Estoy sentado en mi escritorio con la ventana abierta. Desde aquí puedo ver la calle y, a modo de recordatorio impuesto por el azar, un Mini «de los viejos», la original creación de Sir Alec Issigonis, acaba de pararse delante de mí.
Llevo tiempo retrasando escribir esta prueba, tratando de asentar sensaciones, de ver el coche con perspectiva, pero ha llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa y, si es necesario, sacar el paraguas.
Acabo de devolver el BMW M4 manual del que escribíamos hace tan sólo unas semanas, el producto actual más deportivo de BMW M, un coche con el que tienes cierta «conexión», y toca subirse en el producto actual más deportivo de MINI. Sabiendo que estos coches son «de la misma familia» y que el MINI va enfocado a un público más joven y dinámico, especialmente si hablamos de esta versión John Cooper Works, uno sólo se espera lo mejor.
Ha sido sacar las cosas del maletero del M4 y dejarlas en el del MINI… las que cabían, porque mucho espacio no hay. A pesar de que el coche ha crecido bastante (+10 cm), la mitad de los bultos tengo que ponerlos en el asiento trasero.
Dejémoslo ahí, tampoco te compras este coche por el maletero, de hecho, deberías preguntarte por qué te compras este coche. Puede ser la pregunta más importante que te vayas a hacer. Luego lo veremos.
John Cooper fue una auténtica leyenda dentro del mundo de la competición «moderna» al introducir el concepto de motor trasero en los monoplazas de carreras en 1948, revolucionando desde el Gran Circo de la Fórmula 1 hasta Indianápolis. Abandonó el colegio a los 15 años para ayudar a su padre en el taller familiar, donde el trabajo principal era la puesta a punto y mantenimiento de coches de carreras. Tras la Segunda Guerra Mundial, él y su padre comenzaron a construir monoplazas de competición (supongo que eran otros tiempos, cuando el ingenio y las ideas brillantes podían convertirse en realidad con lo que uno tuviera en el banco) bajo el nombre de Cooper Car Company, cosechando grandes éxitos en diferentes categorías hasta llegar a la Fórmula 1, donde sus monoplazas, pilotados por Jack Brabham, Bruce McLaren o Stirling Moss, consiguieron 16 victorias y 2 Campeonatos del Mundo. Posteriormente, entre muchas otras cosas, se encargó del desarrollo de las versiones más deportivas del Mini original (con minúsculas) de BMC (British Motor Corporation), portando el distintivo Cooper o Cooper S como rasgo diferenciador de las versiones más prestacionales de un producto muy apreciado tanto por conductores como por pilotos. El primer Kit JCW dejaba el asmático motor del original Mini en unos nada despreciables 126 cv.
Mini Cooper de 1970
Antes de su muerte, tanto John Cooper como su hijo Michael, formaban parte del equipo de asesores de desarrollo del nuevo MINI (con mayúsculas). Éste último -Michael-, crearía la empresa John Cooper Works en el año 2000 con el fin de desarrollar y servir kits aftermarket para convertir los MINI Cooper S de BMW en verdaderos deportivos dignos del nombre de su padre, que fallecía ese mismo año.
En el año 2002, JCW lanza el primer kit para el Cooper S R53, que eleva la potencia del 1.6L con compresor desde los 163 cv originales hasta 200 (170 y 210 respectivamente a partir de 2004). Hasta el año 2005 no es posible pedir este Kit como opción de fábrica, sino que debe ser montado a posteriori en el concesionario, lo que nos da una idea de la independencia de JCW en aquella época (desde 2008 pertenece a BMW), donde es de suponer que tenían cierta manga ancha para desarrollar sus productos. En mi casa hay un Cooper S de primera serie (163cv) y es un coche que sorprende por un comportamiento muy directo y rápido, siendo (a pesar de lo manido de la frase) un verdadero kart.
Kit JCW para MINI Cooper S R56
Con la segunda generación de MINI, la R56 turboalimentada de 2006 (174 cv) se ofrecía un kit «Power ON» que elevaba la potencia hasta los 192 cv y que se instalaba en el concesionario (admisión, escape y reprogramación), pero no sería hasta 2008 cuando se ofrecería la versión JCW, que no era un Cooper S con un Kit sino un coche diferente (con otro código interno), que incluía frenos Brembo de 4 pistones, diferencial autoblocante electrónico con bloqueo entre el 0 y el 50% y modificaciones en el motor que incrementaban la potencia hasta los 211 cv. En 8000vueltas tuvimos la suerte de poder probar tanto el MINI Cooper S Power ON de 192 cv como la exclusiva y radical versión MINI GP (denominado Factory John Cooper Works GP), de los que puedes leer las pruebas aquí y aquí. El MINI GP, con 218 cv, además, se situaba como el segundo mejor coche probado por 8000vueltas en el ranking de Las mejores pruebas 8000vueltas que publicamos el año pasado.
