Aunque suelo contar mis pruebas a modo de diario, esta vez voy a saltarme mi propia regla no escrita, al menos al principio, para contextualizar a CUPRA y al Formentor.

Teniendo en cuenta que es el primer CUPRA que pasa por la redacción de 8000vueltas, hemos creído oportuno explicar resumidamente la historia reciente de la marca y situarla en el que creemos que es el lugar que les corresponde en este cada vez más complicado mundo de los coches, especialmente si hablamos de los deportivos.

22 de febrero de 2018; SEAT Sport se “desliga” de su matriz y renace como CUPRA. El artífice de esta idea no es otro que Luca de Meo, un tipo que conoce y entiende el mundo del automóvil a la perfección y que, como todo buen aficionado italiano, no entiende una marca sin línea deportiva.

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Así, fue una de las piezas clave en el resurgimiento de Abarth durante su época en FCA y tras su paso por SEAT, donde deja su bebé -CUPRA- ya andando y demostrando que puede ser autónomo, se ha lanzado a dirigir la «Renaulution», un plan a 5 años que ya nos ha dejado joyas estratégicas como el Renault 5 eTech o Alpine F1 Team.

Pero volvamos a CUPRA –antaño apellido CUP RAcing, hoy ya nombre de marca independiente dentro del grupo Volkswagen– y metámonos en su cabeza. Su propuesta diferenciada está clara: ser una marca especial. Y lo cierto es que no le queda otra porque con la oferta actual de coches y la feroz competencia, especialmente dentro de casa, es diferenciarse o morir. CUPRA no se trata de una marca premium al uso, si no de una capaz de ligar la deportividad y las prestaciones con la última tecnología, ofreciendo diseños claramente diferenciados.

Ahora nos encontramos ante una idea clara y un mercado general que desconoce CUPRA, ¿Qué hace en 2018 para poner una marca en el mapa? Sacar un SUV prestacional que cuando alguien lo vea le llame la atención y quiera comprarlo, lo comente con sus amigos y se corra la voz de que hay un “New kid on the block”. Superado, el CUPRA Ateca ya está en boca de mucha gente.

Necesitamos aumentar el volumen de ventas «¿Qué hacemos? Cogemos el Leon, un superventas bajo el paraguas de SEAT e incorporamos el tratamiento CUPRA«. Potencia, tecnología, deportividad y un diseño algo más elaborado para presentar su propia interpretación a través del CUPRA Leon.

Perfecto, ya tenemos una gama suficiente, ahora vamos a por el arco de iglesia, «¿Qué hacemos para ser realmente diferentes y no el primo de SEAT que va al gimnasio? Presentamos nuestro propio coche».

«Sabemos mucho de deportividad para el gran público (Ndr. No olvidemos que esta gente lleva «deportivizando» coches muchos años antes de tener sede nueva), y sabemos que el mercado demanda coches altos. Optimizamos los recursos que tenemos disponibles en SEAT, Audi y VW y lanzamos al mercado nuestro primer coche propio, el Formentor».

Ahora sí, marzo 2021, llego a las oficinas de CUPRA en Madrid a recoger nuestra unidad; al bajar al parking me encuentro una flota interesante, la mitad de los vehículos ya están conectados a un cargador en la pared, otro de los grandes frentes abiertos de la marca, y de frente veo tres CUPRA Formentor VZ “de los gordos” (todavía no se había presentado el VZ5 de 390 cv, que no está previsto llegue a nuestro mercado hasta final de año).

Lo primero que hago siempre es dar una vuelta alrededor del Formentor, supongo que como cualquiera que coge un coche nuevo que le llama la atención, y advierto que nuestra unidad viene con el kit de frenos Brembo, que toman del catálogo de Audi (como se puede ver si te acercas) y que viste unas pinzas color cobre que encajan a la perfección con la elección de llantas.

El kit de frenos era el extra que de verdad esperaba que tuviera este Formentor. No olvidemos que estamos ante un coche que, aunque tiene un tamaño comedido para lo que suele ser el segmento SUV (CUPRA lo denomina SUV Coupé, aunque creo que a esto el palabro que le aplica es CrossOver y ya hablaremos de esto después), pesa unos 1.650 kilos y lo empuja el clásico (que no viejo) 2 litros TFSI 16 válvulas de VW, rindiendo 310 CV, con lo cual toda ayuda para frenar un coche que alcanza con facilidad los 250 km/h iba a ser poca.

El motor se une a las ruedas (a las cuatro en este caso) a través de una caja automática DSG de 7 velocidades (no hay en opción de cambio manual), como acostumbramos a ver en otros modelos de CUPRA. Personalmente, soy de la opinión de que no a todos los coches les hace falta una versión manual para ser mejores. Este puede ser ese caso.

