Hoy os traemos esta segunda (y esperada) última parte de esta interesantísima serie de artículos escritos por Fernando Lázaro sobre Michael Schumacher. Disfrutadlo.
Lasheras
Estamos en el año 1996 y Schumi acaba de fichar por Ferrari, cumpliendo así el sueño por el que todo piloto trabaja. «La Scuderia», incluso en sus horas bajas, es simplemente el equipo al que todos desean pertenecer: con ese aura de misticismo tan especial, con sus monoplazas siempre en un evocador Rosso Corsa, sintiendo el calor de los Tifosi, que empuja más que cualquier motor, que cualquier neumático extra blando.
M. Schumacher Ferrari F310 de 1996
Con dos mundiales ya en la cartera y con un futuro esperanzador dentro de Ferrari, parecía que Michael tocaba techo y que tanto esfuerzo y tanto sacrificio -los años de carreras en karting sin presupuesto, las horas en el taller VW, el no haber llevado una vida normal…- por fin había merecido la pena.
Aún así, el Williams FW18 de 1996 seguía siendo el coche ganador y, pilotado por Damon Hill y Jaques Villenueve, se llevaría el Campeonato de Constructores con 12 victorias de las 16 carreras de ese año. Hill, además, sería Campeón del Mundo. Michael consiguió el tercer puesto en el mundial de pilotos y Ferrari el segundo en el de constructores, eso sí, a más de 100 puntos de Williams.
Michael Schumacher y Damon Hill en el podio del GP de Suzuka de 1996
1997 fue otro año en el que la igualdad definió la temporada. Schumacher con el Ferrari y Villeneuve con el Williams llegaron al último Gran Premio del año (Jerez) con un punto de diferencia entre ambos (Michael por delante). Para más inri, durante la sesión de clasificación, Villenueve marcó un tiempo estratosférico que 15 minutos después Schumacher «clavaría» hasta en la milésima; es decir, una diferencia de +0,000 segundos. Para rizar el rizo, Frentzen (tercero) hizo exáctamente el mismo tiempo que Schumi y Villenueve (+0,000 seg.). La carrera iba a ser un auténtico duelo por el campeonato.
Schumacher e Irvine jugando a poner presión psicológica sobre Villenueve
Durante las semanas previas, Williams y Villenueve , inteligentemente, habían estado presionado a Ferrari y Schumacher a través de los medios de comunicación para que no se repitiera una situación parecida a la de 1994 con Hill, pues sabían que Michael era capaz de cualquier cosa por ganar de nuevo el mundial. Una vez en carrera, tuvo lugar un bochornoso incidente que hace que para muchos Schumacher sea “solo” el piloto más laureado, el más rápido en pista durante muchos años y uno de los mejores estrategas, pero no el mejor ni el más querido por los fans.
Salida del GP de Europa de 1997. Última prueba del mundial, celebrada en el Circuito de Jerez
Villenueve salía desde la pole position pero Michael arrancaba mejor. Durante gran parte de la carrera -cuando no era «molestado» por otros pilotos (como los de Sauber, que equipaban motor Ferrari), Jacques le seguía de cerca estudiando sus movimientos, viendo dónde le podía atacar para hacerse con el campeonato.
¡Tras el último repostaje llegó el momento! Final de la recta de atrás en Jerez, antes del viraje a derechas de Dry Sack; Villeneuve negocia la curva anterior corriendo un gran riesgo -llega incluso a pisar el césped- para salir lo más cerca posible del rebufo del Káiser. Para tratar de sorprender a Michael y que éste no le cierre la puerta, Villeneuve espera hasta el último segundo tras la estela del Ferrari y, apurando la frenada al límite (yendo un poco largo en realidad) le consigue ganar la posición al alemán, que al verse superado inesperadamente, vira de forma brusca hacia el interior de la curva impactando contra el canadiense.
El incidente en cuestión
Recordemos que si ninguno acababa el Gran Premio, Shumi sería campeón, ya que tenía un punto más. Pero, ¿qué pasó? Tras el impacto, el alemán se va a la grava y su Ferrari queda empanzado sin poder continuar. Villeneuve consigue mantenerse en pista y finaliza el GP proclamándose Campeón del Mundo de F1 de 1997. Esta vez los comisarios determinaron que la maniobra de Schumacher sí había sido intencionada y le quitaron todos los puntos conseguidos durante la temporada.
Aquí puedes ver la historia, contada 20 años después por Villenueve (en inglés). Espectacular documento gráfico.