Probando el MINI GP…
Con una herencia así, estaba ansioso por descubrir qué nos había preparado MINI: 231 cv y un par máximo de 320 Nm extraídos a base de turbo, no del anterior 1.6 Litros fabricado conjuntamente con el Grupo PSA Peugeot-Citroën, sino de un 2.0 Litros de origen BMW (que se monta en los 225i, por ejemplo), con inyección directa, twin scroll, Valvetronic y Doble VANOS, lo que unido a sus 1205 Kg (en vacío), paran el crono del 0-100 Km/h en 6,3 segundos y la velocidad máxima en 246 Km/h. Para que nos vamos a engañar, sobre el papel, «un avión».
Una vez dentro, casi te sientes abrumado por la cantidad de botones, luces (especialmente luces: en las manillas, en los pedales, en las puertas, naranjas, rojas, verdes, moradas, van, vienen, cambian de color…) y mandos disponibles. Quizá no le das importancia al principio, habrá gente a la que le guste, pero después de conducir el coche, te empiezas a preguntar si el problema no será lo difícil que es reinventarse generación tras generación, mantenerse original y auténtico pero innovador al mismo tiempo. El anterior coche era tan bueno que superarse debe ser muy duro; como en esas segundas partes de grandes películas de acción en las que acaban mezclando dinosaurios, terremotos y extraterrestres…
Es justo reconocer que los acabados son sobresalientes, sin una sola pega, y el coche tiene posibilidad de equipar infinidad de opciones, algunas más atractivas que otras. El Head Up Display está metido «con calzador» y la información que proyecta no se refleja sobre el parabrisas delantero sino sobre una pantalla de cristal, que un función de tu altura y la posición del volante se hace poco útil. Mención especial para el equipo de sonido Harman/Kardon: será que siempre me ha gustado escuchar música, pero la calidad del equipo es soberbia, como en una sala de conciertos (o según qué luces, discoteca).
Los asientos delanteros son muy buenos: sujetan bien a pesar de ser bastante duros, tienen muchas posibilidades de regulación y, a diferencia de otros modelos, como los ya clásicos RECARO, no están tan vistos. La posición de conducción es buena en general y muy buena si la comparamos con otros utilitarios deportivos, donde normalmente vas sentado muy alto y con las piernas demasiado verticales sobre los pedales.
Exteriormente continuamos con la tónica del interior: muchas rejillas, entradas y salidas de aire «ciegas», sin función alguna. El coche ha crecido en todos los sentidos y eso se nota en las proporciones, desde mi punto de vista menos armoniosas, con unas llantas de 18 pulgadas que no parecen especialmente grandes (a pesar de que 18″ no es una medida precisamente pequeña) o demasiada altura (no es más alto que sus predecesores), efecto que se acentúa por unas ruedas sorprendentemente estrechas (205/40 R18). Reconozco, sobre todo viendo las fotos de la prueba, que esto puede ser algo totalmente subjetivo ya que tanto hombres como mujeres- algunos con mayor disimulo que otros- no pueden evitar mirar el coche cuando te encuentras parado en un semáforo.
EN RECTA
Los primeros kilómetros con el coche los hago yendo y viniendo por autovía, aprovechando para comprobar cuanto empuja el nuevo motor en marchas largas. Seré franco: mucho. A pesar de que el escalonamiento del cambio es tirando a largo, tiene una cuarta y una quinta marchas en las que empuja muy bien, dejándote todavía pegado al asiento mientras la aguja del velocímetro sube con pasmosa facilidad y el resto de coches se quedan atrás. Viajar a velocidades de pérdida de carné es fácil y nada estresante, pues el coche tiene una sexta larga y además está bastante aislado del exterior. Eso sí, el motor se acaba pronto: lleno desde muy abajo y hasta 6000 rpm, a partir de ese punto y hasta el corte, en torno a 6500, sólo merece la pena estirarlo para ahorrarte un cambio de marcha si tienes la próxima frenada cerca. Se echa de menos un tacómetro más grande, pues el protagonismo en el cuadro se lo lleva la velocidad y no las revoluciones.
