Eso espero….

Quizá la palabra light no tenga connotaciones muy positivas si nos referimos a la alimentación. Comida menos intensa y que se come por determinación o necesidad, no por gusto. Pero cuando hablamos de coches cambian las tornas. Los automóviles más apetecibles, según mi criterio, son los que presentan un peso más contenido. Para muestra un botón…

Con 670 kg, y tan ricamente…

Las versiones más deportivas de cada modelo algunas veces, las más acertadas, pasan por una reducción de peso más influyente que el aumento de potencia que les suele acompañar, por eso en 8000vueltas nos fijamos tanto en los pesos de los modelos.

Un ejemplo de esto es que las versiones más deportivas de Porsche están asociadas a un contenido peso, más que a una elevada potencia. Las denominaciones GT2 y GT3 son el máximo exponente en cuanto a deportividad, con y sin turbo respectivamente, de un Porsche 911. Además dentro de la denominación GT3 encontramos cuatro escalones: GT3, GT3 RS, GT3 Cup y GT3 RSR. Cada una más ligera que la anterior, a excepción de la versión RSR con 105 CV más. Nótese que todos ellos son más ligeros que la versión más básica del 911. Pesos Porsche 911 (997): Carrera 1470kg, GT3 1395kg, GT3 RS 1375kg, GT3 Cup 1140, GT3 RSR 1225kg

Otro ejemplo de esta influencia está entre los superdeportivos más rápidos. Hoy en día podemos encontrar un impresionante abanico de vehículos de más de 500 CV, unos estupendas berlinas con onerosos motores devoradores de fuel, otros refinados deportivos con sofisticados sistemas para mantener toda esa potencia pegada al suelo sin destruir los neumáticos en cada semáforo y, aunque contravenga toda lógica, algunas moles de más de 2000kg llamadas todoterrenos. Sin embargo entre todos estos contendientes sólo hay unos pocos que puedan plantar cara a un Ferrari F40 y sus 1080 kg saliendo desde parado (0- 100: 3.1 seg, 20 años después sigue siendo impresionante)

En Ferrari lo saben, y por ello están trabajando en el próximo sustituto para el Enzo con un objetivo de peso máximo de 1000 kg, un objetivo prácticamente imposible, ¿O no? En realidad no lo es, pero el reto es considerable. Lo primero será reducirlo de tamaño, pues es indispensable dado que la física no da para más. Para compensar el aplomo del peso será necesario cargarlo más aerodinámicamente, pero eso ya es otra historia. Por el momento ya han comenzado a aplicar la fórmula en el nuevo 430 Scuderia, con unos resultados más que satisfactorios. El 430 Scuderia anuncia 1250 kg que serán propulsados por 510 Cv.

Que los modelos más radicales han de ser ligeros para ser los más efectivos es una lección que la mayoría de las marcas ya han aprendido, sin embargo no deberíamos quedarnos ahí. Los automóviles cada vez pesan más por necesidades de equipamiento (muchas veces superfluo) y por necesidades en materia de seguridad. Estos últimos sí son esenciales. Para compensar esos kilos de más la solución no es aumentar la potencia, sino reducir el peso de otros lados.

La escalada de potencia mantiene, o mejora, la relación peso/potencia de una generación a otra, pero no sucede lo mismo con las emisiones. Las emisiones se mantienes a costa de evolucionar los motores, pero se podrían reducir drásticamente si las potencias estuvieran congeladas. Lógicamente no es una idea que me apasione, pero podemos encontrar ejemplo de coches ligeros que respondan a nuestras expectativas (Aunque parezca increíble el Fiat Panda 100HP es muuuuy divertido, y hay coches deportivos que duplicando el desembolso no llegan a los niveles de deportividad de vehículos mucho más modestos).

Uno fantástico ejemplo de coche ligero es el Jaguar XKR, pesa 1734 kg (o 1665kg, según fuentes). ¿Mucho? Pues no me lo parece, ya que el S-Type R que es el modelo inferior y con 22 cm menos de largo pesa 1800 kg. Y utilizando los dos el mismo motor V8 de 400Cv el XKR se muestra claramente más rápido. ¿El secreto? Es evidente. Y si la utilización del chasis de aluminio ya es capaz de poner por delante a una berlina superior de una berlina de menor tamaño queda claro que se podrían conseguir beneficios a cualquier escala, y sobre todo en las categorías de vehículos más pesados.

El problema es que resulta caro, y mucho, por lo que no se podrían aplicar estos sistemas de construcción al segmento de los compactos (al menos a corto plazo) pues encarecería en exceso el vehículo. Y hasta que se encuentre una solución nuestras carreteras seguirán soportando miles de kilos innecesarios. Sin embargo cabe hacer crítica a tanta moralina con las emisiones mientras los todocaminos (por llamarles de algún modo) campan a sus anchas por las ciudades y carreteras cuando, en muchos casos, resultan completamente innecesarios y con unos consumos disparatados por una cuestión puramente de imagen. Y también a los fabricantes que trabajan en vehículos híbridos sin intentar mejorar este aspecto (como el sinsentido del Porsche Cayenne Híbrido…)

Esperemos que como la lógica nos indica las próximas tendencias apunten a la mejora aerodinámica y a la reducción de pesos, haciendo posible que el automóvil evolucione y salga de esta regresión del concepto del vehículo de la última década. Una vez más los fabricantes más adelantados parecen ser los que marcan tendencia, así que el cambio es posible.

El tiempo lo dirá.