Hace unas semanas ha acabado la producción de uno de los coches más especiales que ha fabricado Volkswagen en los últimos tiempos: El Golf V R32.

He de reconocer que cuando se presentó el R32 de quinta generación pensé que no tenía el mismo carácter que el anterior, que no era su sustituto natural. Nada más lejos de la realidad. Sin duda el primer Golf R32 era mucho más especial por varios motivos: Era mucho más potente que cualquier otro compacto del momento, salía como una edición especial al final de la vida del Golf IV y tenía ese aspecto de coche hecho artesanalmente que le hacía tan especial.

Por aquellos tiempos el Golf GTI tenía 150 caballos, pero tras una actualización en 2003 pasó a venderse la edición especial con 150 o 180 caballos. Al principio de la vida del Golf IV el modelo GTI tenía 150 en varias versiones 1.8 Turbo y 2.3 V5 (e incluso una versión 1.8 de 125 que no era GTI ni era nada, pero se llamó así. En UK el Golf GTI del momento era el 2.0 de 115 cv…sin comentarios). Cuando salió el Golf GTI de 150 cv también era uno de los compactos más rápidos que había (pensad que GTIs había en el momento más potentes). Existía también el Golf V5 y V6 que contaban con 170 y 204 caballos respectivamente, ambas con tracción total. Y no sólo eso, era más potente que el Audi S3 de su época, más potente que un Focus RS, más potente que…bueno, que prácticamente todo lo que te podías encontrar por la carretera. Supongo que con estos datos ya os habréis hecho a la idea de la revolución que supuso este coche cuando se presentó.

En proporción el nuevo R32 no tenía esa abrumadora ventaja respecto a la competencia, ni mucho menos, y se presentó poco después que el GTI

El modelo de la nueva generación del R32 es más largo, más ancho y más bajo que el anterior (aunque mantiene la relación longitud/anchura), pero increiblemente es 12 kg más ligero que la anterior, lo que unido a un sistema de tracción más efectivo, un chasis rediseñado y el motor, que ha pasado de 240 a 250 caballos, marca una gran diferencia.

El chasis se ha civilizado convenientemente, aunque presenta una estructura prácticamente idéntica al de su predecesor, compartiendo esquema de suspensiones, la tracción total por Haldex, misma talla de llantas y tamaño de neumáticos. Han crecido sus frenos delanteros (en los traseros se ha eliminado el disco ventilado, pero aumenta su tamaño) pero poco más, las diferencias son mínimas si no se saca la lupa. La relación de cambio se mantiene muy similar, salvo la 6ª que se ha hecho más larga. Una pincelada más de aburguesamiento de esta segunda edición del R32.

El motor es un viejo conocido, un motor probado y potente. En teoría es un buen propulsor, pero que un motor sea bueno no siempre es suficiente, y menos en un coche como este. La realidad es que el motor no aporta absolutamente nada en cuanto a tecnología, más bien al contrario. Es el veterano 3.2 del grupo VW que se ha montado ya en el anterior R32: 3189 cc,  diámetro de 84mm y carrera  de 95,9mm. 4 válvulas por cilindro, dos árboles de levas en culata, distribución variable, con alimentación por inyección multipunto y admisión variable. ¿El resultado?

El resultado es que a pesar de los 3 años de evolución no hay grandes diferencia: Aumenta levemente su potencia, subiendo 50 rpm el régimen de potencia máxima, mejora el consumo…todo lo esperable, salvo un detalle que me ha llamado la atención: La relación de compresión ha empeorado, cayendo de 11,3 a 10,9. Un hecho curioso que no he logrado entender, pero que por las cifras que presenta no parece que se trate de una recesión. Como decía un motor de tecnología superada, pero que empuja, suena y por lo que parece es indestructible. Tan malo no debe ser…pronto lo comprobaremos.

Y hasta aquí el aperitivo, me voy a probar el nuevo R32 y a comprobar si es tan «malo» como se comenta por ahí. De momento os dejo con los datos de los dos, para que podais compararlos a fondo. Pulsad sobre las fotos:

PD: He obviado el GTI TDI 1.9 Turbo de 150 caballos pero sí, existió. Lo que sucede es que GTI en ese caso obedecía (al igual que el 1.8 de 125 caballos) a un nivel de equipamiento, pues también existía el TDI de 150 caballos sin el logo GTI en la trasera.

No dejes de leer la 2ª parte:

Prueba Golf R32 DSG, el asfalto dicta sentencia