A bajas velocidades la cosa es bastante distinta: trata de mostrar a tu copiloto el potencial del coche acelerando en primera o segunda velocidad y descubrirás que pueden pasar 2 cosas, dependiendo de si el control de tracción está activado o no. Si lo está, notarás una aceleración muy pequeña, ya que la electrónica no permite ningún desmadre y los neumáticos pueden transmitir al suelo lo que pueden transmitir, que es poco, pues aparte de llevar ruedas estrechas, son poco deportivas (Pirelli Cinturato P7), algo que aún no comprendo en un vehículo de corte deportivo y con tanta potencia. Desconéctalo e irás dejando surcos negros de tus ruedas delanteras en cada arrancada, deslizando en primera, segunda e incluso tercera velocidad si te lo propones. Las pérdidas de tracción son una constante en este coche. Por lo menos, y a pesar del diferencial, hay poco torque steer.
EN CURVA
Coincidiendo con el Afterwork que organizamos el jueves 23 de junio en el Jarama, aprovechamos para conducirlo en circuito y comprobar como se comporta al límite. Siendo consciente de los neumáticos que lleva, uno no espera un nivel de agarre alto (un coche «suelto», con poco agarre, puede ser también muy divertido), pero sí que, al menos, el balance del chasis sea bueno. Tras una vuelta de calentamiento subimos el ritmo en busca de un poco de diversión, tratando de descolocar la zaga en las curvas lentas para entrar deslizando de atrás mientras damos gas pronto, con el coche apuntando a la salida a pesar de estar aún en medio de la curva y con el volante recto, buscando la máxima tracción y también mucha diversión.
Es una imagen mental bonita, casi la puedes ver a cámara lenta mientras una sonrisa asoma en tu cara. Desgraciadamente se queda en eso, en una ilusión, porque la zaga va completamente pegada al suelo y el tren delantero subvira, tanto en curvas rápidas como en curvas lentas, de forma flagrante. Vuelvo a boxes tras 3 vueltas y analizo la situación: quizá he sido demasiado optimista y estaba «sobreconduciendo». Normalmente, en las pruebas de coches, hacemos pocas vueltas en circuito, pues el desgaste de componentes conduciendo al límite es importante y en este entorno se ve rápido cual es el carácter del coche y de donde cojea. Me digo a mi mismo que hay que darle una segunda oportunidad, salir más tranquilo, conducir fino.
Vuelvo a salir a pista y en esta segunda ocasión el resultado es prácticamente el mismo: velocidad de paso por curva muy baja, limitada por el constante deslizamiento de las ruedas delanteras, tanto en la entrada, como en apoyo, como en la salida de las curvas, donde el diferencial, que al menos trabaja bien, hace patinar a las dos ruedas a la vez. Esta vez, conduciendo más fino, no oigo los neumáticos quejarse, pero la dirección, un poco «pastosa» pero directa y buena comunicadora, me informa de que ya no hay más, ese es el límite. Las frenadas son buenas, con el coche moviéndose de atrás bastante y los frenos aguantando bien a pesar del calor.
Mejor tiempo por vuelta: 2 minutos y 7 segundos.
Aún queda la sesión de fotos por carretera y una última oportunidad de quedarnos con el buen sabor de boca que la prueba en pista no ha podido dejar. Madrugamos bastante y nos vamos hacia la sierra Norte de Madrid en busca de carreteras desiertas. Tras unas cuantas curvas y apoyos para las fotos, investigando sobre la pantalla y los distintos modos de información que ofrece el vehículo, descubrimos que nos han entregado el coche con las ruedas a casi 4 Bares de presión lo que, desde luego, no ayuda demasiado al comportamiento…
Bajamos las presiones «a ojo» hasta dejarlas más o menos equilibradas (hay que andar unos kilómetros para que calcule la presión, parar, bajar las presiones y volver a andar para ver donde las has dejado). Con la esperanza de que el coche mejore en comportamiento, volvemos hacia uno de nuestros tramos favoritos, ponemos el coche de nuevo en modo Sport y en la pantalla se muestra una imagen del coche con gráficos «motivadores» y las frase «Go Kart Feeling Máximo Activado». Todo parece indicar que las cosas pueden volver a su cauce, pero finalmente la mejora es mínima, no encontramos el Go Kart Feeling por ningún lado y sólo en un momento dado, durante un cambio de rasante con cambio de apoyo consigo que, por fin, la parte trasera del coche de señales de vida descolocándose un poco. Por las fotos, las cuales os aseguro que no están hechas yendo tranquilo, se puede ver que las ruedas están completamente apoyadas sobre el suelo y el coche no balancea excesivamente – algo que podría explicar una transferencia de pesos excesiva a la rueda delantera exterior que produjera esa falta de agarre -, por tanto, todo parece indicar que, neumáticos aparte, simplemente el coche es así.