Con el vistazo al exterior cumplido, me siento en el Formentor, que ya se había abierto porque utiliza llave de proximidad y me acomodo el asiento para darme cuenta de que la posición de conducción, aunque es alta, sabe más a compacto deportivo -algo a lo que ayudan los asientos – que a SUV.

Una vez a la luz del día, me tomo un tiempo para analizar cómo se traslada la propuesta de CUPRA al interior de sus coches. La sensación de calidad general del habitáculo está muy cuidada, especialmente teniendo en cuenta el rango de precios en el que estamos (el VZ parte de los 45.000€, pero tenemos la gama de acceso por menos de 30.000€). Buenos acabados, mucho cuero en las superficies que tocamos habitualmente y todo ello pespunteado con el hilo color cobre seña de identidad de la marca.

Aunque sin duda el claro protagonista es el volante deportivo, plano por la parte inferior y que cuenta con un patrón parecido a la fibra de carbono en el centro, con todos los botones que dan acceso a configurar el «Digital Cockpit» y el botón CUPRA que selecciona modos de conducción.

Otro aspecto que me llama bastante la atención es la línea de luz que recorre el salpicadero y las puertas, que además de dar una sensación de amplitud considerable al interior del vehículo, sirve para aumentar la presencia de algunas funcionalidades de seguridad, ya que la luz cambia de color o incluso parpadea cuando tenemos coches en el ángulo muerto o cuando nos disponemos a abrir una puerta para informarnos de posibles peligros.

Por último, en la consola central, además de un selector de marchas minimalista y el ya asumido freno de mano de botón, tenemos una pantalla de info-entretenimiento de 12” desde la que se controlan todas las funcionalidades del coche, incluyendo el climatizador, haciendo desaparecer prácticamente todos los botones de la consola. Personalmente soy un firme creyente de los botones, que aunque son más “vintage”, también son más fáciles de manejar sin desviar la mirada de la carretera.

Después de este repaso interior y exterior al Formentor, por fin me pongo en marcha rumbo a mi casa en la sierra, primero callejeando un poco por Madrid y luego cogiendo unos buenos 50 km de carretera.

Aprovechando que iba a tener suficiente tiempo con el Formentor como para explorarlo a fondo en todas sus facetas, selecciono el modo confort para ver cómo de asequible es vivir con un Formentor de 310CV en este recorrido hasta casa. Siendo cuidadosos con el acelerador y el freno, se puede alcanzar un consumo de 9 litros cada 100 Km, pero en una conducción más del día a día estamos más cerca de los 10,5 que de los 9 que homologa CUPRA. Aún así, muy razonable.

Por mi camino habitual a casa paso también por mi puerto de referencia para probar coches, y la verdad es que no iba a desaprovechar la oportunidad de ver hasta dónde podía llegar el Formentor en una primera toma de contacto.

Cambio el selector a Modo S y piso el acelerador. Al cambiar de modo, la caja de cambios permanece en automático, pero es más generosa en el rango de revoluciones que utiliza antes de cambiar y la suspensión y dirección se endurecen un poco, lo suficiente para agilizar algo al Formentor, que hasta ahora se comporta como cualquier otro coche del mercado.

Según progreso por el puerto, aun dejando un margen suficiente en las frenadas, balancea sin sentirse exagerado. El diferencial, que envía potencia a las ruedas traseras, empieza a trabajar evitando el comportamiento subvirador que antes de probarlo yo le vaticinaba… Bastante mejor de lo esperado, la verdad.

Puede que esto último se deba no solo a la tracción integral, si no también a detalles como que la altura del motor y el centro de gravedad de este Formentor sean más parecidos a los del Leon que a los del Ateca. Parece que todo el músculo que enseña su frontal sea solo «chapa» adicional y no peso adicional.

Son cosas que tiene la plataforma MQB, que igual te hace un Formentor, que un audi A3 o una VW Caddy, toda una demostración de economías de escala y aprovechamiento por parte del Grupo Volkswagen.

Por desgracia es un puerto corto y no tengo tiempo para repetir pasadas, así que continúo el camino a casa pensando en que quizá este Formentor sea un buen balance entre la necesidad del mercado de consumir coches altos con aires de todoterreno y el tipo de coche que nos suele atraer a los amantes de la conducción en carretera. Mañana en la sesión de fotos tendré ocasión de buscarle las cosquillas de verdad.

Suena el despertador pronto, escribo a Paco (nuestro fotógrafo) para asegurarme de que está despierto y nos ponemos en marcha.

Habíamos estructurado el día en dos partes, la primera centrada en analizar el coche y su dinámica de conducción a fondo y una segunda un poco más relajada en la que el Formentor nos serviría de base de operaciones para una actividad de montaña.

