Este artículo es la 2ª parte de Prueba M3 coupe, un deportivo de raza (Parte 1), así que os recomendamos empezar a leer por ahí, y pertenece al especial Prueba BMW M3, especial 8000vueltas “altas prestaciones”
El M Drive te permite ajustar con el botón «M» del volante, los ajustes del control de estabilidad, dirección, amortiguadores y respuesta del motor. Cuando estás exprimiendo el coche en carreteras de curvas, es necesario conocer estos ajustes porque realmente afectan en la conducción y la elección de uno u otro es la diferencia entre sentirte cómodo o no. En esta intensa prueba del M3 pudimos conducirlo durante un buen número de kilómetros y sacar unas conclusiones muy claras para estos «reglajes».
El control de estabilidad tiene 3 posibilidades. «On«, «Off» y «M Dynamic Drive«. Cuando lo tenemos conectado, el M3 va por raíles. Es imposible descolocarlo acelerando bruscamente ni siquiera con las ruedas giradas. La gestión electrónica se encarga de eliminar todos los cV necesarios y el tren trasero es inamovible, podríamos calificar al modo de incluso poco deportivo. El «M Dynamic Drive» era una de las novedades que estábamos deseando probar y tenemos que decir que nos decepcionó en parte. Creemos que el sistema no deja suficiente juego para descolocar el coche, sobre todo bajo aceleración, y tan sólo pudimos realmente disfrutar con lluvia, donde el modo dinámico nos dejó más juego y donde realmente nos lo pasamos genial. Quizás nuestras expectativas eran demasiado altas, pero entendemos que sea un sistema difícil de ajustar y no siempre circulamos en un asfalto con el mismo agarre. Es una lástima, pero nos dejó un sabor de boca agridulce, sobre todo si lo comparamos con la simpleza y diversión del modo ESP Sport del Mercedes C63 AMG. Por supuesto con todo apagado, la libertad de juego es infinita….
Se puede ajustar la asistencia de la dirección (Servotronic) en dos modos, Normal y Sport. En el modo Normal, el giro del volante es muy suave y cómodo, pero para conducción deportiva, el modo Sport es claramente la opción. Sin duda, recomendable para llevarla conectada constantemente, porque el tacto mejora y en apoyo la dirección transmite mejor cada cosa que pasa por las ruedas delanteras.
Con el mismo botón también podemos elegir nuestro modo preferido para que actúen los amortiguadores, Confort, Normal, o Sport. Si piensas que esto es una novedad para el M3 de última generación estás muy equivocado. ¡Este extra ya lo tenía en primero de todos (E30)! El modo normal va muy bien, el M3 no es un coche duro por regla general y no pide especialmente amortiguadores más duros en esta posición, por lo que olvidando nuestras ganas de radicalidad en los ajustes, hemos de reconocer que el modo normal, es agradable y efectivo.
En posición Sport el tacto se vuelve fantástico, es más directo y comunica más, pero empiezas a notar algún que otro rebote del cual no había noticias antes, y hay que hacer más correcciones en el volante. Pero, ¿en qué conducción fuerte no hay que hacer correcciones? El modo Sport es nuestro modo elegido. Sentimos decir que el modo confort no lo probamos, por lo que nos reservamos cualquier opinión…
He querido analizar el ajuste de la respuesta del motor al final por lo siguiente. Creemos que este apartado es el más individual, y seguramente cada uno esté a gusto con uno de los modos Normal, Sport y Sport Plus. Nosotros ajustamos por defecto para el modo M Dynamic el ajuste Sport Plus, pero pronto nos dimos cuenta que algo estaba fallando. En este modo, la dosificación del aceleramos es muy difícil, y si no eres como Jaques Villeneuve, te va a costar hacer con el pie lo que tu cabeza quiere. Para dosificar el gas, el modo Sport nos pareció mucho mejor y el motor reacciona muy muy rápido, por lo que éste debe ser elegido, aunque para dosificar aún más el acelerador o ir simplemente tranquilo, el modo Normal es el lógico.
No queremos que penséis que el modo Sport Plus no nos ha gustado, ni muchísimo menos. Nos ha impresionado por la instantaneidad de reacciones, y no hay combinación acelerador/motor que haya pasado por nuestras manos que nos haya dado tanta sensación de carreras como lo ha hecho este M3. Con eso decimos todo. Absolutamente espectacular, es tan instantáneo que a veces parece que sufra la transmisión.
Durante la prueba le prestamos especial atención a la caja manual. Pudimos cambiar cientos de veces de marcha y la disfrutamos, pero tenemos que reconocer que hay que acostumbrarse a ella. El cambio no pierde el típico tacto BMW, pero en las inserciones de marcha no son suaves y precisas. Digamos que es una caja de cambios para un uso específico muy concreto: ir a tope. ¿Por qué? Muy fácil. Cuando vas a tope, la caja de cambios se transforma, las marchas empiezan a entrar suaves, y no es que ganes en sensaciones, es que las multiplicas.
Aun así, tenemos que decir que no está del todo conseguida, porque no casa con la filosofía general del coche y desentona un poquito, más con esas largas relaciones de cambio ¿una cuarta de 225 km/h? ¿punta en 5º por debajo del régimen de potencia máxima? Quitando esto último, ¿puede que el resto sea lo que no cuadre? Posiblemente. El M3 seguramente haya perdido en sensaciones y ganado en velocidad, pero esta caja de cambios arregla la percepción general, porque es muy mecánica y hace que te sientas «piloto» del coche de 420cV que tienes a tus mandos. Y eso se agradece mucho.
