¡Cowabunga! es el grito de celebración y de guerra de las Tortugas Ninja. Puede parecerte extraño, pero en realidad este Fiesta ST tiene mucho que ver con el cine y más concretamente con esta película (la de 1990, por favor). A simple vista, una tortuga (Ford Fiesta) no es algo que asociemos con diversión, velocidad o emociones fuertes, pero si le añadimos el apellido «Ninja» (ST) la cosa cambia de forma radical: lo aséptico y calmado pasa a ser emocionante y frenético, y el medio de transporte se convierte en herramienta de diversión. Esta es la mutación a la que las siglas ST someten a un Fiesta normal.
Entre los elementos que se han hiperdesarrollado dentro del caparazón de un Fiesta estándar, hay tres protagonistas indiscutibles.
Por un lado, encontramos la dirección eléctrica, que es, sin ninguna duda, una de las más rápidas y directas que he probado en mucho, mucho tiempo. Tanto, que hasta que te acostumbras tienes que ir haciendo correcciones en las curvas porque has girado demasiado. Según Darren Palmer, Jefe de Desarrollo del coche en Europa, el trabajo para conseguir una dirección tan rápida y comunicativa ha sido casi una obsesión para su equipo de ingenieros. Puestos al volante, solo podemos confirmarlo: especialmente en los modos Sport y Track es de una precisión quirúrgica.
La dirección del Fiesta ST, protagonista absoluta
Otro de los protagonistas indiscutibles es el motor. Nadie que escuche las palabras «1.5 litros tricilíndrico» puede tomarse en serio una mecánica así… hasta que la pruebas. De las sensaciones hablaremos más adelante, pero como primer plato, te dejo las cifras de potencia, par, aceleración y velocidad máxima a la que este pequeño propulsor es capaz de catapultar los 1262 Kg en orden de marcha del Fiesta ST:
- Potencia máxima: 200 cv @ 6000 rpm
- Par máximo: 290 Nm @ 1600-5000 rpm
- 0 a 100 Km/h: 6,5 segundos.
- 400 metros con salida parada: 15 segundos.
- 1000 metros con salida parada: 27,3 segundos.
- Velocidad máxima: 232 Km/h.
El tercer protagonista es un extra que creemos necesario puestos a comprar un coche de disfrute: el Pack Performance. Este paquete opcional añade al ST, entre otras cosas, un sistema Launch Control, luces de cambio de marcha y, sobre todo, un diferencial autoblocante mecánico Quaife que hace que nos olvidemos de «apaños» electrónicos que frenan la rueda con menos adherencia para mejorar la tracción y que no terminan de convencer en conducción deportiva.
Incluso en las condiciones de menor adherencia puedes dar gas a fondo y confiar en el autoblocante
Sobre el papel, un motor potente y lleno a cualquier régimen, un peso «contenido» y ciertos «gadgets» muy enfocados hacia la conducción deportiva hacen que casi pasemos por alto otros aspectos menos punteros, como por ejemplo una suspensión trasera de eje de torsión o unos frenos delanteros de 278 mm de diámetro acompañados de una pinza monopistón; algo que a simple vista (nunca mejor dicho) parecen escasos.
Frenos escasos sobre el papel y a la vista
La parte de las suspensiones recibe, como no es posible de otra manera, una puesta a punto específica en muelles y amortiguadores. En el apartado de neumáticos nos encontramos con unos pegajosos MICHELIN Pilot Supersport en unas poco habituales dimensiones de 205/35 R18, pero que son garantía de mucho agarre en cualquier circunstancia.
Neumáticos con mucha adherencia = fórmula ganadora
Otro aspecto que llama la atención muy positivamente del coche es que, una vez dentro, no parece que estemos sentados en un utilitario. Vale, hay algunos plásticos duros y algunos detalles de coche «pequeño», pero está muy bien acabado, con buenos materiales y con extras que hace tan sólo unos pocos años sólo encontrabas en berlinas premium (navegador, avisador de ángulo muerto en los retrovisores, avisador de cambio de carril, cámara para aparcar, un equipo de sonido «de verdad», luces nocturnas LED, asientos calefactados…). No echas nada en falta.
