A veces las cosas no salen como uno espera, ¿qué pasa cuando a uno se le estropea el coche y no es un manitas?. Por motivos como este siempre hay que tener una provisión de dinero reservada para, al menos, los primeros meses con el coche. El relato que pongo a continuación lo escribí en Soloporsche hace un año y medio pero siguiendo la línea cronológica de la historia de mi coche ya va siendo hora de que lo publiquemos, convenientemente adaptada.

Uno de los principales problemas de sucesos como este es que mucha gente no los hace públicos, quizá porque crean que da  mala imagen de su coche, por lo que cuando te pasa piensas: ¿soy el único gilipollas?. Un coche con problemas mecánicos sin solucionar baja mucho su valor pero un coche que ha tenido un problema y que ha sido convenientemente reparado mantiene o aumenta su valor, ¿qué duda cabe? Si compráis un coche y al poco tiempo os pasa algo como lo que me pasó a mí no os preocupéis: todo tiene solución. Pero, eso sí, comprad el coche siguiendo nuestra guía (y la parte 2 de como comprar un coche de disfurte) y tened siempre ese 30% de margen, fundamental para no pasar malos momentos.
El pasado verano (2011) tuve a mi bien querido 944 Turbo más parado de lo que me gustaría. Desde el mes de marzo comenzó a dar síntomas de mala salud y con la llegada del calor se volvieron más preocupantes. Al principio la temperatura del agua subía cuando se le exigía al coche, aunque hiciera frío (la primera vez que me percaté fue coronando Navacerrada a 3ºC), pero con el tiempo en cuanto pasaba de 4000 rpm la temperatura comenzaba a subir.

Esta foto es, precisamente, de ese día.

Mi preocupación iba en aumento, hasta que un día subiendo un puerto a ritmo lento vi que la temperatura se instalaba en la 2ª raya y no se movía de ahí. Como no quería que llegara a la zona roja decidí dar media vuelta y bajar sin carga de acelerador hasta que la temperatura volvió a su punto óptimo. Al día siguiente el coche estaba en el taller. Había comprado el coche 3 meses antes y no me esperaba semejante disgusto.

Como sabéis, las averías asociadas a la temperatura de un coche son de difícil diagnóstico, pues hay multitud de factores que intervienen. Que el agua suba de temperatura puede deberse a problemas en el radiador, en la culata, en el circuito de refrigeración, en los electroventiladores… y mil cosas más que seguro que ni conozco. Tras revisar cuidadosamente los relés se encontraron varias cosas que no iban bien: el relé de los ventiladores no funcionaba correctamente, por lo que se procedió a cambiarlo. Además el coche lo había comprado sin el relé de la bomba de agua de refrigeración del turbo y venía con un cable puenteando dos conexiones para cerrar el circuito, supuestamente con ponérselo ya estaría ese tema solucionado. Conseguí el relé nuevo pero al ponerlo el coche no arrancaba, mal asunto. Tras alguna averiguaciones se descubrió que el relé de la DME (la unidad de mando) tampoco funcionaba correctamente, por lo que hubo que cambiarlo, y ese era el motivo de que no arrancara el coche al quitarle el puente (que era un peligro puesto que estaba la bomba de gasolina funcionando en todo momento, en caso de accidente no sé lo que habría podido pasar).

Con estas modificaciones no conseguimos solucionar el problema de la temperatura, vuelta al taller.

Ahora es cuando empieza el trabajo duro. Ya se habían comprobado los termostatos y el caudal de la bomba de agua, por lo que había que ir más allá. Se desmontó la distribución y la bomba de agua, primera sorpresa: la bomba de agua no tenía apariencia de ser nueva (teoricamente 1 año y 4000 km) pero parecía funcionar correctamente. Sin embargo la habían montado, en lugar de con la junta que viene con la bomba cuando la compras, con una masilla rosa que se había desintegrado en algunas partes y estaba por todo el circuito de refrigeración.

Sin embargo ese no parecía ser el problema. Se siguió con el radiador, que tenía una pequeña fisura que supuraba refrigerante, y se arregló. El coche seguía igual.

Siguiente parada: levantar culata. Ahí es cuando mis miedos empezaron a aumentar, me daba miedo pensar lo que podía pasar una vez abierta. Pues bien, ahí se encontraba el problema. La junta de la culata había pasado a mejor vida: unas pequeñas fugas comunicaban la cámara de combustión con el circuito de refrigeración, aunque no se habían detectado pérdidas de refrigerante.

Solución: junta de culata nueva. Con el clásico «ya que estamos» decido comprar la junta de culata reforzada que ofrece Lindsey Racing (verdaderos especialistas en preparar 944 Turbo made in USA), con todo el kit de juntas superiores de Victor Reinz.

