurbanos. Cargarlo en tu casa cada noche y llevarlo todos los días a trabajar, hacer trayectos a ciudades cercanas en un entorno de 150km y volver en el día, y todo esto en una estupenda berlina de representación y movida por energía potencialmente renovable… es un gran combo, pero que se ajusta a pocas realidades, la verdad.

La realidad más aproximada, para mí, es que es una berlina de representación. Lo que antes se hacía con un motor V8 o V12 en un coche cargado de lujos ahora se hace con dos motores eléctricos que proporcionan unas prestaciones brillantes y una imagen comprometida con los problemas actuales. Aunque de estos problemas y de la solución que promete ser el coche eléctrico quizá habría que escribir un libro más que un artículo.

Sigue sin cuadrarme que una solución al problema ambiental pase por condenar a la chatarra un coche que funciona correctamente, paga sus impuestos y pasa satisfactoriamente la ITV. Tampoco entiendo qué sentido tiene buscar autonomías monstruosas con unas baterías que nos llevan a mover pesos de más de dos toneladas en vehículos privados. También me gustaría conocer el impacto que tiene la fabricación y el ciclo de vida completo de un vehículo convencional y un vehículo eléctrico, así como saber las duraciones reales de las baterías y la capacidad de reciclado que hay actualmente. Estoy seguro que más de uno tendrá respuestas para estas inquietudes y valoraré mucho lo que podáis aportar.

Lo más importante del coche eléctrico no es cómo de bueno es como coche. El debate ya trasciende a estética, prestaciones… es un debate social sobre a dónde queremos ir y cómo nos posicionamos. Y, en ese sentido, el BMW i4 M50 puede tener muchas cosas, pero hay algo que nunca tendrá: nunca va a ser un Tesla. Estoy muy convencido de que está mucho mejor hecho que un Tesla, BMW lleva 100 años haciendo coches y no se le habrá olvidado cómo hacerlo, pero cuando la gente ve un Tesla por la calle sabe que es un coche eléctrico. Y el i4 (y la gran mayoría de coches eléctricos no Tesla) sólo lo puede diferenciar alguien con el ojo entrenado.

Y si estamos buscando un status, una imagen, asociados a conducir un coche moderno, ecológico y “responsable”, este BMW lo da, pero muy condicionado. No creo que te apetezca tener que explicar a tus vecinos y colegas que el coche es eléctrico y lo comprometido que estás con el medio ambiente. Pero bueno, el progreso es así.

Fotografías realizadas por Francisco Carvajal. Toda la galería disponible en nuestro Flickr.