Bien acabado y con todos los extras que puedas necesitar
Un punto que particularmente provoca en mí cierta confrontación son los asientos RECARO. El problema que tengo es que estéticamente no me parecen muy atractivos (esto es una opinión personal); los veo demasiado butacones – en contraposición a otros asientos deportivos que se parecen estéticamente más a un baquet- pero una vez sobre ellos, son firmes, sujetan muy bien (aunque aquellos con tallas más pequeñas pueden encontrar un poco aparatoso accionar el cambio de marchas dado lo voluminoso de las «orejas» del asiento) y vas lo bastante bajo como para que la postura de conducción sea deportiva (en otros coches del segmento vas sentado en «modo furgoneta»).
Asientos RECARO para el interior del Fiesta ST
A esta unidad en particular le hemos hecho muchos Kilómetros, pues aparte de la rigurosa prueba por puertos de montaña para la sesión de fotos, nos lo hemos llevado de viaje hasta Asturias, haciendo muchos kilómetros de autovía y pasando también por el Alto del León a la ida y el Puerto de Pajares a la vuelta.
Puerto de Pajares, paraíso de disfrute a los mandos del Fiesta ST
Volviendo a las similitudes con el cine, seguro que alguna vez te han hablado tanto y tan bien de una película, que cuando la ves, te deja un poco frío. Con el Fiesta ST me ha sucedido algo parecido: al principio claramente me perdí los detalles de la película, pero cuando la ves otra vez, cuando te subes al Fiesta de nuevo, ya sin expectativas, centrándote en la realidad, te das cuenta que sí es tan bueno como te habían contado.
Suspensiones duras que apenas permiten inclinación de la carrocería ni siquiera en los apoyos más fuertes
Impresiona ver lo rápido (muy rápido de hecho) que permite hacer viajes largos con total soltura. En este caso, gracias a una sexta larga, es posible viajar entre 160 y 180 Km/h haciendo menos de 9 litros a los 100. El propulsor, al ser pequeño, se siente muy cómodo en la zona alta del tacómetro, con lo que pide constantemente ir entre 4000 y 4500 rpm, que son velocidades de pérdida de carné de conducir. A modo comparativo, puedo decir que mis antiguos Saxo VTS y Clio Sport 197 R27 F1 Team, referencias en su clase en sus respectivas épocas, no bajaban ninguno de los 12 litros en estas condiciones.
Por otro lado, no sólo de rectas vive el hombre. Por eso, creo justo mencionar que en curva rápida el Fiesta ST se siente también muy aplomado gracias a una suspensión que va muy dura – en ocasiones demasiado si el asfalto no está en perfecto estado- y una batalla grande para un coche así (2,491 m).
La buena distancia entre ejes hace que el Fiesta ST sea también un coche «de curva rápida»
El resultado es que, por ejemplo, en el tramo de autopista asturiana que nos lleva hasta Gijón pasando por el Embalse de los Barrios de Luna (AP-66), una zona de curvas largas y bien asfaltadas con mucha visibilidad, casi te sientes culpable por adelantar tan súmamente rápido al resto de vehículos cuando tú vas tan sólo disfrutando del excelente chasis. Incluso al límite de adherencia del neumático, lo que supone velocidades que es mejor decir en voz baja, en ningún momento llegas a sentir que vas en un coche pequeño o nervioso y eso te permite ir a ritmos de deportivos serios de mayor tamaño.
Sin embargo, donde el Fiesta ST te da lo mejor de sí mismo – supongo que ya lo habías imaginado – es cuando llegan las curvas medias y lentas. Como decíamos, no siempre hay que recurrir a los más sofisticados sistemas de suspensión para conseguir buenos resultados.