Si no puedes verlo debido al Copyright, aquí tienes el enlace a este fantástico vídeo
Pero el incidente no acabó aquí. Tras la lluvia de críticas, Michael quiso aclarar que con Villenueve tenía una relación de amistad y que, pese al choque y la sanción, ellos se llevaban bien. Villeneuve, en una entrevista concedida a Motorsport.com, reveló que, durante la fiesta de pilotos de esa noche, el Káiser se puso a servir copas con él tras la barra del bar adornado con una peluca amarilla, abrazando al canadiense y sonriendo mientras la mujer de Michael les hacía fotos. Según contó Jacques, la relación entre ellos nunca fue buena y lo de la peluca era más bien una burla hacia él, pero a la semana siguiente esas fotos aparecieron en la prensa alemana y Schumacher justificaba así que su incidente había sido un simple lance de carrera y que ambos eran amigos.
Michael, además de un piloto rápido, era también consciente de la importancia de tener una buena imagen de cara a patrocinadores y aficionados.
Villeneuve se proclamaba Campeon del Mundo de F1 en 1997
Las 2 temporadas siguientes, 1998 y 1999, las ganó Ice Man. El finlandés Mika Häkkinen a lomos de su McLaren MP4-12-13 (año 98) y MP4-12-14 (año 99) provisto del v10 3.0 de Mercedes, pero Ferrari no andaba tan lejos. Schumacher y Eddie Irvine consiguieron los subcampeonatos. En el 98 Michael quedó a 14 puntos del finlandés y en el 99 a Irvine le faltaron únicamente 3 puntos para proclamarse campeón. Hay que recordar que Schumi no luchó por el campeonato de ese año ya que sufrió un duro accidente en Silverstone que le mantuvo apartado de las carreras por un tiempo. Puedes ver el vídeo del accidente aquí.
Schumacher siempre mostró un respeto y cariño especial por Häkkinen, con quien llevaba compitiendo desde la época del karting
Año 2000. Ferrari ficha al brasileño Rubens Barrichello y presenta el F1-2000: motor v10 3.0, 770 caballos y 600kg.
Llevaban años buscándolo y por fin habían dado con la combinación ganadora. A partir de aquí, los 5 años siguientes son historia. Michael Schumacher dominó con mano de hierro 5 temporadas que son difíciles de resumir hasta expresadas en números: año 2000, 9 victorias; año 2001, 9 victorias; año 2002, 11 victorias; año 2003, 6 victorias y año 2004, 12 victorias.
Ferrari F 2000 y Michael Schumacher, combinación imbatible
5 años de carreras en los que no hubo oposición posible: Brawn, Todt y el Káiser fueron una combinación imbatible. Pilotos como Barrichello, Coulthard, Raikkonen o Alonso solo podían optar a pisar el segundo cajón del podio, pues el alemán se encontraba en la plenitud de su carrera deportiva. Con un equipo técnico y humano alineado con sus objetivos y capacidades.
El puño de hierro con el que el Káiser dominaba la F1
Se solía decir que Michael era uno de los mejores pilotos trabajando con sus ingenieros sobre la puesta a punto del coche para la carrera, aún así, cuando no tenía el ritmo que él quería, hacía cambiar el set up del coche hacia una configuración que le permitiera ser más rápido en las rectas aún sacrificando velocidad de paso por curva, pues eso le permitía defenderse bien de los ataques de sus contrincantes, a quienes frenaba en los virajes, pero no eran capaz de pasarle por velocidad punta en las rectas.
El año 2004 fue especialmente dramático (para los demás pilotos), pues Michael ganaba las 5 primeras carreras del año, quedaba 5º en Mónaco, y volvía a ganar las 7 siguientes.
La imagen más vista desde el año 2000 hasta el 2004
Por supuesto, no todo fueron éxitos y buenos momentos. Durante el GP de San Marino 2003, los hermanos Schumacher tuvieron que volar la noche del sábado al domingo hasta Alemania en su jet privado para despedirse de su madre, que yacía en coma en una cama del hospital de Colonia, falleciendo esa misma noche. Michael hizo la pole y ganó la carrera, Ralf clasificó segundo y finalizó 4º. En el podio no hubo celebración alguna y Michael lució durante el fin de semana un casco con la publicidad en negro en señal de luto.