Una de las ventajas de vivir en la sierra es que en vez de tener un trayecto largo hasta la primera zona revirada, casi lo tengo en la puerta de casa. Por la mañana el set-up estaba claro: modo CUPRA, DSG en manual y vamos a por las curvas. En modo CUPRA, además de endurecer al máximo establecido la suspensión y la dirección, filtra un sonido artificial a través del sistema de audio que, siendo honestos, nosotros no pensamos que sea necesario.

El Formentor no tiene el V8 que simula el altavoz, pero tampoco se lo pedimos. Suena poco, pero con su 4 cilindros de 310 cv debajo de nuestro pie derecho, es más que suficiente para involucrarte en la conducción si buscas algo de guerra. Por suerte, además del modo CUPRA, el Formentor cuenta con un modo customizable que nos permite configurar los parámetros de forma independiente, con lo que podemos (y así hacemos) seleccionar todo en máxima deportividad, pero mantener el sonido natural del motor.

Ahora, con el coche configurado a mi gusto, me voy acercando a unas cuantas curvas enlazadas que conozco bien. Como el modo manual de la caja DSG ya sube las marchas solo cuando el tacómetro se aproxima a la zona roja, mi preocupación se basa en hundir el pie en el acelerador lo más pronto posible que me permita cada curva y acelerar hasta que llegue el momento de poner a prueba los Brembo para negociar otro viraje.

Aquí llega la parte sorprendente del comportamiento del Formentor: freno duro mientras reduzco marchas y apunto al vértice, el Formentor va entrando en la curva, plano, estable, preciso, y en cuanto veo la salida empiezo a acelerar buscando hacer trabajar al diferencial que reparte la potencia al tren trasero, permitiendo al Formentor acelerar considerablemente antes de lo que pensaba.

Lo bueno del sistema del Formentor, es que sigue dando la sensación de conducir un coche de tracción delantera, solo que por mucho que lo fuerces en marchas cortas y con volante girado, siempre cuentas con un extra de tracción para salir de las curvas más cerradas exactamente por donde quieres.

El Formentor es claramente más rápido de lo que esperaba en un tramo revirado. Es cierto que su efectividad se debe en gran medida al conjunto de frenos sobredimensionados Brembo, que recordemos que no sólo se ocupan de frenar, si no que, como en muchos otros coches del grupo VW, cumple como una suerte de diferencial autoblocante en las ruedas delanteras.

Pero lo cierto es que el tacto en conducción deportiva es bueno y las velocidades de paso por curva (y sobre todo la tracción a la salida), hacen que en contra de lo que pudiéramos pensar, no haya demasiados coches capaces de seguirte si de verdad aprovechas el potencial que te ofrece el Formentor.

Con todas estas funciones, 1.650 kg, 310 cv y nosotros quemando gasolina como si nos la regalaran, los frenos no tienen ni un momento de respiro y por eso el hecho de que no desfallezcan los hace tan relevantes para el conjunto.

Después de una mañana larga haciendo fotos, paramos a comer algo rápido, porque aún nos queda comprobar si el Formentor está a la altura para otros usos distintos al paseo espirituoso.

Cargamos los esquís en el maletero, hacemos un par de pruebas y llegamos a la conclusión de que cuatro personas con equipos de esquí y equipaje para un fin de semana podrían viajar cómodos sin necesidad de montar un porta esquís (sí, tengo muchos esquís, pero tengo aún más bicis).

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Antes de subir a Navacerrada, decidimos desviarnos por una sencilla pista de tierra y piedras sueltas para ver hasta qué punto podríamos movernos por un terreno relativamente roto. Al fin y al cabo, las opciones de tracción integral del Formentor traen modo TT.

No esperábamos encontrar un comportamiento que nos inspirase a correr un raid con él, pero sí un comportamiento digno, y la verdad es que no decepcionó. A una velocidad de unos 60/70 kilómetros por hora, el Formentor se deja guiar por los caminos de forma cómoda e incluso te dedica algún deslizamiento trasero que rápidamente es corregido por el ESP.

Pero lo que de verdad me llamó la atención en esta parte fue el rango de adaptación de su dirección, que realmente se ajusta al modo de conducción seleccionado para transmitir información suficiente a las manos en función de la situación. De curvas en asfalto impecable en las que notas el límite de adherencia del tren delantero a pistas de tierra en las que sentir las piedras bajo tus manos para adecuar la conducción a las condiciones.

Retomamos la carretera y subimos a Navacerrada, ya que aún quedaba nieve por la que deslizarnos montaña abajo. El trayecto por supuesto invita a una conducción deportiva y si estuviera haciendo el recorrido con mi coche iría pensando: si hubiese venido con el deportivo en vez de con el SUV, ahora estaría disfrutando del camino el doble.