La fórmula a veces es tan sencilla como: buen neumático, suspensiones duras, poco peso, potencia suficiente para no aburrirte y un cambio manual de 6 velocidades. En este aspecto, aunque somos conscientes de que el coche está a un nivel tecnológico muy alto en algunos aspectos, la parte dinámica se siente más «de la vieja escuela» pero acertadamente puesta al día.
Fuerte frenada en apoyo, entrando hasta la cocina
El motor empuja tanto – te recuerdo que desde 1600 y hasta 5000 rpm dispones del par máximo – que parecería eléctrico sino fuera porque suena muy bien, especialmente teniendo en cuenta que bajo el capó tenemos un tres cilindros que puede desconectar uno de ellos para ahorrar combustible, y porque a pesar de acabarse pronto (a 6000 vueltas «muere») empuja muy bien desde 3500 rpm. El escape suena suficiente aunque nunca demasiado y el sonido de admisión redondea el conjunto para que no necesites más, todo esto, eso sí, ayudado por los altavoces, que hacen efecto placebo dentro del habitáculo.
Motor 1.5 litros y tres cilindros… ¡pero 200 cv!
Así, a medida que llegan las curvas vas acelerando cada vez antes para constatar que el autoblocante mecánico hace su trabajo como se espera. El resultado es que, tras el primer tirón del volante (hay mucho torque steer acelerando), tu cuerpo se tensa, cambia el chip y a partir de ese momento ya todo es en modo maximum attack.
Cambios de marcha ultra rápidos justo cuando la luz del cuadro nos indica que es el momento óptimo, frenadas apurando hasta la cocina y una vez allí, gas a fondo y que el autoblocante se entienda con los 200 cv que empujan como posesos para llevarte a la siguiente curva una y otra vez. Agarre masivo gracias unos neumáticos pegajosos y unas suspensiones duras que a veces nos permiten incluso levantar la rueda posterior o entrar deslizando de atrás si lo provocamos a través de la ultra rápida dirección eléctrica. ¡COWABUNGA!
¡Levantando rueda!
El Sol se esconde y nos sorprende aún en plena sesión de fotos. No es que no sea consciente de que se nos hace de noche, es que no me quiero ir a casa sin hacer una pasada más por nuestro tramo de pruebas, y tras esa, una más, y tras esa, la penúltima…Al final resulta que sí es tan bueno como decían.
Momentos inolvidables
Aunque también tiene puntos mejorables: los frenos, que sobre el papel no eran nada excepcional, han demostrado que simplemente «cumplen», pero necesitan mimo para no alabearse (nuestra unidad de pruebas venía ya algo tocada y acusaban rápido la temperatura, aunque siempre a través del olfato y nunca por un pedal blando). La suspensión, aunque dura, es un poco seca si el asfalto no está perfecto. A la caja de cambios, aunque muy rápida y de recorridos cortos, le pediríamos un tacto más deportivo y duro. Por último, la posición de los pedales no permite hacer bien el punta tacón; una lástima porque para la gente de la vieja escuela que preferimos un cambio manual por encima de cualquier caja automática, limita un poco la diversión.
Siglas ST = coche muy rápido
Por lo demás, el coche es de sobresaliente y tiene un muy buen compromiso entre vehículo de disfrute (sonido, empuje del motor, chasis, autoblocante) y vida diaria (estética discreta, bien equipado, consumos bajos, buena habitabilidad, fantásticas luces para la noche), así que si buscas un matagigantes discreto, el ST – disponible en 3 ó 5 puertas desde 20.652 €- es a día de hoy la mejor opción, aunque también la única en ese rango de precios, pues tanto el Clio (poco atractivo solo con cambio automático) como el 208 GTI by Peugeot Sport (nos gustó mucho) no están ya a la venta.
Tracción en cualquier situación gracias al autoblocante mecánico Quaife
Por último, como ex propietario de uno de los mejores utilitarios deportivos de los últimos años, como lo fue el Renault Clio Sport F1 Team R27, tengo la sensación de que la anterior generación de estos coches era más radical y menos apta para el día a día (aquel coche era un infierno en ciudad). Aunque eran buenas máquinas de hacer curvas, divertidas como pocas, la realidad es que con la misma potencia que este Fiesta ST, era la mitad de rápido en todo. Evolución lo llaman, y el ST ha sido el último en llegar.