Imola 2003. Victoria en solitario en honor a su madre fallecida ese mismo sábado por la noche
Como habíamos dicho, durante 2004 la superioridad de Michael fue aplastante, ganando sin compasión, sin fisuras, pero Briatore volvía a tener un plan para recuperar el título de Campeón del Mundo de Constructores. No se puede decir que hasta la llegada de Fernando Alonso Schumacher no tuviera rivales de altura, ya que se enfrentó a huesos tan duros como Montoya, Häkkinen, Button o Webber, pero sí fue el único que consiguió arrebatarle los laureles. 2005 y 2006 fueron unos años en los que el Káiser tuvo por fin un rival a su altura y con quien medirse dando el 100% en cada curva, en cada frenada, en cada carrera; aunque todos sabemos el resultado de esas dos temporadas:
Alonso fue el primero en ser un verdadero rival para el Schumacher de la era Ferrari, cortando su racha ganadora y arrebatándole el título en 2005 y 2006.
Volvían las carreras de verdad, con varios pilotos y equipos luchando por la victoria y, de nuevo un Schumacher más competitivo que nunca, volvía a hacer de las suyas. Fruto de la desesperación, supongo, en la clasificación del GP de Mónaco, el alemán “aparcó” en La Rascasse su Ferrari 248 para impedir que Alonso mejorara su tiempo y le arrebatara la pole. Tal era la sed de victoria de Michael que todo valía con tal de ganar. Los comisarios, sin embargo, no pensaban lo mismo y entendieron esta acción como algo intencionado, aplicando una sanción al alemán que le obligaba a salir desde la última posición.
Uno de los duelos más épicos. San Marino 2005. Si no puedes verlo debido al Copyright, puedes hacerlo aquí.
Aunque también tuvo otras actuaciones sumamente brillantes, como la de Interlagos 2005 en la que Schumi salía décimo, pero tras un incidente en la primera vuelta, se veía relegado a la última posición. Recuerdo perfectamente ver esa carrera sin creerme el ritmo infernal que, ahora sí, el Káiser había impuesto dando un golpe sobre la mesa. Michael acabó cuarto y Alonso ganó su segundo mundial. Ese año, Michael Schumacher tomó la decisión de retirarse de la Fórmula 1.
Interlagos 2005. Una de las mejores remontadas del Káiser
El anuncio en 2006 de la retirada de Michael Schumacher fue un duro golpe para todos los aficionados y sobre todo para los Tifosi, que aún veían en él un piloto extremadamente rápido y competente, pero sobre todo a alguien que formaba parte de «La Familia». Era además, quizá el único capaz de devolver a Ferrari la gloria que Alonso les negó en 2005 y 2006. Sin embargo, años después, los rumores apuntan a que, aunque Michael no estaba 100% convencido de querer dejar la F1, Jean Todt presionó mucho para que así fuera, pues su hijo era el manager de Felipe Massa, quien de quedarse Michael perdería su asiento en Ferrari en favor de Kimi Räikkönen (ya se había confirmado su fichaje).
Cómo de ciertos son estos rumores es difícil de saber, pero viendo los acontecimientos venideros, es una teoría viable. Más teniendo en cuenta que Schumacher se retiró en lo más alto de su carrera deportiva, sumando al final de la temporada 2006, 12 podiums (con 7 victorias), 6 vueltas rápidas, 3 pole positions y el subcampeonato del mundo de pilotos. Incluiremos en esa temporada también gestas como la espectacular remontada hasta la 4ª posición en Interlagos tras un pinchazo, y que volvía a ser un brutal mensaje para sus competidores: «Nunca puedes dejar de contar Michael, incluso cuando está atrás del todo». Algo de lo que puede dar fé Kimi Raïkkönen, quien sufrió en sus propias carnes un devastador y ultra agresivo adelantamiento de Schumi, que le recordaba que para ocupar el asiento del Káiser había que ser muy bueno…y al parecer él aún no lo era tanto. Michael siempre fue el más agresivo con el juego psicológico.
Durante los siguientes años, Schumacher permaneció como asesor de los pilotos de la escudería italiana, como piloto reserva, e incluso como desarrollador de modelos de calle (por ejemplo el Ferrari F430 Scuderia). Durante ese tiempo, también tuvo ocasión de probar suerte en el mundo de las dos ruedas bajo un pseudónimo (al principio) en el Campeonato Alemán de Superbikes. Supongo que cuando tienes la velocidad en la sangre, da igual lo que pilotes mientras sea rápido, muy rápido.
Schumacher probando suerte con la Honda CBR 1000 RR
Michael Schumacher anunciaría en el verano de 2009 que regresaría a la F1 en 2010 de la mano del equipo con el que disputó el Mundial de resistencia y la DTM 20 años atrás: Mercedes (que había comprado el equipo ganador del año anterior Brawn GP, que ya equipaba motores Mercedes). Nico Rosberg sería su compañero de equipo y la realidad es que, aunque durante 2010 y 2011 el coche no fue el más competitivo de parrilla, lo cierto es que Rosberg fue regularmente (aunque no siempre) más rápido que Michael.