¿Qué ha pasado con este nuevo MINI? ¿Dónde se han quedado las buenas sensaciones de las generaciones anteriores?Aún hoy no lo tengo muy claro. Si lo pienso con calma, el coche tiene todos los ingredientes para estar muy alto en el ranking de coches deportivos: corre mucho, el escape -que petardea constantemente- suena bonito, el cambio es bueno, incluso hace punta tacón de forma automática si quieres (aunque no es el mejor que hemos probado en este aspecto), frena bien (pinzas de 4 pistones delante), va bien equipado, es lo bastante llamativo si buscas algo así y lo bastante discreto también si escoges un color con ese propósito, las suspensiones son relativamente firmes y cuando pasas fuerte por baches rápidos o curvas largas transmite confianza…. Aún así, a parte de que estoy seguro de que los neumáticos tienen gran parte de culpa en esto, el coche ha perdido algo; todo está más filtrado, es menos puro, menos deportivo y bastante menos divertido, emocionante y adictivo.
Sospecho, a raíz de entradas de aire falsas, luces de neón y ruedas estrechas, que este resultado ha sido algo completamente premeditado, pasando por encima de ingenieros y pilotos de desarrollo apasionados, para ofrecer un producto más vendible. No es ningún secreto que un gran número de conductores de MINI (puedes verlo en cada semáforo) no compran el coche por sus características dinámicas sino porque, dentro del mundo de los utilitarios, no hay otro coche que represente mejor la figura de «status car», de coche de clase alta en formato pequeño, que permite además una diferenciación a base de accesorios, pegatinas o kits que aumentan la experiencia de exclusividad. Si un porcentaje muy elevado de los clientes de estos coches, que compran el modelo más caro porque «es mejor», demandan precisamente un chasis más fácil (o directamente les da igual), más cómodo, menos ruidoso, con grandes tomas de aire y escapes que petardeen ligeramente, siempre y cuando no sea molesto o macarra ¿qué sentido tiene no hacer el coche que te pide la mayor parte de tus clientes potenciales?
¿Es un buen coche? Sin lugar a dudas: es seguro, rápido, moderno, bien equipado, lo bastante cómodo, exclusivo, de consumos contenidos… ¿Merece lucir el apelativo John Cooper Works? A menos que las siglas JCW sólo signifiquen más equipamiento y potencia, me temo que no.
Cruzamos los dedos para que haya una versión John Cooper Works GP que convenza de verdad como deportivo.
Fotografías de Francisco Carvajal. Todo el álbum, como siempre, en nuestro Flickr.
Extra Lap
Aquí tenéis también la pequeña galería de fotos del Afterwork Experience que tuvo lugar el día 23 de junio en el Circuito del Jarama.
nachetetm
19 de julio de 2016 a las 10:21Así que no sólo es más feo, sino que va peor. «Premio» para BMW…
ToniExup
19 de julio de 2016 a las 13:31El vil metal amigo, el vil metal…
Un buen ejemplo de a dónde nos está llevando el centrar el objetivo únicamente en la pasta, sin importar el prestigio deportivo, o la fidelidad del cliente que busca determinadas esencias deportivas.
Se cambian entradas de aire falsas y luces, por comportamiento deportivo y de raza, es lo que pasa cuando en el desarrollo de un coche pesa más el departamento de marketing que las opiniones de los probadores.
Cada día que pasa aprecio más mi cacharro de 4 ruedas con sus 16 años de antigüedad; viejo, si, pero no obsoleto.
Qué decepción… Una más.
Un saludo
arribi
19 de julio de 2016 a las 19:41Está claro qué es lo que le ha pasado al MINI, se ha convertido en un icono de moda, y como tal, objeto de «postureo». Las consecuencias de ello son más que evidentes; mucho ruido (y luces) y pocas nueces (o ninguna). ¿Es culpa de MINI? En parte sí, por dar más importancia al marketing que a la ingeniería, pero está claro que como empresa, MINI (y BMW hace exactamente lo mismo) vende lo que el público quiere, porque es lo que da dinero, y no olvidemos que ese es el objetivo final de toda empresa. Como diría un ex-compañero de trabajo: ¿quieres que lo pinte de rosa? Pues lo pinto.
Por desgracia es algo que está pasando en todas las marcas (o en casi todas, porque hay honrosas excepciones), porque son los tiempos que corren. Los que deseamos algo más que un electrodoméstico de transporte que nos lleve del punto A al B «luciendo» electrodoméstico, deberemos tirar de esas excepciones, o del mercado de segunda mano. Es una pena, pero es lo que hay.