Y esta es, para mí, la principal ventaja competitiva del Formentor, no necesito otro coche. No necesito dos coches. Estoy montado en uno capaz de divertirme por el camino y llevar los esquís, a la familia o cumplir con cualquier necesidad del día a día. Así que otra vez cambio el modo a «conducción espirituosa» y aprovecho la oportunidad de disfrutar de la subida con la ventaja de que además la pendiente ascendente descarga de trabajo un poco los frenos, permitiéndonos apreciar el empuje del motor.

Hay que reconocer que por el «empaque» del Formentor, quien busque un coche de circuito o solo para tramos, echará de menos una entrega de potencia más visceral, que transmita a nuestros sentidos las aceleraciones que figuran en la ficha técnica (¡¡0-100 Km/h en 4,9 segundos!!), porque como en todo coche moderno, ir rápido es tan fácil, que solo las cifras del velocímetro nos advierten de que realmente vamos montados en coche muy, muy rápido.

Llegamos, descargamos, una subida rápida (todo lo rápidas que son las subidas con pieles de foca) y para abajo con la luz del atardecer. La verdad es que llegar de vuelta a un coche que apetece conducir hasta casa es un lujo que no había valorado hasta ahora. Volviendo, solo me quedaba una cosa por tener clara respecto al Formentor. ¿Quiénes son sus rivales?

Es más alto, más largo y seguramente menos deportivo a la hora de transmitir sensaciones que un compacto de potencia equivalente, eso no lo pongo en duda; pero a cambio es algo más práctico y cuenta con tracción integral, lo que nos abre un mundo de posibilidades a los que nos gusta ir a esquiar o con la bici de montaña más allá del parking asfaltado donde todo el mundo deja su coche.

En el Formentor, estamos hablando de un precio de partida de unos 45.000€. Si cotilleamos la oferta actual, tenemos un Golf GTI con casi el mismo precio de partida, un montón de caballos menos y sin tracción integral. Lo mismo pasa en BMW, donde podríamos aspirar al recién presentado 128ti, mismo precio aproximado de partida y casi 50 CV menos.

Si quisiéramos respetar la tracción integral, nos iríamos a una categoría de coches claramente superior donde hablamos de Golf R, Audi S3, BMW M135i xDrive y demás, pero esto también se traduce, como poco, en unos 10.000€ adicionales.

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Exploremos el segmento SUV ahora: descartamos marcas premium porque la cantidad de dinero que cuesta un X2 M35i xDrive o cualquier otro SUV equivalente en prestaciones tienen precios de partida de 60.000€. La poca competición que queda en este segmento está en casa con el CUPRA Ateca o el VW T-Roc R, ambos más altos, más blandos y, seguro, menos deportivos, rápidos y gratificantes en asfalto.

Entonces, ¿qué hacemos? Pues en mi opinión, si es desde un punto de vista prestacional, habría que ver cuánto más eficaces y rápidos son estos compactos frente a la tracción total del Formentor. También habría que ver cuánto más cómodos y habitables son los SUVs, porque quizá estemos en el punto dulce entre ambos mundos.

Lo que me lleva a mi punto final de esta prueba y que llevo madurando unos cuantos días: claro que no es «EL DEPORTIVO DEFINITIVO», pero tampoco lo pretende. El CUPRA Formentor es un coche para aquel al que no solo le gustan los coches, si no que también le gustan muchas otras cosas y solo le cabe un coche en el garaje.

¿Por qué es importante este último matiz? Porque a quien le gustan los coches de verdad y puede permitírselo, se compra un coche de diario y un deportivo convencional, pero está claro esta gente es una minoría y CUPRA lo sabe, por eso su propuesta central es este CrossOver a caballo entre los GTI al uso y los SUVs deportivos.

El Formentor es un coche que gana por su versatilidad, ofreciendo un plus importante de potencia, tracción integral y una buena usabilidad, sacrificando tan solo algo de sensaciones deportivas respecto a un GTI, pero casi al mismo precio que estos.

Así que CUPRA ha entendido y aplicado el refranero español que dice “si no puedes con ellos, únete a ellos” para ofrecer toda su tecnología y deportividad en un paquete atractivo para el gran público, que pide coches altos.

¿Que -casi- todo esto se puede hacer con una «ranchera» sin la necesidad de altura adicional? Puede, pero ¿cuántos familiares veis por la calle y cuántos SUVs hay en cada semáforo? Al final las marcas tienen que centrarse en lo que se vende.

El CUPRA Formentor es el único que es lo bastante SUV y lo bastante GTI al mismo tiempo como para convencer a todos.

Extra Lap

Y si preferís ir pegados al suelo como gran parte del equipo de redacción de 8000vueltas, CUPRA os ofrece otro de nuestros favoritos: el CUPRA Leon Sport Tourer, con el mismo sistema de tracción y también con 310 cv que llegará al mercado de forma inminente y que esperamos probar muy pronto.

Fotos realizadas por Francisco Carvajal, disponibles en nuestro Flickr.