En aquel momento quizá Nico no fuera considerado un piloto tan puntero como Michael, pero recordemos que Nico es a día de hoy Campeón del Mundo de F1, pero aún más, es el Campeón del Mundo de F1 que le robó el título, en igualdad de condiciones, a Lewis Hamilton, tetracampeón en la actualidad. Es decir, Michael seguía siendo muy, muy rápido, hasta tal punto de llevarse en 2012 una pole position y una vuelta rápida en carrera. Pero lo más importante es que Mercedes no fichó a Michael porque fuera a ser el más rápido de la parrilla, sino porque necesitaban a alguien con la experiencia necesaria para hacer un coche y un equipo ganador, y en eso, es así de sencillo, no había nadie mejor que Michael.
Quizá en su día no pudiéramos verlo de esta forma, pero lo cierto es que Michael hizo a la perfección lo que tenía que hacer hasta su retirada definitiva a finales de 2012, dejando para la temporada 2013 un coche rápido y bien puesto a punto que, una vez entrada la era turbo le daría los títulos de 2014 y 2015 a Lewis Hamilton. Quizá pueda sonar un poco «cogido con pinzas», pero me atrevo a decir -o al menos me gustaría creer – que si Mercedes hoy en día sigue siendo un coche ganador, es porque aún hay en él la herencia de Michael Schumacher; bien técnica o bien en una forma más «intangible» pero igualmente necesaria. En definitiva, Schumacher tenía que hacer un equipo, y lo hizo con éxito.
La pélicula con la que comenzaba la primera parte de este artículo termina diciendo: “En cuanto al Capitán americano, nadie sabe qué fue de él. Unos dicen que murió de sus heridas. Otros, que regresó a su país. Pero quiero creer que finalmente encontró esa medida de paz que todos buscamos, y que muy pocos encontramos”. Solo debería cambiar “el capitán americano” por el Káiser alemán.
Schumacher el día de su Debut en F1. 25 de agosto de 1991. Spa Francorchamps.
Casi nadie sabe realmente qué es de Michael o cuál es su estado actual, aunque todos sabemos que los pronósticos nunca han sido buenos. De lo que le pasó esquiando, prefiero quedarme con que Michael dedicó su vida en cuerpo y alma a lo que le hacía feliz, y eso es un ejemplo mucho más valioso e importante que cualquier victoria o campeonato. Si, como a nosotros, lo que te hace feliz son los coches, las motos o la velocidad, no dejes que nadie te quite la ilusión, no todos podemos ser pilotos de F1, pero sí podemos disfrutar de la conducción, y si es en un evento 8000vueltas, mucho mejor. ;)
#KeepFightingMichael
Extra Lap
Un pequeño tributo al Káiser en forma de vídeo.
Extra Lap 2
¿Existe un solo mono de carreras más icónico? Yo creo que no.
Extra Lap 3
Michael en estado puro: la confianza hecha piloto.
EDVTEC
12 de septiembre de 2018 a las 17:39¡Bravo!
Keep figthing Michael!
EDVTEC
12 de septiembre de 2018 a las 17:45Fighting… quiero decir.
Añadir que si no es por el accidente del 99 hubiera ganado de sobra el título ese año, no hay nada más que ver qué carrerones hizo nada más volver de su recuperación esa misma temporada.
Deivid Torrepower
13 de septiembre de 2018 a las 09:43Pues anoche tuve un bonito sueño en el que acudía a un G.P. de F1 y, finalizada la carrera, me cruzaba con Schumi y conseguía mantener un breve diálogo en inglés. Al terminar pensé emocionado: «ahora cuando llegue a casa aprovecho la segunda entrada de 8000vueltas para contarlo». Ha sido como un jarro de agua fría despertarme esta mañana y tomar el contacto con la realidad.
Schumi ha tenido conductas inapropiadas, pero pienso que son borrones en una enorme trayectoria. Levantó a Ferrari, indirectamente a Mercedes, superó a Fangio con varios tornillos de titanio en las piernas… de por sí ganar un mundial es impresionante, pero queda empequeñecido en comparación con lo que logró Michel.