Jorge Toribio
19 de julio de 2016 a las 20:07Habiendo conocido el modelo, romperé una lanza en su favor diciendo que el problema es que quizá, despues del fabuloso r56, que era un coche de «quemao» oficial, lo que nos propone mini ahora es un coche más para todo el mundo, y ahi es donde yo creo que los que leemos estas lineas nos perdemos un poco… Porque nosotros lo meteriamos en el circuito, iriamos por carreteras de montaña (barranco a la derecha) a velocidades por encima de lo «lógico» y despues iriamos a por el pan y para eso es verdad que ni las gomas acompañan, ni el conjunto suspension/estabilizadoras ayuda.
Sin embargo yo creo que este coche deberiamos entenderlo desde otro punto de vista, es un perfecto coche de iniciacion! No es excesivamente caro (entendiendo por caro el precio medio de un coche deportivo actual) y está enfocado a un público joven que está empezando a conocer las virtudes de la conducción espirituosa pero que tiene un solo coche con el que va a la uni, sale de fiesta, hace sus escapadas y ademas se pasea por los afterworks de 8000vueltas de vez en cuando? y es aqui donde el coche realmente creo que cobra sentido, otorgandoles a los más jovenes sensaciones de coche rapido sin tener que ir con el cuchillo entre los dientes, si a esto le sumamos el creciente mercado aftermarket, yo creo que nos encontramos ante un coche que con dos cosillas puede volverse un autentico animal de circuito.
Abuelo
19 de julio de 2016 a las 21:11Pues SI, mucha razón parece que llevéis, pero vuestro artículo será otro de los que ayude a MINI a vender más JCW entre la «mayoría» que, al contrario que vosotros no contrale el coche hasta ese punto y se fía de las ayudas y de poder usarlo más a diario….así como, no nos engañemos, de poder comprarlo para la mujer a diario y él los fines de semana, siendo algo más complicado con la dureza del anterior.
GRAN prueba y narración, como acostumbráis,
Lasheras
20 de julio de 2016 a las 10:27Gracias a todos por los comentarios, un placer leer las diferentes opiniones, como siempre.
@Jorge Toribio,
Discrepo contigo en que es un buen coche de iniciación, pues, para mí, un coche de iniciación debe ser:
– «lento», para que con el carné recién sacado (ya sabemos cómo nos pica la velocidad con esas edades), los sustos, que siempre los hay, no sean a velocidades altas
– Ágil, porque no se aprende con un coche que «no se mueve»
– Seguro, porque en caso de accidente (bastante habitual cuando recién sacado el carné nos creemos Michael Schumacher tras 3 semanas conduciendo…) salgan, entendiendo aquí que buscamos un coche para nuestros hijos (el que los tenga), salir ilesos.
Así rápidamente me vienen a la cabeza tres ejemplos de buenos coches escuela que han formado a 3 generaciones distintas de conductores: 205 rallye en los 80 y principios de los 90, Saxo VTS 1.6 8v a finales de los 90 y principios de los 00 y Suzuki Swift Sport después.
Un coche de 230 cv que acelera de 0 a 100 en 6 segundos, que alcanza casi 250 km/h y con un chasis que no permite «jugar», desde mi punto de vista no es el coche más indicado para iniciarse.
Sí coincido contigo en que con algo de material aftermarket se puede convertir en un buen arma, pero no con una inversión pequeña: llantas, neumáticos, suspensiones, quizá estabilizadoras… ¿no se supone que un JCW mejora precisamente eso respecto a un Cooper S?
Saludos!
Jorge Toribio
20 de julio de 2016 a las 11:12@lasheras
Continuando con el debate…
– Respecto a que no es lento, bueno, yo creo que los estándares de ahora están bastante por encima, sin ir más lejos tenemos un Seat Leon Cupra con una potencia declarada de 290cv y que al parecer los bancos de potencia sitúan más cerca de los 300, que ya hace el 0-100 en menos de 6 segundos.
– Sobre que no es ágil estamos de acuerdo, no lo es, pero a cambio nos entrega unos frenos bastante más eficientes que los que venían trayendo las versiones anteriores… Pero esta te la concedo, no es un coche que mantenga el ritmo pasando por curvas.
– La seguridad queda lejos de toda duda, hablamos de un coche con 6 airbags, anticolisión y repartidor de frenada entre las cuatro pinzas en función de las necesidades de cada rueda en cada momento, ya me gustaría que mi primer coche hubiera sido así de seguro cuando, como comentas, me calcé mi primera galleta creyéndome Schumacher jeje
Por lo tanto, con sus carencias dinámicas cuando la carretera no es tan recta como al coche le gustaría, sigo pensando que lo que MINI ha pretendido con este coche es hacerlo un poco más para todo el mundo, menos crítico de lo que a alguno nos gustaría, pero ideal como coche único para alguien con aspiraciones «deportivas» y tiempo para desarrollar un coche efectivo.
Aún así, esperemos que de nuevo aparezca una versión GP que satisfaga a los locos como nosotros!