Con la culata levantada pude ver por primera vez cual era el estado real del motor, lo que me reporto muchas sorpresas, muy positivas la mayoría:

• Se recomendó un rectificado de culata, se comprobó que hacía falta y así se hizo.
• Se revisaron los muelles de válvulas y estaban perfectamente.
• Se revisaron las guías de válvulas, pensaba cambiarlas pero no hizo falta
• Se revisaron las paredes de los cilindros y también estaban perfectamente.
• Se revisaron segmentos y estaban en plena forma.
• Se realizó una limpieza de válvulas que presentaban algo de carbonilla, algo normal tras 24 años de servicio.

Además quedaba claro que los kilómetros eran reales -cosa que tampoco dudaba- dado el fantástico estado del interior del motor. Todo se encontraba en cotas y dentro de las tolerancias marcadas por el fabricante. La culata recibió una concienzuda limpieza y parecía nueva cuando se iba a montar de nuevo en el 951.

Una vez que habíamos desmontado el motor y, con la intención de hacer las cosas bien, se decidió montar todo nuevo. Además del kit de juntas encargamos también: kit completo de distribución y bomba de agua, bujías (las que llevaba no eran las óptimas para motores de 2 válvulas por cilindro, aunque eran nuevas y funcionaban perfectamente. Aun así preferí cambiarlas) y kit de filtros (aire, aceite y gasolina).

Más tranquilidad no se puede tener, ¿no?, pues a por ello. Hice un pedido masivo a Cup Spirit, quienes en 4 días hábiles me habían puesto en casa todo lo solicitado. Me encontraba como un niño con zapatos nuevos, ya os podéis imaginar.

Set de junta de culata reforzada y juntas superiores

Kit de distribución y bomba de agua

Kit de filtros y bujías

 

Además de todo esto se le cambió la válvula de la calefacción, se ajustó el freno de mano y se ajustó el techo targa, que necesitaba una revisión.

¿El resultado? Como imaginaréis, tras toda esta renovación interior, no me cabía duda alguna de que estaría solucionado el problema del calentamiento. Me dirigí a mi pista de pruebas y poco a poco fui subiendo el ritmo para comprobar, con gran alivio, que mi 944 Turbo volvía a funcionar como un reloj. Daba igual el ritmo al que fuera que la temperatura no subía.

Con el coche al 100% de nuevo me tocaba quitarme una espinita que había tardado casi un año: rodar con el turbo en circuito y, ¿cual mejor que el Jarama? Pues para mí ninguno, así que me apunté a las Puertas Abiertas del Jarama (estamos hablando de 2011, en 2012 repetí)

He de decir que el coche aguantó sin el más mínimo problema (aunque al principio me llevé un susto porque no había cerrado bien el depósito de gasolina y al derramarse por la aleta olía muy fuerte en el habitáculo. Al final una tontería).

Tras una temporada preocupadillo y algunas idas y venidas doy, con gran alegría, este capítulo por zanjado. Desde entonces he hecho 8.000km en los que no he vuelto a tener ningún problema. Me he hecho un par de viajes de 1.500km, he participado en las puertas abiertas y en alguna prueba de regularidad en circuito, me he adentrado en algún puerto pie a tabla durante toda la ncohe… y  ha aguantado todos los embistes

¿Lo he pasado mal? Sí. ¿Se ha solucionado? Sí. ¿He hecho bien en contarlo o hubiera sido más cómodo haber ocultado las incidencias del coche? Pues no lo sé, el tiempo lo dirá, pero creo que no perjudica a nadie que estas cosas se sepan y que se hagan con transparencia, aunque siempre haya quien ponga en duda la fiabilidad de tu coche porque una vez tuvo una avería y lo contaste, no me quita el sueño.Tengo las facturas guardadas, varias -y cuantiosas para mí bolsillo- que atestiguan que las cosas se han hecho bien. En coches de estas características (cualquier coche de más de 10 año) es más importante que hayan recibido un buen mantenimiento y que este sea demostrable que un libro de revisiones que, en algunas ocasiones, no dice absolutamente nada (salvo que se le ha cambiado el aceite al coche y poco más).

Disfrutad de vuestros coches pero tened en cuenta que a veces le toca uno la china. Llegado el caso: reparadlo bien, de verdad, no dejéis que os embauquen con cantos de sirena para ahorraros un dinerillo poniendo piezas de dudosa reputación. A la larga vuestro bolsillo os lo agradecerá.

Lee la primera parte:

Vuelta a los orígenes, 1987.