Fotografías realizadas por Francisco Carvajal, disponibles en nuestro Flickr.
Roberto Merino
26 de octubre de 2018 a las 09:31Pues la verdad es que me esperaba que el 1.5 fuera un motor soso, pero viendo las cifras de par, potencia y sobretodo aceleración, tiene que ser un buen pepino.
Sí que veo la velocidad punta un poco baja para tener 200 cv, pero supongo que será porque la aerodinámica del coche, con ese portón trasero tipo furgoneta, no ayuda demasiado…
Enhorabuena por la prueba y las fotos, un 10 como siempre.
HotHatch
26 de octubre de 2018 a las 11:01Buenas,
Tengo mis dudas sobre el motor tricilindrico. Aunque segun parece, da muy buenas cifras de par y potencia, me guardo mis reservas para ver como evoluciona con el uso de los usuarios.
Por lo demas, me parece que Ford Racing va por el buen camino. Primero con el Focus RS y ahora con este ST.
Coches pensados para el usuario “Racing de verdad” y no solo para posturear con versiones deportivas de 300cv, FWD, diferenciales electronicos y colores chillones.
Como ejemplo: El focus por fin es AWD y el Fiesta ST monta el autoblocante mecanico Quaife. -Esto marca la difetencia-.
Me parece un GRAN paso a delante. Tanto, que no hay casi rivales en estos segmentes y ninguno que le pueda plantar cara a este ST.
Muy buen articulo, fotos impresionantes y un coche que merece mucho la pena. Tanto de Diseño -subjetivo- como de mecanica -objetivo-.
Saludos,
Lance Armstrong
26 de octubre de 2018 a las 11:29La verdad es que el ST dista bastante del fiesta que vemos todos los dias por la calle y sobre todo en ese gris! la verdad es que tiene pintaza y con el precio que tiene me parece dificil sacarle competencia
Solo me queda una duda… no es algo alto? lo pregunto por la sensación que tienen que dar las inercias, aunque seguro que lo han tenido en cuenta la hora de preparar la suspensión del ST…
ExtremeFast
26 de octubre de 2018 a las 13:01He tenido la oportunidad de probarlo! Tiene buena calidad en general aunque sigue siendo un utilitario.
Los tres cilindros con turbo van evolucionando cada vez mas y mejor, mas de lo que algunos querríamos. Respecto al tricilindrico VAG se notaban las vibraciones al pisar el acelerador, nada alarmante pero menos refinado. En cambio el EcoBoost si no te dicen que es tricilíndrico ni te enteras. He probado motores de 4 cilindros atmosféricos vibrar más. Me ha gustado mucho. Gran prueba como siempre y mejores fotos!! Seguid asi!!!
Bitxo
26 de octubre de 2018 a las 15:53Y… no hay nada negativo en este coche? No hay nada para decir «se podía mejorar esto o aquello»? No sé, me ha gustado la prueba pero me hubiese gustado más si se le hubiese sacado alguna cosa: si es muy subvirador o no, si el motor tricilindrico tiene alguna pega, no sé… Lo único que se le ha sacado es que los frenos «cumplen», pero vamos, que puede ser que el coche sea perfecto e intachable, pero me parece dificil, y para dar alabanzas ya tenemos a los medios generalistas.
Un saludo
Lasheras
26 de octubre de 2018 a las 16:12Gracias a todos por los comentarios. Da gusto saber que los pequeños deportivos también gustan en 8000vueltas.
@Bitxo,
En el propio artículo creo que se pone de manifiesto algunos detalles que quizá hayas pasado por alto en tu lectura, pero que no son despreciables (por lo menos para nosotros):
-Frenos justitos para lo que corre el coche
-Cambio demasiado blando, si quieres buscarle un defecto, llamémoslo «insulso», aunque es rápido y bien guiado.