Pd: te recuerdo un coche que conoces bien y que en sus años mozos, a pesar de coronarse como el «Best Handling Car in America», su dirección lenta y su suspensión no tan firme le daban atributos parecidos, entre ellos un poquete de subviraje
http://media.caranddriver.com/images/media/457374/1995-bmw-m3-coupe-photo-554128-s-986×603.jpg
Xule
20 de julio de 2016 a las 14:17Sinceramente me parece bien que BMW y MINI quieran ofrecer un producto «bonito», que sea muy personalizable, y en general apto para el gran público porque al fin y al cabo son los compradores los que terminan desarrollando el producto (las marcas dan lo que la gente pide), todo esto es estupendo cuando hablamos de un MINI normal o incluso de un COOPER S hasta puedo aceptar los COOPER SD que han sido tan pedidos por la gente en esta locura del diésel que estamos viviendo, pero prostituir las siglas JCW para sacar un coche que no es tan deportivo como debería y en el que el GO KART FEELING es sólo una expresión usada por el marketing me parece muy triste. Siempre nos quedará la ilusión de ver un GT como en años anteriores, pero tal vez no llegue nunca. Sólo espero que al final el mal feeling que habéis descrito en el artículo pueda por lo menos apaliarse con algo de aftermarket, porque de entrada lo que ofrece en sí está muy bien, un motor de 2 litros turbo potente (y con mucho potencial), un cambio más o menos bien escalonado, un diferencial, una dirección comunicativa (aunque pastosa)… no sé tal vez bajando una pulgada las llantas, poniendo más perfil sobre todo en el eje delantero junto con una barra estabilizadora algo más rígida y una suspensión bien puesta a punto se note un coche menos subvirador y empiece a moverse más la trasera
dioniblack
21 de julio de 2016 a las 15:37Siguiendo con el debate de si es un buen coche para empezar. Yo ,personalmente, considero que no, y considero un coche como el mío, un Honda CR-Z, un buen coche para empezar. Por los siguiente motivos:
– Tiene un chasis deportivo. Vas sentado muy bajito. Cuenta con un buen cambio de recorridos cortos, precisos y relaciones cerradas. Cuanta con un sonido deportivo. Es ágil en las curvas.
– Es económico. Consume muy poco combustible. Cuenta con ruedas de dimensiones reducidas y es asequible de comprar y mantener. El MINI me parece un cochazo, pero sinceramente, considero que la gran mayoría de los universitarios no se pueden permitir comprar ni mantener un coche como el MINI. De hecho, pienso, por lo que se cuenta en el artículo, que va dirigido a un público totalmente opuesto.
– Es seguro y lento. Coincido con Lasheras que un primer coche debe ser seguro y lento. Y más cuando no se tiene experiencia y sobra ímpetu. Nos podemos llevar disgustos muy fácilmente. Cuando tenemos 18 años no sabemos distinguir donde están los límites. Y en este MINI están muy altos.
Me ha encantado la prueba, excepcional como siempre. Y con un enfoque que es difícil de encontrar en revistas actuales del motor, donde en lo único que se fijan es en la conectividad del coche con el móvil….
Un saludo!!
Alois Ruf
21 de julio de 2016 a las 23:21Hola a todos,
Gracias por la prueba. Da toda la información de sensaciones que se necesita para tomar decisiones (virtuales o reales) sobre la compra/deseo del JCW. Justo lo que busco en una prueba.
Coincido con Abuelo, quien personalmente creo que ha dado en la diana: es coche que le vendes a tu mujer para usarlo tú. Porque si es tu coche de diario no eliges ese sino otro más animal en esa liga de precios o 10.000 euros más (M135i, Clase A AMG, Audi S3, Audi TTS, incluso Subaru WRC). Pero es lo que puede «colar» en casa para una mujer. Punto. Y si hay hijos, el Coope S 5 puertas con acabado JCW exterior e interior. Los demás JCW grandes, no. (por peso/potencia). Y lo sabes…
Un saludo a todos. AR.
Occanero
22 de julio de 2016 a las 20:46Muchas gracias por la prueba, tenía ya ganas de que lo catarais.
Yo tengo un S de 5 puertas (F56) y, tal y como decían el Abuelo y Alois Ruf es el segundo coche de casa, justo el que mi mujer «necesitaba» para ir al trabajo…. Jejejejeje
Mi mujer solo ve un coche muy bonito, yo veo otras cosas… Ya sabéis.
Tenía ganas de que pasara por vuestras manos porque para mí, el S es un coche, rápido (mucho) pero no deportivo, y ni muchos menos es un kart como se empeña en decir mucha gente. Pensé que el JCW sería un deportivo de verdad pero ya veo que es más un S vitaminado que otra cosa.