Se decía que en la Scudería se paraba a almorzar a media mañana independientemente de como fuera todo pero que al llegar Schumacher digo que de eso nada, que a trabajar (y razón no le faltaba con mas de 20 años que Ferrari no se comía un mojón)
En nuestro por aquel entonces reducido círculo de incomprendidos fans de la F1 que se levantaban a las 6 a ver las carreras de coches que «nadie veía» nos gustaba el Kaiser porque ante una curva «o entraba él o no entraba nadie»
Ferrari512TR
13 de septiembre de 2018 a las 13:11Un apunte sobre la perdonalidad de El Kaiser en el 99 después del accidente se dice que el presidente llamó a casa del Kaiser para ver como llevaba la recuperación y su hija le dijo que estaba jugando al futbol, Luca le obligó a subirse al Ferrari
Dicen que el Kaiser no queria volver y ayudar a Irvane a ganar el título… que quería ser él, el que devolviese la gloria a Ferrari….
Jordi
13 de septiembre de 2018 a las 22:01Sobre el i ncidente de Jerez, siempre he pensado que si MS no toca a Jacques, el Williams pasado de frenada, en mi opinión, pues hubiera acabado en la grava.. Y MS campeón.
Los McLaren del 98 y 99, dicen que tenia algún truco técnico.
Y se cambio el reglamento en el 2005 para que no ganara otra vez el Mundial MS y la Scuderia…
Deivid Torrepower
14 de septiembre de 2018 a las 12:25Leí (ni recuerdo dónde) que los McLaren del 98 y 99 contaban con un 3er pedal escondido que al accionarlo durante el giro de la curva frenaba la rueda trasera interior (creo) dotando al coche de una maniobrabilidad en los giros lentos imposibles para el resto.
Sobre la temporada 99, los números son muy pero que muy curiosos: Irvine quedó a dos puntos de ganar con solo una carrera sin terminar y 4 victorias mientras que Mika ganó con solo una victoria mas e idéntico numero de carreras sin terminar. No obstante el rendimiento de IRV es peor que el de HAK: 9 visitas al podio de 15 carreras terminadas frente a 10 de 11 respectivamente. Prácticamente Mika terminaba las carreras descorchando una botella de champange.
Saludos!
Luis
15 de septiembre de 2018 a las 10:54Buenos días:
Yo no soy un súper fan de los coches y de la F-1 en particular, sólo he escrito un par de veces, por aquí. Pero soy de esos que ha vivido el reinado de Michael y la lucha con Alonso. Alguna vez trasnoché para ver carreras de entonces.
A mí siempre me ha parecido un piloto sucio, sobre tras su vuelta.
Dicho esto, los números están ahí y me parece una bestia de ganar, un competidor brutal y creo que ha sido una suerte para muchos de nosotros vivir esta época con él reinando en la F1.
Saludos
Lasheras
17 de septiembre de 2018 a las 12:03Precioso ver cómo uno de los más grandes tiene tanto admiradores como detractores. Efectivamente, fue una máquina de ganar… pero a cualquier precio, y eso es un peso que siempre llevará sobre sus hombros.
Lázaro
17 de septiembre de 2018 a las 13:56@Lasheras un peso y una duda: ¿compensará? es decir, ¿es preferible ser el mayor ganador de la historia pero tener esa carga por las jugarretas o por el contrario haber ganado menos pero «caer mejor» y tener la tranquilidad de que has jugado limpio?
delarosa
18 de septiembre de 2018 a las 15:57Increíble artículo @Lázaro. Precioso, emocionante… Michael fue mi piloto favorito desde que vi mi primera carrera e iba en segunda posición. Como todos los románticos, me posicioné con el «perdedor» y deseaba que ganase. Las carreras llegaron y también los campeonatos. Creo que fui un afortunado por, de una manera ilógica, hacerme fan de Michael. Seguí al que, para mi, es el mejor piloto de la historia.
No creo que sus «borrones» sean siquiera de mención, su leyenda es tan grande que quedan eclipsados por sus logros. Muchos pilotos ganadores tienen acciones discutibles y Michael quedará para el recuerdo por sus éxitos, no por sus defectos.
Juan
2 de octubre de 2018 a las 17:43Cualquier piloto ganador tiene actitudes «sucias», por así decirlo. Son carreras, no ballet.
Por otro lado, dicen que sin el accidente de Cartagena con la sbk, posiblemente Michael hubiera sido bastante más rápido en Mercedes de lo que fue… Pero eso ya nunca lo sabremos.
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Primer Puesto YOUTUBE
17 de septiembre de 2021 a las 17:45Excelente! Muy bueno
Carlos
20 de septiembre de 2021 a las 14:18Vaya! Siempre he sido un gran fan de Schumi, y encontrarme con esto al buscar cómo se encuentra de salud en el 2021 me alegra y entristece a partes iguales. Un ídolo que solo tenía ganas de ganar y de comerse el circuito en cada carrera. Cómo me gusta ver tanta gente que lo apoya y cuestiona! Eso significa que hizo las cosas muy bien.