El M3 es un coche espectacular cuando vas rápido y bien. Todo empieza a sonar como una orquesta y cada elemento se funde con el siguiente. Los frenos son el punto más crítico en este sentido porque aunque BMW sigue empeñado en usar las pinzas monopistón para garantizar el buen tacto, se ha quedado bastante descolgada frente a la competencia, que ofrece mucha más resistencia en frenada. Es cierto que la potencia es buena, pero llegamos a realizar frenada con bajadas considerables del pedal, por lo que no tentamos a la suerte.
Entre la desconfianza y reputación, no forzamos ninguna situación desagradable. Aparte de esto el conductor también entra en juego, y para llevar este coche como se debe, hay que prestar mucha atención, dando el 100%, incluso diremos que para hacerlo hay que estar descansados. Durante uno de los días de prueba, tuvimos la desagradable sensación de no poder dar más dentro del coche. Cuando aparece el cansancio empiezas a no apurar tanto las marchas con lo que bajas mucho de vueltas, dejas de ayudar en las reducciones con doble embrague y el eje trasero se bloquea con facilidad, e instintivamente ya no sacas del coche ni el 70%. Es lo que se paga por conducir un coche tan afinado. Para el que no esté dispuesto a esto, el mundo no está perdido, ya que existe el 335i…
Aún cuado el M3 nos ha dejado agotados, hay algo dentro de él, que te obliga a no dejarlo sólo en el garaje. Cerramos el coche, pero tras dar unos pasos giramos la cabeza. ¡Ni hablar! Antes de abandonar, necesitamos escuchar la música que han escuchado los demás coches con los que nos hemos cruzado: el escape. Abrimos el coche y aceleramos el coche de pie con la puerta abierta. Suena finísimo, y da la sensación de que los gases salen al doble de velocidad que en cualquier otro coche. En esa posición y si el que está acelerando tiene el oído fino, será capaz de distinguir cómo el motor traga aire por la apertura izquierda de capó.
El M3 nos ha hecho disfrutar muchísimo y 8000vueltas no va a olvidar su paso jamás. Tanto ha calado que el análisis no acaba aquí, sino que vamos a ampliarlo con unos artículos que hemos realizado con mimo. El resultado es…judgazlo vosotros mismo, ya que no os los deberíais perder.
Tenéis todas las fotos de este primer artículo en nuestra galería de Flickr:
Este artículo forma parte del especial:
Prueba BMW M3, especial 8000vueltas “altas prestaciones”
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Ndres
13 de noviembre de 2008 a las 22:29Buen análisis, Juan. Destripas el coche a fondo en conducción deportiva y eso es lo que a mí me gusta leer.
El azul Interlagos le sienta de maravilla al M3. Veo en una foto que asoma por detrás uno de sus rivales naturales, y con la prueba reciente del C63 tenéis trabajo para una buena comparativa. Que ganas!
P.D.: Muy chulo el casco, justo estaba mirando un Simpson para la moto, y me da que el tuyo es un Bandit, quizás? Para pilotar coches me gusta más el Diamondback, para sentirte como The Stig jaja.
Un saludo!
Eduardo M.
14 de noviembre de 2008 a las 01:38Brillante, en vuestra línea. Me ha encantado, no puedo esperar a ver las siguientes entregas «con mimo…».
Un saludo! ;-)
daffy
14 de noviembre de 2008 a las 23:39anda que avisas para estas cosas Juan….
Txema
15 de noviembre de 2008 a las 14:03MB! Lo haceis mucho mejor que muchas revistas
Gis
24 de noviembre de 2008 a las 19:38Bravo!!! Bravo!!!
Fantástica prueba. Magnífica.
Espero los extras como agua de mayo. Una pregunta maliciosa: Llegásteis a alabear los discos?
jejeje
Vale, vale, son de esas cosas incomprensibles de un coche de 75.000 euros y factura de Motorsport. Los cavallos una vez sueltos, hay que pararlos.
Un abrazo máquinas!!
delarosa
25 de noviembre de 2008 a las 09:53@Gis
Afortunadamente no alabeamos nada, pero el coche fue exigido al 100%. El M3 tiene unos frenos de gran calidad, por lo que si se calientan y refrigeran adecuadamente no tienen ningún problema, aunque la fatiga llegue antes que en modelos de la competencia.
Sabes que siempre tratamos con mimo los coches, sean de quien sean (no nos vayas a crear fama de destructores ahora hombre!).
Saludos
drunken_clam
26 de noviembre de 2008 a las 02:35@Delarosa: Si bien es algo extendida la idea de que los frenos de serie del M3-E46 son insatisfactorios al límite, ¿qué opinas sobre la diferencia de frenos entre el nuevo y el predecesor? ¿Has/habéis probado el E46?
¡Saludos!
delarosa
26 de noviembre de 2008 a las 09:52@drunken_clam
La verdad es que el M3 E46 es una asignatura pendiente para mí. Lo he probado, pero no lo suficiente como para poder darte una opinión sobre él. Y menos de los frenos.
Los frenos del E92 son buenos, realmente frenan bien. Aunque si es cierto que yo llegué a agotarlos en carretera de montaña. Cosa que The Finch no comparte tras probarlo en pista. Es una asignatura pendiente que me gustaría aprobar con nota, digamos E46 Vs E92 en pista (Y ya puestos un E30).
Saludos