En lo que creo que estaremos todos de acuerdo es en que será un éxito de ventas . Puede que no sea un deportivo radical, pero, ¿cuántos quemaos hay en el mundo frente a los no quemaos? Para aquellos que busquen un coche pinton, muy bien terminado, con una calidad de rodadura excepcional y rápido es el coche ideal. Si quieres algo más este no es el coche, al menos con la configuración actual. En mi S, con llantas de 17″ y ruedas de 205 el eje trasero simplemente no existe. Te puedes olvidar de el. Nunca se mueve, por muchas perrerias que le hagas. Da igual que ahueques en plena trazada o incluso que frenes. Simplemente no se mueve.
Y precisamente por eso lo compre como segundo coche. Un cacharro con 192 CV no es para llevar a los niños al colé si no estás seguro de que tu mujer puede con el… A cambio algunos fines de semanas me permite algunas alegrías por la sierra.
Saludos
Danielson Scott
23 de julio de 2016 a las 19:44Valla:no me esperaba este reporte de un auto que ha tenido sello de ser un deportivo con gran reputación.Muy seguramente los fabricantes están pensando en seducir un target mas ejecutivo,sport y algo de ese purismo y conexión con la maquina y mecánica se ha perdido.
D. Torregrosa (AlbaRacing)
24 de julio de 2016 a las 12:07A mi lo que me fastidia, y no puedo remediarlo, es el profundo empeño de todas las marcas de prostituir las siglas <>, <>, etc.
Concretamente hubo un anuncio reciente de Porsche con el que se me terminaron de abrir las carnes, siendo punto de inflexión y con el que comencé mi particular guerra en contra de vender lo que algo no es. Por ejemplo, un Porsche Macan, NUNCA es ni será un deportivo ni NADA de lo que se empeñan en vender en su spot publicitario:
https://www.youtube.com/watch?v=nTGuFCg1sWw
Con este MINI me pasa igual. Es un coche que proyectan los de marketing y los ingenieros sólo trabajan. Qué decepción. Encima me los imagino diciendo, a los de marketing: <> Lo peor, es que la gente compra todo eso engañándose a sí misma.
El MINI en sí (o el mencionado Macan, como a su vez tantísimos otros) no me parecen mal como vehículos, pero lo que hay detrás de tanto empeño en decorar esta clase de <> (me niego a llamarlos coches, porque no los reconozco como tales) es tapar con siglas tan evocadoras un producto insulso como el solo.
A mi parecer, esto va en contra de toda honestidad, tanto hacia el cliente como a la propia marca.
Un saludo, David Torregrosa.
D. Torregrosa (AlbaRacing)
24 de julio de 2016 a las 12:11A mi lo que me fastidia, y no puedo remediarlo, es el profundo empeño de todas las marcas de prostituir las siglas JCW, Sport, etc.
Concretamente hubo un anuncio reciente de Porsche con el que se me terminaron de abrir las carnes, siendo punto de inflexión y con el que comencé mi particular guerra en contra de vender lo que algo no es. Por ejemplo, un Porsche Macan, NUNCA es ni será un deportivo ni NADA de lo que se empeñan en vender en su spot publicitario:
https://www.youtube.com/watch?v=nTGuFCg1sWw
Con este MINI me pasa igual. Es un coche que proyectan los de marketing y los ingenieros sólo trabajan. Qué decepción. Encima me los imagino diciendo, a los de marketing: «Ponle, ponle mas siglas que con JCW, Sport, Launch control, Race, Dynamic, parece que hay pocas» Lo peor, es que la gente compra todo eso engañándose a sí misma.
El MINI en sí (o el mencionado Macan, como a su vez tantísimos otros) no me parecen mal como vehículos, pero lo que hay detrás de tanto empeño en decorar esta clase de electrodomésticos con ruedas (me niego a llamarlos coches, porque no los reconozco como tales) es tapar con siglas tan evocadoras un producto insulso como el solo.
A mi parecer, esto va en contra de toda honestidad, tanto hacia el cliente como a la propia marca.
Un saludo, David Torregrosa.