-Pedales mal posicionados para hacer punta-tacón (para nosotros una pega importante)
-Suspensión seca en algunas ocasiones.
-Puesta a punto ágil pero sobre un concepto de suspensiones «antiguo» o «barato», poco sofisticado en general.
Releyendo el artículo y pensando de nuevo en las sensaciones del coche, me temo que voy a tener que desilusionarte, porque realmente no hay muchas más pegas que ponerle. Puestos a ser MUY quisquillosos, te diría:
Por debajo de 3500 rpm el motor, aunque empuja igual de bien, se nota menos «fino». Supongo que será porque a bajas vueltas con altas cargas de acelerador un 3 cilindros no es tan equilibrado. Pero en cualquier caso, como han comentado más arriba, nada lejos de un 4 cilindros convencional.
Por último, y no es una queja sino una característica, tal como indicamos en el artículo, aunque terriblemente rápido (si lees la prensa internacional, en esa gama de precios es el ganador absoluto), es un coche que conserva un muy buen compromiso entre usabilidad y deportividad. Si lees entre líneas, quizá puedas observar que a la hora de hablar del sonido motor usamos términos como suficiente y no términos como ensordecedor, abrumador, etc. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no por ello deja de ser un buen coche, simplemente que no es un Fiesta RS, es un Fiesta ST, para lo bueno y para lo malo.
JuanmaVA
28 de octubre de 2018 a las 00:51Magnífica prueba, como siempre. Que delicia leerte. Enhorabuena. Una cosa: aunque no sean del todo equivalentes, cuál es mejor (o más gratificante) este o un abarth 595 competizione??
Gracias y a seguir!!!
pepelux
29 de octubre de 2018 a las 00:17Para mi es El Utilitario, lo fue en la anterior generacion y seguramente lo sea en esta. El problema de su disenyo actual: no soy capaz de tragarlo, mirad las fotos de frente (por cierto, fotazas), si me dicen que es un c-max ST me lo creo
Lasheras
29 de octubre de 2018 a las 10:30@JuanmaVA
No hemos probado el 595 competizione en profundidad y por tanto no podemos darte una valoración justa, lo que sí te puedo decir es que sí probamos el 695 Biposto y no son comparables. No porque el Biposto fuera algo más rápido (estaba enfocado exclusivamente a circuito) sino porque el precio de salida del italiano era de más del doble que el de este Ford.
Alfonso
30 de octubre de 2018 a las 16:31Muy buen artículo, como siempre, se echan en falta más publicaciones!! Imagino que es difícil.
Enhorabuena y Gracias!
Joni
3 de noviembre de 2018 a las 16:59Es mucho mejor este Fiesta que el Clío rs 197??
Back to basics
4 de noviembre de 2018 a las 22:40Gran coche, si bien admito ciertos prejuicios sobre la mecánica 3 cilindros (sobre todo a nivel de fiabilidad: 133 cv/litro!!! ) y la dirección eléctrica (incapaz de transmitir como una mecánica por muy directa y afinada que sea). Por el precio del ST posiblemente elegiría un Audi S1 de segunda mano.
dioniblack
9 de noviembre de 2018 a las 22:21Genial artículo! Es de agradecer que se pueda seguir disfrutando de artículos de pruebas de coches destinadas al público más racing. Cada vez tenemos más artículos sobre que «la pantalla multimedia no está bien situada» , «si no tiene conectividad de no se que historia»…etc. A mi juicio, junto a PowerArt sois la mejor publicación.
Este coche me encanta, Ford parece que está haciendo un gran trabajo en sus versiones más deportivas. Mantienen un carácter deportivo, con cierto toque radical. Cada vez las marcas apuestan menos por este concepto. Imagino que será menos rentable de lo que era hace años.
arribi
21 de noviembre de 2018 a las 12:27Cada prueba de este coche que leo me confirma que es el segmento B que todo quemado debería tener. Yo, si tuviera que sustituir mi Clio 197 por otro utilitario nuevo, no tendría dudas.