P.D.: al enviar se ha eliminado la palabras entrecomilladas. Publico de nuevo el comentario sin las comillas y pido que se elimine la anterior respuesta, gracias!
arturo
11 de septiembre de 2016 a las 01:38Antes el mini era para gente que buscaba distinguirse con un coche agil, y ratonero como ninguno, de eso ya no queda nada, asi que un suspenso para mini/bmw El mini pijo-osea, pa los pijos, a mi dame la rabia de las autenticas pelotillas deportivas y no este envoltorio caro, con lo mismo que un polo, o un c3
Jose
8 de diciembre de 2016 a las 22:28https://youtu.be/3O_w1YG25Bc
Señores yo tengo la suerte de disponer en mi garaje de este COCHE , si coche con mayúsculas porque he leído barabaridades por aquí, siempre he sido amante de los utilitarios deportivos y desde hace un año que me pude permitir adquirir semejante vehículo mi opinión es que no puedo estar más contento con mi compra, lo tenemos como » SEGUNDO COCHE» , si entre comillas y mayúsculas porque el A 4 avant está muerto de risa, este coche es otra cosa , diferente, otra manera de disfrutar la conducción, vamos que en definitiva, la única pega que le veo es no tener los 40000 eurillos ( bien equipado) que hacen falta para disfrutarlo ,
Saludos 👍
Sergio
14 de febrero de 2017 a las 23:54He tenido la suerte o la desgracia (porque a los 8 meses lo vendí) de ser propietario de un flamante JCW 2016. Coincido en casi todo lo mencionado en este fantástico artículo (de hecho estuve rodando con el MINI en el Jarama) y las sensaciones finales son las mismas, mucho ruido y pocas nueces. Yo opté como coche de transición que a priori con las siglas JCW, esperaba fuera como poco deportivo…. exceptuando su excepcional motor y sus potentes frenos todo lo demás se queda en fanfarria y despliegue de plumas para enamorar, cuando necesitas acción desgraciadamente te encuentras de golpe o derrapando) con la realidad. Lo peor el paso por curva lenta…. este fin de semana estuve en un curso de nieve y se movían menos los coches, en fin, una pena que un coche de casi 40.000€ (por lo menos el que yo tuve), con auténticos deportivos en el mercado por el mismo importe se quede tan lejos de la realidad que uno espera al verlo en el escaparate del concesionario. Abrazos!!!
sergi
19 de septiembre de 2017 a las 05:42El titulo de este articulo es » JCW rapido si, no deportivo «, solamente leyendo eso ya no he leido nada mas.
Porque si un coche que ronda los 250 km/hora y los 6 segundos de 0 a 100 no es deportivo entonces qué es ?
De donde ha salido este articulista. …., en fin
G. San Jose
19 de septiembre de 2017 a las 09:33@sergi
Buenos dias,
Contestando a tu comentario y sin animo de crear polemica.
Creo que para poder dar un juicio de valor sobre el articulo, deberias -como minimo- leer el articulo completo. Faltando al autor del articulo, tampoco ayuda a que tu comentario se tome en serio.
Y respondiendo a tu pregunta:
«Porque si un coche que ronda los 250 km/hora y los 6 segundos de 0 a 100 no es deportivo entonces qué es?» -Es rapido, no deportivo-.
Saludos,
Nacho
17 de octubre de 2017 a las 03:18TOTALMENTE CON SERGI. ES UN DEPORTIVO RAPIDO
Quiensea
6 de diciembre de 2020 a las 20:37Yo creo que eres un poco flipao y que tu ex te dejó por un tio que tenía uno destos o algo por el estilo, lo siento, no me lo trago.
Lasheras
9 de diciembre de 2020 a las 11:29@Quiensea,
Al igual que tú haces suposiciones, yo también podría hacerlas, ya que da la impresión que eres de esos que ha comprado uno, se cree que tiene el deportivo definitivo y la verdad es que lo que tiene es un coche bastante aburrido…Pero como son solo suposiciones, pues tampoco le daría demasiado crédito a estas palabras. Ni a las tuyas ni a las mías. Por cierto, no conozco a nadie que tenga ese coche.
Lo que sí puedo hacer es dejarte mi experiencia en el mundo del automóvil, para que seas tú el que juzgue si tengo criterio para decir cómo va un coche o no (quizá tengas tú más):
-Diplomado en ingeniería técnica en Diseño Industrial con Diploma en Tecnologías y Industria del Automóvil (U. Nebrija)
-Máster en Ingeniería de Competición (U. Politécnica de Valencia)
-Ingeniero de pista en F3, F3000 y A1 GP y Fórmula Renault 2.0
-Ganador del Trofeo AutoHebdo Sport en 2009
-Responsable de la escuela de conducción del Circuito de Navarra durante 4 años
-Probador para 8000vueltas desde 2008
Un saludo.
Comparativa MINI John Cooper Works vs Toyota GR Yaris: Para gustos, colores – 8000vueltas.com
7 de junio de 2023 a las 07:29[…] mi escepticismo a la hora de probar el «mundano» JCW (John Cooper Works). Tampoco el JCW que probamos en 2016 (el modelo actual es un restyling de aquel) nos pareció la panacea. Era muy rápido, […]