Halll
20 de diciembre de 2018 a las 11:37Bueno….
Para cuando una comparativa de utilitarios…
Mázda 2 115cv vs Vw Polo Tsi, Honda Jazz Dynamics, Ford fiesta St…
Algo así…
Muy buenas la fotos, sobre todo en la que se entra en la cocina, recoge todo el movimiento del chasis y la distintas caídas de ruedas del coche….
Gran coche y me alegro por Ford y sus empleados de Valencia.
Xavdan
19 de mayo de 2019 a las 15:28Buenas,
Antetodo, muy buen artículo.
Tengo pensado cambiar de coche, actualmente tengo un mito Qv, y en principio iba a por un cooper s, pero ya hace tiempo que leo pruebas de este St, y me hace dudar. Tengo claro que el mini se va más de precio, pero sin tener en cuenta este factor, con cual te quedarias?
Decir que cada dia hago puerto de montaña y autovía, y siempre he tenido motos deportivas (actualmente tengo una gxr 750).
Un saludo y gracias
Lasheras
20 de mayo de 2019 a las 09:20Buenos días @Xavdan,
Son coches muy diferentes por concepto y por precio. El MINI es un coche ciertamente rápido, muy equipado y «lujoso», mientras que el Ford, para lo bueno y para lo malo, es un Ford. Como vehículo divertido el Ford probablemente es algo mejor, como «coche» el MINI es más completo y de más «calidad», aunque esta calidad no es precisamente gratis, pues la factura que hay que pagar por uno y por otro es bien diferente. El único «pero» que le encontramos al Ford es que en ocasiones se siente «barato» o un poco «simple» (aunque va muy bien equipado), aunque esto puede ser una sensación algo subjetiva quizás. Acercarte a un concesionario a echarles un ojo y pedir precios no es ninguna tontería si te planteas la compra de uno de los dos.
xavdan
20 de mayo de 2019 a las 15:40Muchas gracias por tu respuesta Lasheras, y sí, ciertamente son coches que se mueven por paramentros muy diferentes en cuanto a precio.
Ya estuve mirando los dos coches en concesionario, y claro, como bien dices, el mini se siente mucho mas lujoso. El problema es que no he podido probar ninguno de los dos.
En cuanto a precio, pues como bien sabes, hablamos de entre 6 y 8 mil euros de diferencia. El mini S, muy bien equipado, conseguí sacarlo por menos de 31000, aunque segun la epoca del año, puedo llegar a sacarlo por menos (tema promociones de concesionario). Al final podria sacarlo por unos 28000.
El fiesta estoy esperando a que me den precio.
Esteticamente me gusta mas el mini, aunque no se si me decepcionaria en cuanto a conduccion, comparado con el fiesta.
Un saludo y gracias
La hipocresía del coche híbrido y del eléctrico. Parte 2 – 8000vueltas.com
28 de agosto de 2019 a las 10:31[…] Te compras un Fiesta ST por 21.450 € (puedes leer la prueba que hicimos de este coche aquí) y te sobran 7240 € para gasolina, o subes un escalón en precio y te acabas comprando […]
Prueba Mercedes E53 AMG Cabrio: en tierra de nadie – 8000vueltas.com
4 de septiembre de 2019 a las 11:10[…] Pero ahora el problema no es del coche, sino tuyo. Si intentas llevarlo como si condujeras un Fiesta ST, lo llevas crudo. Esto es un concepto totalmente distinto: el E53 AMG es un coche para disfrutar de […]
Prueba Ford Mustang Bullitt, el coche que no esperas – 8000vueltas.com
9 de enero de 2020 a las 14:29[…] amante de los deportivos de altas prestaciones? Pocas opciones encontramos, muy pocas. Tenemos los Fiesta ST, el Focus ST, que ambos han pasado por la redacción de 8000vueltas y podemos decirte que son […]